lunes, julio 27, 2009

A la sombra de una lluvia de estrellas, ediciones Idea

Nuevo libro “ A LA SOMBRA DE UNA LLUVIA DE ESTRELLAS”, ediciones Idea


A la sombra de una lluvia de estrellas, la quietud del alma en la huella de unos poemas que se engendran en el canto cierto y sereno de remotas olas que rumian la tonada del amor, del desamor, de la injusticia. La nostalgia se peina de gaitas, tambores y chácaras al son de un manantial que descalzo erupciona en las mareas recónditas donde florece la luna.


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martes, julio 14, 2009

¿Qué esperas?...poesía




38
¿Qué esperas?
Te revuelcas en la duda
Y te embarcas por tundras
Donde lobos blancos
Son llamas desintegrando tu pasión.
Aquí estoy, con el cuerpo desnudo
Entre sábanas de algodón yermas
Buscando el sudor de tus labios
A cada aurora que irrumpe con el quejido
De las amantes lejanas.
Marmóreas mareas piso
Que me dicen de la rosa negra
Que nos embriaga con su perfume de hiel.
¿Qué esperas?
Tu sexo sobre mi sexo,
Tu vientre sobre mi vientre,
Tus pechos sobre mis pechos
Galopando, galopando
En el frenético choque
De dos almas que se adolecen en desiertos subterráneos
Esperando la llamada de la mirada.
No me miras,
No te miro,
En el aire ronda el valle de las enamoradas,
Tan oscuro que el dulce trinar del astro rey
No nos da calidez, no nos da ese manantial
Donde al unísono anidaremos para beber.

Adiòs...(relato)


Adiós, así se despide de la borrasca que la incrusta en sensaciones amargas. Su romance con nubarrones se había acabado. No sabe como, un día donde esa carpa celeste del firmamento la llama dejo de seguir derramando lágrimas. La llama con el irradiar de toda su fuerza alojada en el sol y así continúo su andar por una vereda donde la sombra de los añejos árboles hacía aquel lugar intacto en los años, en los siglos. La humedad que allí se preserva la imanta para lamer la calidez de la soledad, del desalojo de sus debilidades. De repente en medio de esa vereda y con asombro es hallazgo de una flor, de una flor blanca como los astros que coronan el cielo cuando la noche cae. Se acerca a ella, se arrodilla y la huele. Emana la plenitud del boscaje, las palabras del silencio que la naturaleza erupciona. La caricia y dulcemente sin estropear sus pétalos le da un beso. Una brisa fresca la recorre, tersamente le devuelve ese beso. Ese beso que anuncia la abundancia en amor, en deseos nuevos. Los pétalos por un instante forman una alfombra que parece eterna. Ella se levanta, camina sobre ella sigilosamente. El bosque se levanta, las ramas y los troncos que están en el suelo le dan paso. Al final de aquel sendero de pétalos blancos se descubre un lago de aguas transparentes. Ella se desnuda. Ella se sumerge. Ella vive cuando brota otra vez con la tonada de la luz de las estrellas. Ahora como mujer del hoy, como mujer cuyos propósitos se embarcan en una serenata de fuerza para que sean reales, para que sean reales.

Te miro...(poesía)

Te miro,
Me miras en la delgada línea
Que nos separa de la llama de la pasión,
Esa pasión que conmueve los astros
Que giran y giran en la madrugada
Cuando nuestros cuerpos danzan en el sueño.
Te miro,
Me miras por la angosta calle desierta
Donde las palomas blancas solo son sus habitantes
Cuando el crepúsculo lame la ciudad
Y te aproximas con los dolores del ayer
Y yo con la brisa te llevo por los ensueños
Donde yeguas verdes cantan al mañana.
Te miro,
Me miras a través de un arco iris
Para no morir en la angustia de la soledad
Y mi voz de años, de siempre, te atempera
Con pianos y violines que te acoplan a mi cintura
Y nos hacen recostar sobre agujeros negros
Que nos llevaran a otro tiempo, a otro lugar
Te miro,
Me miras por donde el viento se lleva el lamento
Con caracolas galopantes anunciando
Que ya jamás el llanto será beso a tu cuello
Sino mis labios será seda que serpenteante
Embellecerá tus ojos apagados, tus labios cansados.