sábado, diciembre 31, 2022

EL CAMINO INVERTIDO(NARRATIVA)15

 

15

Por momento se hace un silencio, el año viejo se engancha a una carreta que lo llevará portando sus recuerdos, el año nuevo viene con la ilusión de que todo vaya bien, de que seamos mejores, a lo grande. Felicitaciones triviales inundan mi parcela y yo me ausento. Una ausencia que no duele, que se consagra con el presente, con el mañana de esta era. Y tengo ganas de emocionarme y me emociono.

Querida:

Las luces de esta estación están apagadas, el año se va y tomamos de la mano un tiempo, unos meses, unas semanas, unos días nuevos. Y será todo novedad, me pregunto. La rutina se prolonga como manía que debemos de aceptar. Los dioses del universo nos colman en esta fecha de pequeño guiño a la paz, a la calma. Una calma que es tempestad tórrida para muchos. Hay gentes fuera de este circulo donde aquí se celebra la ida, la bienvenida de propósitos. Los desheredados de la una vida digna perecen en los lodazales de la esperanza. Sin embargo, celebramos esta tontería como desconocimiento de los martirios, del sacrificado andar de muchos…demasiados. Ellos no verán este año que comienza encerrado en el más absoluto terror. Sí, amiga, me da ganas de pensar en ellos, aunque siga con la cabeza gacha los rituales de esta sociedad.  Por ello te deseo lo mejor para este año que empieza a lo largo de su recorrido. Un niño con sacos de piedras se cuelga de la desesperación. Una niña pisa una mina y en añicos queda su mañana. Un viejo tiene sed…mucha sed, pero la frontera corta ahí donde hay agua y hay pleitos incontenibles, inimaginables para las gentes de este lugar. Marcamos nuestro territorio con orina de sangre, con orina de muertes y más muertes, con orina de sufrimientos y más sufrimientos. Ahora que todo esta globalizado el genocidio es global y no lo vemos imbuidos en nuestro afán de riqueza. Dejo la desesperanza a un lado, solo fue una necesidad de comentarte lo que palpo, lo que se ha brindado a mi derredor en mi vida. Te echo de menos, tal vez te lo haya dicho en numerosas ocasiones, pero me cuesta olvidarte en este camino por la existencia. No sé que oportunidades me soplara esta vereda que sigo, pero me gustaría encontrarte algún día. Sí, un día donde los pájaros cantan. Un día donde los recuerdos no sean más madres de la nada. Sí, un día donde tus ojos, mis ojos se balancean esta renovada oportunidad como hijas de este mundo. Te dejo, ya continuaré, los desiertos amputan una sonrisa. Y que maravilloso es una sonrisa. Ahora, te sonrió y sigo diciendo que te amo ¡Uhmm, querida mía¡  Soles serán cometas danzando esas vertientes donde nos arrimemos. Soles donde la voz amable, sensata encienda la verticalidad de esta dormida sociedad.

Estás cansado hijo mío, hoy es un día ajetreado, no hay prisas. No existentes las prisas a no ser que sean de vida o muerte. Descansa…descansa...Una bruma de calima aun sigue en esta ciudad, los edificios que miramos no se ven. Lo mejor es quedarse en casa. Sí, en casa, bajo este techo que carecíamos en el ayer y en estos instantes nos abriga, nos protege del mal. Estás cansado hijo mío, descansa…descansa...CONTINUARÁ

 


 

miércoles, diciembre 28, 2022

EL CAMINO INVERTIDO(NARRATIVA)14

 

14

Mientras echa su siesta me detengo. Miro este cielo donde el bochorno y la calima se hace sentir. Miro este cielo en su tono ocre, gris, apagado, con la dejadez de las ganas de colmarnos con luz. A veces me ausento y me introduzco en los avatares de la existencia ¿no más seremos que un instrumento? Una experiencia de otros mundos que vigilan nuestra derrota como ser humano. Entonces, si fuera así, no somos único, exclusivos. Somos parte de este cosmos que se mueve en el caos de lo imaginable, de lo titánico cuyos pilares aun no sabemos donde está. Profundizamos en un más allá inhóspito cuando la noche cae y no más que puntos luminosos son vertientes de nuestros ojos. El hombre es tan su yo, su ego…mientras hacemos rompemos los moldes de la condición humano, digna, eficiente, vertical con el poderío de lo grotesco, de lo aberrante. No, nos damos cuenta lo ínfimo que somos. Y esta experiencia ha salido mal tal vez, halla algo superior a nosotros y no se porque me entra siento pavor, cierta inclinación a la intranquilidad porque nos estamos autodestruyendo. Nos destruimos con un cualquier insulto a la perseverancia de la persona.  Y si fuera así, sería un remordimiento las estupideces humanas. No, nada es normal en este mundo. La huida, el hambre, la sed, las moscas alimentándose de nosotros, la mirada imperfecta de aquel que tiende un puñal en tu destino. Se despierta, lo visualizo como un alma que ha de fortalecerse en el paso de los años. Me pide un vaso de agua y que vayamos al parque. Quizás sea eso la belleza de la condición humana. Ir a una zona donde el abrazo coopere en nuestra reconstrucción como persona. Miro de nuevo el cielo, está aburrido, está pesado, la calima hace que la calle figure vacía. Somos tan insignificantes y dentro de ello somos tan grandes y me acomodo en este pensamiento. Abrazamos el árbol de todas las tardes. En el parque no hay nadie. Por la presencia del viento violento muchas ramas se han caído. El polvo en suspensión sigue su curso en este invierno, un invierno extraño CONTINUARÇA

sábado, diciembre 24, 2022

EL CAMINO INVERTIDO(NARRATIVA) 13

 

13

Querida:

            El está conmigo. No sé, se ha apoderado de mi y siento tanto cariño por él. Supongo que recordarás aquel día de un duro invierno cuando abrieron la frontera, el iba de mi mano y todavía continua. He dicho que es mi hijo y lo han creído. No hay nada más. Tu postura hacia mi fue maravillosa, gracias a tus consejos he logrado sobrevivir donde las sombras te hacen hueco, donde las sombras te apartan. He luchado contra ellas y ahora rozo la estabilidad. Una estabilidad tan ansiada, tan amada. Cierro los ojos y luces ante mi como un todo o la nada. No sé si tu amor era por consuelo o por mi forma de ser. No hallo explicación alguna. Si fue por pena, me molesta, aunque pensando fríamente te doy las gracias. He llegado, he tropezado y vuelvo a subir, abrirme en esta cultura. He dejado atrás muchas cosas, demasiadas. No me arrepiento, ahora, aquí, en este instante donde la noche me permite escribirte me siento satisfecha. No sé lo que nos guardarán los despertares, pero soy libre. No tengo miedo, no tengo prisa, no tengo esa ansiedad de ser yo. He colgado mis sueños en lo quieto para que sigan produciéndose y me respeto. Respeto cada ideología que sea pisada de mis ojos, de mis oídos. Todo llega a su debido tiempo, recuerdo esta frase tuya, paciencia, calma la tortura no puede ser eterna y si es así nos quedará lo único resolutivo, la muerte. Sí, la muerte, me quedo en ese campo de refugiados, en ese hábitat de mortificaciones y áridas existencias. Me pregunto ahora, aquí, como la humidad puede llegar a ese extremismo. Es una violación de los derechos humanos, de los derechos de cualquier ser viviente que viene con la tonada de la paz. Te dejo amada mía, mi memoria otra vez me llamo y por ello te escribo, te quiero.

Llueve, mientras comemos. El clima está desvariado. Mi hijo se acuesta un rato hasta que la obertura de la tarde lo llame para sus juegos, para sus deberes, para continuar por este país como pájaro resolutivo, integrado en una bandada. Llueve inesperadamente y una cierta nostalgia acorrala mis latidos…CONTINUARÁ

viernes, diciembre 23, 2022

EL CAMINO INVERTIDO (NARRATIVA )12

 12

El mediodía reaparece, una calima intensa converge en esta urbe. Mi hijo luce un rostro contento, relajado en este diciembre donde los niños se ilusionan por la festividad de esta religión, una navidad causa de algo en contra en el pasado. Lo veo crecer, alargase en el sentido de la bondad, de la hegemonía de sus sentimientos y se entrega y es absorbido por el movimiento de esta cultura. Me alegro hijo, no olvidarás, pero nuevas expectativas se reactivan en tus emociones. Los sueños es un lujo que muchos pueden alcanzar y que pocos dejan atrás. El sueño de soñar de una vida mejor, de un mundo benevolente donde talentosos emergemos entre los escombros del ayer. Me alegro hijo porque si, porque eres mi hijo, no hay duda. Yo te he de escoltar hasta que aprendas volar, a volar solo como las gaviotas en los océanos de sus vidas. Pasaras dificultades, lamentarás en tu destino, pero siempre la mirada al frente, tus ojos fuentes de nuevas ilusiones, siempre...siempre. Nos acercamos al parque, abrazamos al árbol de todos los días. Me alegro hijo, te vas expandiendo en lo grande de este árbol. Continuamos de camino hasta casa. De reojo lo observo y aun su alegría es latente, es la presencia de una paz en la reconditez de mi pulso y por esos momentos olvido…olvido todo dolor, cada sacudida letal de esta existencia. Planeo con mis ojos el cielo, un sol estridente y punzante danza en ellos y mi madre vuelve y le doy gracias. Porque no estar agradecida, todo lo que soy se lo debo al ayer, a esas mareas nefastas del ayer. En todos los escaparates se detiene, pega su nariz respingona en todos los cristales dejando una señal de él. No tengo ganas de llamarle la atención, son instantes donde disfruto con su juego. Una voz conversa con mi espíritu, una voz me dice que todo saldrá bien. Un revoltijo de seguridad se despliega sobre mis hombros, mis hombros cansados. Me inflo de una verdadera positividad y vuelo y vuelo donde los sueños puedan llegar. Me alegro hijo, ya estamos en casa, descansa hasta que la comida esté, como quieras. No interpongo barreras su imaginación y lo dejo correteando, divirtiendo por este pequeño piso que vivimos. Yo, en la cocina, lo siento reír ¡Reír¡ y  alcanzo la plenitud de mi verticalidad y alcanzo la belleza de vivir y alcanzo todo mi ser como entereza de este presente que se va trenzado perfecto…CONTINURÁ

martes, diciembre 20, 2022

EL CAMINO INVERTIDO(NARRATIVA) 11

 

11

Pongo la radio, las noticias revelan lo precario de este aroma putrefacto que desprende lo humano. La bruma se mece en la duda de irse y se va. La calle aparece mojada, con la humedad de un invierno que se solapa otra vez a un sol picón, placentero. Queremos un mañana, pensamos en un mañana para nuestros hijos, para los hijos de nuestros hijos en esta gran masa global. Y hemos destrozado tanto, selvas , bosques, mares, ríos, tierras que ahora nos dan un grito de impotencia ante su desequilibrio, ante lo desbaratado que está este planeta tierra. Climas insoportables, irrespirables nos acecha y habitamos el silencio, la nada, la ruta de nuestro día a día como si tal cosa fuera pasajera. Y caemos en un mar contaminado, donde sus vidas tornan a otros sitios donde puedan respirar. Expando y contraigo mis pulmones, un agua envenenada sacude mis miembros y soy hija de la muerte. Muchos no sobrevivirán, muchos se extinguirán y somos como ellos. Una extinción en masa donde solo quedará el que más se adapte a las turbulencias del clima, de su habita. La naturaleza como nosotros nos componemos de cada halito de este pedazo de mundo alojados en las alas de una galaxia. La actuación desenfrenada, insostenible, contaminante nos dejará residuos en nuestra sangre que nos atacará cuando menos lo esperemos. Quito la radio, salgo con mi niño. Cómo has crecido, qué gracia tienes, le digo. De la mano vamos al colegio, el con su fragilidad y yo con mi seguridad. Intento transmitirle todo lo bueno de mi a él, lo malo lo dejo apartado. Intento darle el asentamiento preciso para que no caiga, para que su mente borre todo ese ayer y se invierta en hoy. Un hoy con un sol picón que escuece los ojos. Una luz exacta y se agradece después del pasado aun a sabiendas que no es nada tonificante para futuro despertares. Llegamos, el animado, lo dejo en la escuela. Me marcho sin mirar atrás. No hace falta, no hay arma apuntando en las sienes. Voy tranquila a mi trabajo con la felicidad de respirar….inspiro y espiro lento observando los pájaros callados de este invierno. Un invierno en una ciudad cual escupe cenizas ante su prolongado castigo….CONTINUARÁ

domingo, diciembre 18, 2022

EL CAMINO INVERTIDO(NARRATIVA) 10

 

10

Como extranjera en este país no soy cueva apegada a ningún lugar. Tropiezo con un baúl que me ha acompañado estos años en esta tierra. Lo abro. Cartas que no he enviado en mi vida aquí. Camino por ellos, me siento caer ante la curiosidad que rememora lo escrito y me dejo ir en ellas. Espero en silencio la hora de levantar al niño y leo.

Carta1

Querida:

    Mi madre no da señales de vida. Desde aquí desde el otro lado de la frontera todo sigue su ritmo, lento, con cierto aliento descanso. Me acuerdo de ti, de ese beso del ayer en el crudo invierno cuando nos coincidimos en aquel campo donde todo era miedo, desorientación, terror. Me diste la mano y aun pienso que tu mano me dio fuerzas para seguir viviendo. Tu eras una extraña para nosotros, una extraña que venía de otros mundos para ayudarnos, para sonreír cuando las amarguras sopesaban sobre nosotros. Y me diste ese beso y esa dirección tuya a quien ejerzo esta carta. Me ayudaste tanto, tanto en todos los ámbitos que ahora miro este pequeño corazón y te lo agradezco. Yo desatendida, desheredada de este planeta. Te escribo porque siento la necesidad de decirte algo, algo que nunca tomo pie en nuestra larga existencia en el campamento. Ese campamento de sollozos en la noche, de violines en la mañana, de tanta y tanta tristeza. Como sabes llegué, pero no más. Llegué y luché hasta conseguir los papales, Antes me metieron en un centro apartada de toda civilización, un centro donde las vejaciones continuaban en otro ritmo pero insolventes para condición de ser persona. Decirte desde aquí que te quiero. Sí, te quiero. No se si esta carta te llegará como tantas otras escribí a mi madre en el campo, pero tu recuerda planea en mis sentidos y me acerca a ti.

Retiro este fragmento de papel de mi vista, miro al niño, aun dormitado. Y me pregunto de mi hermetismo ante el amor, de mi alejamiento en los calles donde las manos se unifican para ser una sola. Ya lo he dicho, ahora tengo que criar a este niño que crece con la celeridad de las flores en primavera. Una bruma matutina se respira en esta habitación, dejo las cartas y me voy hacia el . Lo levantará, desayunará para de nuevo seguir la rutina de las jornadas...CONTINUARÁ

viernes, diciembre 16, 2022

EL CAMINO INVERTIDO(NARRATIVA)9

 

9

Un invierno que renace. Recuerdos que me recorren. Un campo de refugiado. Una marea que se vuelve violenta. La huida. La herida supurante de los años. Ahora en esta madrugada sin luna ya deriva por la oscuridad de los caminos ante lo más terrible de la humanidad, las batallas inacabadas. Batallas perdidas que nos vuelven vulnerables, frágiles, indefensos contra los traspiés de la madre tierra. Un clima que se vuelve huraño, agrío, insostenible, desequilibrado, traicionero para aquellos al encuentro de la esperanza. Una ola que acecha desquicia una embarcación y todos somos ahogados en las profundidades malignas de una marea turbia, agresiva, arrebatadora de vidas. Una tierra baldía donde se acumula gentes de todas las edades y el ataque de un frío mortal desquiciando el estancamiento en medio de la nada. Algunos llegarán, como yo, como el niño, como otros. Muchos perecerán donde serán engullidos en el anonimato, en lo desconocido, en el tenebrismo de sus tumbas. Cuando me encuentro con ello y me miro todo mi alrededor me doy cuenta de lo agraciada que soy. Soy eco de un grito que ahora calla. Soy cumbre de pájaros que en sus garras lleva la libertad. Pero, hay algo indeciso, algo que hace tambalearse mis pilares cuando salgo y no alego mis palabras, mis palabras muertas a otras gentes. Gentes ignorantes de mi verdad, de la verdad de aquellas vidas que se han perdido. No, no tengo amigos, solo cabalga una ausencia en su lástima por mí y ello es penoso, es un laberinto que cruzan eclipsado por el más doloroso de la dejadez. Te dan la mano y esa mano se vuelve compasiva. No, no necesito que sientan compasión por mí, por aquellos que han derivado en una lucha sin fin. Y el invierno viene. Y los muertos serán atmósfera que impregnará esos campos, esas mareas. Parece que ya comienza a amanecer. Me he pasado toda la noche divagando como tantas otras, cuando el niño duerme. Me hallo deshidratada, moribunda de la humillación a esa masa perdida en las inmediaciones de los precipicios y lloro. Un llanto que se vuelve repetitivo, fatigoso en el transcurrir de las madrugadas. Estamos en enero y hace frío bajo este techo. Este techo de un planeta cansado, ojeroso respondiendo a su estado con agresiva crudeza. Voy al encuentro del niño, lo despertaré y de nuevo para el colegio. Así, de sencillo se irá acostumbrado a esta sociedad y se integrará como uno más aunque calle...CONTINUARÁ

jueves, diciembre 15, 2022

EL CAMINO INVERTIDO(NARRATIVA) 8

 

8

El reloj mueve sus manecillas con la lentitud de la madrugada, la extiendo, la alargo al derredor de mis sentidos. Me asomo a la ventana y el perro canelo con el anciano sigue paseando, a estas horas. Miro el firmamento, la luna arrugada, la luna temblorosa se ha ido. Su vestido de un negro azul marino son luces que me encuentra con ella. En este instante donde todo se hace casi eterno escucho su voz, su tono, su timbre, la silueta de ella perdida en el universo. Veo su rostro con la insistencia de las constelaciones, me observa, me vigila y en mi crece un nuevo jardín de verticalidad. Mi peso se vuelve liviano y soy brisa que caricia su estado. Viene a mí, con algún reproche. La entiendo y converso con la reconditez de estas calles donde un anciano y su perro canelo pasean como si fuera un día más. Cierro la ventana y la abandono esas estrellas desfilando por el cosmos, me consumo en un pensamiento infinito y hallo la dejadez de mi camino.

Y es que lo he pasado tan mal en el sustrato de mi existencia que mi derecho de amar a quedado rezagado, ha quedado des memorizado, ha sido censura en mi quietud en este país. Solo me entrego a ese niño, sostén que me alimenta cada amanecer, cada anochecer, cada invierno, cada verano, cualquier tiempo que paso en este mundo. Un mundo suicida, pienso. No sé como la ventana se abre, voy a cerrarla, pero es imposible. No hay viento. Fijo la lucidez de mis años en el cielo, ese oscuro cielo salteado de misterio, de enigmas sin resolver. Veo el rostro de ella, un llanto llega a mí, una queja que se me hace insoportable. Los terribles hechos de la humanidad quedan estancados en un embalse donde todo luce en el amplio recorrido de los tiempos. Me sobresalto al descubrir mi infancia, mi adolescencia, mis años incrustados en una tierra grata pero yerma en corazones. Me veo aislada, ausente a todo lo que se mece en discurrir de las jornadas. Apartada de toda sonrisa como cualquier joven. Solo me queda la guerra inacabada, el grito estremecedor de la despedida, el silencio de ojos cuando el terror nos alcanza. Y todo duele. Y todo se queda. Y todo conspira para que seas proyección del abismo. Logro cerrar la ventana, me acurruco con el niño e intento echar una cabezada. Los ojos de mi madre se posan en mi pecho produciendo que mi pulso sea tenue, se apacigua en el transcurso de un reloj que hace tic-tac….CONTINUARÁ

lunes, diciembre 12, 2022

EL CAMINO INVERTIDO (NARRATIVA) 7

7

La urbe calla en este nocturno de luna turbia. Una mezcla de calor y frío se cruzan hasta detonar en la incertidumbre de esta oscuridad. Voy sola. El niño duerme. Con mi cabeza contando cada farola apagada. Me retiro a mi reconditez y soy ave nocturno en busca de la nada o del todo, según se mire. Me hallo en un estado de esplendor donde mi mano no busca ser tibieza de otra mano quebrada, donde mis labios no buscan besos rotos, donde mi corazón, aislado, insonorizado, vuela al alcance de su mañana, solo. No me explico el porqué, pero ahora soy desgana del amor, de esa clase de amor donde los cuerpos al unísono buscan un horizonte donde complacer sus miradas. Ahora, callo, no designo mis pasos en la búsqueda, en el florecer de una caricia. Me siento llena, así, con mis alas estropeada en la pesadez de los años.  Una ruptura que desconocen aquellos que me marchitaron, que dejaron un terreno baldío fluyendo en mi sangre. Debo volver a casa, supongo que el niño está bien pero, si despierta…si despierta y una neblina espesa le apuñala me sentiré caer. Volver a caer…’¡No¡…apresuro mi marcha en esta ciudad callada, amiga de mis pensamientos. Se llega a una edad en que todo es claridad, sabes donde debes ir aunque todavía cometas pequeños errores. Sabes lo que quieres aun cuando sea imposible. Sabes comportarte, aunque para unos u otros este mal, este bien. Pero te da igual. La indiferencia hacia el todo, hacia la nada es contundente y no te pueden dañar. Algunos deseos quedados en el camino y un despertar que no llegó. Simulamos alegría cuando hay agrios pesos sobre tus hombros, cuando tus piernas se columpian al son de pozos desconocidos. Y seguimos. Y sigo, ahora, en este diminuto instante donde la luna turbia me concede descanso. Abro cuidadosamente la puerta, el niño duerme. Fijo mis ojos en su letargo y un cierto orgullo se apodera de mí. Todo pasa. Todo pasará aunque nuestras espaldas estén hiladas de cicatrices. Mañana…no, no hoy, ya es madrugada lo llevaré al colegio. Oportunidad tras oportunidad hasta que la costumbre sea pieza de sus sensaciones. Todo pasa, todo pasará y lo veré si me lo permite la vida creer en el acierto de sus acciones. Por ahora lo dejaré en la libertad de sus sentimientos, de sus recuerdos y poco a poco seré batalla consumada en lo alto que puede escalar. Alcanzar la cumbre de nuestro yo, con un pequeña mochila donde lo sucio, la herida nos aconseje de que camino seguir...CONTINUARÁ


domingo, diciembre 11, 2022

EL CAMINO INVERTIDO (NARRATIVA)6

 

6

Estoy frente el espejo, este espejo que parece despertar en  esta habitación donde habito con mi hijo. Veo hogueras en toda su dimensión. Veo un perro canelo. Veo un anciano. Veo mujeres danzando a son del llanto, la angustia de estar perdidas, solas. No entiendo al principio pero algo ronroneo mis sentidos. Madre, eres tu, así ha sido tu adiós de esta atmósfera. Un anciano. Un perro canelo merodeando. Mujeres con la pena de los años, de los siglos y todo igual. Desapareces de este mundo y en una fuerte y energética explosión eres hija de otros lugares, ausentes en mí. La noche tiembla, la luna hace hueco a las soledades, a los corazones callados yo, uno de ellos. Sé que jamás volveré a mi cuna, a ese país echo añicos, echo miseria, echo lodazales donde la muerte danza. Te presiento y te llamo. No para que me auxilies sino para que acompañes mi memoria en estos instantes donde la noche tiembla y la luna hace hueco a la soledad. Oigo un ladrido y por un momento me pierdo en la ventana, un perro canelo pasea con su dueño, un anciano. Por su andar deduzco que es un extraño, como yo, en esta tierra. A ti te busco entre las estrellas, en esa luna que hace hueco a mi soledad. No te hallo. Te busco y no te encuentro por instantes me desmoralizo y mis ojos vuelven a ese niño. Ese niño traumatizado por los azotes a su procedencia. Me apetece ahora que duerme, dar una vuelta. Salgo silenciosa, cautelosa de no despertarlo. Me enfrento a una calle que en pleno invierno se aísla de las pisadas. En esta noche de luna temblorosa me hago la idea de que me acompañas. Cierro la mano e imagino que vas conmigo. Un sudor frío se aposenta en mi cuello. Un sudor frío discurre por mi cuerpo. Un sudor frío me hace detenerme. Y observo mujeres danzando alrededor de una hoguera, tus cenizas. No más. Pero te siento tan próxima a mi que solo percibo tu aliento, tu olor, tus ojos. Percibo que ahora descansas, estabas sola, viviendo en la pobreza, en subterráneas cuevas del desdén de una sociedad donde una mujer no vale nada. No se dan cuenta, somos humanas, somos la base escalofriante de lo que nace, de lo que brota y luego se pudre, decae tras un telón de confusas ideas, de enervadas ideas. No dejarnos llevar. Ser una misma, ello me cultivaste y ahora soy ese caldo donde todo bulle, donde todo lucha...continuará

jueves, diciembre 08, 2022

EL CAMINO INVERTIDO(NARRATIVA) 5

 

5

De la mano. Sí, de la mano, con mi hijo. Nos vamos del parque. Aprete su fragilidad, su menuda mano, pero fuerte, con la calidez de los años que vienen. Le doy toda mi energía, toda esa energía para que la valentía y la dignidad pisen sobre él. Presiento que algo nos protege, que algo nos ha protegido a lo largo de estos años. Y me ciño a ello. Caigo en la creencia de que algo vuela en nuestra atmósfera, en nuestra alma. Y no es ramificación de alguna religión, de algún dios. Caminamos contra corriente en este país de oportunidades falsas, en esta ciudad donde el tacto se vuelve terco, áspero…a veces…Otras no, se dibuja una gloriosa armonía entre los que conviven y ello me lleva a seguir adelante, a impulsar toda mi existencia en esta nuevo techo. Llegamos a casa, dejo a mi hijo acostado, reposando sus cavilaciones a través del tiempo que ha vivido. El se siente seguro conmigo, una seguridad que tal vez se desquite en el paso de los años. Me miro al espejo de esa habitación que compartimos. Las canas son bosquejo de cada angustia, de cada sufrimiento en el pasado, en el hoy…Sí, en el hoy, me molesta y me desanima que el se ausente cuando yo no estoy. Mis ojos miran mis ojos. Una lagrima retoza por mi faz y entiendo el cansancio. Suplico a mi madre que donde quiera que este me de ganas, ganas de continuar esta travesía de chinchetas atravesando mi pecho. Hay que luchar, crecer, creer en uno misma y ser participe de las vivencias que te rajan la respiración para después emerger como alada ave en los pies de lo hermoso, lo bueno que es la vida.  Se que hay gente de remotos aires que no comprenden, que son inquisitivas con lo que discurre ante sus manos. Se que hay gente de remolonas en la tibieza de gentes de otros lugares de este mundo. Se que hay gente que en lo extraño, en lo no conocido son odio, son encabezadas por una guerra sin fin. Se ha quedado dormido. No lo despertaré. No hay prisa. Mis ojos miran mis ojos. Una compresión acaricia mi corazón, un vago olor de mi madre me llega y me llena. Se que está conmigo. Sé que ella sabe cada pasada que firmo. Su rostro se pinta tras de mí. No te olvido madre mía, nada más y no tengo ganas de olvidarte. Ahora que te siento pienso que frío invierno azota en las miradas de los que me ven como algo ajeno, algo distanciado a su cultura. No te olvido madre mía. El niño duerme...CONTINUARÁ

lunes, diciembre 05, 2022

EL CAMINO INVERTIDO(NARRATIVA)4

 

4

Su hijo es impertinente, me dice la maestra ¿Mi hijo impertinente? No entiendo, busca la manera de que ella me explique y alterada me contesta bruscamente no quiere hablar, se arrima a una esquina del aula, se da la espalda y tapa sus ojos. Su hijo es un impertinente. Un aire de sorpresa amarga cae sobre mis hombros, pesados. Me cuesta decir algo…no sé …no me esperaba esa reacción de el en el transcurso de los años. Esa manera de comportarse que es un alejamiento a lo que se llama normal y me dice solo, eso, su hijo es un impertinente. Mi hijo no es lo que usted dice, le digo, sin querer descifrar su pasado. Mi hijo no es impertinente le repite. Ella esboza una emboscada enervando sus ojos a tiras de ira, de un odio en cada movimiento de sus extremidades. El racimo existe, existen niños donde el maltrato de sus años desembarca a una ausencia que tilda de desgana. Su mente es una soga que lo ahoga, que le hace recorrer de extremo a extremo todo su sufrimiento. Mi hijo no es impertinente solo, tiene miedo.  Sus ojos se vuelven coaccionados por los prejuicios. Y se nota…si se nota que le molesta mi hijo, que le desagrada su presencia en un mundo donde todo es derroche y falsas alegrías. Mi hijo no es impertinente, por un momento me encauzo a desviar mi mirada de ella y adentrarme en la clase donde los demás niños son revuelo ante la no presencia de la maestra. Su hijo es impertinente. No me diga, exploto y pienso en mi madre, en mi hijo, en mi vida, en este extaCiante sudor para poder llegar hasta aquí…aquí donde el combate por lo que escucho no ha terminado. Y yo caigo, parece que tropezado. Lo esperaba, pero no contra mi hijo…su hijo es impertinente. Mi hijo me mira y con sus ojitos me dice que le de la mano, que caminos juntos …como aquella jornada abrieron la frontera. Me compongo y le doy mi mano, mi mano protectora. Su suavidad estrangula la grosería de la maestra. No tengo más gana de discutir con ella y callo. Le digo, comprendo…mi hijo es impertinente y me marcho, me lo llevo a casa pasando antes por el parque, ese parque donde a el gusta abrazar el árbol mirando hacía arriba. No, mi hijo no es impertinente crédulas circunstancia lo han derivado a esa ausencia. Ella no le ayuda, lo perjudica con esas palabras, con ese tono desmedido. Mi hijo es bueno. Suplico a mi madre, mi madre arrancada de este mundo para que me de fuerzas y continuar, por él...CONTINUARÁ

domingo, diciembre 04, 2022

EL CAMINO INVERTIDO(NARRATIVA)3

 

3

Todos los crepúsculos donde el sol ameniza los despertares son de agradecer. Será por esa secuencia que quiebra las almas cuando son hijos del desahucio en terrenos baldíos donde el invierno es atroz, terrorífico. No hay palabras para describir la monstruosidad de los que albergan en la duda, en la nada de sus vidas. Dejo a mi hijo en el colegio, madres, padres de variopintos lugares se reúnen en la despedida, una despedida por horas. Lo abandono donde el revuelo del aprendizaje con una coherente educación lo estructura en el mañana ¿Y qué será de ese mañana? Espero que no sea travesía del vacío, de pozos hirvientes en minas que lo desluce en la sensación de vivir. Yo he aguantado, he resistido…pero el, qué será…que será. Con una cierta queja diminuta lo abandono y voy hacia el trabajo. Mientras, pienso, me hubiera gustado que mi madre lo hubiera conocido. Así, ahora, en este preciso momento donde todo parece calmo, armonioso. Me estanco en una floristería antes de llegar al trabajo. Veo esas flores cortadas que fenecerán en el transcurso de las horas. Flores nuevas en la lluvia de la rotura con la madre tierra. Sin embargo, un sol ameniza mi tránsito por estas calles. Huelo una, se ha perdido su aroma en la ofuscación de sus días. Sin embargo, un sol ameniza y llego al trabajo. Ficho con la rutina diaria. Mis saludos se enfrascan vital, con una mueca de gracia a quien da los buenos días. Con los pasos medidos, con la cabeza en alta y mis hombros elevados en el entusiasmo comienzo la jornada. El trabajo me consume en el olvido, un olvido que desmenuza cada rincón de mis pensamientos. Miro a los pacientes como parte de uno. Todo son iguales, pero con la estela de sus miradas distantes en un aguacero de penumbras. Las penumbras de lo insano, del malestar. Sin embargo, callan, asumen su estado. Una costumbre que los asocia este centro, a cualquier centro de internamiento. El minutero pasa con celeridad, con el ánimo de la salida al mediodía y me inquieto por mi hijo. Seguro que bien, estará bien sino me habrían llamado. Cuando mis piernas palpan la calle miro al sol, miro ese horizonte vertiginoso donde mis pisadas me llevan inquietas hasta el colegio. Me es grato el trabajo, aunque sea triste lo que respire por esas horas. Desconecto y enciendo la ventana de otras brisas, de otras corrientes agazapadas en el ánimo. Y es agradecer estar aquí, donde los dioses se colman de un adiós...CONTINUARÁ

viernes, diciembre 02, 2022

EL CAMINO INVERTIDO (NARRATIVA) 2

 

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Aquí. Ahora. Estática. Estático. Un parque de esta urbe que conduce desaforada por las vertientes de la polución. Un árbol. Un árbol lucido. Un árbol frondoso en el rincón que le dejan el piso reventado. Un árbol arraigado a sus raíces colgando en esta atmósfera. Un árbol de hojas verdes que se van volviendo otoñales. Un árbol retorcido donde alguien ha escrito su nombre. Un nombre entre tantos. Mi hijo lo abraza, corretea en su derredor. Para terminar abrazado con sus ojos puestos en su copa. Me conquista por momentos. Me levanto de donde estoy sentada y voy hacia él. También lo abrazo, logro que mis yemas de los dedos toquen las suyas y sonríe. Una grata inocencia se descubre en su boca, en su rostro. Sus manos pequeñas. Sus manos frágiles. Somos frágiles. No lo condicionan los otros niños con sus juegos. Solo me llama a mí. Soy su madre. Sí, su madre. La madre que hará que su porvenir sea lo más digno posible. No busco la riqueza sino el bienestar de la supervivencia. Y soy su madre. Una lágrima cae por mis mejillas. El se queda ausente, pensativo. Es alegría, le digo. Y de nuevo su cara se encienden con los rayos de la caída de la tarde y la llegada de una luna menguante.  Una explosión, un halo de energía que se desprende del cielo y la noche llega. Medito algo ha sobrepasado la velocidad del sonido. Una bulla que nos deja perplejos, desorientados. Las primeras estrellas se acercan , se aproximan a nuestra visión del universo inalcanzable, misterioso. No me gustaría saber de aquel ruido fuera algún combate perdido en las dimensiones de la existencia, de una humanidad que muere…lentamente muere. Intentamos contar las estrellas que han nacido en esta noche sin nubarrones. El se equivoca y de nuevo comienza a contar, de reojo observar como yo también las cuento por si huera un fallo. Ya es hora de retornar bajo nuestro techo ¡Uhm, que bien suena¡ ¡Qué belleza¡ Esplendoroso hogar que nos coge en la calidez de este tiempo frío. De esos tiempos como náufragos en un campo de refugiados casi ni podíamos conversar con nuestros sueños ¡Nuestros sueños¡ Un despertar donde todo se pule a medida que crecemos, que maduramos. Algunos lograremos otros, sin embargo, se quedarán en nuestra memoria del camino por llegar a ellos ¡Ah , las luces de esta ciudad¡ En la noche pareciera que nos cuida, que una cierta vida nos hace crecer. Es segura y nos sentimos seguros, el de mi mano…

 CONTINUARÁ