sábado, julio 30, 2022

LA CALLE....

 

La calle. La acera. Mi cuerpo entre cartones. He decidido la vuelta a mi país. Un país donde el desorden nos condena a un trato inhumano, el hambre, la falta…la falta de todo. Mi poblado. Un campo que extiende gravitando en lo hermoso. Mis manos. Mis miradas. Sus miradas. Discriminado por ausentarme de la victoria, por venir con las manos vacías. Me siento desnutrido de emociones, de una alegría cancelada que me condena al silencio y la soledad. Mis amigos. El todo. Soy rostro extraviado en la herencia perdida de mis raíces. No. No me aceptan. No hay comunicación. He fracasado. Han fracasado. El hambre enferma más sus esperanzas. Y yo me pierdo. No hay palabras. Solo, volver No. No puedo retornar. Retornar al tormento de las mareas. Retornar a los gritos mudos de la muerte. Retornar donde el emigrante es destartalado. Me estremezco. Soy hijo del desahucio. Soy marginada existencia a ambos lados del océano, en mi tierra, en la otra tierra de los sueños. Y he vuelto. Descalzo paseo por estos techos de desperdicio y siento un temblor ahogado en mi vientre. Qué hacer. La duda carcome mis sienes. Nadie me saluda. Nadie me alienta. Todo es nada. Moriré con mis brazos tendidos a un clima extraño. Soy extraño para ellos. Soy extraño para los otros , los de la otra orilla, los de los sueños. Mis hombros caen. Mis ojos son letargo eterno. Todo es desesperante. Y ante esta desesperación me agoto. Voy hasta la orilla de las mareas, solo….solo. Las mareas me hablan, me dicen de la niebla que me espera hasta la claridad, una claridad que me inmiscuye en lo rota que esta mi vida. Seré, eso, nada. Invisible masa corpórea que se balancea hasta que sol, la luna le haga un hueco. Respiro hondamente, oro, y mi fe se hace añicos. Este mundo que he visto, que palpado con mis propias carnes no me responde, es solo abismo, es solo cadenas que me ahogan. Solo yo. Madre porqué no me miras, suplico. Tu mirada reventada, desviada sigue el curso de la pena. Y yo sé que me quieres, pero la sociedad, las ideas imponen a tu huida de mí. Y recuerdo la calle. Y recuerdo la acera. Y recuerdo mi cuerpo entre cartones.

 

Ha vuelto. Mi hijo ha vuelto. No, no puede ser. Todos esperando su porvenir, nuestro porvenir y ha vuelto, sin nada. Dice que viene a despedirse. Mi gente dice que no lo mire. Que es un fraude. Donde esta esa tierra de los deseos, de los sueños del mañana. Dice que no existe. Mi hijo ha vuelto. Mala vida le espera aquí, no lo aceptan. Y yo peno. Y yo lloro sin que el se de cuenta y lo echo como si no existiera. Ya no existes hijo mío, dicen que nos has engañado. La mentira es puñal que atraviesa nuestros corazones, nuestros cerebros y ni siquiera te digo adiós. Has vuelto. Es de noche. Dices que lo has pasado muy mal, que todo es una fantasía, que todo es terrible allá. No, no seas hipócrita hijo miro. No eres fuerte, te has dejado llevar por los malos augurios de alguien. No te fíes. Dices que nadie te ayuda, que nadie te auxilia. No te creo. Tienes que enderezarte y empezar a luchar por ti mismo. Has vuelto. No, no lo aceptamos. Serás vagabundo de tus propias pisadas, aislado. Traes malas noticias. Como se te ocurre. Fuera…fuera de mi casa, no sabes los destrozos, la ruina que nos ha traído. Aléjate de este pueblo, no hables de ti.  


miércoles, julio 27, 2022

 







No. No soy queja. Aquí de espaldas a ti con mi vestido negro. No. No estoy amarga. Aquí con la idea planeando los sentidos del viento. Un calor agotador machaca mis carnes, mis huesos y soy hija del agua. De esa agua que corretea cuando piso la arena de una playa de  la isla. No. No soy llanto. No tengo ganas o mis lágrimas disecadas forman agujeros en mi vientre. Me miras. Te miro. Estamos vestidas de negro. Un luto que alberga cada rincón de este mundo malherido, mal equilibrado, desorientado, perdido en brumas de la oscuridad. Te hablo. Tú callas. Converso porque tengo ganas. De pronto , la necesidad de decirte de las penas que asaltan al existir. Me escuchas y callas. Tu expresión muestras que estas de acuerdo conmigo. Llamas predicando el mañana. Enfurecidos demonios trasquilando cada tierra tranquila para llevarlos a la agonía. No. No discuto. Ya no….Ya no. Me situó en el lugar de alguien, anónimo, alguien que llevaran en su niñez a casamiento con los horrores por ser mujer. Me situó en el lugar de alguien, anónimo, cuyo rostro es vendado por lo negro solo por ser ella. Me situó en el lugar de alguien, anónimo, pulsando un fusil en sus sienes y mi cuerpo se retuerce, y esta fragilidad se hace más frágil. No. No soy miedo. Hay tantas anónimas en un rincón donde lapidan la verticalidad de su fluir que mis sensaciones se colman débiles, pesadas, espesas, extensas en el devenir de sus despertares a la deriva, ahogadas por una garganta rajada , por un olvido, por una dejadez. No. No soy desmemoria. Con mi vestido negro me aproximo a la orilla. Con mi vestido negro dejo que mis pies se mojen con el susurro de las olas. Y tú, de espaldas a mis, sientes mi caída. Pero no caigo. No. No soy caída. Solo un inspirar y espirar con la idea planeando los sentidos del viento. Un viento mortificante, un viento de sudarios blancos columpiando la nada. Por ellas, por esa niñez estropeada, por esa vida desbaratada, por ese camino tortuoso las recuerdo. Están aquí, en mi memoria, en estos pensamientos donde caigo como pozo de lodazales y mordiente en mis hombros. Y canto. Sí , canto con mi vestido negro en la orilla de una playa.

Y tendrás sueños.

Y serás libre

Y tendrás un rumbo

Y serás tu

Con el amor de tu pulso

Con La belleza de tus ojos.

Con la perfecta sonrisa

Con la alegría del amanecer.

Y tendrás sueños

Y serás libre

Y tendrás un rumbo

Y serás tu

Con el amor de tu entereza

Con la belleza de tu andar

Con el perfecto vuelo

Con la alegría de ser, de estar,

domingo, julio 24, 2022

DICEN DE LA ISLA

 






Dicen de la isla

Donde las vertientes del atlántico

Atrapa ojos eviternos en el dulce despertar del aliento

Una isla

Donde el temblor de sus entrañas

Desgana a sus gentes, a sus raíces.

Dicen de la isla

Donde los ancianos sentados en parques

Admirados por los pájaros que cantan

Ante sus leyendas antiguas.

Una isla donde se batalla

Entre naturaleza y edificaciones diversa

En el continuo brotar de lo hermoso,

De ese equilibrio rajado más allá de las mareas.

Dicen de la isla

Donde su mirada pinta otros mundos

es presencia carismática en la visita

una visita de pisadas a ras de su fuerza

de un carácter emotivo, enjaulado en el oleaje.

Dicen de la isla

La isla

La isla

Donde los demonios mueren

Que sus alas son espejos de arco iris

Donde nuestra lo hondo de los sentidos

Se expresa, se ama

Conversa con cada nocturno

Donde un firmamento calmo

Besa su verticalidad.

sábado, julio 23, 2022

Divagaciones de una tarde julio del 2022

 






Viene la astuta, viene gélida, viene silenciosa, viene ávida, viene con la celeridad de la ignorancia. Muerte. Parada absoluta donde la existencia se anula, se hace hermética. Muerte. Viene cuando son las once. Viene con el quejido último hasta la sepultura. Y escucho el sonido sórdido de la ida. Y escucho el estupor de la oscuridad. Y escucho la impotencia de las manos que no lucen el brío a la vida. Ojos ruidos. Ojos opacos. Ojos abiertos. Ojos dolidos. Ojos perdidos. Ojos enrarecidos por los pantanos del adiós. Muerte. Parada donde el corazón dice no más. No más alargamiento de una atmósfera telúrica. Y bebo agua. Y un temblor se aposenta en mis piernas, en mis espaldas. Jadeo la pena. Y mis pisadas son cristales rotos donde el aire no llega. Muerte. Existencias desparramadas en un adiós. Una sala. La muerte. Y la voz se hace un hilo de agua que no corre. Y me reviento. Y bebo agua. Y un temblor de rajadas sensaciones, despellejada verticalidad me circula. Y son las once. Adiós, me siento caer a la deriva. Me siento con una tristeza incurable en el transcurso de un tiempo donde la memoria será cicatriz que no dejará de sangrar, de expulsar lo trágico de ese instante. Muerte.  Me recompongo, busco cada pieza para mi entereza, para mi disimulo del dolor y se agrietan los minutos, las horas, el tiempo. Muerte. Y el adiós. Y son las once.

martes, julio 19, 2022

La maleta....

 


La maleta, una maleta negra. Guardo en ella las cartas estranguladas en añicos que no te envié, que te escribí. Donde mis charlas subían al muro más alto y aleteaba con las rachas del viento tu nombre. Un nombre que en la reconditez de mis sentidos. La maleta, una maleta negra. Ahora que me marcho me fijo en la bahía, en su faro imparable, intermitente avisándome que aún la luz es ventana de la esperanza. Mis latidos se pausan, mi andar se hace lento, mis ojos monótonos y mi razón se vuelve prisionera combatiente al olvido, de olvidarte. La maleta, una maleta negra. Donde la letra ilegible desfigura mis sueños y un incierto e incómodo precipicio me busca …me busca y no me halla. Yo desde aquí, desde el muro más alto danzando con las rachas de viento sigo pronunciando tu nombre…tu nombre. Y el secreto se vuelve herida. Y el lenguaje se vuelve indómito en la profundidad de mis sensaciones. La maleta , una maleta negra. Avisto una paloma blanca, un sol que se queja en su ida y una luna llena y circular dando aliento a mis deseos.  La maleta, una maleta negra.

domingo, julio 17, 2022

PAZ

 






 

Paz,

La perfección de la belleza

De la noble adición de la verticalidad.

Guerra

La imperfecta monotonía humana

Acogido por la bruta presencia de la bestia.

Bestia de la razón muerta

Bestia de la miseria

Bestia de la barbarie

Bestia de la pobreza de los corazones.

Paz,

Exacta declinación donde nacen los arco iris

Soga que emana de pañuelos blanco

En el curso de la existencia.

Guerra,

Inexacta, incompresible

Cuando las perdidas pisadas

Se vuelven sangrientas, marmóreas.

Hace frío.

Es invierno

Una tierra perdida en el viaje interminable

Un viaje de huidas donde las heridas intactas

Galopan al son de una canción.

Una canción triste, monótona

Paz

Manos al unísono levantando la esperanza

Guerra

Manos desaparecidas incrustadas bajo tierra.

¡No¡

El ayer no es prenda de sabiduría

El ayer es solo un recuerdo vago

Donde la nada es la verdad.

¡No¡

Una vieja espera engaña esta tierra,

Una paz que no llegará

Siempre en el eterno son de la pena

Conflictos que nos convierte en la nada.

Somos la nada,

Somos neblinas descifrando las tumbas

Que vendrán.

Paz

Expresión libre donde los corazones danzan

Guerra

Expresión opresora donde los corazones lloran.

sábado, julio 16, 2022

DIVAGACIONES....

 


Oscurece. Ha oscurecido en este mes de octubre donde Orion cabalga en inmensidad de esta galaxia. Somos parte del hoy, del ayer y de un mañana en pleno siglo XXI que retos nos traerán. Por ahora parece que la guerra ha acabo en la tierra. Un planeta que es tan solo una mota de polvo en la inmensidad de este universo que nos abriga, que nos vio nacer, que nos dio la vida. Viajo por otros mundos, otros planetas donde la existencia es fuente de progreso y ellos con sus dimensiones paralelas son capaces de rastrear toda nuestra existencia, todo nuestro ayer.  Somos cuerdas que se expanden y se contrae en el espacio y tiempo según el punto de mira. Tendríamos que irnos lejos...muy lejos y de ese observatorio llamado cosmos observarnos en cómo vamos evolucionando. Seríamos jóvenes eternos con los achaques de cada sistema de vida.  Una vida ralentizada, observando cada movimiento de nuestro hoy para ellos que sería el ayer para nosotros. Un cierto escalofrío surca por mi piel y solo imaginarlo sería como esa media fuerza , esa quinta fuerza que engulle galaxias, que crea materia oscura. Oscurece. Ha oscurecido en este mes de octubre inflado por el pensamiento. Somos polvo de estrellas y en ello nos convertiremos. Somos una pizca de esta masa oscura que nos deleita cuando la noche es hija de las constelaciones, de los planetas, etc... Y me pregunto , seremos hijos de otras civilizaciones. Muchas causas misteriosas de nuestros antiguos me prestan a ello.   civilizaciones desaparecidas, civilizaciones vivas, etc. Un mero experimento de conducta y comportamiento de sus errores que nos erigen al mismo error, la autodestrucción. Nunca nos enteraremos. Somos hijos, hijas de este mundo y buscamos y rebuscamos en la noche de la tierra.  Y todo gira....y todo amanece ….y todo oscurece. Nuestras raíces se clavan en nuestro ombligo y creemos ser el centro universal. No es así mirándolo de forma global.  Oscurece. Ha oscurecido en este  julio y una luna cabalga en la inmensidad de este planeta. Me arrimo a mi telescopio y puedo palpar uno de los espectáculos más sorprendente de la humanidad, el vacío, el silencio.  Nuestro ruido se expande por ondas desconocidas más allá de esta esfera ¿Quién las escuchará...? El  quejido de este nuevo mundo apresado por la sed, por el hambre, por el dolor y porque no por alguna sonrisa. 

 

 

 

 

 

TODO ES INCONCLUSO

 






Todo es inconcluso. El viaje hacia el vacío donde los acantilados consuman un beso agresivo con los jadeos de las olas. El horizonte se perpetua uniforme, donde la otra isla es testigo de esta en el grito agujereado de la madrugada. La luna está ahí, redonda, blanca y todo es inconcluso.  Me entrego a los latidos simultáneos de mi corazón y mi razón. Hago un esfuerzo en la presente pereza de seguir sus pisadas y lejana dialogo con vasos rotos. Te espera y lo sabes. Te esperaba en lo inconcluso del tiempo. Un tiempo de temblor y agotamiento donde los ecos del silencio me designa, me declina , me jala a la nada. Todo es inconcluso , yo de pie, paralizada. Tu ahí, con el balanceo de tus sentidos. Y nos perdemos. Y nos despedimos. Todo es inconcluso, la luna se entremezcla entre nubes pesadas y estancada abro cartas remotas, cartas que se rompen en mis bolsillos de naufraga.

jueves, julio 14, 2022

LA LUZ





 

La luz . Esa luz de los atardeceres en el ritual de unas islas columpiándose al son del oleaje. Un mar inmenso nos amarra y atascados en el pensamiento efímero dibujamos sueños. La luz, el brío del verdor de las arboledas que en vertical lamemos con nuestros pasos. Pasos lentos, pasos por pasillos donde lo afable grita a lo estático de una caricia inmersa en las corrientes de un pulso. El pulso de la ciudad, el pulso de la isla anclado en un remoto atlántico que nos besa, que nos sacude con su amabilidad y cordura. Y en el más allá, más allá de la cuerda que nos amarra a este apartado Atlántico el quejido, la infinita aletear de una pena que desquicia la razón. La luz. Y me fijo en esa luz, una luz que me conduce por solubles vaivenes de una brisa, de una brisa que canta. Y sin saber porqué me quedo con esta luz, esta luz que emite el retozar de las olas.

martes, julio 12, 2022

PISADAS

 


Pisadas

Prisas

Una mueca consciente

Sábanas revueltas

El estallido de la noche

La ida

El regreso

El vaivén de una respiración

Un camino incierto,

La verticalidad de las olas

La isla

Aquí estamos

Somos ojos yertos

Cuando la primavera avisa

La lluvia

El regreso

La isla

sábado, julio 09, 2022

Uhmmm

 








 

Uhm y la nada le escribía. Uhm y la nada le hablaba. Uhm y la nada la llamaba. La llamaba por su nombre de pila, le hablaba como habla la insonoridad de la brisa, le escribía como se escribe a la ceguera de los pasos. Abrió la ventana y vio el mar, un mar balbuceando olas calmas, olas calladas, olas idas y comprendió el eco rotundo de una bóveda celeste que se erguia en el más allá de sus ojos . La soledad es cosa de dos, se dijo. De mis sentidos y mi corazón. La soledad es mochila que nos desnuda y en lo cotidiano descubrimos quienes somos, quienes éramos, quien seremos. Uhm y la nada le escribía. Uhm y la nada le hablaba. Uhm y la nada la llamaba.  Una amargura punzante paso por su frente. Un sudor frio se clavo en sus ojos. Un hambre sacudió sus manos. Y tras décadas y décadas comprendió que todo era un embuste de disfrazado de basura y entonces la nada le escribía y entonces la nada le hablaba y entonces la nada la llamaba. Y ella respondía, y ella charlaba con el resonar vertiginoso del silencio absoluto. Un silencio hilando sus huesudos dedos. Un silencio cazando cada rastro de ella. Un silencio que se le antojaba valeroso, vertical. Uhm y la nada le escribía. Uhm y la nada le hablaba. Uhm y la nada la llamaba.

viernes, julio 08, 2022

Cuando...

 


Cuando una tarde junio desabrocha su alma. Los cuerpos, inertes, desvelan el suceso de los sueños. Cuando una tarde de junio a borbotones se desquita de las inclemencias de las penas, del dolor sacude con nuevas motivaciones.  Los pulmones exudan el quehacer innecesario, las piernas correan a para de los pájaros veraniegos y las manos juegan con el oleaje. Cuando la tarde exprime los sentidos, sin quererlo, me aproximo a ti con la danza del regreso. Y nos besamos. Y nos abrazamos. Y conversamos sobre el mañana…un mañana donde nuestro rincón huele a flores nuevas, a ojos posados uno sobre otro. Cuando una tarde junio nos mira, con calor prieto, cogemos nuestras pisadas y avanzamos sigilosamente donde la nada nos ve.

jueves, julio 07, 2022

cuando ella

 


Cuando ella veía todo azul una cascada de campo oliente se incrustaba en sus fosas nasales. Un olor al frío de un invierno descabellado que la hacia mujer del aire. Cuando ella veía todo verde un derroche de hierbajos se liaban a sus piernas que corrían y corrían sin querer donde el arco iris era beso de sus labios. Cuando ella veía todo amarillo un aplomo contundente de esperanza topaba con su sonrisa, una sonrisa humilde, una sonrisa enhebrada con los finos cabellos de un sol que le daba aliento. Cuando ella se miraba al espejo un juego tricolor la pintaba de mujer de los vientos nortes. Sí, del norte…del norte donde el oleaje se hacía mayúsculo, estrangulando las rocas donde impactaba y se sentía bien. Ella frente al espejo con tintes azules, verdes, amarillos edificando sus pisadas del hoy. Por qué el mañana sería otra cosa…es otra cosa. Por qué el pasado es otra cosa…un rastrojo muerto. Y se hacía bella, peinándose frente a el, con el silencio de los cuerpos, con el alborozo de un querer. Y se hacia bella, encontraba su lugar. Y se hacia grande, encontraba su lugar. Y se hacia persona, encontraba su lugar.

miércoles, julio 06, 2022

NUESTRO TECHO...

 

Nuestro techo se raja,

Aislados sonidos de un grito

Silencio de las acaricias del invierno

Y el adiós

Nuestras maletas de deshacen

En el curso de un nuevo amanecer

El sol calienta

Y somos hijas de la despedida

Todo ha terminado

Brindamos con vasos rotos

En paredes donde el rumor de un amor

Es desmemoria.

Solo, el adiós.

Las guerras inacabadas

Los naufragios perpetuos

Los túneles de la inconciencia

De eso conversábamos

Y, ahora, hijas de la despedida

Una cierta lágrima

Encalla en nuestros vientres

Y el sonido del viento

Replica el adiós

Solo, el adiós

lunes, julio 04, 2022

LA CANCIÓN DE LAS BATALLAS PERDIDAS

 





La canción de las batallas perdidas

La canción del gemir de los ojos, en blanco

La canción de pájaros jadeando a la libertad

La canción de las manos fragmentadas

En cada curso de la muerte

En cada verticalidad de la pena

En cada mirada inclinada a la nada.

La canción de las batallas perdidas

La canción del éxodo de sentidos rotos

La canción de una sonrisa de pozos

La canción del adiós de la sonoridad de la paz.

La canción de las batallas perdidas

La canción de una maleta desahuciada

La canción de retorcidas despedidas

La canción de un mundo abrasivo

la canción de ramas rotas al son de cuchillos.

La canción de un viento norte maligno

La canción de un niño perdido

La canción de un anciano en la agonía

La canción de las batallas perdidas

domingo, julio 03, 2022

SOY YO









Soy yo

danza entre espejos

 donde el eco de tu sombra

besa mis pechos

 Me abrazo y converso con los labios apretados

 ante una noche desnuda.

 Soy yo,

 hija de las lunas

 que cruzan mis ojos vestidos de velos.

 Cabalgo bajo los sones nublados

 de tus pisadas

y la pesadez de mis hombros tiran

de mi garganta seca.

 Soy yo,

 no más que yo

 estriada colina

 donde los cernícalos penan.


viernes, julio 01, 2022

LOS DÍAS PERDIDOS

 





Los días perdidos,

Los días inconclusos

Los días de astros conversando

Con el vuelo de las mareas.

Y no me da ganas de esperar,

Y no me da ganas de esperarte

Y no me da ganas de acariciar

El sueño doloroso de la insonoridad.

Y no me da ganas de hablar,

Y no me da ganas de hablarte.

Una absoluta oscuridad

Mece mis paredes oscuras,

Un sudor frío se retuerce en mi espalda.

Y los días

Son días perdidos.

Vestida de negro

Alumbro mi funeral

Vestida de negro

Es despedida de los deseos.

Sola

Sola

Y el parpadeo de las mareas.

Los días perdidos

El árbol que no da sombra

Las mariposas que no aletean

El pero que no ladra

Y el silencio

     Todo es silencio.