Sigues sus pasos. No sé por qué ese aliento fétido te hace
alumbrar alguna ilusión. Quédate aquí. Tras los espejos donde el arco iris se
refleja. Te empeñas en ir con él. No sé que tiene. Solo es semejanza de hoces
ante tu presencia, solo es herida cuando cruzas a su acera y te ve. Sí te ve y
te observa como animal enjaulado en sus garras.
Déjalo ya…Es tiempo de ser vertiente de otros aires, de otros aromas más
afables, más benevolentes. Su caverna es mecida por la mordaza de tus movimientos,
es agarrada por la palabra que deseas decir. Libre, libre…no hay perdón.
Deberías entenderlo después de tantas estaciones. Y si te vas, te propongo, olvidar cada
disculpa retorcida de voz hipócrita. Si, su voz…te convence en su persuasión.
No, amiga. Volverá, te atará y cada respirar de tus sentidos será rajado por su
mano. Vuela….vuela a los paraísos donde la inquietud de pájaros de colores no
te rozará para el exterminio de tu conciencia. No puedes seguir así. Sí, en esa
cueva donde la oscuridad vela tu mirada
a la deriva, donde el frío columpia tu cuerpo ajado, donde tus manos…Ay
tus manos. ¿Dónde están? Carcomidas por la llamada de las cenizas que el deja
tras de ti. Mira el más allá, ese horizonte donde las ruedas de la vida giran y
giran en torno a las hogueras de soles venideros. Da la bienvenida a un
crepúsculo de libertad, de hábitos enderezados a tu ser, a tus pasos. Un nuevo
nacimiento donde tú serás tú.
Este blog esta bajo los derecho de autor para cualquier información laguna198@hotmail.com Lo escrito son ideas primigenias que después se han corregir y alterar.
miércoles, diciembre 30, 2015
viernes, diciembre 25, 2015
Quizás...
Cuando dices que a lo mejor mis sensaciones se molestan.
Nada precisa son sus palabras, siempre volando a través de espejos imaginarios.
Por qué no un si, por qué un no. Solo el tiempo dirá la verdadera palabra. Aún
así te observo real. No sé por qué dudar. Solo que vienes y vas con un tal vez,
quizás mañana. Un mañana donde la incertidumbre derrumba el apego bajo este
techo. No…no vale. Solo lo cierto, no ese apogeo en columpios a la deriva de la
certeza. Por qué no me miras. Solo vacilas en tus comentarios. Temes hacerme
daño. Pero no es así. No es lo que por tu mente discurre. Palabras concretas
para el rumiar de los días.
A lo mejor, le dicho. Ella me mira y mira como si fuera una
ofensa. En sus ojos inyectados de discreción aparecen agudas penas que la
comprimen como si yo hubiera cometido un error. Tal vez sí. Tal vez no. No sé qué contestar, como salvarla de sus
dudas. Ahí está, no deja de recorrer con sus ojos oscuros mi presencia. Presencia maldita, a veces me digo. Estoy
harto de sus preguntas. Siempre tengo que expresar mi opinión. Y de que vale,
cada uno ha de ser ruta de sonámbulas confianzas en sí mismo. Me mira…me mira y
yo me escondo tras esta ventana. La calima regresa con un viendo mordiente.
Tanto…que mis labios se agrietan y no le apetecen hablar. Intento que se edifique por ella misma. Pero
no…no, siempre viene a mí.
Huye con sus ojos inconclusos. No hay respuesta. Necesito
hablarle y él se evade por los campos del silencio. Fijo en esa ventana
cerrada. Parece como si le molestase. Tantas lunas bajo el callar. Será por mi bien, digo. Algo tengo que decir.
No soporto el mutismo entre estas paredes.
Me derrumbo, caigo en las ciénagas asquerosas de la inquietud.
Contéstame, intento reforzar mis pensamientos. Pero nada. Una nada que me
disuelve en mis propios pasos. Sola. Sí, estoy sola. No se da cuenta. Será
mejor dejarlo.
Enojada. Se ha liado con un enjambre de falsedades. Piensa
que no la quiero, que estoy aburrido de ella, del por ello mi callar. No es
así, hay que valerse por sí mismo. Qué pasaría si yo no estuviese…qué pasaría…qué
pasaría. Sí, tu sola, me digo. Espero
que los mensajes del silencio te lleguen. Decide. Sé determinante en tus actos.
Espero que hoy salga por esa puerta sin decir algo y que vuelva cómoda, feliz
con su ser. No necesito que converse conmigo sobre todos sus movimientos, sus
actos. Confío en ti. Eres libre.
luna del alba...
Luna del alba.
Viento calmo
En las entrañas de una lágrima.
Estatuas de hiel.
El lamento de tierras
Abandonadas, deshabitadas, desterradas
Al son devastador de una sangre derramada.
Aunamos el espíritu de la paz,
De verticales cantos a la esperanza,
De fuentes labradoras de la cordialidad
Conforme elevamos nuestros sentidos
Cúspide del equilibrio.
jueves, diciembre 24, 2015
Tú y yo...
Tú y yo. Tú con el horizonte como fronteras de las bellas
sonatas de la aurora. Yo con alba bien distinto, consumiendo las jornadas con
la influencia de los astros idos. Nos trasladamos bajo las sombras de un árbol
retorcido por el viento voraz. Una lluvia que no viene. Somos hijas del sol, de
esa oleada de tierras que invade nuestras huellas. Nos alejamos y volvemos a
encontrarnos con los pinchos tersos del destino. Un violín a lo lejos suena, un
violín de notas rotas por la intemperie de sus labios. Tú y yo. Yo y tú ,
acantilados mezclados con la sentencia de un adiós, de un encuentro. Desde el
filo observo el romper de esa masa de agua. Olas que vienen, que van…así como
tú. No vuelvas. De alguna manera habrá que encarcelar cada imagen tuya que
viene a mi memoria. Ya no vale los besos del aire. Solo la esencia presente de
tu ser. Te dejo….tú y yo. Yo y tú. Si,
abandonarte por unas horas, por un tiempo. Tal vez, lo más probable, es que regreses como ave de impulsiva de mis
movimientos a través de calles vacías.
Pero no te preocupes luego albergaré un abrazo al abandono de tu
fijación en mi entereza. Tú yo …yo y tú…
sábado, diciembre 19, 2015
Ambular...
Ambular bajo la incesable melodía de pardelas azules. La tarde.
Espacio abierto donde el resonar de una bóveda celeste invoca al deleite de un
andar en calma. Sueños despiertos
edificando un mundo maravilloso, sin el ruido rajante de su avance. Dame la mano…sí,
con el cariño que un árbol avejentado hace sombra a nuestros ojos. Sigamos con
rumbo a un horizonte donde las almas ascienden roques cuyo sonido son las
palabras de la brisa. Te he dicho que me
enamoro con la belleza de la naturaleza. Ay ….ese susurrar del oleaje meciendo
las sensaciones constructoras de la paz. Ay…ese boscaje de nubes que aparecen,
que desaparecen con una lluvia que no decide estampar su mirada a estas
tierras. Ay…esas cumbres donde nos liamos hasta su cima para gritar cada
emoción que nos atañe. Dame la mano…sí, con el empuje de un día más bajo techos
sedosos de un arco iris.
viernes, diciembre 18, 2015
Tempestades..
Tempestades.
Cuerpos ausentes.
Vago despertar de la danza
De unas manos que giran y giran
Bajo arboledas insomnes.
miércoles, diciembre 16, 2015
Parece...
Parece que nos encontramos otra vez. Sí, ahora cuando el
viento insufla los cuerpos hacia delante, hacia atrás. No sé el por qué de este
encuentro. Quizás sea un fallo del destino. Los quebrantos del ayer todavía
permanecen estancados en nuestros caminos. Sí, será mejor alejarnos. Fronteras
inaccesibles donde el no prevalece, el nunca más. Todo fue tormento. Todo fue
desidia. Todo fue desfallecimiento. El cansancio impera en nuestros sentidos y
no sé el por qué de este encuentro…algún engañosa rueda de la vida nos ha hecho
hallarnos otra vez. Yo no te he llamado. Tú no me has llamado. Será ese
continuo ronroneo que aprieta el pensamiento. Y ahora que hacemos. No sé, tú verás. Todo está acabado, de espaldas envueltas en el
placer de otro rumbo, otra ruta donde las tumbas del pasado son distancia que
no hemos de regresar. Qué fuerza tiene este viento hoy. Penetra en mi peso y me
hace reacia al encuentro. Márchate ya, creo que es lo mejor. Olvidemos esta
jornada bajo pozos oscuros de la memoria. Sí, la memoria. Esa que con tu
tempestad y caricias falsas te devuelve.
lunes, diciembre 14, 2015
Despertares.
Despertares.
El ritmo de los astros.
Caras ocultas tras los muros.
Tu beso.
El fuego del apogeo
En las ramas de tus ojos.
Resbaladizo tiempo
Ignorante del fulgor
De las almas animadas por el amor.
Sí, aquí estás
Envuelta en velos cristalinos,
Con el crujir de acantilados
Sobrevolando el mar.
Despertares.
Incesante tic-tac.
La rotura del callar.
Tu caricia.
Tersa balada
Fundando la rutina
En los manantiales del querer.
Sí, aquí estás
Tras la luz de la sonrisa
Hechizando el retorno de mis manos
Sobre la lasitud de tu cuello.
sábado, diciembre 12, 2015
Entra, sales...
Entras, sales.
Respiras, bailas.
Simplemente la vida.
Absorbes acantilados azules
Y aves doradas van a tu encuentro.
Danza, danza…
Con el recogimiento del nocturno,
Con los soles de la alegría.
viernes, diciembre 11, 2015
A lo mejor...
X: Que haces querida.
Y: Navegando bajo las inclemencias de la tempestad.
X: Por qué. Hoy parece una jornada plácida.
Y: Crees tú. Me arrimo a los destrozos de la humanidad. Me
arrimo a la lucha por la vida. Me arrimo a ese sol que menciona la mediocridad
de los seres. Me arrimo al hambre, a las guerras desconocidas, a las
injusticias enhebradas por cada huella que dejamos atrás. Me arrimo a esos
prejuicios que amputan a los ojos, a la razón.
X: Te comprendo. Sí, esta tierra parece una cacería de almas
desesperadas por el poder. Pero no te amargues. No cambiaremos. Todo es utópico
para la buena ventura de este globo. Nosotros minúsculas motas de polvo en
medio del gran Dios, el universo.
Y: Gracias amigo mío. A veces pienso en la muerte. Sí, esa
muerte metamorfosis de la belleza. Una muerte digna donde el resoplar de la paz
se arco de colores venidero. Sufro. Un sufrimiento que me aspira, me desinfla
en el continuar de mi camino. No, no más sangre. No, no más inocentes criaturas
esparcidas por los océanos. No, no más trincheras perforando el vientre del que
desea la armonía. Muerte ven. Ven con tu hocico de navajas, con tu solemne
ritual para el renacer en un mundo mejor.
X: No querida. Ven
conmigo. Seamos túnel que atraviesa este tormento. Dame la mano. Revivamos
nuestros instantes felices. Por un momento olvidemos la crueldad que está
elaborando en esta esfera. No a la muerte. Si al renacimiento de boscajes donde
se guarece la calma. Olvida. Censura cada cárcel que nos ahoga. Andemos juntos.
Creo que no hay nada que hacer. Hoy el astro rey luce su mejor traje. Una
bóveda celeste en su amplitud nos ampara. Corre una brisa estimulante, llena de serenidad.
Embarquémonos en los túneles nutrientes de luz.
Y: Si amigo mío. En vertical sobre fosas alejadas de nuestra
vida. Continuemos. A lo mejor…
lunes, diciembre 07, 2015
Reflejos...
El reflejo de una mirada a través de espejos rotos.
El ronroneo insatisfecho de un oleaje que no termina.
El arder de boscajes intocables a través del tiempo.
Todo se va envuelto en un grito austero de lágrimas
Sobrevolando las malditas manos aberrantes
Detractoras de la vida maravillosa de una naturaleza
Explosionando en la
cima de esqueletos.
Dolor.
Llantos.
Angustia.
Somos reflejo de esta tierra que se pierde.
Somos ronroneo de la metralla que induce la despedida.
Somos arder de cada pétalo de la alegría.
No sabemos qué hacer en la pausa del tormento
Nacen y nacen flores enraizadas a la melancolía,
Corales balancean su blancura de muerte.
Y miramos y miramos como todo se desvanece
En el sorbo de la dejadez , de la fatiga.
sábado, diciembre 05, 2015
Y volaste...
Y volaste, arribaste bajo la influencia de cuerpos desnudos
en la tempestad. Estatuas movibles te desean y amparan el placer de tus
plateadas alas. Los nubarrones se han ido. Vertical sueñas con tus esperanzas
de ser valiente mano que danza con los sonidos del viento. Así me gusta. Te
sientes bien. Cierras tus ojos. Párpados que derraman la sabiduría de la
sonrisa más allá de los eclipses de las flores en el nocturno. Y volaste…sí con
el ardor que fragua bajo las cataratas de tus sentidos. Un arco iris se tiende
a tus huellas dejadas. Un arco iris que anuncia la invasión sobre las cumbres
de tu yo. Danza…danza. Rie…rie…ecos de luna te darán de beber para la ascensión
de tu ser en los deseos.
martes, diciembre 01, 2015
Manos...
El otoño ha llegado. Pasos se escuchan a través de las
calles. La soledad impera en sus seres. Criaturas deformes en sus espíritus danzan consigo
mismas. Un cielo de sábanas grises impera en cada esquina. Ahí se encuentran.
Ya estamos llegando. Todos tus sufrimientos acabarán. Ya sé
que está pendiente es espesa pero con el grito de la alegría alcanzaremos la
cima. Venga. Animo. Un poco más y ya estaremos en la cumbre donde las aves
alzan sus vuelos.
No. No puedo más. Hay algo en mí que me encierra entre rejas
de púas. Parece que agonizo. No sé. Se me hace pesado. Tan pesado que el
cansancio cuelga de mis espaldas. Para
que volar. Yo no quiero. Solo aquí. Sentada en una roca mirar lo que mis ojos alumbre.
No te puedes detener ahora. Sería el fin. El fin de tus
jornadas rondadas por ese astro rey que indica que hay esperanza. Levántate
mujer. Mujer de añicos. Mujer de borrascas que se confunden con la ofuscación
de las fuerzas. Levántate mujer. Aquí te espero. Mira, mira….ya la cima está
ahí. Pediremos nuestros deseos cuando la noche encienda sus estrellas fugaces.
Qué dices. Qué hablas. La armonía comienza ahí arriba. Sí,
en esa cima que debemos alcanzar. No te dejaré. Vamos. Enderézate. Se vertical
sueño de tus anhelos. Ya verás. No cierres los ojos. Te llevas la mano a tu
pecho y sientes los latidos apagados de tu corazón, de tu alma. Un esfuerzo
más. Ubicas tus ganas en esa vertiente que detesto de la desgana. No. No… Dame
tu mano llegaremos juntos.
Juntos. Para qué. Todo será igual detrás del espejo de esa
cima, pienso yo. Me impulsas a elevarme de mi estática raíces y lanzarme bajo
el influjo de tu mirada. Lo intentaré. Sí. Sí…dame tu mano para llegar juntos.
Y se dan la mano. Manos que corretean con la hojarasca.
Manos que juegan a contar los astros. Manos que se saludan con el rito de la
paz. Manos columpiadas por el manar de un arco de colores que los lleva lejos,
muy lejos…fuera del alcance de alambradas de sangre, de vientres abultados
recolectando moscas, de la sed de nuestra esencia, de una naturaleza
descarrilada, de minas con sabor a rajadas vidas. El otoño ha llegado. Dos manos son las
huellas que se quedan atrás. Caminan por el infinito de las ilusiones.
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