viernes, diciembre 31, 2021

CALLADO

 







Callado. Su cuerpo se arruga en la luz de la tarde, una tarde de invierno donde el viento insta en ser pesadez. Sus huesos se atrofian, la rigidez conversa con la nada. De su mirada espejos rotos donde su abrazo se pierde. Una mirada triste, la pequeñez de los sentidos, la dejadez. Despierto sus ojos claros tropiezan con mis ojos, le saludo como cualquier existencia de este mundo extraño. Ahora, se va, nos deja en una jaula donde el grito es mareas revoltosas de la agonía, del abandono. Callado. Su cuerpo se despide de la insonoridad de las jornadas. Su camino burbujea el encuentro más allá de este pozo donde el todo se transforma en la nada. La montaña está frente mis ojos, mis ojos secos, mis ojos cansados, mis ojos dolidos. Callada. Estoy callada, la luna amarilla se aferra a la calima, a la anchura del calor. Es invierno, un invierno donde buceamos a través de los astros de la madrugada. Callada. Estoy callada y mi razón es una escalera subiendo donde el firmamento me entregue algo de belleza. Y es que falta la belleza cuando paseo en el vals de la distancia. Callado. Su cuerpo evaporado emerge en lo cotidiano de una tarde y se va.  

martes, diciembre 28, 2021

DESPERTARES




 

Te sientas frente ante a la ventana, las persianas blancas están corridas. Tus ojos hacen un bosquejo de un ayer casi desmemoriado. Te encuentras en un campo abierto donde los montes rugen a tu canto aislado. No quieres regresar y regresas cuando el despertar enciende a los mirlos con su voz. Y tu voz se apaga, no quieres hablar de todo aquello y ya es hora de que seas cadenas rotas de un pasado infernal. El agobio, el acoso, la desdicha, los abusos, tu soledad, tu silencio, la muerte de tu entereza para luego resurgir de entre las mareas violentas hasta la luz del sol de hoy. Dices que vas a pasear o eso entiendo, bulles en la pena. Una pena que se contrae a medida que las estaciones fraguan su marcha. Me aproximo a ti, por la espalda y no me ves. No sientes en esa atmósfera hermética mi mano sobre tus hombros cansados.

 

Canto al llanto. Canto a la despedida. No entiendes que los amaneceres son hijos de una marea de fondo que me apresa con su pesadez, con su desgarro más allá de mi memoria. Todo pasa. Todo cambia. fríamente miro el atrás. Caracolas lanzando gemidos. Gaviotas danzando en una rutina aburrida. Se que estás detrás. Apoyas tu mano sobre mis hombros y te equivocas en su ánimo. Estoy aquí, dándote la espalda, sentada en una silla frente la ventana. Somos cuenco donde los navíos naufragados se agarran…se agarran fuertemente en el mañana. La memoria siempre regresará pero ellos no ¡no¡uhm…hay quien nace en el embeleso de las maravillas de sus días, hay quien nace en la experiencia aterradora tras su pisada y hay  quien nace ni en lo uno ni en lo otro. Pero, todo cambia. Estoy lejos…muy lejos…del ayer.

 

Estamos en diciembre, en un invierno primaveral, te noto distanciada. Las ojeras de tus manos me dirigen en senderos de desgana, aunque digas lo contrario. Siempre mirar de frente, siempre continuar, aunque las tormentas sean latigazos que te mortifiquen. Cuando cierres la ventana, vuelve a mí. Aquí estoy esperando que tu manía de afrontar lo inevitable te permita ser mirada de mi mirada. Y la herida, queda, deambulas desorientada. En las nubes plomizas del despecho. Tu rostro árido, tus ojos sin lágrimas lo descifran.

 

Fuera la venganza.

Fuera el bochornoso ayer.

Fuera todos, si, todos.

Fuera la tierra que me vio morir.

Fuera las manos olvidadas.

Fuera todos. La luz del amanecer me magnetiza, corre un flujo de aire y luz que me equilibra. No estoy triste, los años perdidos en vagas gentes, en la indiferencia de la vida ya pasaron. Tu detrás de mí. Apoyas tu mano sobre mis hombres y me siento crecer. Mis sentidos vuelan vertiginosamente en un tremor en vertical con el aroma de tu cercana. Porque eres cercana. Porque eres mi yo. Porque eres mis besos. Porque eres mis abrazos y me abrazas. Me gusta que me abraces, que todas las mañanas de arrimes a mi razón y me anudes al rodar y rodar de la jornada.

Y canto a las hogueras de la memoria

Y canto a tus ojos perdurables

Y canto como los pájaros en pleno invierno

Y canto al adiós de las heridas del corazón

Y canto al regreso de tus manos.

 

Estás aquí, con tu invierno particular. Sabes que te quiero. Sabes que tu llanto pronuncia una ida, una vuelta…una vuelta conmigo. Estás aquí y es invierno. Tengo la cafetera esperándote…y te espera. Juntas, una frente a otra, nos beberemos el olor de lo intenso, de lo intenso de nuestro amor. Un amor bello. Ya el sol trae su alma creciente, un sol que raja todo y anuncia lluvias. La isla de enfrente se divisa y ello quiere decir que vendrá lluvia. Danzaremos bajo ella ¿qué te parece? Empaparnos como cuando éramos jóvenes. Sí, jóvenes. Ese espíritu que nos entrega a la sonoridad de los días. Estás aquí, un invierno, la despedida…

 

 

sábado, diciembre 25, 2021

DIVAGACIONES DE UN 25 DE DICIEMBRE

 






Y el crepúsculo viene, Viene con sus penas, viene con la conversación de los pájaros, viene con el vientre roto ante la memoria perdida. Los pasos se vuelven lentos, son las siete de la mañana y la conformidad del universo se entrega a mis ojos. Mis ojos inconclusos, mis ojos resignados, mis ojos buscándote. Y el crepúsculo viene, me encierro en la habitación bajo la visión de una lámpara de decaída. Me empujo donde las olas rompen y la mar de fondo dice que tal vez mañana.  Tal vez nos encontremos, tu y yo…yo y tú. …y ese abrazo con el afecto de los labios se expandan en cielos de cometas de colores. Hoy, en este instante donde mi aliento se vuelve rígido, te espero. Siempre te he esperado, aunque no lo sepas, aunque ignores mis sueños. Y el crepúsculo viene, estoy en la isla. Una isla donde la primavera da tonadas de cierta tristeza cuando el abandona sacudo nuestras manos, nuestros pasos desorientados. Y, sin embargo, te espero. Aquí, con una soga aferrada a mis palabras de amor. Y el crepúsculo viene, unos se van, otros se quedan en un diminuto instante de tiempo.  Y te escribo, con el dolor de almas ancladas en la profundidad de fosas anónimas. Y te escribo, con el desconcierto de una luna que me mima, que me extiende todo su fulgor sobre mis hombros, cansados. Y el crepúsculo viene,  viene con sus logros, viene con sus amenazas, viene con la dicha de una nueva jornada donde los corazones se rinden al descanso.

jueves, diciembre 23, 2021

DIVAGACIONES DE UN 23 DE DICIEMBRE

 


Silencio, él está en silencio. La isla se desborda en la enfermedad. La isla se desborda en la nada. Y el en silencio. En su cama agota los últimos requisitos de esta vida, esta vida consumida por la celeridad de cada instante. El tiempo no se detiene…tic-tac.. tic-tac. La leve luz de la tarde lo baña de malvas y azules y el está en silencio. Se deja ir por el cansancio de su destino, un destino sombra de un invierno calmo. Los cristales clavados en la frente muestran el agotamiento, la sensación de la dejadez. Silencio, él está en silencio. Miramos el mañana sin darnos cuenta de que todo en las raíces de esta tierra es un momento temporal para ser hijos de fosas. La fuerza es huida y los ojos se desvían donde el sol no despierta. Silencio. El está en silencio. Me cubro de un velo donde los sentidos se hacen sordos y el quejido de la nada viene. Silencio. El está en silencio. Y vuelo en la necedad de tanto y tanto abandono, campos de cipreses ondeando en su murmullo. Nos iremos, donde las ciudades son jardines de colores, donde los cantos son perpetuos, donde el descanso luce cenizas en la oquedad de la muerte. Silencio. El está en silencio. Se va donde la existencia no tiene cabida, donde los arroyos fluyes por los riscos de un universo sibilino. Silencio, él está en silencio…

martes, diciembre 21, 2021

DIVAGACIONES DE UNA MADRUGADA DE DICIEMBRE

 

Norte, la luna. Despacito consumo el tiempo, un tiempo arrebatado por la memoria. Las cicatrices supuran el aliento del adiós. Me levanto, la madrugada dice algo de mis manos, de mis ojos, de mis piernas. Avanzo donde el norte señala a la luna. Estoy aquí, en una isla donde la sonoridad del oleaje se hace esperar. Las farolas son chispas de soledades, de llantos de algún vagabundo de la noche. Yo, impertinente te pienso. Yo, capaz, aniquilo todo mal que vuela al ritmo de tu espalda. Danzo con cierta presura donde los pájaros de la luna me entregan la verticalidad de mi despertar. Sueño donde el norte es luna blanca con…si, con y no hay más. Me encierro en esta habitación, mi rostro de roca calla, mi rostro erosionado abraza un espejo y me veo. Un reflejo donde mi rostro distraído aun es capaz de latir al pulso de la vida. Norte, la luna. Me inmiscuyo en la desolación de la existencia, de este mundo enraizado al tormento. Y llamo a lo incierto de mi entereza. Me levanto y te hago mía, así, con la pesadez de mis pensamientos. Y te miro, aunque tu no me encuentres. Norte, la luna. Las batallas son duras de exterminar, la enfermedad cruje y somos hijos de la miseria.

sábado, diciembre 18, 2021

SUS OJOS....

 


 Sus ojos, desembocan donde el ocaso de sus pasos lo hace ahuyentarse de la alegría. Su llanto, riadas donde la nada anuda su garganta. Y es que deseo estar en casa, dice ella. La molicie de sus piernas, de su cuerpo quebrado la ahonda a la pena, a un anhelo convirtiéndola en hija de las lágrimas. Por la ventana se perfila una montaña, una montaña ajena a sus piernas, a sus deseos y se desmorona en la precariedad de su ánimo. Me mira, la miro y la conversación se hace añicos cuando sus sueños se pierden en su oscuridad, en esas sombras que lo saborean en cada instante de su recóndito grito ¡Uhm¡su hijo, nombra a su hijo. Su hijo y ella en la orilla de una playa recogiendo el beso de las olas. Estática, me sustento en una luz que ella ha perdido.  Y es que deseo estar en casa, dice ella. Las dificultades de la existencia pueden ser tan crítica, tan grave que nos alimentados de pensamientos sombríos. Por la ventana se perfila un cielo puro, limpio donde la luna llena acaricia la oquedad del olvido. Y ella se ha olvidado, se ha olvidado de vivir, de una vida que no quiere. La falta de amor impera en sus sentidos. La falta de su hijo, porque nombra a su hijo ahogándola en puñales de dolor. Por la ventana se perfila una tarde que se ha ido y una noche que ha venido. Una noche donde la pesadumbre se amontona en barcos de papel. Una noche de luna llena donde sucumbe al tremor de del llanto. Me voy con mis espaldas condicionadas al peso de la existencia, con la lumbre de mi caída bajo las hojas de otoño.

viernes, diciembre 17, 2021

UN SOL

 


Un sol

Una ruta

Barcos encallados

La desnudez del aliento

Un invierno.

El crepúsculo de las alas

Vienes

Voy

Pájaros enraizados en su canto

Y el lento despertar de mis ojos

martes, diciembre 14, 2021

LA LUNA...

 


La luna está ahí

Yo, aquí.

Con la pisada firme

Con la garganta desplomada

Ante la ceguera de mis manos.

La luna está ahí

Yo, aquí

Con la noche cansada

Con las estrellas silbando

A las playas vacías.

La luna está ahí

Yo, aquí

Un gato murmura

La calma de mis ojos,

De mis ojos cerrados.

La luna está ahí

Yo, aquí

Y me pienso

Y te pienso

Y me converso

Y te converso

La luna está ahí

Yo, aquí

La callada manera de mi memoria,

La callada manera de mis pasos,

La callada manera de mis heridas.

La luna está ahí

Yo , aquí

Rompe el fuego

Rompe el yo

Y no más te pienso

Y no más te converso…

Cuando me llamas,

Cuando me buscas

Y no me encuentras.

La luna está ahí

Yo, aquí.

lunes, diciembre 13, 2021

ELLA CANTA...

 Ella canta. Y la muchacha la escucha. Una chica de harapos, colgando ante el oleaje de fondo, apresurándose mientras cometas en el aroma de un otoño lucen gastadas. Ella canta. Y la muchacha la escucha. Se viran entorno a hogueras que les dan calor en una fría noche y el faro no calla. La bahía está ahí con su temblor particular, con su deseo particular, con su bienvenida particular. Ella canta. Y la muchacha la escucha. Tras el telón gris una lágrima se vuelve callada y solo conversa con el espejo frente a ella. Ella canta. Y la muchacha la escucha. Una sala donde el eco de su rostro se desdibuja bajo la lluvia que le espera en calles vacías. Pero ella canta y la muchacha la escucha y la lluvia para y una luna se hace dialogar con los sonidos de la nada. Todos se han ido y ella canta y la muchacha la escucha. Una cierta emoción amigable la condena a la pena, a una sombra donde su garganta incansable y eviterna seduce a esa muchacha, esa muchacha que la escucha. Todo se evanece en medio de un teatro de butacas vacías y ella canta y la muchacha escucha.

sábado, diciembre 11, 2021

Y todo...

 

Y todo puede ser. Puede ser que la luna entre nubes cenizas despierte el aliento y sus ojos blancos me mire. Puede ser que me enamora en el instante preciso de las estaciones. Y puede ser que te llame con los vientos que vienen cuando te encuentre. Y todo puede ser, resbalo en la noche y la oscuridad de un otoño me hace emigrar donde los arboles son sonoridad de sus ramas…de sus ramas cobijo de pájaros. Puede ser que te piense, que converse con tus manos. Y todo puede ser. El cansancio moja mi espalda. La música se arranca de mis raíces y me embarco en un vuelo sin destino, sin puerto donde mecer mis dudas. Y puede ser que te busque y que no te encuentre. Y puede ser que te halle en el regazo de la belleza, del imperfecto ronroneo de las olas.  Y todo puede ser. Ahora, en estos momentos, un cuarto me amarra, me hace pensar sobre el absoluto absurdo de mis ganas, mis ganas de conocerte. Algo suena a lo lejos, un suspiro o tal vez un llanto. Y todo puede ser. Mis ojos se cierran mientras intento decirte algo, mientras enhebro la dejadez de mis deseos.

miércoles, diciembre 08, 2021

DIVAGACIONES DE UNA MADRUGADA DE NOVIEMBRE

 



Una lluvia sutil. La monotonía de las horas. Pisadas. El desvanecimiento de la tarde. Paredes de blanco y la venganza de la vejez, de la dejadez, de la enfermedad. Sin embargo, el, Amadeur se levanta. Camina hacia el patio donde el ocaso de la jornada le brinda un jardín de su sueño. Un sueño que ronda la calma. Todo está en calma. Todo toma su tiempo, mientras una lluvia sutil cae en la monotonía de las horas. Se siente bien. Se siente ganador en la lucha contra la grotesca huida. Ahora, aquí, silbando a las flores del otoño. Es vertical, sostenido por sus piernas se siente libre y en sus ojos el brío del descanso, de la danza con una tierra que le atiende, que lo abrazo. Amadeur se siente por un momento retraído, su memoria viaja hasta aquel lugar donde una bruma infernal corta sus alas.  Ahora las ha encontrado y aunque herido, dolido inspira y espira el aliento de la supervivencia, de esta vida que a veces, de vez en cuando martiriza, zanja la libertad. Hola Amadeur, te veo bien, paso por tu habitación y sentado levantas tu mirada y sonríes. Una lluvia sutil. La monotonía de las horas. El trabajo ya ha terminado y me despido. La noche está limpia en mi silencio, en mi soledad por calles de antaño donde la historia gira. Y Amdeur duerme ¿qué soñará? Llego a la parada, el frío cala mi cuerpo, la fragilidad de mi entereza y me despido.

lunes, diciembre 06, 2021

NUBES

 

Nubes. Se describe la llovizna como algo peculiar, como algo afín de año en año en este original otoño. Islas, una cadena nos ata a ser raíces de esta tierra, una soga barre las ganas de ser hijas del viento. Nos estancamos, nos precipitamos en la orilla de una playa vacía donde las olas rumorean al infinito horizonte. Donde las olas nos entregan a sueños tristes, donde las olas hacen círculos de nuestras huellas. Nubes. Lo gélido se adueña de nuestros espíritus, libres, nos entregamos a una visión donde un halo de un mañana mejor nos persigue incansable. Nubes, el ahora, el aquí, somos hijas de arena envueltas a la servidumbre de nuestros deseos. De esos deseos trinando frente un espejo que nos muele, que nos hiere. No, no me mires,  Nos decimos y en el transcurso de las horas cabalgamos donde la luz de un faro amanece en nuestro ánimo. Hijas de las estrellas, esperamos. Nubes. Una silueta se arrima a mis pisadas estáticas, verticales y somos eco de la plenitud de los corazones que se rozan, que se acarician al ritmo de la llovizna. Nos montamos sobre yeguas de algas y avanzamos donde los soles nos miran. Nubes ¿Cómo se mece la tarde en su soledad¡Uhm, nos dirigimos donde los ojos opacos no saben de nuestro deseo, de nuestro amor y nos levantamos, invocamos nuestro encuentro y nos decimos hola, que tal . Nubes y la luz nos endereza en navíos sin ruta, en la orientación de nuestros alientos. Nubes.

jueves, diciembre 02, 2021

LA TARDE

 

La tarde, huellas dejadas en la espalda de los océanos para aquellos que buscan sus sueños. Amadeur viene,  viene con su albornoz rojo como resto de un naufragio. Amadeur ya se encuentra bien después de que las cuerdas de una barca lo astillasen hasta la cercanía de la nada, de la muerte. Amdeur pasa ante mí, sonriente, con su lenguaje particular. Amedeur no me entiende, yo no lo entiendo solo con el idioma de los ojos, con el idioma de una alegría de estar aquí, ahora, con sus piernas dando un paseo. Amedeur se dirige al patio, al patio de una casa que acoge bajo su techo protector. Y amadeur sonríe, por unos instantes mira el atardecer con su mirada estática en ese cielo limpio, en esa tarde fría de otoño. Amadeur no sabe que lo observo, que me detengo en cada movimiento de sus pisadas. Amadeur corta una flor amarilla nacida en un pedazo de tierra o en un pedazo de belleza, según como se mire. Amadeur la huele y quieto con sus ojos de alegría, suspira. Amdeur se siente feliz, se siente abrazado con su albornoz rojo.  Y para mi todo es perfecto, la hermosura de una flor amarilla, la hermosura de la alegría de Amadeur.


miércoles, diciembre 01, 2021

LUNA MENGUANTE










 

Luna menguante

El desorden de la urbe

Mirlos danzando al otoño

Una rama rota en las pisadas

El aliento de tu cuello

La caricia de tu rostro

El silencio.

Madrugada

Y los mirlos danzando al otoño

El desoír de mi canto

Una marea quieta

El repetitivo fatigar de la existencia

Tus ojos huidos

Tus manos invisibles

La herida de las tumbas

El silencio

Luna menguante

Y los mirlos danzando al otoño

El sueño ahogado

Mi cuerpo mecido en los astros

El callar de los sentidos

El agotado espejo

Un reflejo sabor a muerte

El silencio


 

sábado, noviembre 27, 2021

LA MADRE



1

Ahora, aquí postrada recuerdo mi juventud, tu niñez. Burbujeantes tonadas de alegría avanzaban en tu sangre, en la pequeñez de tu cuerpo. Ahora, cuando la enfermedad y incansable bombardeo que no deja descansar te busco en mis recuerdos, en una memoria que huye en estos instantes de odio y rencor. Porque si hija, las guerras no más que son batallas del odio y el rencor, no hay más. Un poder inhumano exhala cenizas en nuestros ojos y todo se vuelve oscuro y los pájaros no cantan. Ahora, cuando la noche me agazapa en las sombras de un minúsculo silencio mis pensamientos me llevan a ti. Tu te has ido, querida hija. Si hija, has huido como tantos otros a tierras desconocidas, me imagino en esta ráfaga de aire cortante en tierras insípidas, en tierras donde la lucha no ha terminado. Busca la paz, el equilibrio querida hija ¡Ay hija ¡no llores por mí, yo ya he vivido lo que tenía que vivir. Ahora, aquí postrada con ojos prietos huyendo de mi muerte ¡Es imposible ¡ya viene….ya viene. Estoy acompañada…¡no¡¡no¡ estoy sola para que mentirte. Tanta y tantos muertos que quedarán en el anonimato. Yo soy una más, vomito por mi nariz, vomito por mi boca toda esta destrucción, toda esta descabellada maldad del mundo. Mi descanso será tu descanso querida hija. Mi alma será parte de tus pasas hacia la libertad, hacia la paz. Te protegeré en cada precipicio que se arrime a ti y seré soga que cuelga tus sentidos. Este presente de luna menguante me hace detenerme en ti, en tus deseos, en tus inquietudes, en tus aspiraciones y de seguro que lo lograrás. Qué contarte de esta despedida aquí en mi lecho de difunta. Querida hija me siento orgullosa de que te hayas ido de este infierno, la guerra. Me entra ganas de reír, es como si la victoria fuera mía y con mi ida tu serás fuente eviterna de la verticalidad, de vientos norte que te lleven lejos…muy lejos donde la palabra genocidio no exista. Tendrás que empezar de nuevo querida hija, tu lo vales. Solo te digo que me entra ganas de reír desde este mi último suspiro y en mi sueño estás tu. Te veo corriendo por la densa hierba dibujando cometas en el cielo como un jardín de arco de colores. Te veo feliz, pensándome, conversándome, amándome, recordándome. Las razas no existen hijas, son nombre que ponen las gentes, las gentes de este diminuto mundo. Somos tan pequeñas y grande a la vez. Somos un círculo de hogueras donde la danza del amor nos socorre de lo malévolo, de las tinieblas de las miradas.


 

2

Me desprendo de mi cuerpo, orbito en la duda. Una incertidumbre que me desorienta. Siente algo de calma y un cierto temblor divisa mi cuerpo fundido en llamas. Ya no estoy y a la vez sí. Soy nota de la musicalidad del universo, este universo que nos acoge, que nos invita a ser hijos de este mundo. Me he ido, no lejos, un espacio negro me cubre, pero su equilibrio es indiscutible. Escucho las voces de las penas, del sufrimiento agotando la tierra. La nada. El vacío. Un impulso me hace pensar en ti, en tu huida. Ay, querida hija, permaneceré intacta en el tiempo, hasta que nos encontremos en las estrellas. Esto es la muerte, una muerte que nos entrega a otros cuerpos. Renaceré ante tu ceguera en el paso del tiempo. No me reconocerás, no me reconoceré. No obstante, seremos unísona luz de nuestras pisadas. Observo el llanto de estas gentes, de un país que se vuelve plomizo. La pesadez de la desilusión acecha en sus hombros y caen, caen en la derrota de la vida, caen en un sórdido llanto que los hace hijos de la miseria. De lo mugriento que es ese mundo.  Un mundo de guerras idiotas. Presto mi asombro al fanatismo más incoherente. Somos incoherentes. Somos desequilibrados. Somos asesinos. Quemamos nuestro hogar, la tierra. La hostilidad nos hace sordos y no oímos su grito.  En esta era todo es confuso, nos hemos vueltos agreste, un cierto detalle de nuestras manos. Manos ensuciando cada rincón de ese mundo llamado tierra. Desde aquí, querida hija, te miro. Se de tus errores, pero también de tus aciertos. No, no llores cuando llegue la noticia…si llega. Ahora, estoy en otra atmósfera, en otra dimensión donde todo es bello, donde todo es verdad. Lo bello y lo verdadero…lo verdadero y lo bello. Nuestra condición es ser humano. Nuestra condición es la prueba de la diversidad. He fallecido hija. No te preocupes, estaré en tu existencia contigo. Una llama enciende la espera, mi espera, aquí donde los corazones vuelan en la alianza de lo natural, de lo real ¿Dónde está la cura? En la absoluta hipocresía, nos mentimos a nosotros mismos de igual manera que a los demás. La compulsión de ese ambiente donde se mece la esfera azul es arrasadora. He muerto, querida hija. No se quien me ha cerrado los ojos, estos ojos que han visto los desastres de la guerra ¡No¡ no llores cuando llegue la noticia…si llega- Te abrazo amor mío y que mi abrazo sea tu talismán cuando me pienses, cuando andes en caminos de lodazales. Ay, querida hija…hija querida…CONTINUARÁ


 

3

Una densa niebla depreda la noche. La madre es quemada en la soledad. La dejan en esa hoguera donde su carne y huesos será no más que cenizas. Una noche donde los astros hablan del que será, que será de su alma. Y ella contesta, responde con el porte de la certeza. Una densa niebla se alimenta de la noche y el rostro de su hija surge en alguna nebulosa de este universo. Este universo confuso, misterioso, hechizante. Los astros comprenden su que hacer en su eterno recorrido por su cuerpo. Y dejan que su alma sea parte de ellos. Y dejan que su luz azul de pinceladas a la vida de su hija. La madre ha muerto. La queman en un pequeño boceto del nocturno con la densa niebla repica al miedo. Un anciano desolado, solo, se queda ante ella hasta que la hoguera se apague. No teme ya la guerra aberrante, cruel que se extiende ante él. De un momento a otra mientras ella arde en el adiós a este mundo un aullido se escucha, no más, el chispear de su quema y el aullido…el aullido y su quema. Un perro husmea por los alrededores al encuentro de engullirse algo. Un perro flaco y canelo en la desesperada búsqueda de la supervivencia. Así se deriva el largo recorrido de su hija. Una densa niebla golpea la noche. Su cuerpo extinguido no más es un extenso sonido del cosmos. Un sonido que ondea en el crepúsculo de su nuevo nacimiento. Preñada de su inmortalidad es vigía a espalda de su hija. Sabe de sus penalidades, de su miseria en el transcurso de una travesía que la lleva lejos…muy lejos donde la herida no tiene cabida. Se ausenta de ese perro flaco y canelo. No más encuentra ascuas de su ser. El todo es la nada. La nada es el todo. El bombardeo cuando sus cenizas son llevada en la madrugada por la brisa fuerte comienza. Un ruido que hace de los ojos del anciano se cierren en una suplica con algún Dios. De su rostro lágrimas que no se retraen. De su rostro en la media noche pasada danzan los sueños, sueños de un mañana. Tal vez ,  mañana… Abre los ojos, se mira sus manos estranguladas por la vejez, por el trabajo, por el agotamiento y se las lleva a su cara ¡Uhm¡ no quiere ser el serrucho interminable de los gritos en la oscuridad, de inocentes desvariando sus destino en la duda. Sí, la duda. Y  el perro flaco y canelo se le acerca. Estático se acuesta en sus pies en un son lastimero. Tal vez, mañana…Mira su derredor, destrucción y desolación y al fondo el ruido, el ruido. Te lleva sus manos temblorosas a sus orejas. No, no quiere escuchar más dolor. Una bocanada de aire aglutinado de fetidez lo empujan pero con el perro flaco y canelo en sus pies se mantiene quieto, verdadero.


 

4

Y en medio del nocturno estoy. Una luna hace conjunción con Júpiter y Saturno. Mírala hija. Te encuentras reunida con aquellos como tu han partido a un destino incierto. No aparques hija. No te digo que rechaces tu descendencia, solo, se mezcla homogénea de esa ciudad en la que estas. No te retraigas hija, se tu misma, con tus pisadas del despertar como no vinieras de lejos…muy lejos. No es cuestión de procedencias. No es cuestión de ser extranjera en un nuevo campo. Solo es una actitud de alianza donde quiera que vayas. Muévete apartando tu inseguridad. Muévete arrimando lo que corre por tus venas ¡Uhm¡ si pueda abrazarte….te diría que no eres extraña en esa tierra donde ahora estás, te diría alza tus alas, alza tu palabra, alza tu carácter y vincúlate con ellos. Tomos somos hijos de esta atmósfera. Todo somos una pequeña parte del firmamento, contémplalo. Busca quien vea como tu como gira y gira el ser, vivaces mariposas serán alas de tu despertar. Aun no lo sabes hija, pero he muerto. Se de cierto sabor amargo a tus espaldas, algo te dice de mi despedida. Un cierto tremor te arranca al vacío. Lo sientes. Conversa con el aliento de esos edificios, de esas gentes y verás que todo es cuestión de tiempo, todo es cuestión de una paciencia que te llevará a donde tú quieres llegar. No te rindas. Sí, he muerto. Pero no estas sola. Mi espíritu anima tus huellas borrando todo lo nefasto, todo lo malo. Mira hija, una luna hace conjunción con Júpiter y Saturno. Las razas no existen, cuando te des cuenta…sí, cuando te des cuenta bailaras al ritmo de una sociedad que te mira. Que te mira y respeta ¡Ay querida hija ¡Cuando nos veamos también bailaremos. Espero que no sea pronto, que tu con tus vivencias seas singladuras del bienestar. Bienvenida hija. Bienvenida a este nuevo mundo. Todo se balancea en otro ritmo, pero al fin al cabo es igual. Todos somos iguales, humanos. Aquí todo es oscuridad, todo es callado. Solo soy una energía que viaja al infinito, que viaja donde tu estás.  Y en medio del nocturno estoy , tu, ahí con tus iguales o eso crees. A veces confundimos el norte de nuestras ideas. Sé precavida. Todos no piensan igual que tú. Hay muchos puñales detrás. Cuídate de ellos y se valiente, se alimentada por la nueva cultura. Deja que riachuelos de su esencia penetren en tu verticalidad. Una luna hace conjunción con Júpiter y Saturno, mírala…


 

5

Detrás…detrás de ti. Te siento abatida, columpiada en el mal paso de tus inquietudes. Te desmoronas, te entristeces y piensas en mí. Lo sé, estás pensando en tu procedencia, en ese país desordenado, conflictivo, sangrante, moribundo, vagabundo de sueños eclipsados. Quien te alzado la voz. Quien te ha escupido en los ojos. Quien te ha dañado. Quien te ha rechazado. Así somos, no des tus manos a todos. La tranquilidad de alas quietas, observadoras te dirán quien será saludo de tu ser, tu ser como mujer extranjera en el infinito del universo, en el interminable camino hasta encontrar la paz. Se de tu sufrimiento, allá, en la frontera …una frontera de alambres y muros aireados de navajas. Se que has llegado y por cierta suerte estás a salvo. Sí, a salvo con ese niño que dices a todos ser tu hijo. Pero siempre habrá una bofetada, un desprecio en tus senderos. Como te lo tomes depende de tu experiencia hija. Y tienes mucha, me imagino ese campo donde la helada mata gentes, donde el hambre mortifica la mente, donde la mente se desbarata hasta caer en fosas de colmillos. Eso pretende. Tu has llegado, has pasado esa barrera sanguinolenta y asesina con ese niño. En todo momento has pensado en mí. Sí, me has pensado. Llega el alba y miras ese niño. Llega el alba y te miro, sin que tu lo sepas. Tienes una sensación rara en tu vientre y te das la vuelta, pero no me ves…no me verás. Solo cuando la muerte nos ancle en el olvido seremos almas viajeras a un no sé dónde. Mientras te sigo. párate, ten cuidado con tus pasos. Aunque somos seres de naturaleza libre esta sociedad nos ha condenado a la marginación. No todo es bueno, no todo es bonito. Detrás de cada rostro hay ojos, hay un cavilar que puede volverse contra ti. Recuerda, eres extranjera en una tierra extraña, en una tierra enrarecida por las lenguas necias. No temas. Se natural. No falsifiques tu origen y verás como todo irá bien. Uhm¿y ese niño hija? Lo quieres mucho. Eres ahora su madre. Ay, querida hija, que grato saber que no estas sola, que grato saber que luchas por el y esa lucha por el te hace luchar por ti. Anda, levántate, hija, sabes que todas las jornadas no son iguales. Cada despertar es un nacimiento que puede ser bello, perfecto. Mira por la luz de tu ventana ¡oh la luz¡ Ese sol por horas durmiente sobre ti. Lo agradeces. Observas a ese niño, que no se como se llama. Más no es de vital importancia su nombre, lo único es que este bien y lo está. Uhm, te enciende un halito de felicidad cuando lo contemplas, dormido, sereno. Tus manos sutilmente acarician su cabeza y respiras hondo, callada para no despertarlo. Te sientes en este instante completa. Pero hay algo que te retuerce, te conozco hija, querida hija…Y es el alba y el anciano y el perro estático en mis cenizas atizadas por un viento que viene…que viene feroz, mordiente…CONTINUARÁ.


 

6

Uhm…tengo miedo hija. Cómo puede ser esto…tengo miedo, mucho miedo.  A veces todo se desborda. A veces el ser humano se vuelve arisco, nefasto ante lo que no asciende del. Un verdadero temor que me convierte en un pájaro invisible tras los espejos que te reflejas. Tu no decaigas, ya has sufrido y penado bastante. Ahora, en el amanecer, me fijo en ese anciano quieto y el perro canelo y flaco en sus pies. No se mueven, no se tambalean, aunque la amenaza sea real, existente a su alrededor. Tengo miedo hija que todo esto se expanda. Ustedes, seres de la nada estáis derivados a la nada, a precipicios donde lo irracional los abraza. Uhm…hija mía, sigue lo que dice tu corazón y tus ideas. Que nadie te dañe. Que nadie te martirice con el canto de pájaros sin alas. Todos somos uno, una atmosfera donde se balancea nuestra entereza enraizada a un epicentro, la vida. Tengo miedo hija…mucho miedo. Medito, examino y los sueños se vuelven pesadillas, delirios. No por ti ni tu niño, sino por la fealdad de espíritu de unos. Te meces entre tus sentimientos, te meces en tu yo, te meces en tu persona. Te perdono todo hija. No fuiste mala hija en el ayer solo, tu condición de ser, tu condición en el amor. No fuiste mala. Ahora, aquí, en la oscuridad del espacio determino tus preocupaciones, tu malestar, tu desconfianza, tu tristeza, tus ansias. Yo lo sabía hija. Toda la vida lo he sabido. Una opacidad amargaba tu verticalidad. La condición de ser atraída por el mismo sexo no es mala hija. Nunca lo ha sido. Son solo una opción más en esta existencia. Perdóname, hija, mi daño no era por ti, todo estaba involucrado al ritmo de nuestra manera de sociedad. Detente y medita, qué hubiera ocurrido. No eres mala hija solo, una quise protegerte. Ante la vociferación, ante la muerte y aun tengo miedo. Sí, mucho miedo. Sé que no me escuchas, pero algo te hace presentirme. Me piensas, sospechas algo y sin embargo sigues con la esperanza de volverme a ver. No hija, el anciano quieto y el perro canelo y flaco en sus pies esta ante el adiós perpetuo. Pero tu has llegado, con tu niño. Ay, hija mía, que este nuevo aroma no te entregue a riscos donde ortigas rajen tus deseos, tus propósitos. Tengo miedo hija de que un martillo hiriente te agarre y te escupa su mal aliento…sí, mucho miedo. Se tú, erguida como los pájaros al encuentro de su ruta ¿Cómo hacer? ¿Cómo decirte? Perdón, que los pájaros cantan en mi espíritu de encontrarte así, has llegado hija….El crepúsculo de la mañana viene con nuevas expectativas para ti, para tu niño. Lo sé. El crepúsculo de la mañana será de nuevas experiencias que te harán más fuerte, más alta, más tu. Míralo, ese cielo entre dorado y celeste construyendo un cielo donde los  sueños avanzan, donde todo se va recomponiendo hasta la victoria de nuestras pisadas.


 

7

Estoy aquí, en tu presencia. Te miras al espejo cuando la mañana es bandada de pájaros. No eres creyente, pero soy ese halo azul rojo blanco que se forma a tus espaldas. Te converso como quien converso con el ser más amado, tu, hija. No te das cuenta, pero estoy aquí, tu potente cavilar me traído hasta ante ti. Ahora te veo mejor, tus alas aún sin plumas son huesos secuelas del pasado. Sabes hija, estás más delgada. Tal vez haya sido por un viaje duro y cruel donde tu le dabas la mano a ese niño. Un campo de refugiados, un campo de desheredados de esta tierra, un campo de martirio, un campo sonde la sórdida agonía te ha vuelto algo arisca.  Mírame como se mira una estrella fugaz. Mírame como se avecina mi ausencia después de la noticia. Comprendo que emigrar entre llanuras, montañas hostiles haya creado la gelidez de tu rostro. Un rostro petrificado, un rostro impotente, un rostro deshecho.  Pero ahora has de vivir, has llegado y una nueva lucha te espera, la condición de ser extranjera en una ciudad que no doy nombre, que más da, todas son idénticas. No te duermas hija, estate con sus ojos atentos. Te miras en el espejo, te examinas y percatas cada movimiento de tu masa ósea. Qué triste suenan los cuerpos cuando la insonoridad los ampara. Qué triste suenan las manos cuando lo gélido las acaricia. Qué triste suena sonrisa cuando te miras y la nada de rodea. Estoy aquí, en tu presencia. Una calidez dejo pasar a tu cuerpo, a tu existencia para que te animes, para que no calles, para siguas tu camino. Son muchos años de desasosiego, de desgracias que aún están latente. Cuando miro ese anciano estático y ese perro flaco canelo a sus pies me recuerda a ti y a tu niño. Qué triste suenan las olas de esa bahía que desde tu ventana avistas. Respira profundo hija, saborea de ese oleaje que trae, que lleva…que lleva, que trae. Qué triste suena tus ojos cuando un hondo vacío te sepulta bajo rocas indestructibles. Qué triste suena tus sueños cuando nadie te ama ¡Ama hija ¡Sí, ama! Qué más da. Solo somos milésimas de segundo en este universo, nada. Aprovecha cada oportunidad que se te brinde la vida. Qué triste suena tu reflejo cuando desnuda miras tu ayer, tu hoy. Estoy aquí, en tu presencia, ronroneando el ascenso de tus ganas. No decaigas, no te marchites donde la sombra de cipreses se empeña en llevarte. Nadie se alegrará de tu miseria al igual que nadie se alegrará de tu riqueza, de tu riqueza recóndita. Estoy aquí, mira como energía te atraviesa para quedarse en ti de manera vertical, positiva. Levanta la cabeza y salúdame…No te duermas. Ahora me despido con el tintineo de tus pasos. Ahora me vuelvo atmosfera que te rodea hasta el final de tus años. Qué triste suena la soledad hija, querida hija. La bahía se ve desde tu espalda y te trae sin cuidado. Ya ha amanecido y el niño duerme.


 

8

Adiós, hija…no, no…un hasta luego. Las fuerzas del universo me retraen, me llaman.  Soy succionada bajo una atmósfera oscura, leve y pesada a la vez. No sé que decirte de las sensaciones que siento en estos momentos. Es un estado extraño, me hallo en el placer de una luz que me absorbe. Supongo hija que volveré a ser existencia de la tierra. Pero donde, donde… mi memoria se va disipando, mi memoria se va, mi memoria se va enterrando donde lo casual puede ser una vivencia del ayer. Cuando llegue ese instante espero que seas tu. Agujeros negros me contrae, me expanda y solo soy una energía que será hija de un vientre. Naceré de nuevo, no sé dónde. Las imágenes se me van, solo queda ese anciano y a sus pies ese perro canelo flaco rumoreando un llanto callado. Ahora te quedas sola hija. No decaigas, no converses con paredes de la nada. Sé tú. Tu misma. Danzo con celeridad con cúmulos y nebulosas, no lejos de ti. Me gustaría que el anciano y el perro canelo flaco se fueran de esa pira donde yo soy inexistencia. Me mortifica, que se dejen morir así. Quizás, cansados de tanto y tanto odio entre los seres. Y tu hija, todavía frente al espejo con tus ojos embelesados como esboza una nueva jornada. No me pienses, no me nombres. Solo soy un eco en la sombra cuando todo cae vertiginosamente, cuando todo rompe en cristales punzantes que te dañan, que te matan. Lo más cierto es que nos encontremos, no se en que momento de la vida y nos sintamos atraídas por nuestras inquietudes. Charlaremos y charlaremos como no hubiera pasado, un ayer y nos daremos pinceladas de aliento, de un aliento fresco, alegre. No seremos conscientes del porqué, pero este cosmos nos indicará el cruce de nuestros caminos.  Sí, seremos una visita en un instante determinado. Sabes, tengo cierta pena, no saber de más. No saber de tus rutas por este planeta seducido por la enfermedad. Sí, un mundo enfermo. Pero nos encontraremos, no sé cuándo. Me estoy agotando y tu sigues frente al espejo, el niño duerme.   Un poder superior a mi saca mi esencia y adiós, hasta luego.  Y adiós, hasta luego. Danza con los ahogados de ese ambiente. Danza con las ballenas defraudadas en su destino. Danza con cementerio de elefantes. Danza con la despedida, con mi empeño de saber de ti. Danza con el miedo. No sé donde estaré. Solo sé que seré huesos y carnes no sé dónde, ya nuestros ojos brillarán cuando seamos hijas de una mismo sendero en el misterio de nuestras palabras.


 

9

El todo se vuelve la nada. La nada se vuelve el todo. Un paisaje donde tristes tonadas anuncian la despedida de la madre. Una madre imbuida por las extraña estratégicas de un universo que contempla su vuelto. Ella, la madre, olvida su pasado, su presente, su futura. Ella, la madre, cae atraída por una fuerza que la compone en huesos y carnes de nuevo. Ella, la madre, será un fragmento del ayer, pero en este presente en un cuerpo distinto no memoriza sus vivencias. Solo su carácter será veracidad de sus encuentros, de su búsqueda de la despedida a la hija. Ella, vuelve con los sentidos dormidos, con una neblina que sacude sus ojos, ahora, despiertos. Una rara sensación la maneja, una rara acaricia la seduce a ser vida. Y es vida, en cuerpo de otra persona. Y es vida, en el pensamiento estructurado de su personalidad.   Y es vida que retorna. Y vuelve no ante el anciano y el perro flaco que posa en sus pies. Y vuelve entera en la condición de ser humano. Una luz recala en su mirada, una luz brillante, calmante. Ella abre los ojos y detenida en el tiempo se busca, pero no se encuentra. Los sueños le han sucedido, sueños de gentes que en su existencia ha visto. Y levanta cuando el sol es trono de la tierra, cuando el sol calla el ajetreo de los pájaros. Por momentos, tiene sensaciones raras. Una advertencia que la lleva a pararse y mirar la bóveda celeste, desde su balcón.  Vive sola y enciende la tele. De inmediato la apaga. Los sucesos de este sistema terráqueo la asustan, la estremecen. Un verdadero tremor sacude su garganta ante el caos y bebe agua, mucha agua. El todo se vuelve nada. La nada se vuelve el todo. Lentamente se sienta en su sillón con la televisión apagada. No, no quiere saber más. Es como si una aniquilante potencia la estrangulase. Pero esta viva…muy viva. Qué miedo le dato todo esto, a nivel mundial. No entiende al ser humano o no quiere entenderlo. No entiende este desbarajuste en la poquedad que somos ¡Humano ¡una palabra que versa delicadeza, detalle, imperfecto ser que se balancea en la esfera de la sensibilidad. No , no somos humanos, es tan grande esta palabra para un mundo tan derruido, tan derretido, tan descuidado, tan alejado. Ella no entiende del porqué está aquí y su razón no alcanza ese porqué. Solo sabe que es una minúscula mujer en un piso que se asoma nuevamente al balcón. Su mirada incide en un anciano paseando un perro flaco y canelo. Ella lo mira con dulzura, con una ternura constancia que se estancará en su razón. Y los ve felices. Sí, son felices, el anciano con su perro flaco y canelo. Eso es lo perfecto. Desde su interior se desdibuja, es como si esa imagen la volviera alguna vivencia. La busca y la busca, no la encuentra. Rescata su memoria insonora y todo es callado y todo es vacío.


 

10

He llegado. Soy libre. Brindaré por la esperanza. Brindara por los desaparecidos. Brindaré por los pozos desmemoriados de las tumbas. Brindaré con mis manos, con mis manos de alas de mariposas volcándose con el aliento de esta brisa otoñal que me entrego. He llegado, no vengo sola. He llegado, he dejado todo atrás, apartado en un rincón de este planeta donde las gentes se pudren ante lo vandálico, ante lo incoherente, ante la ignorancia. La ignorancia de ser. Solo me he traído estas cartas escritas en ese maldito campamento existente aun, existente perpetuamente donde la insonoridad de las almas adolece, perecen en la invernal fosa de lo desconocido. Son mis primeros pasos como extranjera, como migrante en tierras donde sus paredes reboza de ortigas a lo desconocido, de lo que no quieren saber. Pero soy libre. Sí, libre y seré brío de la esperanza. Estoy dañada, una herida que no terminará de cicatrizar, pero veo el todo de otra manera. Subo por una escalera que me llevará al arco iris de lo solidario ¡No¡no quiero que sientan lástima por mí. Las penas son mías…solo mías.  No quiero ojos lamentándose por los sucesos de mi existencia. Ahora, aquí seré contemplación del transcurso de los días ¡Ah¡ha amanecido y me miro desnuda en el espejo, tras mía esa bahía proyectando un sol maravilloso, siento que algo se ha ido, siento que algo está conmigo pero no logró….no logró saber la verdad. Me desoriento por momentos y miró por la ventana. El chasquido de un oleaje otoñal hace de ese mar de fondo otra visión. Una bruma trepa por mi cuerpo y siento frío, mucho frío. Cantaré a la libertad, a la esperanza. Ella se ha ido, pero tengo la sensación de que me acompaña. No sé por qué …no, no lo sé. Y todo se vuelve distinto. Un otoño donde el sol toma el son de mi tonada, una marea que toma relevo en su ascensión, un niño que cuidar y ella se ha ido…

 

 

FIN

 

 

 




jueves, noviembre 25, 2021

LA MADRE 9...NARRATIVA

 

9

El todo se vuelve la nada. La nada se vuelve el todo. Un paisaje donde tristes tonadas anuncian la despedida de la madre. Una madre imbuida por las extraña estratégicas de un universo que contempla su vuelto. Ella, la madre, olvida su pasado, su presente, su futura. Ella, la madre, cae atraída por una fuerza que la compone en huesos y carnes de nuevo. Ella, la madre, será un fragmento del ayer, pero en este presente en un cuerpo distinto no memoriza sus vivencias. Solo su carácter será veracidad de sus encuentros, de su búsqueda de la despedida a la hija. Ella, vuelve con los sentidos dormidos, con una neblina que sacude sus ojos, ahora, despiertos. Una rara sensación la maneja, una rara acaricia la seduce a ser vida. Y es vida, en cuerpo de otra persona. Y es vida, en el pensamiento estructurado de su personalidad.   Y es vida que retorna. Y vuelve no ante el anciano y el perro flaco que posa en sus pies. Y vuelve entera en la condición de ser humano. Una luz recala en su mirada, una luz brillante, calmante. Ella abre los ojos y detenida en el tiempo se busca, pero no se encuentra. Los sueños le han sucedido, sueños de gentes que en su existencia ha visto. Y levanta cuando el sol es trono de la tierra, cuando el sol calla el ajetreo de los pájaros. Por momentos, tiene sensaciones raras. Una advertencia que la lleva a pararse y mirar la bóveda celeste, desde su balcón.  Vive sola y enciende la tele. De inmediato la apaga. Los sucesos de este sistema terráqueo la asustan, la estremecen. Un verdadero tremor sacude su garganta ante el caos y bebe agua, mucha agua. El todo se vuelve nada. La nada se vuelve el todo. Lentamente se sienta en su sillón con la televisión apagada. No, no quiere saber más. Es como si una aniquilante potencia la estrangulase. Pero esta viva…muy viva. Qué miedo le dato todo esto, a nivel mundial. No entiende al ser humano o no quiere entenderlo. No entiende este desbarajuste en la poquedad que somos ¡Humano ¡una palabra que versa delicadeza, detalle, imperfecto ser que se balancea en la esfera de la sensibilidad. No , no somos humanos, es tan grande esta palabra para un mundo tan derruido, tan derretido, tan descuidado, tan alejado. Ella no entiende del porqué está aquí y su razón no alcanza ese porqué. Solo sabe que es una minúscula mujer en un piso que se asoma nuevamente al balcón. Su mirada incide en un anciano paseando un perro flaco y canelo. Ella lo mira con dulzura, con una ternura constancia que se estancará en su razón. Y los ve felices. Sí, son felices, el anciano con su perro flaco y canelo. Eso es lo perfecto. Desde su interior se desdibuja, es como si esa imagen la volviera alguna vivencia. La busca y la busca, no la encuentra. Rescata su memoria insonora y todo es callado y todo es vacío...CONTINUARÁ

lunes, noviembre 22, 2021

LA MADRE 8...NARRATIVA

 

 8

Adiós, hija…no, no…un hasta luego. Las fuerzas del universo me retraen, me llaman.  Soy succionada bajo una atmósfera oscura, leve y pesada a la vez. No sé que decirte de las sensaciones que siento en estos momentos. Es un estado extraño, me hallo en el placer de una luz que me absorbe. Supongo hija que volveré a ser existencia de la tierra. Pero donde, donde… mi memoria se va disipando, mi memoria se va, mi memoria se va enterrando donde lo casual puede ser una vivencia del ayer. Cuando llegue ese instante espero que seas tu. Agujeros negros me contrae, me expanda y solo soy una energía que será hija de un vientre. Naceré de nuevo, no sé dónde. Las imágenes se me van, solo queda ese anciano y a sus pies ese perro canelo flaco rumoreando un llanto callado. Ahora te quedas sola hija. No decaigas, no converses con paredes de la nada. Sé tú. Tu misma. Danzo con celeridad con cúmulos y nebulosas, no lejos de ti. Me gustaría que el anciano y el perro canelo flaco se fueran de esa pira donde yo soy inexistencia. Me mortifica, que se dejen morir así. Quizás, cansados de tanto y tanto odio entre los seres. Y tu hija, todavía frente al espejo con tus ojos embelesados como esboza una nueva jornada. No me pienses, no me nombres. Solo soy un eco en la sombra cuando todo cae vertiginosamente, cuando todo rompe en cristales punzantes que te dañan, que te matan. Lo más cierto es que nos encontremos, no se en que momento de la vida y nos sintamos atraídas por nuestras inquietudes. Charlaremos y charlaremos como no hubiera pasado, un ayer y nos daremos pinceladas de aliento, de un aliento fresco, alegre. No seremos conscientes del porqué, pero este cosmos nos indicará el cruce de nuestros caminos.  Sí, seremos una visita en un instante determinado. Sabes, tengo cierta pena, no saber de más. No saber de tus rutas por este planeta seducido por la enfermedad. Sí, un mundo enfermo. Pero nos encontraremos, no sé cuándo. Me estoy agotando y tu sigues frente al espejo, el niño duerme.   Un poder superior a mi saca mi esencia y adiós, hasta luego.  Y adiós, hasta luego. Danza con los ahogados de ese ambiente. Danza con las ballenas defraudadas en su destino. Danza con cementerio de elefantes. Danza con la despedida, con mi empeño de saber de ti. Danza con el miedo. No sé donde estaré. Solo sé que seré huesos y carnes no sé dónde, ya nuestros ojos brillarán cuando seamos hijas de una mismo sendero en el misterio de nuestras palabraS...CONTINUARÁ

viernes, noviembre 19, 2021

LA MADRE 6....NARRATIVA

 

7

Estoy aquí, en tu presencia. Te miras al espejo cuando la mañana es bandada de pájaros. No eres creyente, pero soy ese halo azul rojo blanco que se forma a tus espaldas. Te converso como quien converso con el ser más amado, tu, hija. No te das cuenta, pero estoy aquí, tu potente cavilar me traído hasta ante ti. Ahora te veo mejor, tus alas aún sin plumas son huesos secuelas del pasado. Sabes hija, estás más delgada. Tal vez haya sido por un viaje duro y cruel donde tu le dabas la mano a ese niño. Un campo de refugiados, un campo de desheredados de esta tierra, un campo de martirio, un campo sonde la sórdida agonía te ha vuelto algo arisca.  Mírame como se mira una estrella fugaz. Mírame como se avecina mi ausencia después de la noticia. Comprendo que emigrar entre llanuras, montañas hostiles haya creado la gelidez de tu rostro. Un rostro petrificado, un rostro impotente, un rostro deshecho.  Pero ahora has de vivir, has llegado y una nueva lucha te espera, la condición de ser extranjera en una ciudad que no doy nombre, que más da, todas son idénticas. No te duermas hija, estate con sus ojos atentos. Te miras en el espejo, te examinas y percatas cada movimiento de tu masa ósea. Qué triste suenan los cuerpos cuando la insonoridad los ampara. Qué triste suenan las manos cuando lo gélido las acaricia. Qué triste suena sonrisa cuando te miras y la nada de rodea. Estoy aquí, en tu presencia. Una calidez dejo pasar a tu cuerpo, a tu existencia para que te animes, para que no calles, para siguas tu camino. Son muchos años de desasosiego, de desgracias que aún están latente. Cuando miro ese anciano estático y ese perro flaco canelo a sus pies me recuerda a ti y a tu niño. Qué triste suenan las olas de esa bahía que desde tu ventana avistas. Respira profundo hija, saborea de ese oleaje que trae, que lleva…que lleva, que trae. Qué triste suena tus ojos cuando un hondo vacío te sepulta bajo rocas indestructibles. Qué triste suena tus sueños cuando nadie te ama ¡Ama hija ¡Sí, ama! Qué más da. Solo somos milésimas de segundo en este universo, nada. Aprovecha cada oportunidad que se te brinde la vida. Qué triste suena tu reflejo cuando desnuda miras tu ayer, tu hoy. Estoy aquí, en tu presencia, ronroneando el ascenso de tus ganas. No decaigas, no te marchites donde la sombra de cipreses se empeña en llevarte. Nadie se alegrará de tu miseria al igual que nadie se alegrará de tu riqueza, de tu riqueza recóndita. Estoy aquí, mira como energía te atraviesa para quedarse en ti de manera vertical, positiva. Levanta la cabeza y salúdame…No te duermas. Ahora me despido con el tintineo de tus pasos. Ahora me vuelvo atmosfera que te rodea hasta el final de tus años. Qué triste suena la soledad hija, querida hija. La bahía se ve desde tu espalda y te trae sin cuidado. Ya ha amanecido y el niño duerme.

miércoles, noviembre 17, 2021

LA MADRE 6....NARRATIVA

 

6

Uhm…tengo miedo hija. Cómo puede ser esto…tengo miedo, mucho miedo.  A veces todo se desborda. A veces el ser humano se vuelve arisco, nefasto ante lo que no asciende del. Un verdadero temor que me convierte en un pájaro invisible tras los espejos que te reflejas. Tu no decaigas, ya has sufrido y penado bastante. Ahora, en el amanecer, me fijo en ese anciano quieto y el perro canelo y flaco en sus pies. No se mueven, no se tambalean, aunque la amenaza sea real, existente a su alrededor. Tengo miedo hija que todo esto se expanda. Ustedes, seres de la nada estáis derivados a la nada, a precipicios donde lo irracional los abraza. Uhm…hija mía, sigue lo que dice tu corazón y tus ideas. Que nadie te dañe. Que nadie te martirice con el canto de pájaros sin alas. Todos somos uno, una atmosfera donde se balancea nuestra entereza enraizada a un epicentro, la vida. Tengo miedo hija…mucho miedo. Medito, examino y los sueños se vuelven pesadillas, delirios. No por ti ni tu niño, sino por la fealdad de espíritu de unos. Te meces entre tus sentimientos, te meces en tu yo, te meces en tu persona. Te perdono todo hija. No fuiste mala hija en el ayer solo, tu condición de ser, tu condición en el amor. No fuiste mala. Ahora, aquí, en la oscuridad del espacio determino tus preocupaciones, tu malestar, tu desconfianza, tu tristeza, tus ansias. Yo lo sabía hija. Toda la vida lo he sabido. Una opacidad amargaba tu verticalidad. La condición de ser atraída por el mismo sexo no es mala hija. Nunca lo ha sido. Son solo una opción más en esta existencia. Perdóname, hija, mi daño no era por ti, todo estaba involucrado al ritmo de nuestra manera de sociedad. Detente y medita, qué hubiera ocurrido. No eres mala hija solo, una quise protegerte. Ante la vociferación, ante la muerte y aun tengo miedo. Sí, mucho miedo. Sé que no me escuchas, pero algo te hace presentirme. Me piensas, sospechas algo y sin embargo sigues con la esperanza de volverme a ver. No hija, el anciano quieto y el perro canelo y flaco en sus pies esta ante el adiós perpetuo. Pero tu has llegado, con tu niño. Ay, hija mía, que este nuevo aroma no te entregue a riscos donde ortigas rajen tus deseos, tus propósitos. Tengo miedo hija de que un martillo hiriente te agarre y te escupa su mal aliento…sí, mucho miedo. Se tú, erguida como los pájaros al encuentro de su ruta ¿Cómo hacer? ¿Cómo decirte? Perdón, que los pájaros cantan en mi espíritu de encontrarte así, has llegado hija….El crepúsculo de la mañana viene con nuevas expectativas para ti, para tu niño. Lo sé. El crepúsculo de la mañana será de nuevas experiencias que te harán más fuerte, más alta, más tu. Míralo, ese cielo entre dorado y celeste construyendo un cielo donde los  sueños avanzan, donde todo se va recomponiendo hasta la victoria de nuestras pisadas...CONTINUARÁ

viernes, noviembre 12, 2021

LA MADRE 5...NARRATIVA

 

5

Detrás…detrás de ti. Te siento abatida, columpiada en el mal paso de tus inquietudes. Te desmoronas, te entristeces y piensas en mí. Lo sé, estás pensando en tu procedencia, en ese país desordenado, conflictivo, sangrante, moribundo, vagabundo de sueños eclipsados. Quien te alzado la voz. Quien te ha escupido en los ojos. Quien te ha dañado. Quien te ha rechazado. Así somos, no des tus manos a todos. La tranquilidad de alas quietas, observadoras te dirán quien será saludo de tu ser, tu ser como mujer extranjera en el infinito del universo, en el interminable camino hasta encontrar la paz. Se de tu sufrimiento, allá, en la frontera …una frontera de alambres y muros aireados de navajas. Se que has llegado y por cierta suerte estás a salvo. Sí, a salvo con ese niño que dices a todos ser tu hijo. Pero siempre habrá una bofetada, un desprecio en tus senderos. Como te lo tomes depende de tu experiencia hija. Y tienes mucha, me imagino ese campo donde la helada mata gentes, donde el hambre mortifica la mente, donde la mente se desbarata hasta caer en fosas de colmillos. Eso pretende. Tu has llegado, has pasado esa barrera sanguinolenta y asesina con ese niño. En todo momento has pensado en mí. Sí, me has pensado. Llega el alba y miras ese niño. Llega el alba y te miro, sin que tu lo sepas. Tienes una sensación rara en tu vientre y te das la vuelta, pero no me ves…no me verás. Solo cuando la muerte nos ancle en el olvido seremos almas viajeras a un no sé dónde. Mientras te sigo. párate, ten cuidado con tus pasos. Aunque somos seres de naturaleza libre esta sociedad nos ha condenado a la marginación. No todo es bueno, no todo es bonito. Detrás de cada rostro hay ojos, hay un cavilar que puede volverse contra ti. Recuerda, eres extranjera en una tierra extraña, en una tierra enrarecida por las lenguas necias. No temas. Se natural. No falsifiques tu origen y verás como todo irá bien. Uhm¿y ese niño hija? Lo quieres mucho. Eres ahora su madre. Ay, querida hija, que grato saber que no estas sola, que grato saber que luchas por el y esa lucha por el te hace luchar por ti. Anda, levántate, hija, sabes que todas las jornadas no son iguales. Cada despertar es un nacimiento que puede ser bello, perfecto. Mira por la luz de tu ventana ¡oh la luz¡ Ese sol por horas durmiente sobre ti. Lo agradeces. Observas a ese niño, que no se como se llama. Más no es de vital importancia su nombre, lo único es que este bien y lo está. Uhm, te enciende un halito de felicidad cuando lo contemplas, dormido, sereno. Tus manos sutilmente acarician su cabeza y respiras hondo, callada para no despertarlo. Te sientes en este instante completa. Pero hay algo que te retuerce, te conozco hija, querida hija…Y es el alba y el anciano y el perro estático en mis cenizas atizadas por un viento que viene…que viene feroz, mordiente…CONTINUARÁ.

miércoles, noviembre 10, 2021

LA MADRE 4....NARRATIVA

 

Y en medio del nocturno estoy. Una luna hace conjunción con Júpiter y Saturno. Mírala hija. Te encuentras reunida con aquellos como tu han partido a un destino incierto. No aparques hija. No te digo que rechaces tu descendencia, solo, se mezcla homogénea de esa ciudad en la que estas. No te retraigas hija, se tu misma, con tus pisadas del despertar como no vinieras de lejos…muy lejos. No es cuestión de procedencias. No es cuestión de ser extranjera en un nuevo campo. Solo es una actitud de alianza donde quiera que vayas. Muévete apartando tu inseguridad. Muévete arrimando lo que corre por tus venas ¡Uhm¡ si pueda abrazarte….te diría que no eres extraña en esa tierra donde ahora estás, te diría alza tus alas, alza tu palabra, alza tu carácter y vincúlate con ellos. Tomos somos hijos de esta atmósfera. Todo somos una pequeña parte del firmamento, contémplalo. Busca quien vea como tu como gira y gira el ser, vivaces mariposas serán alas de tu despertar. Aun no lo sabes hija, pero he muerto. Se de cierto sabor amargo a tus espaldas, algo te dice de mi despedida. Un cierto tremor te arranca al vacío. Lo sientes. Conversa con el aliento de esos edificios, de esas gentes y verás que todo es cuestión de tiempo, todo es cuestión de una paciencia que te llevará a donde tú quieres llegar. No te rindas. Sí, he muerto. Pero no estas sola. Mi espíritu anima tus huellas borrando todo lo nefasto, todo lo malo. Mira hija, una luna hace conjunción con Júpiter y Saturno. Las razas no existen, cuando te des cuenta…sí, cuando te des cuenta bailaras al ritmo de una sociedad que te mira. Que te mira y respeta ¡Ay querida hija ¡Cuando nos veamos también bailaremos. Espero que no sea pronto, que tu con tus vivencias seas singladuras del bienestar. Bienvenida hija. Bienvenida a este nuevo mundo. Todo se balancea en otro ritmo, pero al fin al cabo es igual. Todos somos iguales, humanos. Aquí todo es oscuridad, todo es callado. Solo soy una energía que viaja al infinito, que viaja donde tu estás.  Y en medio del nocturno estoy , tu, ahí con tus iguales o eso crees. A veces confundimos el norte de nuestras ideas. Sé precavida. Todos no piensan igual que tú. Hay muchos puñales detrás. Cuídate de ellos y se valiente, se alimentada por la nueva cultura. Deja que riachuelos de su esencia penetren en tu verticalidad. Una luna hace conjunción con Júpiter y Saturno, mírala…CONTINURÁ

lunes, noviembre 08, 2021

LA MADRE 3 ....NARRATIVA

  

Una densa niebla depreda la noche. La madre es quemada en la soledad. La dejan en esa hoguera donde su carne y huesos será no más que cenizas. Una noche donde los astros hablan del que será, que será de su alma. Y ella contesta, responde con el porte de la certeza. Una densa niebla se alimenta de la noche y el rostro de su hija surge en alguna nebulosa de este universo. Este universo confuso, misterioso, hechizante. Los astros comprenden su que hacer en su eterno recorrido por su cuerpo. Y dejan que su alma sea parte de ellos. Y dejan que su luz azul de pinceladas a la vida de su hija. La madre ha muerto. La queman en un pequeño boceto del nocturno con la densa niebla repica al miedo. Un anciano desolado, solo, se queda ante ella hasta que la hoguera se apague. No teme ya la guerra aberrante, cruel que se extiende ante él. De un momento a otra mientras ella arde en el adiós a este mundo un aullido se escucha, no más, el chispear de su quema y el aullido…el aullido y su quema. Un perro husmea por los alrededores al encuentro de engullirse algo. Un perro flaco y canelo en la desesperada búsqueda de la supervivencia. Así se deriva el largo recorrido de su hija. Una densa niebla golpea la noche. Su cuerpo extinguido no más es un extenso sonido del cosmos. Un sonido que ondea en el crepúsculo de su nuevo nacimiento. Preñada de su inmortalidad es vigía a espalda de su hija. Sabe de sus penalidades, de su miseria en el transcurso de una travesía que la lleva lejos…muy lejos donde la herida no tiene cabida. Se ausenta de ese perro flaco y canelo. No más encuentra ascuas de su ser. El todo es la nada. La nada es el todo. El bombardeo cuando sus cenizas son llevada en la madrugada por la brisa fuerte comienza. Un ruido que hace de los ojos del anciano se cierren en una suplica con algún Dios. De su rostro lágrimas que no se retraen. De su rostro en la media noche pasada danzan los sueños, sueños de un mañana. Tal vez ,  mañana… Abre los ojos, se mira sus manos estranguladas por la vejez, por el trabajo, por el agotamiento y se las lleva a su cara ¡Uhm¡ no quiere ser el serrucho interminable de los gritos en la oscuridad, de inocentes desvariando sus destino en la duda. Sí, la duda. Y  el perro flaco y canelo se le acerca. Estático se acuesta en sus pies en un son lastimero. Tal vez, mañana…Mira su derredor, destrucción y desolación y al fondo el ruido, el ruido. Te lleva sus manos temblorosas a sus orejas. No, no quiere escuchar más dolor. Una bocanada de aire aglutinado de fetidez lo empujan pero con el perro flaco y canelo en sus pies se mantiene quieto, verdadero...CONTINUARÁ 

jueves, noviembre 04, 2021

LA MADRE 2(NARRATIVA)

 

2

Me desprendo de mi cuerpo, orbito en la duda. Una incertidumbre que me desorienta. Siente algo de calma y un cierto temblor divisa mi cuerpo fundido en llamas. Ya no estoy y a la vez sí. Soy nota de la musicalidad del universo, este universo que nos acoge, que nos invita a ser hijos de este mundo. Me he ido, no lejos, un espacio negro me cubre, pero su equilibrio es indiscutible. Escucho las voces de las penas, del sufrimiento agotando la tierra. La nada. El vacío. Un impulso me hace pensar en ti, en tu huida. Ay, querida hija, permaneceré intacta en el tiempo, hasta que nos encontremos en las estrellas. Esto es la muerte, una muerte que nos entrega a otros cuerpos. Renaceré ante tu ceguera en el paso del tiempo. No me reconocerás, no me reconoceré. No obstante, seremos unísona luz de nuestras pisadas. Observo el llanto de estas gentes, de un país que se vuelve plomizo. La pesadez de la desilusión acecha en sus hombros y caen, caen en la derrota de la vida, caen en un sórdido llanto que los hace hijos de la miseria. De lo mugriento que es ese mundo.  Un mundo de guerras idiotas. Presto mi asombro al fanatismo más incoherente. Somos incoherentes. Somos desequilibrados. Somos asesinos. Quemamos nuestro hogar, la tierra. La hostilidad nos hace sordos y no oímos su grito.  En esta era todo es confuso, nos hemos vueltos agreste, un cierto detalle de nuestras manos. Manos ensuciando cada rincón de ese mundo llamado tierra. Desde aquí, querida hija, te miro. Se de tus errores, pero también de tus aciertos. No, no llores cuando llegue la noticia…si llega. Ahora, estoy en otra atmósfera, en otra dimensión donde todo es bello, donde todo es verdad. Lo bello y lo verdadero…lo verdadero y lo bello. Nuestra condición es ser humano. Nuestra condición es la prueba de la diversidad. He fallecido hija. No te preocupes, estaré en tu existencia contigo. Una llama enciende la espera, mi espera, aquí donde los corazones vuelan en la alianza de lo natural, de lo real ¿Dónde está la cura? En la absoluta hipocresía, nos mentimos a nosotros mismos de igual manera que a los demás. La compulsión de ese ambiente donde se mece la esfera azul es arrasadora. He muerto, querida hija. No se quien me ha cerrado los ojos, estos ojos que han visto los desastres de la guerra ¡No¡ no llores cuando llegue la noticia…si llega- Te abrazo amor mío y que mi abrazo sea tu talismán cuando me pienses, cuando andes en caminos de lodazales. Ay, querida hija…hija querida…CONTINUARÁ

miércoles, noviembre 03, 2021

LA MADRE(NARRATIVA)

 1

Ahora, aquí postrada recuerdo mi juventud, tu niñez. Burbujeantes tonadas de alegría avanzaban en tu sangre, en la pequeñez de tu cuerpo. Ahora, cuando la enfermedad y incansable bombardeo que no deja descansar te busco en mis recuerdos, en una memoria que huye en estos instantes de odio y rencor. Porque si hija, las guerras no más que son batallas del odio y el rencor, no hay más. Un poder inhumano exhala cenizas en nuestros ojos y todo se vuelve oscuro y los pájaros no cantan. Ahora, cuando la noche me agazapa en las sombras de un minúsculo silencio mis pensamientos me llevan a ti. Tu te has ido, querida hija. Si hija, has huido como tantos otros a tierras desconocidas, me imagino en esta ráfaga de aire cortante en tierras insípidas, en tierras donde la lucha no ha terminado. Busca la paz, el equilibrio querida hija ¡Ay hija ¡no llores por mí, yo ya he vivido lo que tenía que vivir. Ahora, aquí postrada con ojos prietos huyendo de mi muerte ¡Es imposible ¡ya viene….ya viene. Estoy acompañada…¡no¡¡no¡ estoy sola para que mentirte. Tanta y tantos muertos que quedarán en el anonimato. Yo soy una más, vomito por mi nariz, vomito por mi boca toda esta destrucción, toda esta descabellada maldad del mundo. Mi descanso será tu descanso querida hija. Mi alma será parte de tus pasas hacia la libertad, hacia la paz. Te protegeré en cada precipicio que se arrime a ti y seré soga que cuelga tus sentidos. Este presente de luna menguante me hace detenerme en ti, en tus deseos, en tus inquietudes, en tus aspiraciones y de seguro que lo lograrás. Qué contarte de esta despedida aquí en mi lecho de difunta. Querida hija me siento orgullosa de que te hayas ido de este infierno, la guerra. Me entra ganas de reír, es como si la victoria fuera mía y con mi ida tu serás fuente eviterna de la verticalidad, de vientos nortes que te lleven lejos…muy lejos donde la palabra genocidio no exista. Tendrás que empezar de nuevo querida hija, tu lo vales. Solo te digo que me entra ganas de reír desde este mi último suspiro y en mi sueño estás tu. Te veo corriendo por la densa hierba dibujando cometas en el cielo como un jardín de arco de colores. Te veo feliz, pensándome, conversándome, amándome, recordándome. Las razas no existen hijas, son nombre que ponen las gentes, las gentes de este diminuto mundo. Somos tan pequeñas y grande a la vez. Somos un círculo de hogueras donde la danza del amor nos socorre de lo malévolo, de las tinieblas de las miradas...CONTINUARÁ


sábado, octubre 30, 2021

AQUÍ .......

 










Ahora, cuando los pájaros sobreviven a la oscuridad de las jornadas, cuando el peso de los hombros descienden barrancos atravesados por el adiós. Ahora, cuando mis ojos fueron bombardeados por lo iluso, cuando la sonrisa se vistió de indiferencia. Ahora, cuando el agotamiento exhala su último canto, cuando las olas dormidas rasguñan mi rostro. Ahora,  aquí, en el hoy, en el mañana…La guerra ha terminado amada, el hambre es poseído por la lluvia y la sed se ha convertido en habitante del ayer. Ahora , aquí, en el hoy, en el mañana amada mía, me volcaré en tu memoria, en mi memoria. Un árbol ha crecido en nuestro jardín. Un sol dice de la armonía de los mundos. Un ahora se apura en emprender el lenguaje de las mariposas. Ahora, aquí, en el hoy, en el mañana te miro.  Te miro con la certeza de nuestro camino, de nuestras alas, de nuestros rumores al son de la isla.

martes, octubre 26, 2021

EL CREPÚSCULO INQUIETO...

 





El crepúsculo inquieto, un tenor alabanza al despertar. Una cierta lluvia leve paseo de cada vivencia, de cada eco del ahora. Y el sol viene, viene con su alegría, con la hegemonía de todos los que asistimos a su existencia. El ronroneo de un gato y el susurro de la ciudad. Desconcierto en el aislamiento, en las escaleras agrietadas de tanta humedad. Caemos, nos arrastramos a mundos desconocidos el yo emigra a la reconditez. Una intimidad que se ahueca en la danza de las mariposas  ¡Mariposas bellas¡ Mariposas revoltosas inmiscuyéndose en los sueños del mañana. La emoción se detiene y sostengo ese suspiro del tiempo del amor. Quizás inquieto. Quizás estático. Con el presente de su venida en los jardines verticales de lo imperfecto.  El sanador espera la caída del sol. Supongo en este emerger de mi yo que soy temblor de las raíces que nutren la tierra. Y ahora vuelvo, vuelvo y el silencio aboga al vacío. No somos perdurables, solo materia oscura donde el alma vuela y vuela. El crepúsculo inquieto, la callada manera de mis manos, la callada manera de mis ojos, la callada manera de mi garganta, la callada manera de mi cansancio…