lunes, junio 28, 2021

Y juras...

 


Y juras del vuelo de tus ojos caídos a ras de plumas de colores en las cumbres de los deseos. Y juras de amar con las manos cómplices en la verticalidad de tu sombra. Y juras que vendrás, que reirás, que conversarás con mis labios cuando la luna sea guía de nuestros corazones. Y juras que no penarás, que no te hundirás en los pozos de la desgana.  Te espero.  Las almas se vuelcan en tu llegada, en el rebrotar de tu belleza…de tu belleza imperfecta. Y juras acorralar cada pizca de alegría en cada caricia de los vientos. Te espero. Danza de pájaros barruntando tu venida con el sosiego de los años. La madrugada me convence, me hechiza, me dice de ti. Una ola rompe. Un faro que continúa. Y juras de lo cercano de tu retorno con la mirada cálida de tus ojos y mis ojos.  Te espero.  Aquí estoy, son las seis de la mañana y los pájaros no cantan, aun , te esperan.

miércoles, junio 23, 2021

EL SILENCIO


 

Caída en picado. Pardelas aguardando acantilados. El silencio. Los ojos cansados, hastiados de un norte plúmbico, sin alas. Pisadas. Un cuerpo nutrido por las raíces de la tierra. El surgir de la existencia, de los sentidos solapados a la calma ¡La calma¡ Influencia exacta de las rutas de nuestro mañana.  Somos eco de nuestros ancestros. Somos columpio de nuestra memoria. Somos oleaje apaciguado por el aliento de los vientos. Y el norte sin alas. Y los ojos cansados, hastiados de la sequedad de su mirada, de su mano. Sin embargo, la calma. El estruendo perfecto de una rutina que nos concluye en la jornada. Sin embargo, la calma. El estallido de flores eternas donde los labios con labios son un fragmento de la sonata de una luna que viene…que viene redonda.


domingo, junio 20, 2021

HIJAS DE LAS MAREAS

 








Hijas de las mareas. Gaviotas caen en picado al encuentro fugaz de su presa. El rumor del oleaje. Cuerpos abatidos por lo hermético de la atmósfera.  Ellas, en las profundidades buscando los misterios cerrados del océano.  La ciudad despierta cubierta de nubes pesadas…muy pesadas. Ellas, hijas de las mareas emergen con vigías de cada suceso, de cada pisada dictada al ritmo de una brisa que sopla fuerte…muy fuerte. La lluvia. Viene la lluvia en esta urbe carismática, personificada por cada uno de sus habitantes. Es la isla…la isla. Ellas, hijas de las mareas congregadas en la danza de las algas, de los caballitos marinos. Cantan así la la la la. Y un fuerte sol parece hacerles caso a sus cantos. Viene con su brillo, con su luz natural a tibiar las almas caídas en la oscuridad. Hijas de las mareas- Hijas de océanos donde se evoca el vivir en la eterna memoria. Sí, la memoria. Todo queda. Todo se va. Todo regresa. Todo vuelve a irse y nos acomodamos a esos instantes bellos que cuentan las hijas de las mareas ¡ Venid¡ ¡Venid gratos recuerdos¡ Venid donde las olas son embeleso de esos cuerpos renacidos de la oscuridad. La angustia se extingue, la sonrisa amanece como eco de los corazones revividos en un aire de ternura, de complicidad. Hijas de las mareas vienen y van, van y vienen en las orillas de la paz, de una paz consumada en el elixir de ojos nobles, benevolentes con el paso de las jornadas.

viernes, junio 18, 2021

porque le gustaba volar....

 



Porque le gustaba volar. En sus deseos su destino dibujaba soles después de pozos de melancolía. La tarde se venía soleada, con lo espléndido de sus brazos agitándose con la tonada de los ojos, de ojos bellos , de ojos perfectos al ritmo del balanceo de sus alas azules. Porque le gustaba volar. En sus ensueños, con su mirada atrapando los cuerpos que transitan por calles desnudas del frío hermético. Porque le gustaba volar, entremezclarse con las ramas murmurante la brisa acaecida en el espacio de las horas. Porque le gustaba volar. Llamar y llamar con su lucidez las cumbres donde los pinares daban sombra al amor. Y ella volaba y volaba, se volcaba en el sentido de los pasadizos del misterio de cada existencia, de cada aliento. Porque le gustaba volar, vertical, horizontal en la búsqueda de la esperanza, de los gritos de la paz, de una luz sombrero de fronteras rotas. Dame la mano amigo, dame la mano amiga.  Volar y volar ante un mundo arrebatado, caótico en precipicios de cristal. Porque le gustaba volar, imágenes ficticias, pinceladas irreales, bocetos soñados de un mañana. Un mañana plagado  de fogatas con la canción del olvido de cada una de las tragedias de los corazones enraizados en esta tierra. Porque le gustaba volar y volar.

martes, junio 15, 2021

DIVAGACIONES DE UNA MAÑANA DE JUNIO

 









Una luz de los despertares ceniza. Unas pisadas ancladas en aceras sucias. La pausa de la mirada, de la musicalidad de los pájaros cuando la mañana ensancha sus pulmones.  Divago en lo incierto, en  el color grisáceo de una ciudad que todavía duerme.  Me miro, vago en el absoluto silencio.  Calladas maneras de la dilatación de las horas. Una gaviota perdida en la lumbre de mis manos. Un sol apagado sobre mis hombros.  Ahora, estoy aquí con la luz de los despertares, ceniza.  Mi vientre se encoge, mi vientre se aletarga y con el peso de sus penas circula rumbo a los océanos de la nada. Somos hijas del océanos,  esbozo de unos ojos de plumas volando en el sueño.

jueves, junio 10, 2021

No entiendo....

 


No entiendo de Dioses ni de ángeles solo, la lumbre de unos ojos abiertos , cerrados acariciando mis alas. No entiendo de fronteras, de ideologías  solo, de la retorcida ruta de los sueños. Me abrigo bajo el arco de colores y un jardín de flores vivas abriga la caricia de mis manos.  Mis manos…fuertes, firmes, verticales en el beso de sus manos…sus manos…Uhm, saborean mis labios agrietados, mis labios rotos, mis labios áridos.  No entiendo de odios ni de rencores solo, del olvido, de una memoria estática en su mañana.  Vuelo, y me revuelco en la danza de la insonoridad. La calima es pesada. Vuelo, y soy brío de  arboledas que inspiran, que espiran el circular por esta vida. No entiendo…no entiendo de adioses, ni de muertes. Un océano. Una frontera y me remuevo en la danza con la libertad.  Aquí estoy como poeta del silencio.  Aquí estoy como poeta de gritos heridos. Aquí estoy como poeta de las almas flotantes en esta atmósfera gris. 

miércoles, junio 09, 2021

PASOS

 

Un  cielo plomizo, pesado, escrutando el despertar.

El suculento aleteo de un mirlo.

El estruendo de la polución.

Aquí, la isla .

Pasos ausentes.

Pasos quebrados.

Pasos agrestes.

Pasos rumiando los ojos del silencio.

Un cielo plomizo, pesado, estrangulando la sonrisa.

El arte de respirar

Los despacioso ojos alcanzado otros ojos.

Aquí, la isla.

Pasos callados

Pasos perdidos

Pasos envueltos en las brumas.


jueves, junio 03, 2021

LA BRISA

 


Llevada por la brisa, una brisa que en el ocaso del día emancipándola de todo mal. Baja a su jardín, donde las flores dormitan. Bajo a las entrañas de sus pensamientos donde la vertical la impulsa en una danza con la madre tierra.  Se detiene y una luz se engendra de su vientre. Quiere retenerla. Se agarra al tronzo más fuerte de un árbol y su cuerpo tirado por una fuerza mayor cae rendido. Llevada por la brisa. Llevada por almas que cantan en soledades, en sibilinas murmuraciones inentendibles. Se tumba sobre la tierra, la tierra húmeda de una noche que viene con palabras de llovizna. Y llevada por la brisa se deja dormir . Un perro ladra. En su sueño ella lo llama, lo conoce. Quiere despertar, levantarse de esa tierra y no puede. Llevada por la brisa regresa baja su techo, con los dedos comidos por lo gélido del nocturno. Mira a través de su ventana y las luces se funden en sus ojos. Desconcertada se acuesta, la mañana dice de una fatiga, de un cansancio, de una desgana, de una incertidumbre. Llevada por la brisa matutina regresa al jardín, su perro aun ladra. Se arrima a tronco de la noche pasada y se abraza, abrazo a esas figuras que parecen inanimadas y no lo son.  Algo le dice de una sonrisa, de ese árbol. Llevada por la brisa, una brisa que en la mañana la emancipa de todo mal. Cierra los ojos y recuerda y se cuestiona su vida, su largo o corto recorrido. No se inmuta pero cierta pena minúscula le pesa, la arrastra. Sola, aislada de las palabras de un amor se viste de su sombra, se arma de su entereza y regresa donde sus pensamientos son llevados por la brisa.