domingo, julio 30, 2023

Y yo te buscaba...

 

Y yo la buscaba. Sí, la buscaba donde las tierras eran ásperas con la entereza de edificios absurdos. Sí, la buscaba en las nubes después de una soterrada noche de verano donde el sudor alimentaba mis carnes. Y yo la buscaba, fijamente, divisaba el faro…el faro. Y se perdía donde los cetáceos van a morir. Y yo la buscaba, combatiendo contra el derroche del tiempo que de un almanaque exprimía más y más mis sueños. Y yo no la encontraba, abatida, tirada donde el faro…el faro saborea cada llegada dejaba que el oleaje lamiera mi rostro. Y yo la buscaba y yo no la encontraba, caballitos marinos emergiendo donde las esferas de la sensibilidad me llamaban. Y, sin embargo, sabiendo de su callar conversaba con las pardelas. Vuelo perfecto de la belleza, del amor. Y yo la buscaba y ellas me acompañadas sentada en una roca negra evidencia de nuestro ayer. Se había ido con el silbo del viento ¿A dónde te has ido mujer? Cuento cada tic-tac…tic-tac que marca mi corazón y me dicen de otras tierras. Y yo la buscaba y yo la encontraba y con mis alas de colores fui a esas tierras desconocidas, donde la mirada extraña araña al extranjero. Te vi en el suculento baile de una despedida, de un nuevo comienzo y no obstante, yo te buscaba y no te encontré.



jueves, julio 27, 2023

VIVA LA ESPERANZA-----

 







Viva la esperanza, dices. Que venga con las canciones de la calma. Que la tempestad no sea más que un mal sueño de verano. Viva la esperanza, dices. Coges tu maleta y la llenas de viejas cartas de algún amor inexistente y vuelas donde la estación dice de la belleza de tus labios, de tus ojos. Viva la esperanza, dices. Que venga haciendo añicos todo lo malo de ese jardín donde los pozos infernales de la memoria obra hasta rasgar tu pecho. Tu pulso se vuelve débil, con la fragilidad de un pájaro cuando canta de esas ramas mecidas por la brisa, una brisa tierna. Viva la esperanza, dices. Te escondes donde tu voz sea eco sonoro de la conciencia y tus sentidos rastrean la paz. Aquí está ¿No la ves? En el suceso de los despertares, en la callada manera de las amarguras, en el entusiasmo de tu mirada. Viva la esperanza, dices. Que venga con amor, ese amor deseado en la plenitud de los años. Viajas donde los abrazos te acurrucan, en la tranquila ola acariciando tus mejillas. Viva la esperanza, dices. Sentada en un piano transitas en los escenarios de una lluvia de verano, los lamentos terminan y eres nómada de esta tierra. Sin que te des en cuenta las trincheras invisibles emigran a fosas donde la nada las entierran. Viva la esperanza, dices. Que venga con el querer imperfecto de los días, de las horas, de los minutos.

domingo, julio 23, 2023

¿Dónde estabas?

 









¿Dónde estabas? Dormías, con un letargo abundante de sueños viajantes donde el amor arrastra el oleaje, los imperfectos movimientos de un viento acariciando tu cara, tu todo ¿Dónde estabas? Dicen, que ahí, donde las ramas aman a los pájaros en el ceñir del crepúsculo. Y yo te buscaba, incesantemente te buscaba ¿Dónde estabas? Mäs allá de los acantilados, ahí, donde un arco de colores pronuncia tu nombre, abrigaba tus pisadas de la insonoridad de los días. Y yo te buscaba, necesariamente, para que me dijeras te quiero, para que tu vientre tropezara con mi vientre y fuéramos columnas aladas de la magia ¿Dónde estabas? Llegas cansada, ensimismada con tus ojos sonrientes y ojeras donde navega la dicha. Dime…Dime ¿Dónde estabas? Y yo te buscaba, con una maleta vacía, con la sonoridad de ese mañana donde nuestras manos aunadas dijeran que si…que sí, que nos amaríamos.

miércoles, julio 19, 2023

LA LLUVIA

 La lluvia había huido. Se había ido de los campos agreste de la isla. Una ráfaga de viento ha veces venia como alivio a la pesadez de la jornada. Una ráfaga fresca, rejuvenecedora. El sol prieto invocaba los demonios de fuegos aplastando, estrangulando cada aliento de vida. Y los espíritus hacían de las suyas, invocando el renacer de un nuevo día impregnado en humedad. El sudor desencadenaba en las sienes, en el cuello, en las espaldas, en esos muslos cuando avanzaba por la urbe, solitaria, aislada, callada. Sus prisas se hallaban lejos. Sus motivaciones pincelaban cada pisada. Sus ganas arrancaban cada malagana en el entusiasmo de mañanas mejores. El calor la aromatizaba de cansancio. Sin embargo, continuaba con las alas de la brisa, con las alas de los sueños, con las alas verticales ante la pesadez de la atmosfera. Suspiraba, porque ella suspiraba y alejando todo mal de la esta isla su respiración anhelaba ese amor perdido en los años.  Tarareaba una canción, una composición brotada de su imaginación. Y así emergía en esta ciudad insonora. Llego al principio del sendero, donde el Monteverde se separa del asfalto, de los edificios grises, donde su respiración se hacia grata dando bienvenida a otro lugar, a otra atmósfera en la cual se desenvolvía como hija de la tierra. Y pensó, todo no es tan catastrófico, todavía hay un halito de emoción en el verdor impecable y este brío voluminoso de estas islas. Se animó y se inflo de cada pajarillo que trinaba, de cada arbusto donde el musgo tenía cabida. Avanzaba y un liviano arroyuelo pasaba a sus pisadas. Iba al encuentro de la nada, del todo. Solo, el placer de ser ave de aquel paraje. Se sentó en una piedra, bajo un árbol que no sabía cómo se llamaba, pero le daba lo mismo. Se sentó donde la vida comienza y la muerte acaba. Estática esbozo una sonrisa, bosquejo una ilusión, llamo a los espíritus del bosque. Y allí se presentaron. Ella no los veía, pero estos duendecillos de almas invisibles entonaron la melodía que tenia en sus pensamientos. Ella la escuchaba, escuchaba esa música como parte de la tierra. Por un momento se despistó, miro atrás, los años habían sido arduos. Siempre en las esferas andrajosas de la soledad, una soledad que la había ahuyentado ahora donde las almas cantan. Se entregó a esos espíritus que la iban desnudando de sus penas. Cerro los ojos y cuando los abrió el callar volvió. Miro hacía arriba y una lluvia pertinaz caía. Sonrió. Se levanto e imantada por aquella belleza siguió la ruta sin camino de aquel mágico lugar, un paraje virgen, un paraje bello le esperaba. No se cansaba e imagino un mundo feliz, frecuentado por estas mareas verdes.  En medio de esa zona encontró una cabaña, era la del guardabosques. Prosiguió en su andar, paso de largo hasta que la detuvieron. Le explicaron que estaba prohibido el paso. Su entendimiento no lograba alcanzarlo y prosiguió. El guardabosque la llamaba y la llamaba. Se introdujo en una cueva de manera intrépida hasta que dejo sentir esa voz grave que la llamaba. Una cueva donde restos de un ayer amparaban toda su esencia, pinturas extrañas, el eco de agua que corre hasta salir por otra zona. Una zona donde otra vez los agrestes y yermos campos visitaban sus ojos. Se desvaneció, fatigada, cansada y su corazón bombáceo o el elixir de la existencia. Cuando sus ojos capturaron la imagen de nuevo encontró un techo, ella en su cama con un calor agotador. Se dirigió a la ventana, un incendio impredecible y tirano amparaba todo su sueño, toda su dejadez. Las almas dolidas vinieron. Espíritus que tatareaban su melodía. Se sentó ante su piano.  Sus finas y huesudas mano entonó la melodía hasta que el fuego retraído se disipó de la isla. Una muerte acaba y una vida comienza, pensó. Se quedó adormilada en su entrega a esos espíritus de la buenaventura. 


domingo, julio 16, 2023

HOLA QUERIDA

 


Hola querida ¿Estás durmiendo? Las estrellas son mudas. Tu tez pálida y los riscos se llenan de siemprevivas. Dime querida , no me saludas ¿Estás durmiendo? Las mareas del ayer vagan en tus ojos…tus ojos oscuros. No dices nada…callas y tu callar se siente en mi temblor. Hola, querida ¿Estás durmiendo? Acaricio tu vientre y los latidos de los montes aislados en la sequedad impregnan el aire. Te comprendo, el amor se evapora en las esferas recónditas de un adiós. Hola, querida ¿Duermes? Clavaré mi memoria en un mañana donde te soñaré y te sueño. Adiós, querida, descansa, que tus caminos te lleven al vuelo más alto y libre, con los deseos moldeando tu destino. Te quiero ¿lo sabías? Da lo mismo. Hola, querida, una mochila me espera…una mochila donde las sombras de tu aroma será mi aliento.

miércoles, julio 12, 2023

TRAGALUNAS

 

La ola venia y tragalunas en la noche estrellada la recogía en su cesta de mimbre. Ahí, quedaban aquello que sería su salvación en el transcurso de las noches, de los días. Miraba aquellos peces como amantes de su vida y una cierta y concienzuda lástima se clavaba en su vientre. La ola se iba y Tragalunas arrojaba los peses a esa marea repetitiva. Pensativo, con la tranquilidad de que seguirían viviendo en su mundo. Un mundo hospedado por el misterio y el resonar de las olas. Sabía, Tragalunas, que no comería cuando amaneciera, que no iría al mercado a vender sus presas, pero era feliz. Sí, con una felicidad que exaltaba sus sentidos. Tragalunas, contemplativo, miraba el universo y sabía que algún día sus amigos los peces se lo agradecerían. Caminó por la orilla admirando el faro de la isla, el sonido de los barcos que venían y se iban y una inspiración lo hizo vagar todo el nocturno hasta que los primeros rayos solares incidieran en sus ojos, en sus ojos claros. Y no lo acompañaba la tristeza, estaba solo, sin la sonoridad de una llamada, de un saludo , consumido en su felicidad y así se sentía grande, se sentía bello. La ola venía y Tragalunas , cansado, quiso sentarse. Fue a esa bar de la rutina y le sirvieron un café gratis. Fue a esa floristería de su paso y le regalaron una rosa blanca. Fue a ese parque no lejos de la playa donde el realizaba su faena y bebió de su fuente. Inmediatamente mariposas se posaron sobre sus hombros, sus hombros felices. Tragalunas en ese instante sintió que no era parte de este mundo, de esta atmósfera, de ese vientecillo que silbaba flojo. Tragalunas comprendió que otros lo esperaban, más allá de los astros, de estas tierras, donde la ola venía y se iba.

domingo, julio 09, 2023

Ah...

 


Ah, que largos son los puentes donde el colibrí anuncia la alegría.

Ah, que oscuridad impregna mis ojos ante el amor muerto.

Ah, que manos requieren lo pesado de mis viajes en los sueños

Ah, que despertares tan clamorosos cercan mis sentidos.

Ah, que belleza la de amarte.

Ah, que amar es estrangular los sórdidos gritos de los desheredados.

Ah, que hermoso que las ballenas cantes.

Ah, que la palabra perfecta nos embriague de silencios.

Ah, que angosto son las pasiones de mi corazón.

Ah, maldito corazón, vuelves en el comienzo de una nueva primavera.

Ah, que las batallas callen-

Ah, que la libertad sea abasto a esos que se quieren, quien cree en la esperanza-

Ah, que la sombra de un limonero de cobijo a lucidos mañanas.

Ah, que venga…que venga la redonda luna con blancos pañuelos de paz.

viernes, julio 07, 2023

Mis espaldas....

 







Mis espaldas pesan ¡Ann¡ ¡Ann¡ Tu silencio arremete sobre mi tez, seca. Tu silencio captura cada sueño haciendo trizas de su significado. Tu silencio envuelve un halo de misterios que no logro entender ¡Ann¡ ¡Ann¡ Asciendo por los riscos como mujer del viento, como mujer de un aliento rajado, como mujer de una amplitud de amarguras que me raspa, que rasguea en mis espaldas ¡Ann¡ ¡Ann¡ dime algo. Solo tu voz anunciará mi partida hacia la vida, hacía esa nube inanimada que habla de próximas ganas de ser, de estar ¡Ann¡ ¡Ann¡

Callo. Mi ignorancia hacia ti la ha creado el paso del tiempo, las horas, los días, las semanas, los meses. Estoy en una estación, un largo o corto viaje me aguarda. Y quiero esta soledad. Y quiero volar donde los pinares dan sombra a mi danza, a mi alegría de continuar. Callo. No me llames amada. Estoy aquí y no me ves. Todo esto es absurdo. Estoy aquí y no me ves. No me llames…

¡Ann¡ ¡Ann¡ Mis cimientos resbalan por acantilados donde las mareas desean mi cuerpo. Me desprendo de esta y soy alma que vaga en los rincones de tu palabra ¡Ann¡ ¡Ann¡ Tu callar…me hiere. Salones grises dan paso a mi baile penoso y mis huesos no responden a las ansías de buscarte ¡Ann¡ ¡Ann¡ Acaso no me escuchas, te llamo. Mírame, tu ausencia golpea mi pecho ¡Ay mi corazón¡ Añicos bajo por esas vaguadas a la nada.

 Callo. No me nombres. Estoy aquí, ya parto , no me ves. Todo ha termino y ahora, libre , sin angustias puedo ser verdadero espíritu de mis deseos. Me voy amada. Callo. No, no me nombres. Todo tiene un final, una columna de humo se desprende de mis sentidos y vuelo. Vuelo y vuelo alto.

¡Ann¡ ¡Ann¡ Querida Ann…tu adiós desprende rocas sobre mis sienes. Bombardea cada paso que doy y ahí, una mariposa ¿Una mariposa..? Que bella.

martes, julio 04, 2023

ESTABA AHÍ...

 


Estaba ahí, en una plazuela donde los pájaros iban a beber de su fuente. Ella los observaba, cada movimiento, cada esencia de su disfruto en lo fresquillo de la tarde. Y ellos cantanban…cantaban la balada de la belleza, de la hermosa perfección de unos ojos quietos en su danza. Estaba ahí, en una plazuela. No lejos de ella otro banco con cartones apoderándose, agarrando el último aliento de alguien desheredado, censurado de esta ciudad. Los pájaros de vez en cuando se posaban sobre los cartones y vigorosos e inquietos examinaban la perfección de unos ojos en su danza. Estaba ahí, en una plazuela, se levantó. Se aproximo a ese banco donde cartones se apoderaba y agarraban el último aliento…el último aliento. Sobresaltados los pájaros huyeron donde la fuente les arrancaba la sed. Tocó ese catón, nada se movía. El sopor a alcohol era insoportable, el calor abrumador. Estaba ahí, estática frente a un banco con cartones apoderándose, agarrando la muerte…la muerte. Una mano se poso sobre sus mano. Una mano donde la lucidez del atrás le enhebraba fotogramas de una vida pasada…de una vida ardua y doliente y comprendió

lunes, julio 03, 2023

LA EXACTITUD...


 

La exactitud de una densa capa de nubes, panza de burro la llamamos. Aquí, desde la isla, donde los rorcuales navegan en el sentido de sus alientos. Aquí, desde la isla, donde una prieta humedad se percibe en sus campos. Los despertares se presentan ásperos, con lo yermo de unas manos que danzan al encuentro de una leve caricia. Y, sin embargo, solas se embarcan al hábito de su música. Porqué es su música, cada nota en una atmosfera cargada de emociones que se despiden, que saludan. Y los despertares se vuelven eco de navíos que atracan en la bahía. Y, sus manos…sus manos cantan a la paz, al sosiego de los ojos. Almas colonizan sus deseos. Almas perciben la dejadez de sus años. Aquí, desde la isla, donde los pinzones azules es la belleza sin más, donde los enemigos de la guerra son propósito de blancos gritos hasta que todo mal calle. Los despertares desesperan, de vez en cuando, con la tristeza de un mundo oscilando en un equilibrio mudo, marchitado. Y, sus manos…sus manos giran y giran entorno a una hoguera presa de la esperanza.


sábado, julio 01, 2023

SE CIERRA LA TARDE (POEMa)

 







Se cierra la tarde

Estamos aquí

Con la mirada prohibida

En los vientres de las ballenas idas

el canto del oleaje, pesado

nos abriga con su cuerpo fatigado.

Y te digo, amor

Y me dices, amor

Se cierra la tarde

Islas ausentes elevan una desvanecida pena

Y te digo, caminemos

Y me dices, caminemos

Estáticas, somos hijas de los océanos

Resonar inconfundible del labio al labio

En la perpetuidad de la memoria.