jueves, marzo 30, 2023

calles conversan....

 


Calles conversan con el aliento del sol.

La pesadez hace hueco

Somos maleta de destinos difuso

Va con nosotros, con un traje a rayas

Portando toda nuestra memoria.

Calles pronuncian la sed de los pájaros

Pájaros sin alas

Somos hijos de esta tierra

Que se empecina en distanciarse

Llevando los frutos podridos de nuestras manos.

Calles donde el paseo se hace monótono, cansado

Brincamos al vaivén de una ligera brisa

Y nos condenamos en rumbo donde las ballenas van a morir.

Y sin embargo, despacio

Aquí

En un día caluroso llamamos nuestros deseos,

Deseos imperfectos en los pilares de nuestro paso.

Un velo se escabulle en nuestra boca

Somos errantes de la espera.

Somos entrega de arboledas sucias.

Somos náufragos de cada vivencia maldita,

Merecedora de un imperdonable grito.

Calles conversan con ojos ausentes

La nada es presente

Reservamos la danza de una alegría

La de ser, la de estar

En las alas del querer.

Qué sin amor no somos nada.

Qué sin pasión somos llanto de destierros

Qué sin voz propia seremos imberbe playa vacía.

Y sin embargo,

Aquí, somos grandes.

Somos cometas en el aire de nuestros pilares.

 

 

 

lunes, marzo 27, 2023

UN PÁJARO,...

 

Un pájaro mira donde las olas estrangulan las rocas. Una mujer, en vertical, persigue con sus ojos la marea. Una marea destinada a subir, a bajar…a bajar, a subir en los remolinos del tiempo. Otra mujer de espalda, en vertical, persigue con sus ojos las sombra de las jornadas en el boscaje, en ese follaje donde impera el frescor de una primavera. Las dos se hablan, conversan de aquello que pudo ser y no fue o de aquello que tal vez será. Una conjunción de frases removiendo sus adentros.

Mujer 1:

La marea sube, se envuelve en un crispamiento de agresiva, tanto, que las profundidades son como su reconditez una turbia masa de dolor.

Mujer 2:

La tarde se va. La noche viene. La oscuridad de las arboledas es pincelada de esas tumbas donde pacen mis recuerdos. Sí, no, no te recuerdo mujer del oleaje. Acaso vienes a mí. Acaso me hablas…

 

Mujer 1:

Si, te hablo. Y cada palabra se mezcla con el aliento de un viento que viene arrasando todo mal que nuestras huellas han dejado. Porque han sido muchos males, un reflujo violento que nos hace ahora mujeres con velos negros.

Mujer 2:

Y si andamos un poco , nos viramos, nos abrazamos con el fin de destruir todo esa memoria embestida en nuestros hombros. Todo pesa…si es muy pesado, me doy cuenta. Nos arrastraremos como hiedra que se adhiere a las paredes y subiremos donde la pena sea cenizas…tan solo cenizas de un pasado tatuado de anónimos nombres. Los desconoceremos, nos olvidaremos y seremos flores nuevas sobre una mesa donde la luz viene.

Mujer 1:

La marea sube, la tarde se va. Mis pies mojados en el impacto de este oleaje que hace garabatos en estas rocas arrugadas. Si andamos un poco seremos pozos de la memoria….ella siempre irá con nosotros en nuestros ratos de soledad y callado. Quiero estar así, frente al mar, observando su movimiento, cuando sube la marea, cuando baja la marea. Así es la vida, desfigurada a veces y otras maravillosa , límpida.

Mujer2:

La noche ya está aquí, el sol ya dio su ultimo grito. Todo es oscuridad y tu detrás de mí, te siento a igual que el rumiar de la mar de fondo.  Somos como el aire, entregadas a las condiciones que nos brinda las horas, los minutos, los segundos…entregadas a cada estación, primavera, verano , otoño , invierno con el callar de nuestras querencias, de nuestros sueños. Hagamos de los sueños una verdad, una verdad impoluta donde los ríos nacen y toman nueva forma con el mar.

Mujer 1:

Una pardela, es hora de ellas. Escucha…escucha su llanto.No…no es llanto. Es su forma de comunicarse. Se asemeja tanto al humano….nos comunicamos mediante el dolor. Un quejido que infundado por el recelo, por el demostrado desanimo de nuestras vidas sordas y ciegas. Pero todo creo que es efímero incluso los malos ratos. Debemos sonreír, aquí, mirando el mar. No en la negritud de tu horizonte. Mira el firmamento. Ahí viene la amada luna. Esa que en tantas y tantas ocasiones nos confesamos.

Mujer2:

Estoy aquí, como la noche. La luna en su brío nos condiciona a un mañana. Sí, un mañana donde el despertar de los sentidos amueble nuestros corazones. Siento tus latidos. Te pasas tus yemas por tus labios y notas la sequedad de la existencia y notas la necesidad de una pizca de amor. Y la luna con su brío está ahí y nos mira y nos hace meditar lo corto que son los caminos del aire que respiramos.

 

Mujeres en vertical, cada una con sus pesares, cada una con sus esperanzas, cada una con un destino en común, cada uno con cierta mirada a la luna. Mujeres sonoras, cada uno con el canto a un nuevo sol, cada una con una pasión por abrazas, cada una con una tonalidad diferente. Ahí, entre las sombras de un boscaje, y el rubor de las olas.

miércoles, marzo 22, 2023

IBA AL NORTE, AL SUR...







Iba al norte, al sur. Donde los ecos sonoros de los sueños fueran secretos en la verticalidad de los vientos. La primavera ya estaba aquí con su atuendo palpable de flores nuevas, de espíritus renovados con el don de la esperanza. Sin embargo, su canto se hacía peso a cada pisada que daba en esta agreste planeta, llamado tierra. Iba al sur, al norte. Donde su pulso pudiera palpar la conversación del amor. Un silencio donde los cuerpos son ritmo cierto de un tiempo que se detiene. Estática, con su mirada en la lumbre de un horizonte que aparecía iba al norte, al sur y esperaba. Esperaba, esperaba sin ese lamento cotidiano de los humanos.  Recelosa guardaba su sonrisa, su ánimo y en el equilibrio de los vientos iba al sur, al norte a su encuentro.  Ahí la encontró, en el rigor de la espesa hierba que se columpia en la calma. Ahí la encontró, en el equilibrio de la desnudez. Ahí la encontró, en el aurea de quien sabe lo que está bien, lo que está mal. Iba al norte, al sur soltando lágrimas de una sonrisa quieta en los soles, en las lunas.

 


martes, marzo 21, 2023

 





No

No nombrar

Labios cayendo en riscos

Donde tu nombre

Densa acaricia del olvido.

Porque te he de olvidar,

Así, retorciendo cada ola que me sacude.

No

No nombrar

Prohibidos besos

Desquiciados aleteos

Donde emerge el laberinto del adiós.

No

No nombrar

En la nada de tu todo,

En el todo de tu nada.

Y el lamento se vuelve liviano

Y las manos se vuelven sonoridad

En la senda de la desmemoria.

No

No nombrar

 

 

 

domingo, marzo 19, 2023

NO VIENES...

 











No vienes.

Las nubes son columnas

Respiran mi aliento

Cuando una vega pena

Retumba en mis sienes.

No vienes.

Aquí donde las gaviotas

Se encadenan a la libertad

Aquí donde los sueños

Vagan en el silencio.

Aquí donde mis sentidos

Son vertical techo del querer

No vienes

Y converso con las ramas

Cuando la brisa me dice ti

Cuando el sol tañe en el crepúsculo

Cuando la tarde se atraganta con la luna

Y exhorta el deseo, el amor de llamarte.

Sí, con las manos cansadas

Sí, con los hombros sepultados

Sí, con los ojos girando y girando en la misma tonada

No vienes

Y yo me aproxima donde las alas cantan

Y yo me aproximo donde el dolor escuece

Y yo me aproxima donde la puerta abre, cierra

En la espera

Esta espera desatando agotamiento

Esta espera donde el amor prohibido

Se pregunta cuando…cuando serás despertar

Al alba…al alba

Amor mío al alba.

 

viernes, marzo 17, 2023

DIVAGACIONE DE UNA MADRUGADA DE MARZO

 








Los días presumen de lluvia, una primavera donde las florecillas tiznan las carreteras insonoras. La pisada se hace densa, pesada. El sudor, prieto, se expande en una embelesada luna. Y caemos, en fosas donde la luminosidad se expande al mañana. Un mañana donde la palabra es seña de nuestra identidad. Estamos, somos, sostenemos las raíces de la madre tierra con la ventisca de nuestro impulso, un impulso agresivo. Y la tierra despierta. Y la atmósfera se vuelve insostenible, solo para aquellos que no creen…el no creer de un sol que enciendan los caminos del mañana. Amanece, nos consumimos en la dilatación de nuestras emociones y amamos por amar. Que todos esos amores o querencias, me es igual, se cultiven donde las olas mecen los sueños. Y sí, es sencillo amar, amarse, enamorarse de los vestidos de la naturaleza humana mientras despertamos. Un despertar lento, tan lento que el café se enfría, que el cigarro se apaga hasta consumirnos en la ensoñación, en deseo de ser y querer la belleza de las miradas. Y esto es que porque me da la gana. Si, me da la ganas de amar, de ser amada. Reflejarme en un espejo y verme envuelta en su cuerpo, su cuerpo esculpido al son de los días.