miércoles, diciembre 30, 2015

Pasos...

Sigues sus pasos. No sé por qué ese aliento fétido te hace alumbrar alguna ilusión. Quédate aquí. Tras los espejos donde el arco iris se refleja. Te empeñas en ir con él. No sé que tiene. Solo es semejanza de hoces ante tu presencia, solo es herida cuando cruzas a su acera y te ve. Sí te ve y te observa como animal enjaulado en sus garras.  Déjalo ya…Es tiempo de ser vertiente de otros aires, de otros aromas más afables, más benevolentes. Su caverna es mecida por la mordaza de tus movimientos, es agarrada por la palabra que deseas decir. Libre, libre…no hay perdón. Deberías entenderlo después de tantas estaciones.  Y si te vas, te propongo, olvidar cada disculpa retorcida de voz hipócrita. Si, su voz…te convence en su persuasión. No, amiga. Volverá, te atará y cada respirar de tus sentidos será rajado por su mano. Vuela….vuela a los paraísos donde la inquietud de pájaros de colores no te rozará para el exterminio de tu conciencia. No puedes seguir así. Sí, en esa cueva donde la oscuridad vela tu mirada  a la deriva, donde el frío columpia tu cuerpo ajado, donde tus manos…Ay tus manos. ¿Dónde están? Carcomidas por la llamada de las cenizas que el deja tras de ti. Mira el más allá, ese horizonte donde las ruedas de la vida giran y giran en torno a las hogueras de soles venideros. Da la bienvenida a un crepúsculo de libertad, de hábitos enderezados a tu ser, a tus pasos. Un nuevo nacimiento donde tú serás tú.

viernes, diciembre 25, 2015

Quizás...

Cuando dices que a lo mejor mis sensaciones se molestan. Nada precisa son sus palabras, siempre volando a través de espejos imaginarios. Por qué no un si, por qué un no. Solo el tiempo dirá la verdadera palabra. Aún así te observo real. No sé por qué dudar. Solo que vienes y vas con un tal vez, quizás mañana. Un mañana donde la incertidumbre derrumba el apego bajo este techo. No…no vale. Solo lo cierto, no ese apogeo en columpios a la deriva de la certeza. Por qué no me miras. Solo vacilas en tus comentarios. Temes hacerme daño. Pero no es así. No es lo que por tu mente discurre. Palabras concretas para el rumiar de los días.
A lo mejor, le dicho. Ella me mira y mira como si fuera una ofensa. En sus ojos inyectados de discreción aparecen agudas penas que la comprimen como si yo hubiera cometido un error. Tal vez sí. Tal vez no.  No sé qué contestar, como salvarla de sus dudas. Ahí está, no deja de recorrer con sus ojos oscuros mi presencia.  Presencia maldita, a veces me digo. Estoy harto de sus preguntas. Siempre tengo que expresar mi opinión. Y de que vale, cada uno ha de ser ruta de sonámbulas confianzas en sí mismo. Me mira…me mira y yo me escondo tras esta ventana. La calima regresa con un viendo mordiente. Tanto…que mis labios se agrietan y no le apetecen hablar.  Intento que se edifique por ella misma. Pero no…no, siempre viene a mí.
Huye con sus ojos inconclusos. No hay respuesta. Necesito hablarle y él se evade por los campos del silencio. Fijo en esa ventana cerrada. Parece como si le molestase. Tantas lunas bajo el callar.  Será por mi bien, digo. Algo tengo que decir. No soporto el mutismo entre estas paredes.  Me derrumbo, caigo en las ciénagas asquerosas de la inquietud. Contéstame, intento reforzar mis pensamientos. Pero nada. Una nada que me disuelve en mis propios pasos. Sola. Sí, estoy sola. No se da cuenta. Será mejor dejarlo.

Enojada. Se ha liado con un enjambre de falsedades. Piensa que no la quiero, que estoy aburrido de ella, del por ello mi callar. No es así, hay que valerse por sí mismo. Qué pasaría si yo no estuviese…qué pasaría…qué pasaría.  Sí, tu sola, me digo. Espero que los mensajes del silencio te lleguen. Decide. Sé determinante en tus actos. Espero que hoy salga por esa puerta sin decir algo y que vuelva cómoda, feliz con su ser. No necesito que converse conmigo sobre todos sus movimientos, sus actos. Confío en ti. Eres libre. 

luna del alba...

Luna del alba.
Viento calmo
En las entrañas de una lágrima.
Estatuas de hiel.
El lamento de tierras
Abandonadas, deshabitadas, desterradas
Al son devastador de una sangre derramada.
Aunamos el espíritu de la paz,
De verticales cantos a la esperanza,
De fuentes labradoras de la cordialidad
Conforme elevamos nuestros sentidos
Cúspide del equilibrio.


jueves, diciembre 24, 2015

Tú y yo...

Tú y yo. Tú con el horizonte como fronteras de las bellas sonatas de la aurora. Yo con alba bien distinto, consumiendo las jornadas con la influencia de los astros idos. Nos trasladamos bajo las sombras de un árbol retorcido por el viento voraz. Una lluvia que no viene. Somos hijas del sol, de esa oleada de tierras que invade nuestras huellas. Nos alejamos y volvemos a encontrarnos con los pinchos tersos del destino. Un violín a lo lejos suena, un violín de notas rotas por la intemperie de sus labios. Tú y yo. Yo y tú , acantilados mezclados con la sentencia de un adiós, de un encuentro. Desde el filo observo el romper de esa masa de agua. Olas que vienen, que van…así como tú. No vuelvas. De alguna manera habrá que encarcelar cada imagen tuya que viene a mi memoria. Ya no vale los besos del aire. Solo la esencia presente de tu ser.  Te dejo….tú y yo. Yo y tú. Si, abandonarte por unas horas, por un tiempo. Tal vez, lo más probable,  es que regreses como ave de impulsiva de mis movimientos a través de calles vacías.  Pero no te preocupes luego albergaré un abrazo al abandono de tu fijación en mi entereza. Tú yo …yo y tú…

sábado, diciembre 19, 2015

Ambular...

Ambular bajo la incesable melodía de pardelas azules. La tarde. Espacio abierto donde el resonar de una bóveda celeste invoca al deleite de un andar en calma.  Sueños despiertos edificando un mundo maravilloso, sin el ruido rajante de su avance. Dame la mano…sí, con el cariño que un árbol avejentado hace sombra a nuestros ojos. Sigamos con rumbo a un horizonte donde las almas ascienden roques cuyo sonido son las palabras de la brisa.  Te he dicho que me enamoro con la belleza de la naturaleza. Ay ….ese susurrar del oleaje meciendo las sensaciones constructoras de la paz. Ay…ese boscaje de nubes que aparecen, que desaparecen con una lluvia que no decide estampar su mirada a estas tierras. Ay…esas cumbres donde nos liamos hasta su cima para gritar cada emoción que nos atañe. Dame la mano…sí, con el empuje de un día más bajo techos sedosos de un arco iris.  


viernes, diciembre 18, 2015

Tempestades..

Tempestades.
Cuerpos ausentes.
Vago despertar de la danza
De unas manos que giran y giran

Bajo arboledas insomnes.

miércoles, diciembre 16, 2015

Parece...

Parece que nos encontramos otra vez. Sí, ahora cuando el viento insufla los cuerpos hacia delante, hacia atrás. No sé el por qué de este encuentro. Quizás sea un fallo del destino. Los quebrantos del ayer todavía permanecen estancados en nuestros caminos. Sí, será mejor alejarnos. Fronteras inaccesibles donde el no prevalece, el nunca más. Todo fue tormento. Todo fue desidia. Todo fue desfallecimiento. El cansancio impera en nuestros sentidos y no sé el por qué de este encuentro…algún engañosa rueda de la vida nos ha hecho hallarnos otra vez. Yo no te he llamado. Tú no me has llamado. Será ese continuo ronroneo que aprieta el pensamiento.  Y ahora que hacemos. No sé, tú verás.  Todo está acabado, de espaldas envueltas en el placer de otro rumbo, otra ruta donde las tumbas del pasado son distancia que no hemos de regresar. Qué fuerza tiene este viento hoy. Penetra en mi peso y me hace reacia al encuentro. Márchate ya, creo que es lo mejor. Olvidemos esta jornada bajo pozos oscuros de la memoria. Sí, la memoria. Esa que con tu tempestad y  caricias falsas te devuelve. 

lunes, diciembre 14, 2015

Despertares.

Despertares.
El ritmo de los astros.
Caras ocultas tras los muros.
Tu beso.
El fuego del apogeo
En las ramas de tus ojos.
Resbaladizo tiempo
Ignorante del fulgor
De las almas animadas por el amor.
Sí, aquí  estás
Envuelta en velos cristalinos,
Con el crujir de acantilados
Sobrevolando el mar.
Despertares.
Incesante tic-tac.
La rotura del callar.
Tu caricia.
Tersa balada
Fundando la rutina
En los manantiales del querer.
Sí, aquí estás
Tras la luz de la sonrisa
Hechizando el retorno de mis manos

Sobre la lasitud de tu cuello. 

sábado, diciembre 12, 2015

Entra, sales...

Entras, sales.
Respiras, bailas.
Simplemente la vida.
Absorbes acantilados azules
Y aves doradas van a tu encuentro.
Danza, danza…
Con el recogimiento del nocturno,
Con los soles de la alegría.


viernes, diciembre 11, 2015

A lo mejor...

X: Que haces querida.
Y: Navegando bajo las inclemencias de la tempestad.
X: Por qué. Hoy parece una jornada plácida.
Y: Crees tú. Me arrimo a los destrozos de la humanidad. Me arrimo a la lucha por la vida. Me arrimo a ese sol que menciona la mediocridad de los seres. Me arrimo al hambre, a las guerras desconocidas, a las injusticias enhebradas por cada huella que dejamos atrás. Me arrimo a esos prejuicios que amputan a los ojos, a la razón.
X: Te comprendo. Sí, esta tierra parece una cacería de almas desesperadas por el poder. Pero no te amargues. No cambiaremos. Todo es utópico para la buena ventura de este globo. Nosotros minúsculas motas de polvo en medio del gran Dios, el universo.
Y: Gracias amigo mío. A veces pienso en la muerte. Sí, esa muerte metamorfosis de la belleza. Una muerte digna donde el resoplar de la paz se arco de colores venidero. Sufro. Un sufrimiento que me aspira, me desinfla en el continuar de mi camino. No, no más sangre. No, no más inocentes criaturas esparcidas por los océanos. No, no más trincheras perforando el vientre del que desea la armonía. Muerte ven. Ven con tu hocico de navajas, con tu solemne ritual para el renacer en un mundo mejor.
X: No  querida. Ven conmigo. Seamos túnel que atraviesa este tormento. Dame la mano. Revivamos nuestros instantes felices. Por un momento olvidemos la crueldad que está elaborando en esta esfera. No a la muerte. Si al renacimiento de boscajes donde se guarece la calma. Olvida. Censura cada cárcel que nos ahoga. Andemos juntos. Creo que no hay nada que hacer. Hoy el astro rey luce su mejor traje. Una bóveda celeste en su amplitud nos ampara. Corre una brisa  estimulante, llena de serenidad. Embarquémonos en los túneles nutrientes de luz.

Y: Si amigo mío. En vertical sobre fosas alejadas de nuestra vida. Continuemos. A lo mejor…

lunes, diciembre 07, 2015

Reflejos...

El reflejo de una mirada a través de espejos rotos.
El ronroneo insatisfecho de un oleaje que no termina.
El arder de boscajes intocables a través del tiempo.
Todo se va envuelto en un grito austero de lágrimas
Sobrevolando las malditas manos aberrantes
Detractoras de la vida maravillosa de una naturaleza
Explosionando  en la cima de esqueletos.
Dolor.
Llantos.
Angustia.
Somos reflejo de esta tierra que se pierde.
Somos ronroneo de la metralla que induce la despedida.
Somos arder de cada pétalo de la alegría.
No sabemos qué hacer en la pausa del tormento
Nacen y nacen flores enraizadas a la melancolía,
Corales balancean su blancura de muerte.
Y miramos y miramos como todo se desvanece
En el sorbo de la dejadez , de la fatiga.


sábado, diciembre 05, 2015

Y volaste...

Y volaste, arribaste bajo la influencia de cuerpos desnudos en la tempestad. Estatuas movibles te desean y amparan el placer de tus plateadas alas. Los nubarrones se han ido. Vertical sueñas con tus esperanzas de ser valiente mano que danza con los sonidos del viento. Así me gusta. Te sientes bien. Cierras tus ojos. Párpados que derraman la sabiduría de la sonrisa más allá de los eclipses de las flores en el nocturno. Y volaste…sí con el ardor que fragua bajo las cataratas de tus sentidos. Un arco iris se tiende a tus huellas dejadas. Un arco iris que anuncia la invasión sobre las cumbres de tu yo. Danza…danza. Rie…rie…ecos de luna te darán de beber para la ascensión de tu ser en los deseos.

martes, diciembre 01, 2015

Manos...

El otoño ha llegado. Pasos se escuchan a través de las calles. La soledad impera en sus seres. Criaturas  deformes en sus espíritus danzan consigo mismas. Un cielo de sábanas grises impera en cada esquina. Ahí se encuentran.


Ya estamos llegando. Todos tus sufrimientos acabarán. Ya sé que está pendiente es espesa pero con el grito de la alegría alcanzaremos la cima. Venga. Animo. Un poco más y ya estaremos en la cumbre donde las aves alzan sus vuelos.
No. No puedo más. Hay algo en mí que me encierra entre rejas de púas. Parece que agonizo. No sé. Se me hace pesado. Tan pesado que el cansancio cuelga de mis espaldas.  Para que volar. Yo no quiero. Solo aquí. Sentada en una roca mirar lo que mis ojos alumbre.
No te puedes detener ahora. Sería el fin. El fin de tus jornadas rondadas por ese astro rey que indica que hay esperanza. Levántate mujer. Mujer de añicos. Mujer de borrascas que se confunden con la ofuscación de las fuerzas. Levántate mujer. Aquí te espero. Mira, mira….ya la cima está ahí. Pediremos nuestros deseos cuando la noche encienda sus estrellas fugaces.
Qué dices. Qué hablas. La armonía comienza ahí arriba. Sí, en esa cima que debemos alcanzar. No te dejaré. Vamos. Enderézate. Se vertical sueño de tus anhelos. Ya verás. No cierres los ojos. Te llevas la mano a tu pecho y sientes los latidos apagados de tu corazón, de tu alma. Un esfuerzo más. Ubicas tus ganas en esa vertiente que detesto de la desgana. No. No… Dame tu mano llegaremos juntos.
Juntos. Para qué. Todo será igual detrás del espejo de esa cima, pienso yo. Me impulsas a elevarme de mi estática raíces y lanzarme bajo el influjo de tu mirada. Lo intentaré. Sí. Sí…dame tu mano para llegar juntos.

Y se dan la mano. Manos que corretean con la hojarasca. Manos que juegan a contar los astros. Manos que se saludan con el rito de la paz. Manos columpiadas por el manar de un arco de colores que los lleva lejos, muy lejos…fuera del alcance de alambradas de sangre, de vientres abultados recolectando moscas, de la sed de nuestra esencia, de una naturaleza descarrilada, de minas con sabor a rajadas vidas.  El otoño ha llegado. Dos manos son las huellas que se quedan atrás. Caminan por el infinito de las ilusiones.