jueves, marzo 31, 2022

ASÍ SUEÑAN....

 

Así sueñan los despertares de los ojos, imbuidos en un firmamento delatando lo minúsculos que somos y a la vez el palpitar de nuestros caminos. Porque nos movemos donde los silencios conversa con las alas anquilosadas ofreciéndoles la oportunidad del retorno al vuelo…del vuelo de los sueños. Porque hay que soñar, ya sea en la desgracia, ya sea en la sonrisa. Cuerpos herméticos bajo un mundo desinflado se alimentan de sus almas y alzan el canto. Así sueñan los despertares de los ojos, sumisos al rumbo de las canciones de la mañana, de un mañana que todavía no viene. Una oscuridad es tapia que se enfrenta…una tapia con alambradas de cristales rotos. Las tocamos, las pisamos, danzamos a su alrededor y las fogatas de las esperanzas son bellas tonadas del olvido. Y ese olvido se nos atraganta, nos muestra lo humano que somos en este pequeño planeta de un universo sin fin, oscuro. Y la oscuridad es tapia de cristales rotos. La pisamos y sin hacernos daños subimos donde lo imposible se vuelve posible, donde lo malo se vuelve bueno, donde lo dañado se vuelve bello. Y es que en los despertares de los ojos nos entregamos a la jornada que viene…que viene con su rostro estrecho, con su vientre de pétalos de que tal vez…tal vez hoy será un buen día. Un manantial transcurre no lejos…un manantial de raíces que nos ancla en el sentido de nuestro aliento. Bebemos, nos conquistamos y trepamos esa tapia de cristales rostro. Todavía todo es oscuro, las estrellas nos regales el don de la perfección. Puntos suspensivos en un universo que nos acoge. Así sueñan los despertares de los ojos, hermosos, tristes…

lunes, marzo 28, 2022

TODO ESTABA ESTROPEADO


 

Todo estaba estropeado. Mi camino hacia la estación era inevitable vacío. Los ojos caídos en cada pisada me decían de cada batalla perdida en el sucumbir de la nada. Sentada en la profundidad de la pena, mi cuerpo estático convergía donde el alma toma una inspiración acentuada y expulsa todo mal. El adiós era evidente. Un adiós donde los labios no se besaron. Un adiós donde las manos no se acariciaron. Un adiós donde las palabras quedaron ciegas. Un adiós donde el dolor fue impertinente, soberbio. Ahora, sentada, estática mi corazón luce flores marchitas, luce la desgana de las horas, luce una despedida que duele. Todo estaba estropeado, la guerra había venido, la enfermedad se había quedado. Y aquí estoy yo con el devenir de un tiempo que nos entrega a la duda. Dudo de esta tierra. Dudo de los astros devorando mis ojos. Dudo de las raíces embriagadas de pesadez, de pensamientos extraños a mi rumbo. Y todo estaba estropeado. Los hombres, los niños, los ancianos y esas mujeres combatientes en la entrega de toda su existencia, de su entereza. Todo estaba estropeado, la guerra había venido. Un desorden molestaba a las conciencias. Un desorden aniquilaba las pisadas. Un desorden martillaba cada corazón, cada mirada fatigada en la incredulidad. Y es que todo estaba estropeado. Yo, ahora, sentada, en la estación. Es de noche, una noche de luna menguante y algún planeta perdido en las sombras. Sombras grises acogían esta atmosfera. Sombras donde el corretear de inocencia se hace negada. Y es que todo estaba estropeado, el tren llega y es tarde.

jueves, marzo 24, 2022

DIVAGACIONES DE UN MARZO

 


Atada a las clemencias del viento. Un viento que no cesa…que no cesa. Lo frío se transpira y somos tremor de lo lejano, de lo ausente. Mis piernas firmes deambulan donde los soles son buenaventura de un nuevo despertar. Esbozo una sonrisa, esbozo lo cotidiano de las jornadas hilándose hasta el desinflar del día. Y el viento no cesa…no cesa en su soberbia, en su impertinente manera de susurra los ecos del silencio. Todo cambia. Todo se transforma de manera determinante para lo que respiramos de esta atmósfera. Las alambradas aún existen, el mundo no media con la pacificación de los corazones, de las almas. Se me ha descocido el bolsillo del pantalón, ahora me doy cuenta. Todo se pierde, cae en el curso de una desesperanza de hallarlo de nuevo. Lo coso. Todavía el sol no da los toques de la bienvenida de nuevos sueños, de renovadas ideas.  Lo espero. Lo coso. Da lo mismo lo que se halla quedado atrás, no vale la pena seguir con la rutina monótona del ayer. Mi bolsillo luce ahora como nuevo. Como nuevas horas donde la pisada vertical de mis alas brotaran ojos lúcidos, manos abiertas al saludo. Y el viento no cesa…no cesa. Miro desde mi balcón con una taza de café entre las manos, absorbo de su cálida manera de despertarme. La música casa donde habito se incrusta en mi estomago y divago. …divago en el sonido de este mundo. Sus latidos se hacen débiles, pero habrá un mañana, un mañana donde el viento no cesa en esperanza.

 

DSP

sábado, marzo 19, 2022

FLORES NUEVAS....

 


Susurra la noche sin luna. La mujer de vientre azul se columpia entre nubes y claros. A veces el universo se distingue en su amplitud. La mujer de vientre azul con sus ojos oscuro mira más allá de la frontera de esta atmósfera, de este mundo. Y la mujer de vientre azul emana de su ombligo flores nuevas para los que vienen, para aquellos que nacerán en las venideras estaciones. Un halo de paz la estremece y la mujer de vientre azul la cual es susurrada por la noche sin luna riega esta tierra con esas flores…con esas flores nuevas. Son flores hermosas, flores donde lo natural extingue lo que es oscuro, lo trivial. Flores nuevas para el nutrir de nuevas generaciones. Flores que nacen de su ombligo de su vientre azul. Y la mujer de vientre azul proclama amor, sinceridad y una razón guiada por lo sereno, por lo vertical de nuestras emociones. Susurra la noche a la mujer de vientre azul que ya vendrán tiempos bondadosos, amables, confortables donde los sentidos se muevan en campos de antorchas con el himno de la paz hilada, con el himno del hambre huida, con el himno de la sed eclipsada. Y la mujer de vientre azul persevera en sus pensamientos, en su espíritu y trae al mundo flores nuevas sin saber-inocente de ella- que somos autodestrucción. Sin embargo, susurra la noche sin luna a la mujer de vientre de azul de donde emana flores nuevas de su ombligo. Y ella, se endereza, con su visión global captura pedazo de terror, de derrotas, de refugios aniquilados por cantos fúnebres. Y la mujer de vientre azul canta, sigue su rumbo ignorando el quejido infrahumano de este planeta. Susurra la noche sin luna y la mujer de vientre azul emana de su ombligo flores nuevas.  Flores y más flores de alegrías, de inocencia, de solidarios corazones para el emerger de las cumbres. Y la mujer de vientre azul presiente cuando la noche susurra que todo mal tiene su fin.

jueves, marzo 17, 2022

DIVAGACIONES DE UN MES DE MARZO.....



Una lluvia, ecos distantes con sabor amargo. La belleza del invierno tal vez envuelto en brumas que darán hueco a la luz. Una mujer, una amante, un amor se desenvuelve en un vuelo gris, en un vuelo pesado donde la llamada del horizonte es inicio de su despertar. Y se desvela, todavía la oscuridad en la aurora es latente, pero ella despierta. Esboza un particular ruido escudado por sus paredes calladas, pálidas. Somos tan diminutos, una mota de polvo en un cosmos grandioso, que se contrae y expande al ritmo de su vida, eterna.  Y siente pequeña y grande a la vez, según como se mira, según las horas que pasas. El tiempo castañea en su melena gris y sabe que nuestro tiempo es nada, solo un numero de estaciones limitantes. Lenta, vertical, asoma su rostro al estallido de la lluvia. Lenta, vertical toma relevancia a lo cotidiano, a esos instantes hechizantes que abonan una sonrisa. Lenta, vertical mira sus flores en el balcón, quita las hojas secas y les habla, las mima. Lenta, vertical mira a la calle, todavía la lluvia hace presencia, una lluvia liviana, una lluvia refrescante bulliciosa en un marzo donde los corazones inacabados comienzan su andar. Lenta, vertical se siente libre. Lenta, vertical las guerras del ser humano por sumar tierras no las entiende. Espira e inspira…inspira y espira y en la medida de los posible deposita su confianza en el mañana, quizás, tal vez…seamos hijos e hijas de la esfera del equilibrio.


sábado, marzo 12, 2022

TENGO SED...

 









No. No somos forasteros cuando las luces de un invierno acabado replican dolor, desgracias, llantos en el tremor de las piernas, de los brazos, de los labios, de los ojos. No. No somos extraños cuando una la gélida venida de la nada nos acoge, en su regazo tortuoso, en su regazo de exterminio, en su regazo de lunas inexistentes. Somos hijos de la madre tierra. La tierra, planeta microscópico en este universo en la extensión de una de sus alas, de libertad, de pacíficas sinfonías cantando a la vida. Ahora, apartados, indefensos nos depositan donde las batallas son infinitas, donde el desgarro de un grito es ciego a este mundo. Nada es nuevo, todo se repite, un ciclo con cierto ritmo de los siglos y los siglos que sigilosamente atraviesan nuestra garganta, nuestra garganta muerta. No. No somos los únicos, una infinita guerra por ideas enrarecidas, delirantes, son testigo de fosas comunes, de anónimas huidas donde el agua se deja correr y se puede beber. Sed. Tengo sed, las tumbas sin sentido que pueblan esta atmósfera es cada vez más asombrosa en lo grotesco, en lo que somos. No hay guerras justificadas, no hay injusticias que se puedan explicar. El abuso …sed. Tengo sed y bebo, bebo por la paz, por la igualdad de humanidad. Aquí, allá..me es igual ¡No¡ Todos tenemos un derecho digno en el transcurso de la existencia en este planeta, el planeta tierra. Miremos más allá de un firmamento estrellado, más allá donde la luna y el sol nos depositan su confianza. Miremos y dejemos de decapitar la vida de los inocentes. No. No somos forasteros , somos hijos de esta esfera, hijos de las mareas, hijos de la tierra. Y tu hermana mía, recoge tu muñeca azul…tu muñeca azul de trapo. Nos vamos. Nos vamos donde los ojos de pozos no nos señales. Sed. Tengo sed, una sed recorriendo mis arterias hasta detenerse en cada pulso de la huía. No, no te preocupes hermana de la muñeca azul, tu muñeca azul de trapo, ya conseguiremos otra, cuando lleguemos…No. Tengo sed.

domingo, marzo 06, 2022

LAS PAREDES

 



Las paredes tienen agujeros. Agujeros de corazones en pena cuando la tarde es tapiz es azul. Las paredes tienen manchas de un oleaje brusco de la partida de nuestro tiempo a una atmosfera extraña. Las paredes tienen llantos del estruendo insonoro de nuestro adiós. Un vaso roto en suelo y lo pisamos y nos no cortamos. La despedida de este querer es así, nada es perpetuo solo la sonoridad de la memoria. Las paredes tienen agujeros, de ellas manan cada beso que nos dimos, cada abrazo que nos acurruco bajo sábanas blancas que muchas veces fueron tendidas cuando el sol daba brío en la azotea con el rumorear del viento. Las paredes tienen el adiós, un adiós descompuesto por cada tonada de nuestra despedida. El océano pace en su plenitud y nosotras somos plenitud en un nuevo camino donde las arboledas darán ese tono especial a nuestros ojos.

viernes, marzo 04, 2022

ME MIRAS

 

Me miras

Lo cierto es que desde esta muralla de navajas en la frontera todo tiene cabida

Te miro

Aquí en la isla todo pace en serenidad, nos acordamos de ti y no sé porque una saliva amarga quema mis sentidos.

Me miras

Aquí hace frío. Los niños juegan. Alguien toca un piano roto. Y todo se hace grande, eterno. La espera es larga…muy larga. Y los niños juegan. Y alguien toca un piano incansablemente. Es invierno en esta desolada huida.

Te miro

Un mirlo deshabita mi pensamiento, todavía no ha amanecido, el ritmo dormido de la ciudad me conmueve y siento agrado. Tu, ahí, en la frontera, donde los soldados deambulan en la amenaza. Estate quieta, te digo. Llegarás, llegaras con el tiempo preciso de la vida.

Me miras

Todo es oscuridad. Todo es de un tono gris donde la desorientación nos lía en ausencia. Estamos ausente de este mundo. Somos resonar agónico a la nada. Un precipicio nos llama y los niños juegan y alguien toca un piano roto.