¿Cómo estás?
Hace tiempo que el esbozo de tu sonrisa no la siento. No se donde andas ahora
cuando el crepúsculo insufla una sonata de serenidad. Te has ido con el beso de
las aves a otro lugar. Lejos, muy lejos. Y mis pies cansados son precipicio de
la añoranza. Quizás andes persiguiendo un sueño. Un sueño de islas flotantes en
el paraíso de las constelaciones. El desierto se incrusta en tus carnes. El
desierto es caricia de tus párpados cuando cansada te tiendes sobre sus doradas
arenas. Y sigues, sigues. Por esa ruta donde barcas desvaídas anuncian el logro
de tu esencia. Y yo te llamo. Si te llamo en el ronroneo de mi conciencia como
pasillos de pétalos de rosas que caen y caen sin cesar. Espero que tu viaje sea
bienaventurado. Que disfrutes de las alas que te dan la libertad en el inmenso
azul del océano. Que halles eso que dices buscar en los enigmas de este mundo. Yo,
mientas tanto, me quedo mirando las nubes pasar. Ellas ya me dirán algo de ti.
Aquí estática con el deshojar de un almanaque que dice de la espera. No, no hay
prisa. Todo se mece en la lentitud de la calma. Inamovible me mezclo con la
rutina. Una rutina que a veces pesa y otras es liviana. Lo cierto es que no se
nada de ti. Te has ido. Sí, te has ido en el impulso de una nueva vida que quizás
eterna te hará reedificarte con la melodía del cosmos. Mi llama sigue encendida
en una botella de la cual el humo que expulsa me dice que nos encontraremos. Aquí
o allí. Que más da. Lo que importa es este tiempo, un tiempo de paciencia que
saborea la paz.
Este blog esta bajo los derecho de autor para cualquier información laguna198@hotmail.com Lo escrito son ideas primigenias que después se han corregir y alterar.
domingo, junio 30, 2013
viernes, junio 28, 2013
Ana y Antón....
Antón:
Arremetes contra mi
con tu postura llena muertos flotantes que ambulan en tu dormir. Despierta ya.
Se hace tarde. Pero no. No me escuchas solo eres atmósfera encerrada de los
sueños. Si ya se. Quieres soñar. Te disgusta todo eso que se mece a tu alrededor.
Eres una desagradecida. No ves mi sufrir. Mis lágrimas azules se mezclan con
ese ronroneo de las olas que no paran, que no paran…y parezco que desfallezco.
Contesta. Dime algo.
Ana:
Déjame en paz. Me hallo sumisa en la serenidad que esta cama de sábanas blancas me da. No,
no me quiero levantar. Sí, soñar y soñar. Girar por esos submundos donde la
intemperie de miradas frías no me contamine ¡Que placer¡
Antón:
No. No puede ser. Eres estúpida. Te encierras en tu esfera
impenetrable y te aíslas de que hay fuera transcurre. No ves la realidad. Eleva
tu mirada. Y si no quieres ver a través de la ventana mírame a mí. Levanta.
Ana:
No. No quiero mirar ese ambiente donde la mayoría de la
población vive en precarias condiciones. Fíjate una niña soldada. Una niña del
uso y del abuso ¡ Qué horror¡ Y fíjate un vientre abultado con su piel pegada a
los huesos. Cuando morirá, cuanto durará. Y fíjate la sed, el hambre y esas
batallas absurdas de tu propia especie. No. No quiero mirar. Y cara a cara a ti
no más que serás escenas de todo lo aberrante de este mundo.
Ecos de la noche. Ella en la cama envuelta. El en una silla
de espalda a una ventana con las cortinas corridas. La luna está presente. Las
estrellas están presentes. El aroma de jazmín del jardín penetra a medida que
los grillos rozan sus patas. Ella renuncia a las palabras de él. El sigue y
sigue en ese parlar que no cesa, que no cesa…
Antón:
Mírala. Mira la luna esa mágica bola que bien dice que en un
mañana tendremos un mundo mejor ¡Mírala¡ Como el amor y el respeto regresara a
nuestras almas vacías y seremos ese auge de sueños logrados. Y soñarás. Y
soñarás despiertas con tus pasos por esta tierra que en este momento se
desangra. Venga mujer. Levántate y mírala. Mírame a mí. Se que un dolor oprime
tu vientre pero has de ser fuerte y verás que todos juntos lo lograremos ¡Viva
la vida¡ ¡Viva la alegría de ser participes de este fin tan triste¡
Ana:
¿Tú crees? Me viro y fijamente veo tus ojos sobre mis ojos.
Me transmites cierta tranquilidad, cierto optimismo del cual yo carezco ¡Por
qué¡ Ven, abrázame. Necesito tu calor, el calor de toda la humanidad para ser
valiente, para ser vertical, para seguir mirando cara a cara a esta putrefacta
tierra. Pero presiento que el amor se ha ido, que el hombre ya no siente la
maravilla de las emociones fortificantes. Veo una luz detrás de ti. Si la veo.
Date la vuelta ¡Qué será¡ ¡Qué será¡
Antón:
Es la luna que quiere acariciarte.
jueves, junio 27, 2013
Y sonríes...
Y sonríes. Y
esa sonrisa es como…no se….es como si el mundo bajo tus pies se expandiera
hasta un arco infinito de astros. Te miras. Y esa mirada que se pierde en
galopar incesante de tu corazón toma brío cuando despiertas ante la belleza
natural del planeta tierra. Observas cada rincón. Cada rincón donde alguna
veces las maravillas endógenas te hace crecer por escarpados riscos donde los
ecos de los cernícalos te hace seguirlos hasta su rincón. Y abrazas. Abrazos un
árbol cuyo manantial de sabiduría emana la calidez de esos montes donde el
frisar de la hierba juega con tu melena. Y los soles se han ocultado. Se han
ido a través de la memoria de las arboledas que nos enseña como de vertical
erigimos nuestra vida cuando caminamos sobre nuestros sueños. Y sonríes. Y esa
sonrisa a espaldas de todo lo que te estremece te ayuda a ser más fuerte, más
bahía donde los ríos de la vida desembocan. Y besas. Sí, sientes ganas de besar
a cada saludo del viento que sopla con cierta melodía de esperanzas, de
ilusiones que candentes que trepan y trepan tras el sudor, tras el esfuerzo.
miércoles, junio 26, 2013
Un viaje
Un viaje donde
los ecos de esos rayos solares pisan la certidumbre de las singladuras a través
de un cristal donde el murmullo de la ciudad hace estático los rostros.
Caminamos, avanzamos por unas aceras donde el ronroneo de la masa humana es
corear del chasquear de sus pasos. Un café, un cigarro y continuamos ante
edificios símbolos de un ayer. Un viaje donde las nubes son corderillos
impacientes de su termino para llegar a otra tierra, a otro lugar donde el
bramar sutil de las olas es recuerdo añejo que se emancipa de los telúricos
pasillos de un pasado. Un viaje donde la alegría del vivir es enlace a las
fuentes variopintas de nuestras emociones. Y seguimos. Otra vez aquí. En esta
ínsula donde el viento norte nos enseña sus dientes invisibles, sus manos austeras.
Y nos miramos al espejo. Nada ha cambiado. Solo nos hemos rejuvenecido, hemos
rebrotado tras las alas de las atmósferas que nos han envuelto en un dibujo
cuya sonrisa derrama el auge de los sueños. Adiós a los llantos. Adiós a la extinción de
las ilusiones. Ahora, otra vez aquí. Con este firmamento cenizo que nos enseña
su rumbo a través de las secuelas de antaño.
lunes, junio 17, 2013
No se me iba acercando a esa criatura que emergía
entre las rocas. La observaba hace rato como contemplación de la severidad, del
equilibrio. Sus ojos estaban cerrados y parecía como si durmiera. Pero
imposible. La posición de su cuerpo apoyado en una sola pierna delataba que
estaba ensimismada en sus pensamientos. Yo me aproximaba más y más. La tarde
con una luna llena ya presente decía algo de su ser. Algún rumor muy bajo que
no lograba escuchar. Y me acercaba y acercaba. Cuando llegue junto a ella su posar
era el mismo. Sentí ganas de acariciarla, de que mis manos fueran un sutil roce
que no la molestara. Estuve rato así, mirándola. La tentación se hacía cada vez
más fuerte y el peso de mi corazón me indicaba que lo hiciera. Y lo hice.
Acaricia una de sus manos pero ella seguía estática. Estaba fría y su olor. Ay
su olor…Es como esas cenizas que dejan los muertos después de quemarlos en las
hogueras del olvido. Aun así no dejé de rozar sus menudos dedos. No me
transmitían nada. Solo el apagamiento de su esencia, de mi esencia. Parecía un
hola y un adiós. No un hasta luego. Una despedida que se prolongaba hasta mi
castigada vida. Comencé a llorar. No se por qué. El bramar de la mar era terso,
suave, una mezcla entre ternura y compasión
domingo, junio 16, 2013
DUNIA SÁNCHEZ PADRÓN ©2007-2013: Cierto aroma...(relato)
DUNIA SÁNCHEZ PADRÓN ©2007-2013: Cierto aroma...(relato): Cierto aroma. Cierto esbozo de un amanecer con un gris que nos lleva por los caminos de la calma. Cierta marea que se embravece a medida ...
Cierto aroma...(relato)
Cierto aroma.
Cierto esbozo de un amanecer con un gris que nos lleva por los caminos de la
calma. Cierta marea que se embravece a medida que el gozo de un nuevo despertar
nos invita a una sonrisa nada más. Cierto astros lejanos, idos y nos sumergimos
en un nuevo andar donde nuestros pasos serán ese relieve de nuestros
pensamientos. La ausencia ambula en unas manos. La ausencia tiene la cara
blanca eco de esos monumentos marmóreos. Avanzamos lentos pero seguros ¡Viva la
vida¡ Viva la libertad con la que manejamos nuestra reconditez. Eso cavilaba
ella. Ahora que cierta brisa veraniega venía hasta su rostro, hasta su cuerpo,
hasta su entereza. La acogía sin más con la calma de una herida de amor que se
iba apagando. Una navaja del querer desfilaba por su mente pero aun así esa
tristeza que la embargaba en la desorientación la elevaba a una paz melancólica
que ella recogía con un abrazo. Era feliz así. Con ese amor difuminado en el
tiempo y que aun, todavía, seguía cosquilleando su corazón. Se embarco por
nuevos rumbos. Rutas que en su larga vida nunca había olisqueado. La expresión
de estos era siempre la misma. Una humanidad envuelta en egoísmo y envuelta en
un afán de éxito que no más consiste en
desterrar a los demás. Esto le pareció muy deshonesto en el calibre que se
movía su verticalidad. Por ello se encogió. Un encogimiento que la llevó a ser
puertas cerradas a todo lo injusto y descabellado de la sociedad. Su silencio
solo lograba tomar alimento cuando abría las ventanas de su habitación y
respiraba de la brisa traída por el mar, por los montes. Ahí se detenía. Y su
inspirar e espirar lento, pausado la llevaba por esas emociones que habitaban
sobre una hoja, sobre un pétalo con alas de mariposa. Tuvo ganas de dormir
junto a ellas, dormir casi eternamente donde la lucidez de los sueños la
llevara donde el roce de las ramas y las palabras del romper de las olas fuera
erupcionar de su destino.
sábado, junio 15, 2013
Su rostro
Su rostro
impecable haz de raíces que van enterrándose en mi vientre a medida que los
ecos esféricos del silencio barruntan cierta atmósfera de deseos. Avanza contra
el viento con sus ojos huecos cuando la tarde monótono nos impregna de cierta
nostalgia. Sí, una nostalgia que va más allá de estas ínsulas y se precipita
por los mares de la pena. Llamas. Sí, la llamas de espalda a todo lo que te
rodea. No te importa. La dejadez por hallar su esencia te ha hecho huraña,
despistada, sorda. Y sigues así con tu danza que cruje a la vez que enfebrecida
se aposenta en el equilibrio. Gritas. Y tu grito es escuchado por aves que no
oyen. Quisieras volar como ellas. Te alzas y bajo una bóveda celesta comentas
de tu peso. El peso de tu cuerpo. El peso de tu alma que se desvanece en un ir
venir de las últimas lluvias de la primavera. Ya ves rotas y rotas siempre en
lo mismo. Caes y caes. Hasta volar sobre féretros de mármol. Tu ser sin ánimo. Tú
ser decaído. Tú ser poblado por las enrarecidas mareas del amor.
viernes, junio 14, 2013
Seres de cristal
Lluvia que delata el surcar
De los corazones
Bajo riscos empedrados
Con sabor a mar.
Cuerpos flotantes
En busca del ave
Que los lleve por los vergeles
De la esperanza.
Llantos que se emancipan de la pena
Cuando la alegría es bahía
Donde arribamos como seres de cristal.
miércoles, junio 12, 2013
La noche
La
noche cerca de la claridad y la erupción trepidante del deseo nos envuelve en
un mundo subterráneo donde las aguas freáticas recorren nuestras venas. El
impacto visual de la oscuridad va creciendo a medida que miramos cada estrella,
cada silencio unido al romper de las olas como alas de mariposa que van
fluyendo al ritmo de nuestro respirar. Respirar. Si cuando las sábanas nos
envuelven a medida que los sueños se alzan como árbol en vertical que descubre
la ida de las aves. Nos recogemos en medio de un pozo desconocido que nos
barrunta misterios difíciles de hallar su significado. Y la noche viene con su
pisada neutra y pura con la danza de un universo que nos es más cercano. Nos
entregamos y nos dejamos ir bajo el
sutil latigazo de su aroma ¡Qué bella es¡ En paz somos senda del regazo de la
oscuridad y con el censurar de nuestra mirada el subconsciente es reino que
representa nuestra aventura del vivir. Viene la noche, la noche viene y entre
rocas lisas dejamos que el manantial fluya con la leve caricia nuestro mañana.
viernes, junio 07, 2013
EL ATAÚD...(RELATO)
Y los astros
ambulan cuando la oscuridad es pasto de una luna evadida. El frío ha decaído
trasladando a la atmosfera un acogedor aroma que entre ganas de pasear bajo las
constelaciones. Son los últimos días de una primavera en la cual el ritmo de la
naturaleza florecida invoca el despertar de los colores. El se encuentra en el
andén a la espera que el tren llegue. Un corto viaje a través de las montañas
que enorgullecen esta tierra. Junto a él un ataúd. Si, un féretro donde el
vagar de los sueños perdidos se han estancado. Dentro va su amor. Los pocos que
transitan por allí lo miran perplejos. Hasta el vigilante se ha aproximado. El
enseña sus papeles. Todo es legal, todo está en regla. El tren llega puntual
como siempre y con ayuda del vigilante sube al tren. Todos se alejan ante tan
extraña escena, un tanto molesta y desagradable. Mejor, piensa el. En ese vagón
que ahora toma el camino que ha de recorrer. Mientras el paisaje difuma el gran
pueblo para dar paso a montes donde el negror de sus relieves dice de un
instante que vuela en contacto con la naturaleza no deja de mirar el ataúd. Con
cierta pena medita sobre el ayer, ese ayer envuelto en deseos y amor. Un amor
ahora evadido como muerte temprana, unos deseos abrasados en la ruta de la
vida. Por momentos siente ganas de
abrirlo y otra vez ser ese beso en los labios del que allí se encuentra
encerrado. No siente temor, era tanta y tanta la pasión…Y lo abre, para su
sorpresa el cuerpo no se halla sino una luna cuyo resplandor hace cerrar sus
ojos. Que es esto, se dice él. No comprende, no entiende. Ya es la madrugada y
dentro de poco llegará a la siguiente estación. Cierra a ciegas el ataúd pero
la luz impertinente seguía iluminando aquel vagón. Qué hacer, se dijo. La amada
emitía cierta viveza como si quisiera nacer de nuevo. Un renovado brotar para
este mundo que no considera su belleza. Eres mía, le dijo. Yo te quiero, te
adoro en la perpetuidad de los años que me queda y si los demás no te valoran
serás vida en esta caja de cadáveres hasta mí fenecer. El tren se detiene, ya
han llegado. Y ahora no puede disimular. La leve luz se expande cada vez más.
Qué hacer, se pregunta. Se van a dar cuenta que mi amada es parte de esta
atmósfera natural que envuelve al humano. La quiso tocar por última vez antes
de bajar, antes de que fuera descubierto. Abrió de nuevo el ataúd y la luz se
extinguió, estaba vacío. De sus ojos lágrimas surgieron. Se había ido. Pero muy
lejos no estaría. Cerró el ataúd de nuevo venían ayudarle a bajarlo del tren. Allí
en el andén solo y su ataúd. Allí en el firmamento la luna que era más hermosa
y perfecta que nunca. La miró. Y ahí en esa estación se quedo estático por el
resto de sus años viviendo de las noches de luna.
miércoles, junio 05, 2013
Vienes a mi...(poema)
Vienes a mí con tus deseos
De ser amante eterno de olas
rompientes
En mi vientre, en mis senos.
Y yo te sueño y te sueño
En el transcurrir de una noche de
luna
Cuando las sábanas revueltas
Ansían ser caricia de tu manto
oscuro.
Te veo venir en las interminables
orillas
Donde mi beso asoma a la brisa, a
las espumas
Que dibujan el vago letargo de una
gaviota azul
En las luces de un alba que se
aproxima.
Te quiero, océano de la existencia
Aunque los espíritus flotantes de
los náufragos
Sean ese cementerio descomunal
Donde su descanso es vigilado por
rorcuales.
Aquí estoy con el corazón
llamándote, llamándote
Desde esos diques donde la bravura
de tu alma me seduce.
Soy eco del vacío y a ti me arrimo
En este lento amanecer.
Te miro, te observo
Y envuelta en sal y algas soy tuya.
¡Ámame¡ ¡Méceme en el sendero que
termina tu balada
Como emocionante entrega de mi
desnudez, de tu desnudez ¡
Y yo te sueño y te sueño
En el transcurrir de noche de luna,
Una noche donde la intemperie de
los sentidos
Ovacionan el bello danzar de mis
labios remojados por tu frescura.
¡Ámame¡, te digo ¡Ámame en ese
instante eterno¡
martes, junio 04, 2013
Divagaciones de una mañana de primavera....
Despertamos, un día gris nos
saludo. A veces nos conmovemos cuando algún rayo solar incide sobre nuestros
ojos. Los cuerpos tatuados de dejadez se emancipan de esta ciudad para alargar
su mano en otras tierras lejanas, muy lejanas. El susurro de las olas rompe
contra su desnudez al desembarcar por esa ruta de los vientos. La soledad les
guía, una soledad que se vuelve grotesca a medida que dan el último adiós. Se
levantan velas, se levanta alas y nos erguimos
sobre puentes de cristal. Puentes en el que observamos el transcurrir de
los días monótonos en la precariedad.
Pero hay algo, algo en el aroma que nos envuelve que nos hace escalar
por rajadas rocas. Emana la sangre. Emana el dolor. Emana el llanto. Pero esa
fragancia de que aun somos seres de este planeta, seres verticales que se
acuestan con sus sueños y despiertan con el alimento del alba. Caminan, caen,
levantan. Y en el devenir de los días sus rostros ensombrecidos son paleta de
un arco iris que les da vida, que les da alegría. Ya hemos llegado, se dijo al
fin uno de ellos. Ya hemos llegado a esa estación que nos llevará por raíles
nuevos a nuestra casa, a nuestra tierra. Todo parece ser esplendoroso. Un
encanto especial anima a los pajarillos a su
rumor diario. Todo ha sido cuestión de tiempo. Un tiempo que a veces se
hace eterno como eterno son las mareas. Pero hemos llegado, lo hemos conseguido
el resurgir de la nada. Ahora miro bajo este puente y puedo comprobar que las
arboledas se extienden en progresión a nuestro propósito. Ah ¡ Una mariposa¡
Que bella es cuando en su juego de flor en flor anuncia que las penalidad han
dado a su fin. Solo había que esperar. Respirar hondo y como el grito de león
expulsar todo lo nocivo que ha nosotros convergía. Volemos ¡Sí¡ Como esa
mariposa cuando la primavera llega a su final, cuando el astro rey sale ha
acogernos con sus brazos calidos.
domingo, junio 02, 2013
Y no pasa nada...(relatos)
Y un haz
ceniciento impregna el cielo. Pajarillos que en su leve despertar no anuncian
con su canto que es hora de continuar. Una aurora mestizaje del silencio y la
pena que se mueve por el ambiente de esta isla. La humedad se hace dueña de los
huesos y el resonar de una primavera que no se siente es lejana colina por la
que subimos. Ella(Y) extiende sus brazos. Ahí, en lo más alto. Y del otro
extremo otro ser que anuncia que la espera. Por que X. también extiende sus
brazos. Un precipicio las separa. Un precipicio de un mar gris y con mar de
fondo hace del llanto de las ballenas un puente que une los dos corazones.
Ambas son quejido ante esa muralla que las separa. La distancia es nido de
buitres que amputan sus manos tersas. Pero Ella (y) la extiende hasta llegar a
X. X. no entiende el por qué, el por qué sus manos ensangrentadas desean ser
caricia de lo imposible, de lo efímero. Pero en ese instante siente un cierto
deseo que la envuelve en la valentía, en el impulso renovado que la hace
alargar su mano. X e Y se tocan, en ese momento una bóveda azul las lleva, las
trae por los tambores de sus deseos. Miran abajo y no más existe un mar de
nubes que las atrapa en un vuelo al unísono lejos del precipicio. Embriagadas
con el elixir del beso observan, miran y callan.
X: El tiempo
pasa y no ocurre nada. Nos hemos enlazados por encima de precipicios y el vacío
se ha extinguido. Tanto miedo para nada. Seguimos ahora la misma ruta, el mismo
devenir de los días.
Y: Es cierto y me parece extraño. Será la
naturalidad de nuestra esencia la que ha logrado que nos no miren, que no nos
examinen como especies raras.
X: Consagradas
en la belleza del amor hasta que las ruinas de nuestra pisadas juntas se
interponga en nuestro camino y tengamos que tomar distinto horizonte.
Y: ¡Que jamás
seamos estallido de tormentas¡ Tomemos este momento, tomemos el mañana y
giremos y giremos en esta pasión que bien de seguro será duradera.
X: El tiempo
pasa y no ocurre nada.
Y: El tiempo
pasa y no ocurre nada.
Y siguen en
ese observar, mirar y callar. Como
bailarinas en una cuerda floja continúan con ese rumbo donde los veleros del
viento las llevan bajo un manto verde oculto.
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