sábado, abril 29, 2023

LA VENTANA 9 (NARRATIVA)

 

9

El camarero vigilante se ausenta. Y ahora que las luces de este nuevo día vienen voy a mi camarote. No tengo ganas de desayunar, solo, ser manantial de mis pensamientos. Me tumbo en la cama mientras el viaje avanza y con los ojos cerrados medito. Mi vida gira alrededor de una hoguera donde se queman todos los malos ratos, todo ese ayer que considero irrecuperable. No vale la pena. Sí, no vale la pena cabalgar con maletas llena de pesares, de esa gente que solo agrietaban cada paso que dabas. Y yo como el camarero me ausento y soy reminiscencia que aborta todo el pasado. Cenizas se esparcen a mi derredor y me da igual. El desinterés aumenta a medida que sigo aquí acostada. Por un instante de tiempo indeterminado mi cuerpo da un brinco, no sé por qué este salto y abro los ojos. Me sujeto a esta cama y en un espacio de segundos me levanto. Estoy sudando. Me miro al espejo, es espejo que da a la ventana de esta pequeña habitación que danza con las mareas. Y es como si me energía se encendiera, como si hubiera realizado una limpieza hasta llegar a mí. Poseo un buen aspecto. Una presencia con ganas de avanzar en este mar azul. Y tocan mi puerta, digo que no necesito nada. Los pasos del camarero tan servil se pierden en mis oídos. No, no lo necesito. No me gusta que sean tan pesados conmigo. Elijo ser postura en vertical de mis acciones. Así estoy cómoda, libre. Libre de cualquier soga que me impongan a mis sensaciones, a mis deseos. Y es que no vale la pena, ese rigor de la educación más aguda, desmesurada. Prefiero andar en los silbidos de mis ganas. El sol se levanta en mis ojos. Una cierta apetencia de estar observándolo me anima, aunque llegue a la ceguera. Y no vale la pena seguir por esos caminos que dan azotes al espíritu. Solo, ser eco del verdor de los sueños. Sí, mis sueños. Aquí están, en este interior absolutamente distante de cualquier falta. Y si cometo algún error sus consecuencias solo toma mi existencia. Como ser humana, la capacidad de errar es sombra que no da luz después, todo depende.

miércoles, abril 26, 2023

LA VENTANA 8(NARRATIVA)

 

8

Una gaviota. Un oleaje calmo. Cetáceos en la danza del universo. Y yo, aquí, apoya en la barandilla de un viaje al infinito de los sentidos. Se posa, me mira con sus ojos redondos y azabaches, brillantes dejándose caer una lágrima. Yo también la miro y nuestro espíritu es coloquio en lo efímero de este instante. Y la miro …y me es conocida, en su forma de la exactitud del movimiento. Por un momento despliega sus alas, por un momento me invita a ir con ella. Y de nuevo vuelve a su posición en la exactitud de su quietud. Es como una vieja amistad que ha regresada para contarme algo, lo presiento. Me estremezco y escucho el sonido del cosmos. Un sonido oblicuo, un sonido encantado, un sonido despertando mis emociones. Me habla de la vida, de este planeta que se desangra lentamente en curso de los años. De este planeta donde somos tractores bestiales para su liquidación. De montes pelados, de selvas rajadas, de campos secos, de pueblos ausentes en el ritmo de la vida. De la cangrena de las especies por el cambio de la atmósfera que habitan. Me recuerda, no sé a quién. Nunca he conversado de estos temas con alguien, pero su postura me es familiar. Ahora con su plumaje blanco y plomizo me observa. De sus ojos vidriosos se desprende una lumbre que me acoge mientras el mar relajado, mientras las estrellas espabilan para marcharse. El amanecer se precipita y yo le habló. Le cuento cada uno de mis miedos, cada una mis alegrías, cada una de mis derrotas y ella toma un gesto de compresión sin compadecerse de mí y es que me conoce…sabe de todo lo que supura en lo recóndito de mis entrañas. Y calla. Y yo también callo. Callamos mientras miramos como un sol con todo su brío es jardín que nos observa, es jardín que encalla en nuestros ojos, lastimados. Una queja nos junta. Una queja nos hiere. Una queja escupe en nuestro corazón. Y las estrellas desaparecen. La madrugada se embebe para recibir ese sol radiando energía, sosiego para un nuevo día. Aquí, en la barandilla la gaviota y yo. Yo y la gaviota con los pesares de la madre tierra. Cetáceos se congregan frente a nosotras, en un océano del silencio, en un océano del dolor. Como ha llegado, se va. Se marcha una parte de mí. Nos volveremos a ver , la travesía es larga...

lunes, abril 24, 2023

LA VENTANA 7 (NARRATIVA)

 

7

Una envidia me corroe. Siento celos. Celos de no poder cruzarme con mi destino. Aquí, lazos de soledad en la ruta de lo incierto. Aquí, con viento presuroso castigando mi entereza. Aquí, con las grietas buceando lo hondo de mis sentidos. Aquí, con el destemplado curso de la vida. No sé si renaceré mi vida en otras tierras y ello me impulsa a ser mujer a la deriva. Se ha ido esa pareja, el camarero de este barco sigue detrás de mi sin saber de mis pensamientos, de mis sensaciones, de mi búsqueda. A veces hay que arrimarlas, amarrarlas para que estén quietos y dejar que la vida transite como este universo abrazando mis ojos, mi verticalidad. Me apuro…me apuro en entregarme a mi tranquilidad, a este instante donde todo fluye de manera natural y dejo que mi cavilar duerma. Neutra, hermética, consolada por el cosmos me desvisto de cualquier deseo, de cualquier querencia. Qué todo fluya como fluyen los barrancos hasta llegar al mar. Recuento mis andanzas y son muchas o son pocas, según como se mire. La experiencia dice que lo suficiente para este viaje a lo desconocido. Donde mi mirada verá de distinta forma las cosas. No hay que dar importancia las cosas nimias. Solo, hay que estar atento a lo que puede surgir y lo que surja bienvenido será o rechazado, todo depende. Me meto en el saco en estos momentos mis sentimientos y con celeridad los tiró por la borda. Nunca se sabe donde llegaremos. Para ello están los sueños, con logros o sin ellos, conforme se va formando las jornadas. Mis alas crecen y crecen a lo largo de esta noche, de esta noche de primavera estrellada y se inunda de una cierta tristeza tiñendo la calma. Y grito…un grito recóndito llegado en este preciso momento. Mis alas crecen y crecen con ganas de volar. Volar donde el mundo me acoja. Volar donde las vertientes de la paz sean eco profundo de mis días. Volar donde el amor corretee por mis venas. Porque hay que amar. Hace falta tanto amor en esta esfera que me contraigo y me expando…me expando y me contraigo ante esta carencia. Tan solo el echo de amar. Amar lo que hacemos. Amar en la palabra. Amar en la mirada. Amar este mundo que parece tener frío…mucho frío...CONTINUARÁ

miércoles, abril 19, 2023

LA VENTANA 6(NARRATIVA)

 

 

6

Apoyada en la barandilla, las alas del viento, las olas de la serenidad me embriagan. Y próxima a mí, posa una pareja de mujeres ensimismadas con el aliento de las mareas. Se acercan, me saludan y sin más un dialogado escoltado por el universo , el viento y el mecer de la distancia de lo real se desarrolla. Toma conciencia en el letargo de los demás ocupantes de esta embarcación.

-          El viento se espesa. El viento se lía. Y usted aquí, en la insonoridad del abrazo de alguna palabra. Aquí sola, apoyada en la barandilla como si dijera adiós a algo, a alguien. Y perdone que me inmiscuya si quiere está en soledad. Pero hace rato que la observamos y nos preocupa.

-          Ya sabemos de lo bella de esta noche, de esta primera noche. Pero la madrugada tropieza y nos dice que es hora de descansar. Nos da apuro verla aquí, aislada, mientras el murmullo de la fiesta de bienvenida calla. Nos da no se qué preocupación por usted, señora. Sabemos que no somos quien para meternos con sus pensamientos, con sus conflictos internos, con cada secuencia de su vida e imaginamos que ocurre eso. Usted gravita entre un ayer y un hoy. Tal vez , un ayer triste. Tal vez, un ayer árido. Tal vez, un ayer con la mirada en la ilusión perdida. Tal vez, en la soledad que siente su mano. Y de verás, nos preocupa. Mire aquí tenemos algunas rosas que habían en la mesa de la cena. Los quiere usted, señora.

-          No se mortifiquen, estoy aquí. Con este susurro de la brisa. Tomaré esas rosas. Y soplaré para cada que cada uno de los pétalos caigan al mar para quitar todo ese mal, sospechado, que hay en mí. Sí, hay una larga pena, una composición de cicatrices que velan mi sombra. Pero, ahora, aquí las examino para exterminar cada una de ellas. Este pétalo blanco para aquellos que se fueron. Este otro para aquellos que me causaron dolor. Este otro para aquello que llenaron de impurezas mi verticalidad. Este otro para aquellos que no volverán, aunque el deseo incalculable me cause una cierta pena. Y este otro y otro para lo que vendrá. Porque vendrán nuevos arco iris, nuevas lunas, nuevos senderos donde mi entereza será latido de las calles que pisa.

-          - Le damos gracia señora por aceptar estas flore y ser fluyente en una despedida, en una entrega a la vida ¿se encuentra mejor?

-          Si, me hallo en ese estado de paz y tranquilidad que es difícil de asumir en esta época tan crítica. Y este estado lo guardo para mí, lo recojo en mi alma como prisionero de un don y soy consejo de él.

Y esta pareja de mujeres se despide, sin más. Sin decir nada, desaparecen donde la luz de proa atisba mi espalda. Y yo sigo aquí, en la barandilla, tutelada por mi razón , por mi corazón, con este orden de las rutas a tomar…CONTINUARÁ

lunes, abril 17, 2023

LA VENTANA(NARRATIVA)5

 

5

Fija, embelesada con la danza de las mareas. Con una brisa cortante acosando mi rostro y me dejo seducir, dejo que el frío se pegue a mis carnes. En estos momentos donde el jaleo ya calla aun estoy aquí fuera de mi camarote. Quiero que este instante sea eterno…una eternidad que me embriague en el olvido, en la memoria…la memoria y el olvido. Secuencias de mi camino pasan por mi mente y esta razón me llega con un halito de tristeza. Una tristeza que considero mía y solo mía. Los tropezones siempre se vierten cuando vas en contracorriente y hay que vomitarlos, arrojarlos, como en esta noche que navego, más allá de la nulidad. De una censura perfecta erigiendo mi mañana. Sí, un mañana tal vez con alguna amargura pero siempre adelante…adelante como los valerosas aves de rapiña que sobreviven hasta el amanecer. Miro el universo, inacabable, somos miseros piezas estancada en una espiral que se pierde en el cosmos y que no da señales de vida sino de desatamientos…El devastar de las personas, de la naturaleza, de esta madre tierra que erupciona y rompe sus cadenas cuando lo oprimimos en el arrebato de nuestros desordenes. Y unos cachalotes anuncian su llegada. Unos mamíferos desplegando todo su tesón y buena esperanza en el curso de este barco. Y los astros los cuentos y me pierdo, estelas se difuminan en cada uno de mis deseos. Eso deseo de tranquilidad y paz. Eso es lo siento. Eso es lo busco en este viaje ondeando el extenso océano. Tirito, pero me es igual. Quiero que este frío de la madrugada acabe con ese yo ceñido empedernidamente a la añoranza. Dejar todo lo de atrás. Una limpieza pincelando mis entrañas hasta ser hija de este mar, ahora, oscuro. Llego hasta cien…cien estrellas por no decir millones capturan mis ojos. Cada una de ella con algo de particular. Cada una de ella con un sueño de alguien de este mundo. Cada una de ella señal de nuestros muertos.  Temblor, gelidez…Si, ven a mí. Se zarza que desnude mi piel y penetre hasta ser otra de mí. Mujer en el orden de las jornadas con la verticalidad de los soles. Mujer en el orden de sus pisadas con el tiempo preciso ante la perdida del ayer.

 

viernes, abril 14, 2023

LA VENTANA(NARRATIVA) 4

 

4

La cena. La cena de la bienvenida a este rumbo donde confluyen seres extraños para mí. Me siento alejada de todo el murmullo, quiero tranquilidad, quiero un silencio apegándose a la sangre que corre por mis venas. Hablan y hablan. Me restauro en un pensamiento. Un pensamiento aquellos queridos seres que han sido participes de mi vida. No siento apego, la paz ronda mis sentidos y me levanto. Me marcho al camarote quiero despedirme de la isla. Quiero como se va ausentando a medida que este barco avanza a otras tierras. Se dice que todo mal lo limpia el mar. Se dice que la purificación de un alma entra en calma cuando por el cruzamos hasta lugar. Mis muertos vienen, me visitan y me hablan. Los siento, están latentes en mí. He traído sus cenizas para esparcir en la borda cuando nadie me vea…cuando nadie me vea. Tocan a la puerta de esta caja, abro. Está todo bien señora, me dicen. Yo asiento y le digo que no necesito nada. Me siento en la cama y desde ella miro por la ventana que da a esa isla lejana ya. La noche se anticipa, luciérnagas danzantes se mueven en su difuminación.  Me inquieta un lamento. Un lamento abrumador. Pero ellos están conmigo, sus cenizas. Quiero que sus espíritus descansen en paz, por ello, me los he traído. Desde la ventana el cielo conforma una masa de estrellas espectacular, maravillosa. Mis ojos intactos, quietos son fijación y respiro una resignación, un equilibrio que ha sido misero en estaciones atrás. Es como una liberación, es como una limpieza escoltada de estos restos en sus urnas. Magnifica noche, salgo. La cura está en desprenderte de todo lo que se ha amado, solo los sueños irán recordante, trayéndote a esos amados, amadas. Estoy en la borda, mientras el jaleo de la cena se escucha. La brisa pisa fuerte, esta autopista de agua y sal está en calma y respiro. Sí, respiro lo que no he respirado en mi vida. Siento pasos, alguien se aproxima a mí. Es el mismo chico de antes, me pregunta lo mismo. Nuestros ojos jadean algo tristeza, algo de cansancio. Y le contesto que sí. Quieto, me mira, extrañado a la vez que no este disfrutando de la comida con el Capitán. Se aleja, comprende, que quiero estar sola. Saco las urnas de una mochila. Y soplo, la esparzo al grandioso océano. Las estrellas me vigilan, el muchacho también. Comprendo que algo no le gusta de mi actitud. Y soplo con estos pulmones con la fuerza del amor, de ese querer que se despida en la más eterna armonía. Ahora, descansan, me digo. Ahora, se mecen en las mareas. Observo delfines bailando al son de esta buque. Observo esa sonrisa, que no es sonrisa, pero yo quiero que sea sonrisa que me acompaña. Cierro los ojos y ellos están presente en mí. Miro el firmamento y sus figuras con halo entre azul, verde y blanco se forman como otra constelación. Constelación para mis ojos. Constelación que me protegerá en el curso de mi destino....CONTINUARÁ

 

domingo, abril 09, 2023

LA VENTANA (NARRATIVA)3

 

3

Mis pies, mis piernas me llevan al camarote. No. No quiero alumbrar mis ojos de la despedida de la isla. Un espejo acecha desde mi aseo. Me miro. Mi yo se divide. Un yo que en estos instantes antes de partir adquiere una contradicción. Esa parte de mi que deja la isla, esa parte de mi que se aleja, esa parte de mi que se inmiscuye en la huida después de tantos y tantas torcidas pisadas. Después está esta otra, el ahora, encapsulada en un Camarote con vistas a la bahía, con vistas a esas gaviotas surcando a ras del océano, con vistas a una ruptura del pasado. Y siento que soy olvido, que he sido olvidada. Un aura oscura se queda ahí, en estas montañas retorcidas que hace unos momentos habité, en esta aldea en un punto del atlántico atravesado por una corpulencia magmática. Tonos azules violáceos tiñen el paisaje y mi yo sereno no quiere mirar, no quiere saber nada de ese ayer. Un aura de colores se pavimenta tras de mí, la ida. Una ida galopante en hastío de la isla, y el brío de lo que está por llegar. Sí, un yo consagrado a rasgos optimistas alcanzando la plenitud de esta ruptura. Hay que desechar los escombros que pesan sobre nuestros hombros, sobre nuestras manos. Reventarlo sutilmente con el peso de las jornadas. Me miro. Me miro en este diminuto tiempo de aislamiento donde la calma es reflejo de mis alas cortadas ¡Volverán ¡Volverán a la lucidez cuando los cabos se eliminen y me alejé de este lugar, un lugar en que crecí, en el que morí! Sí, este espejo luce toda mi existencia, todo lo humana que soy. Sí, soy humana, en un planeta que por embestidas del hoy parece fenecer. Ataúdes en una niebla dan luz a ese túnel del tiempo equivocado. Una equivocación que me lleva lejos…muy lejos o no tanto. Solo este océano. Solo esta embarcación. Solo este camarote. Solo este espejo donde luce el grito de las gaviotas. Un aura me recorre y miro mis manos. Destinos inciertos se apoderan de mí. Y me digo , que más da, es tan solo una prueba , es tan solo un atrevimiento de lo que he sida vedada a lo largo de mis años. Siento como partimos a otros lugares, a otras historias que tan vez tengan el mismo argumento. Me miro al espejo. Miro mis manos. El reflejo de un aura de colores se acuesta conmigo...CONTINUARÁ

 

sábado, abril 08, 2023

LA VENTANA(NARRATIVA)2

 

2

Estoy en el horizonte, gaviotas amortiguan mi adiós, este camino que he de tomar. El barco tardará en zarpar, la marea es fea, arrugada, imbatible, con una violencia que hace tambalear los que ahí sucumben. Estoy en el horizonte, el sol y el viento penetra en mi vientre, en mi vientre como bulbo de los años. Sé que he de olvidar, me han dicho que cruzar el mar te quita de todos esos males. Después retornar. Sí, volver a esta isla donde los volcanes estrangulan para la belleza, para imperfecta conversación entre la tierra y las estrellas. Estoy en el horizonte, la cafetería está semillena. El camarero de un lado a otro. Pido en café, mientras suspiro por las ganas de irme, por las ganas de empezar está travesía, por las ganas de ser principio de un nuevo destino. Me dejo ir, la danza de las gaviotas me impresiona en la manera de sus movimientos. Estoy en el horizonte, esto se retrasará por horas hasta que la marea baje, hasta que el viento se calme, hasta que el fuerte oleaje agresivo se amortigüe. Estoy en el horizonte, mis años aquí han acabado. Unos años donde el estancamiento y la precariedad me acompañan. Y ahora me voy, así, sin despedidas. Frente a mí una familia con sus niños. Y ahora no siento nada, solo el asombro de mi partida. Estoy en el horizonte, en esta zona de embarque donde espíritus insignificantes para mi se mueven de un lado a otro. Y el sol ha salido, y el viento se detiene en el punto preciso que dicen por un altavoz que ya se puede embarcar. Una marea sobreviene en mis piernas, me levanto y voy donde las escaleras me guiaran en el estómago de este buque blanco. Impertinente son estas escalinatas, se tambalean y el vértigo raspea en mi cuello, un sudor frío se pega a él. Estoy viendo ese mar, pintado de verde oscuro, con un olor a contaminación. Aun la mala marea resalta pero ya es hora de partir y con sus dimensiones podrá luchar con la crudeza de las mareas. Por un momento miro atrás, un cielo nublando se precipita, se hace presencia y alguna chispa reclama mis ojos. Mis ojos olvidados de que el olvido nunca se olvida. La memoria siempre será ese acento que te perpetua en el mañana. La memoria siempre será ese don que nos hace encontrarnos con nosotros mismos. La memoria siempre será la que te presta precaución en antes de repetir el fracaso. Y digo adiós a las gaviotas, a las pardelas de esta isla--CONTINUARÁ

martes, abril 04, 2023

LA VENTANA (NARRATIVA) 1

 

MI ventana da una masa de dragos que sangran cuando la lluvia hace presencia. Mi ventana da a un sol cuando los sonoros rincones de los párpados se abren en el brío de su clemencia. MI ventana dice que alguien pasea por los caminos de la ausencia cuando el despertar interfiere en nuestros sueños, efímeros, agotados en los años. Mi ventana dice que los callados besos de mis labios perduraran mientras estática siga aquí, bajo este techo donde las sombras del ayer perduran en mi vientre, en mi corazón…Ah, ese corazón. Ese corazón roto en los amores. Porque yo me enamoro, de la esencia virgen de las palabras, del aroma del recuerdo, de la mirada perdida en la firmeza, de los actos naturales en la secuencia del yo. Observo esos dragos, un boscaje reinante en esta parte de la isla. Ahora, me recojo y suspiro cuando mis manos cogen la mochila. Esa mochila a rayas azules, blancas, verdes, rojas para ser fuga de esta masa de lava bañada por el Atlántico. El barco está en el muelle. Cierro la puerta con la lentitud de quien lleva demasiado peso sobre sus hombros. Dejo la memoria en sus paredes, en cada uno de los muebles que la componen. En cada olor que me despide cuando le doy a la llave. En este pueblo se respira, a estas horas, un aliento sereno y fresco. Me estimula. Me dice que tengo que marcharme a donde las ruinas no rasguen mis sentidos. Dejo la plaza y me posicione en la parada , un taxi después de un tiempo fugado aparece , me monto. Se van dibujando en mi cada particular forma de esta isla, cada estrato que va discurriendo a medida que descendemos hasta donde el mar rompe contra los diques. Voy con tiempo. Llegaré, me tomaré un café y cabalgaré donde los cetáceos se recogen en su hogar, el mar. Mi espíritu dice del adiós. Mi espíritu dice de la aventura. Mi espíritu dice del misterio. Mi espíritu dice de ese túnel del tiempo en un mundo de hoy, en un mundo donde la diversidad cultural enriquecerá cada pensamiento que hay en mí. Ya me despedido de los dragos. Ya me he despedido de cada calle de ese pueblo. Ya me he despido de esta ciudad donde ahora aborda el taxi. Un taxi mudo, un taxi poco coloquial cuando mi mirada se cruza en el espejo retrovisor de este auto con su chofer. Una sensación de invalidez penetra en mis venas. No es que sea cobarde. Me pregunto que me deparará este rumbo que toma. Qué será de mi destino. Un destino fraguado en el instante perfecto o imperfecto del tiempo, de las experiencias, de mi caminar. Veo ya el buque. Un buque blanco. De lejos parece pincelado de pequeños paneles, de cual uno de ellos, será mi camarote. Un nerviosismo me inunda, aunque no hay marcha atrás. Yo lo he decidido así. El olor ha reboso penetra en mi olfato, hay mala marea.,,,CONTINUARÁ