lunes, diciembre 04, 2023

Tal vez

 


Tal vez, las almas se encuentren. Tal vez, regrese antes de lo que esperabas. Quizás, a lo mejor, me despediré de este noviembre cuando el desinterés me cubra de soles ahí donde las batallas son infinitas. Tal vez, esté caminando donde la memoria es esa frontera donde los corazones mueren. A lo mejor, te visite y quizás no estés. Me gusta el frágil movimiento de la brisa. Me gusta danzar, sola, con los olores de tus ojos. Tal vez, algún día de maletas vacías, estaremos en el sendero donde los pájaros cantan y el teléfono calla. Regreso donde los ecos del silencio son aullidos de un adiós. El adiós de esos muertos entre murallas de escarcha. La vida se hace ardua, dura, para aquellos donde sus camas están aisladas en un paredón de corazones anónimos. Tal vez, la tierra cambie. Siempre lo mismo o quizás no. Tal vez, este rajar de nuestros cimientos sirva para recomponernos, más humanos, más bonancibles. Caemos. Nos levantamos. Y , tal vez, las se encuentro en el brío de una hoguera de la paz. La noche luce estrellada, las luces de la polución no dejan distinguir cada constelación, cada misterio que nos aboca a continuar, esperando. Sí, tal vez, regrese antes de lo que esperabas. El tiempo escucha los cuerpos sonoros en soledad, en decadencia. Sin embargo, surgimos. No. Que no se vuelva repetir los gritos de la oscuridad, de la miseria.

Rompamos

Unámonos

Enraizada calma en el despertar.

Somos sonoridad

Somos silencio

Somos el vuelo del hoy

Somos el vuelo del mañana

Somos de calles esqueléticas.

Somos el canto de un llanto

Y las olas vienen

Y las olas van

Y de nuevo estamos

En el fondo de los sentidos.

viernes, diciembre 01, 2023

CULPABLE

 


Estaba aquí, sin saber el porqué. No era mi sitio más mi conciencia me llevaba al desaliento. No me sentía incómoda pero sin embargo era extraña a este lugar. Miraba la luna. Miraba los pájaros y la noche se hizo y la lluvia vino. Un silencio hermoso comentaba del sabor de una mirada, ausente en estas jornadas. Un oleaje calmo comentaba de la desnudez de nuestros deseos. El universo , pensaba, se involucraba a este sino de mis pisadas. Un camino errático donde la desgana alarga sus cadenas. Hechizada por la luna, observaba los astros como señal de un despertar entre cenizas. Derrotada levanto la vista, cultivo el arte del distanciamiento como cansancio monótono que se apega a mis espaldas. Tocan a la puerta, rápidamente fregó la losa del fregadero y es que la dejadez amplia el aislamiento. Tocan a la puerta, estática soy temblor que se ramifica más allá de mi vientre. Lo pesado hace cerrar mis ojos y me doy cuenta que está ahí. Y me doy cuenta de que ya no yo.  Y me doy cuenta de que la bestia se engancha a mi garganta hasta saciarse. Veo mi cuerpo tendido en el piso, muerta. Veo su odio enhebrando la maldad, un gesto de desprecio se vincula a la bestia. Y, ahora qué. Ahora soy ausencia en este plano de la tierra. Veo mi boca de la cual un hilillo de coágulos sanguinolentos corren. Veo mis ojos , abiertos, inertes. Ahora, miro las estrellas, cuento cada fugacidad de los días en que sido condenada, martirizada y la pena incrusta lágrimas secas.  Te lo he dicho, no , no te quiero. Quizás no lo sepas, solo el miedo me hace ser árbol cuyas raíces van cortando a lo largo de los años. Ahora estoy muerta. Veo mi cuerpo tendido en la mala vida que me has dado.

 

XX; Aquí, tendida, sobrellevando el peso sobre mis hombros. Con mis ojos henchidos, con la mezcla de la nada. Aquí, donde las olas suenan cuando golpean las rocas, mi cuerpo arrojado en la soledad. Tu, ahí, como si nada hubiera pasado, como si yo fuera un derecho tuyo y tu poder tirándome en la marea mala, en la marea fea donde no seré hallada. Pero bucearé donde la verdad se esconde y saldrás culpable. Sí, culpable de mi decadencia. Sí, culpable de mi dolor. Sí, culpable de mi mudez. Sí, culpable de mi destierre donde los cetáceos cantan. Aquí, te veo mientras tira ese cuerpo que no más es germen de este mundo. Y te observo, sudoroso, delirante en tu poder, en tu error.

 

YY;

¿Dónde estas? Ya no existes, pero, un tormento se venga de mí. Escucho tu voz, siento tu sombra y sabes, te detesto. Este mar no dirá nada, ni de ti , ni de mí. Solo has desaparecido en una ciudad donde todo parece ruidoso. ¿No me dejas vivir Dónde andas? Con mis propias manos me he deshecho de ti. Con mis propias manos te he quitado la vida. No veré más tus ojos. Esos ojos me ponían nervioso. Tu secuencia aparece ahora ante mi , como fallo de mi amor. Te lo mereces mujer. ¿Déjame descansar Dónde estas? Es como si tu aliento viniera a mi y tu no más que eras algo que no se merece amar.  Veo la oscuridad de la noche, de una noche otoñal donde todo se revuelve y tu te revuelve desde esa tumba desconocida, que nadie hallará. Te he hecho el bien y no lo entiendes. Me molestas, sacas maldiciones a tu existir. Nunca debiste cruzarte conmigo, me amargaste y aquí esta la solución. Nadie te verá jamás. Nadie te extrañará. Solo eres una persona en su trinchera escupiendo el mal. Quieres ser más que yo y no es así. Yo soy el que domino toda esta atmósfera.

 

XX;

Vuelo donde las pardelas me escuchan. Vuelo donde la justicia me abre su frontera. Y entraré. Verás como entraré y tu serás culpable. Culpable de mi desorden. Culpable de mi muerte.

 

YY:

Calla¡ Calla¡ Y aun sigues, es como si tu olor me acosará. Mi cabeza parece estallar. Vete mujer. Vete donde las mareas hagan trizas de ti.

XX:

Las ánimas vienen. Las ánimas te convocan. No vivirás tranquilo. Irás por las calles como rareza de esta ciudad y caerás. Sí, caerás como enjaulado culpable por el resto de tu tiempo. Eres culpable. Sí, eres culpable de las mareas terribles de la existencias ¡culpable¡ Desfigurado hombre de intenciones falsas con los que te rodean. Culpable. Sí, eres culpable que yo sea ahora no más que un pedazo de velo en las fosas del vacío.

miércoles, noviembre 29, 2023

divagaciones de una madrugada de noviembre.

 


Y no sé, la extrañeza que exhala las nubes. Una brisa tenue se apaga y los pájaros callan. Caen en lo yermo, en la aridez de las ganas. Ella me mira. Yo la miro. Gigantes olas atrapan a las rocas cuando vienen. Y yo vengo y tu vienes. Y nos vamos donde las almas son secuencia de cada fotograma de nuestros pasos. Y no sé, todo es tan extraño. Mis alas cansadas se duermen, tus alas cansadas se duermen. Juntas, al unísono del rumor de la urbe que encendida en su otoño precipita emociones, una sensibilidad tardía cuando abrazamos el rumor del oleaje. Y yo vengo y tu vienes. Y nos vamos donde lo bello mece a la luna, una luna distante. Y la miramos y nuestras manos, suaves, regresan al hoy. Este presente donde los despertares se vuelven lentos, imprecisos, distantes a nuestra visión de la ruta de los soles. Y no sé, me dices, te digo. La tierra también esta cansada, agotada de tanto abandono y nos miramos y me miras y te miro. Caemos donde el arco iris suena al latido. Un pulso aun latente en nuestros ojos, nos animamos, continuamos el curso del destino. Buscamos la luz, una hoguera nos llama y yeguas en su ritmo nos acercamos, olisqueamos el aliento de las flores y subimos a la bahía donde menguan las ballenas. Somos hijas de los mares. Somos hijas de la buena tierra. Somos hijas viajeras donde los sueños pronuncian nuestros nombres. Más allá, en el devenir del tiempo nos encontraremos y me darás la mano y te daré mi mano mientras, seremos quieta raíz profundizando en el deseo. Y no sé, es noviembre, un mes inquieto en su temperamento. Cojo la maleta, coges la maleta y nos desvanecemos en el naciente de la calidez, de esa brizna frágil que es el amor ¡aléjate¡ de espejos falsos donde tus ojos muertos repelen las ganas del vivir ¡Aléjate¡ de esos arroyos donde la sequedad de su tintineo ejerce la sed. Tengo sed, tienes sed. Bebamos del agua de la existencia , de esas estrellas fugases donde nuestros deseos vagan hasta el encuentro. Y no sé, esta extraña formas de las nubes. Quietas, empecinadas en un silencio que molestas nuestras espaldas batidas en los campos donde la hierba se lía a nuestros tobillos. Sin embargo estoy, estás en este noviembre donde la luna nos viste de serenidad, de unos pasos distantes a la pena, aunque exista, aunque este ahí en un rincón relamido de cerrojos.




lunes, noviembre 27, 2023

DIVAGACIONES DE UNA MAÑANA DE NOVIEMBRE


 

Noviembre. El mestizaje de las nubes clavan la nostalgia. Con los hombros levantados continuamos en la rutina, una rutina ausente de crujidos en los pozos oscuros del dolor. Aquí estamos. Estamos aquí. Noviembre. Un otoño donde las piezas de música se tejen a través de las manos, estas manos laboriosas en el sentido del alma. Y el alma se anima. Y un halo de bondad se rasguea en las pisadas monótonas de las calles vacías. Un gallo canto. El despertar luce un color dulce y es noviembre. Mi visión explora la memoria llevándome a la dejadez de un ayer, llevándome a la siembra del hoy. Noviembre. Aquí estamos. Estamos aquí. Nos movemos donde el misterio embelesa las sensaciones y todo cambia. Sí, todo cambia, nosotros cambiamos en los surcos de la vida. Noviembre.

viernes, noviembre 24, 2023

noviembre

 




Noviembre. Soledad. Una azotea con vistas es brío de la luna llena. Aquí. Siempre, cuando las mareas traen la melancolía. Espaldas cansadas. Espaldas rasgadas. Espaldas dolidas. El sabor de la respiración, pausada, con la lentitud de las horas. Noviembre. Noche. Un piano, el desdén de los sueños, arropados con harapos, alimentados de un sufrimiento en las esferas de la sensibilidad. Noviembre. Conversan las estrellas, una luz de una ventana se apaga y somos hijos soñolientos de nuestras pisadas. La pisada de un otoño, el indescifrable vaivén de la existencia. Y, sin embargo, sonrío. Noviembre. El universo me mira y no más que buceo en agujeros negros que extraen la memoria. Noviembre. Silencio…

sábado, noviembre 18, 2023

NOVIEMBRE

 


Está ahí, esa maleta donde los viajes son esencia humana. El asombro disemina cada existencia en una sola y nos repartimos entre tierras donde las mareas azotan. Nos da miedo…si, hay miedo cuando cruzamos y colgamos las sogas que nos tiran hasta agotarnos más allá de esa frontera que es el océano. Somos islas, como tales somos nómadas en la sombra de las raíces de esta tierra, de otras tierras. Está ahí , esa maleta naranja donde los viajes se consumaron hasta la desmemoria. Ahora, me asomo y distante , con los hombros caídos y los ojos cerrados admiro las maravillas de esta madre tierra tan pequeña que de un soplo se pierde en el cosmos ¡Qué majestuosos monumentos¡ Que capacidad de embellecer lo que se ha ido , ahora, en nuestros recuerdos del ayer. Considero que no es una perdida de tiempo ¿qué es el tiempo? Un espacio ramificado a nuestro antojo, a nuestras necesidades. Es noviembre y hace calor. Cada viaje, cada paseo esta contenida en el abrazo de la experiencia. Y vamos envejeciendo o más bien madurando y nos hacemos más observadores. Observar la dimensión humana en este apartado lugar del Universo. Qué habrá más allá. Una amplitud difusa de contener en nuestros pensamientos, en nuestros estudios. Quizás más allá de nosotros suspire de la misma manera . Quizás alguien sueñe nuestro sueño con pinceladas reales de lo que puede ser. Está ahí, esa maleta que me acompaña, esa maleta naranja. Ha visto mundo donde entorna en la misma hoguera. Seamos conscientes, apartémonos del egocentrismo y seamos sensato. De la misma forma seamos honestos con nosotros mismos, con nuestra fuerza, con nuestra voluntad, con nuestros pesares y andemos donde las miradas florecen.

miércoles, noviembre 15, 2023

https://www.edicionesoblivium.com/producto/suam-de-dunia-sanchez-padron/

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Para la publicación de un nuevo libro necesito que colaboren un pizco. Gracias y abrazos