Y juras del vuelo de tus ojos caídos a ras de plumas de
colores en las cumbres de los deseos. Y juras de amar con las manos cómplices
en la verticalidad de tu sombra. Y juras que vendrás, que reirás, que
conversarás con mis labios cuando la luna sea guía de nuestros corazones. Y
juras que no penarás, que no te hundirás en los pozos de la desgana. Te espero.
Las almas se vuelcan en tu llegada, en el rebrotar de tu belleza…de tu
belleza imperfecta. Y juras acorralar cada pizca de alegría en cada caricia de
los vientos. Te espero. Danza de pájaros barruntando tu venida con el sosiego
de los años. La madrugada me convence, me hechiza, me dice de ti. Una ola rompe.
Un faro que continúa. Y juras de lo cercano de tu retorno con la mirada cálida
de tus ojos y mis ojos. Te espero. Aquí estoy, son las seis de la mañana y los
pájaros no cantan, aun , te esperan.