domingo, noviembre 30, 2008

El pasado invernal


El pasado invernal
Ella se levanta a eso de las siete. Tras de sí deja esa cama deshecha donde los recuerdos afloran como pilares de sus huellas en el día de hoy. Se siente cohibida cuando presiente la sombra de algo extraño que en su vida fue derrame de toda su savia, de toda su vitalidad. Intenta acariciarla ¡sin saber el por qué¡ pero la calidez que le ofrece es helada de hogueras que queman sus deseos .
Semidesnuda se dirige a su ventana y se afinca en ese firmamento que es boceto de las lluvias venideras con ese dibujar de las cenizas de sus nubes; como plomada caen en sus pupilas, sus pupilas semejantes a ella. Se olvida de sus sueños, sueños que han sido roto a cada zarpazo del crepúsculo cuando la mano enemiga dormía a su lado, a la vera de sus párpados sedados por el vals de los sueños. Ahora, es aislamiento sosegado en ese trinar maravilloso de las aves ¡Las avecillas¡ Le hacen gracia, se siente bien escuchando esa tonada que la desvía de ese plantío de punzadas que siente aun en su derredor . Se siente como ellas ¡libres y capturadas¡ Libres en el danzar de sus cantiles cuando aun las tempranas horas del comienzo de la jornada son pinceladas de ese eco del silencio . Capturada cuando esos bribones son polución ciclónica en el zanjar de sus hermosas alas ¡Para que callen¡ ¡Para que callen ¡ ¡ Para que callen¡.
“¡Oh prodigioso allegretto¡ “ comenta para su adentro a esas aves joviales que el don de la naturaleza dejan aun respirar en un ambiente tan tosco “Sois mi gozo cuando soy alborada del despertar y siento esta habitación vacía . Vacía pero embarcada en mareas turbulentas de mi acusada vida. Vuestro plumaje es como mi alma ¡libre¡ tal vez desencantada con el despojo de nuestras pisadas libres . Vuestro plumaje es aun ese sol que quiere darle vigor y fuerzas a mi cuerpo. ¡Un cuerpo ultrajado ¡ Un cuerpo que ya es sentencia de esa garra dañina al vapulearla según el sentido de sus vientos según su macabra y obtusa mente. ¡Oh queridas aves ¡ Cantad¡ ¡Cantad¡ Se melaza de la aurora, ahora que el bárbaro ha desaparecido . Ahora que podéis suspirar hasta que os arrojen de manera incomprensible por precipicios degradantes. Esos donde rocas y aguas negras os van hacer migajas hasta quedar en un rincón oscuro agazapadas por la vergüenza y la humillación” De repente cuando su tertulia con las aves es final unas gotas salinas caen por sus mejillas . Son gotas donde su melancolía se ve forrada de diluvios amargos . Desvía su mirada y su respiración de las aves, y se fija en esa estrecha carretera que pasa por su calle ¡Aun es temprano para que un tropel de vehículos transite ¡ Sólo un auto, con su motor dando chasquidos y en los flancos de esa mal asfaltada carretera esos que con su perrito son paseo matutino para el logro de sus necesidades .
Se fija en alguien particular, en una anciana que diariamente con sus tres perros es paso por debajo de su ventana. Le cae en gracia. La observa ensimismada. Ve en ella, en su movimiento envejecido, parte de su mañana pero aun así no se imagina. ¡Arrugada¡ ¡Torpe¡ ¡Lenta¡ Pero con la sabiduría que vamos engendrando en el paso de las estaciones . Se ve como un pétalo añejo que gira y gira entorno de las aceras como vigía de todo lo que en su alrededor fluye, de los parques con el manar de todo su pasado hasta ser encuentro con el agotamiento.
Sus candiles vagan donde en la certidumbre y se interroga a si misma -¿Habré obrado bien o tuve que cambiar aspectos de mi ayer? – Se ciñe a ello con tal fuerza que sus ojos se entornan en brasas apartándose bruscamente de esa imagen. Se desquita de ella con un vaivén de su cuerpo que la hace caer de bruces en su cama. Su masa corpórea parece estremecer ¡No quiere poseer en el mañana lejano ancianas y desgastadas alas ¡ ¿Cómo se iba a cuidar por si misma ¿ Se preguntaba, sería otra vez manejada por los hilos que otros mecen . ¡Quiere borrar esa idea de su mente ¡ Tras desahogarse, tras ser lágrimas de plata en su lecho de opacas sábanas insonoras su preocupación se yerto de nuevo . De nuevo fue pilar de sus delgadas piernas y arrastrando su olvido se miro frente al espejo que poseía junto la ventana.
Ya el astro rey daba con vileza, con esas ansias de dar calor a todos los que posan errantes en sus llamativos filigranas cobrizos
Confrontada al reflejo de su piel, siente una mano que se posa sobre su hombro de manera bestial. Hay un sobresalto en ella, un sobresalto que la acorrala en un ayer En un ayer cuando bajo su mismo techo existía otro ser. Un ser acentuado por la maldad, acentuado por unas garras que la dilataban a ser sumisa de la nada , acentuado por las grotescas palabras que la azuzaban carcomiéndola de sol a sol, de alba en alba , de nocturno en nocturno .
Siente temor y comprueba que tal tirano e insensible maza ya no existe. Grita “¡ Que dolor ¡ ¡Que herida se sienten mis carnes ¡ ¡Qué apagón suena aun en mi alma marchitada a cada haz de su recuerdo como navaja que cuartea todas mis ilusiones, todas mis oportunidades de dar un brindis por la vida ¡ ¡Fuera de mi asesino ¡ ¡ Has perturbado cada albor de mi despertar¡ . Yo, yo cuando pensaba que era desmemoriada de las tormentas de ortigas que me demostrabas.¡Perforabas cada singladura de mis alas¡ Las destrozabas como gaviota vencida al no ser hallazgo de tierra firme a su vuelo. Pero ahora todo ha acabado. Te has ido pero con esas notas angustiosas y patéticas que me envías por correo en mano de esos que ignoran tu perversidad. O, en esas llamadas cuando la luna hipnotiza mis llamaradas ¡Terroríficas¡ cuando eclipso tu retorno al hogar.”
Tras sus aullidos se sienta otra vez en su realidad - ¡Que horror¡ Hablo con el en mis soledades. Su sombra de hoces aun no se ha ido. Me ha dejado el tormento de tantas embestidas contra mis derechos, de tanto manosear y usarme como si fuera roca. ¡Me siento aún compungida ¡. ¿Cómo me deje engañar por tu máscara? Tras de ella sólo había un dictador, un violador, un huracán inhumano , una humillación .¡La humillación¡ Mancha que me azoraba día a día en el tronar de aquel infeliz y desafortunado ayer. Tanto, que su cabizbajo andar parte cada día sin levantar la cabeza.
Se espanta del espejo y decaída se dirige a su pequeño armario, de allí saca esos ropajes para afrontar su carrera diaria por esas calles y parques que hacen juego con la ciudad . Cuando ya ha terminado de vestirse, de ponerse ese calzado deportivo sale de la habitación, recorre su largo pasillo hasta la cocina. Pone una cafetera y mientras espera en su diario escribe unas notas, notas impregnadas de cómo ha sido su despertar. En ellas hay ciertas frases agonizantes sobre su pasado y la factura que le pasa ahora, pero también hay palabras inspiradas en un mañana y en un hoy más positivo. Se toma el café, ese liquido negruzco acaricia sus labios produciendo una calidez meticulosa en sus adentros, despertándola de la somnolencia y apartándola del hastío o ese vagabundear por la desgana. ¡La desgana¡ sorbo a sorbo va palideciendo, deshabitando su alma . Y a se siente con más fuerza, con ganas de comenzar con buen pie el nuevo día y hacer limpieza de su cuerpo con el sudor que la cubrirá en su correr. ¡ Si , limpieza¡ Limpieza sobre todo a esas vejaciones que inundo su danza con el mundo , de esas turbulencias arrasando cada vez que sus ojos tomaban el paso del crepúsculo.
Sale de su hogar dispuesta a ser footing “¡ No me toques¡” eran las palabras que pasaban en su mente como tinieblas .”¡No me toques cuando yo no lo deseo¡ ¡Cuando no existe amor como si fuera una prenda harapienta que se hace con ella lo que quiera ¡” A cada zancada a ras de las aceras le ascendía un repudio , una contrariedad súbita hasta que sus latidos llegaban a ser ritmo estrepitoso con la rabia . Después, descendía hasta la moderación tras haberse desvestido de las malas vivencias del pasado, culminando en aguas mansas cuando era retorno a su hogar, con la excitación ya en la penumbra y sintiéndose libre tras desahogarse.
Ahora se sentía bien con esa ducha para refrescar su blanca piel y desposeerse de esas amargas sales. El agua corría por su cuerpo como si fuera tiernas plumas cálidas con un gran fragor igualando a una tersa acaricia. Una acaricia que anhelaba con verdadera pasión y no esas manos de espinas que en el ayer la hacían caer en unos pozos desérticos al son de su melancolía.
Cuando hubo terminado su aseo se vestía de nuevo, pero ahora con el resplandeciente encanto para disimular sus heridas, todos esos desastres que la trituraron. Se preparaba como curso cotidiano para ir a su trabajo. Siempre con una sonrisa y una delicadeza impresionante. Con la seriedad necesaria y los lazos exuberantes para liarse a cada conversación que se manipulaba en el instituto: su lugar de trabajo.
Era profesora de artes plástica. Es decir, con el vuelo de la imaginación de sus manos y su mente intentaba magnetizar ese don a sus pupilos. Con ellos se llevaba estupendamente. Siempre cariñosa y bonancible, con una paciencia extrema para aquellos que se aburrían en sus clases. Con cada uno de ellos tenia un compromiso personal, no dejar que algún estrago de la vida los desviara del aprendizaje y los amigos. Por ello , olisqueaba cada una de sus miradas al encuentro de un amargo suceso que los estuviera lisiando .
En horas de clase mientras ellos se afanaban en su labor ella hablaba. Hablaba sobre la vida, sobre las precauciones sobre los desajustes entre unos países y otros en el perfil económico, sobre lo deteriorada que estaba la naturaleza por esa irresponsabilidad los superiores y la poca conciencia o impotencia de la sociedad en general. Quería transmitir mensajes de lo que hoy en día era la vida pero siempre con un retraimiento denso para ser respeto de cada una de las mentalidades ¡Ella no era su madre¡ Sólo los magnetizaba con la realidad “ ¡Tened cuidado chicos hoy en día existen muchos embarazos imprevistos ¡ Tomad las precauciones debidas ante ellos y las enfermedades que se transmite sexualmente . ¡Tened cuidado chicas y chicos ¡ que la droga no os da el arte de ser más hombre o más mujer , sino os ataca al sistema nervioso con el desprendimiento de vuestro raciocinio.¡Qué la madurez se va adquiriendo en el progresivo andar de los años ¡ Cada año seréis más consciente y la vida es larga , ¡larga¡ ¡larga¡ .¡Sois jóvenes ¡ Tenéis muchos años para ser singladura de lo que deseáis pero sin olvidar vivir el presente . ¡Todo a su debido tiempo ¡ ¡Tened cuidado¡ no os dejéis manipular por nadie , que su manipulación es a veces malvada y podéis caer en la desgracia al sentirlos presos de ella . Ser erectos ante sinceridad y el respeto .¡ Trabajar ¡ Trabajar con vuestra imaginación la cual es hermana de la luna y en ella existe la refulgida belleza que puede expresar vuestras manos “
En sus discursos a la clase se observaba ya el agolpar de sus años, las experiencias que había adquiriendo en el transcurso de las estaciones.
En las horas libres era vaivén de un café. Un café en compañía de otras compañeras de trabajo. Todas ellas sin sospechar ese quebranto de casi mortandad de su pasado invernal. Sólo, una de ellas que era embelesada amistad desde hacía muchos años, cuando se hallaba envuelta en el caparazón de sus épocas estudiantiles, en otro lugar, en otro ambiente .
Con ella solía hablar más de su reconditez como remedio a sus penas, como ímpetu asertivo a sus nuevas motivaciones. Frente a frente se sentaban en la cafetería, una cafetería que poseía sus mesas y sillas al descubierto, como una especie de terraza alborozada por un pequeño jardín para así aprovechar de ese suspiro del buen tiempo.
Se miraban, se buscaban con una amena conversación énfasis de sus alumnos. Después, se embarcaban a ese haz cotidiano que las rodeaba. Más tarde, cuando los minutos latían el final de aquel diálogo se iban adentrando por aquellos huecos de sus almas, expresando así todo ese perfume entre los aullidos y el gozo que sentían.
Su compañera siempre cuestionaba – Mujer por que no te buscas una pareja para reemplazar esa soledad que es vigía de todos tus movimientos.
-No- tajantemente contestaba ella – Prefiero ese aroma inanimado en mi cuerpo después de haber sido cautiva de la desesperación y de terribles tempestades sobre el. Prefiero estar como ahora. En mi hogar. Con mis sueños libres. Con mis impulsos de ser como soy, acogida por la clama afable que imanta mi soledad.
-Pero la soledad no es buena querida amiga mía. Tienes que hallar esa acaricia verdadera. Esa pasión reveladora de tu personalidad.
-No , no insistas . Me quemaron y hostigaron mucho en el ayer. Tanto, que aun soy sombras del pasado. Tanto que ahora puedo respirar la pureza de mis cadenas rotas. No deseo. ¡No deseo¡ O es temor a que mi retorne esas malolientes agujas de angustias.¡ Entiéndeme¡
- Pero, pero todo los seres humanos no son iguales.
- Ya lo se. Pero mi pasado es una cuna impregnada de zarzas y ahora se encuentra en volandas por esas nubes aterciopeladas de la serenidad. Me hallo satisfactoriamente bien así. No me siento sola. Voy al trabajo. Doy mis clases. Me interno en el paladar de mis compañeros. Con ello me basta. En todo mi ayer sólo hallo la mentira, el insulto, el abuso, la carcajada de a mi persona. En todo mi hoy hallo la verticalidad, el manar de arroyuelos de mis ansías de vivir. Libre .¡Libre¡
Su compañera a su mirada constelada le da calor, es fidelidad comprometida con su opinión. Comprende esos surcos avasalladores que la reventaron en cicatrices que aun no han curado. Entiende sus ganas de respirar ¡Si respirar¡ sin que su aire sea naufragio en un campo de aguijones . Se dejan. Se dejan cuando el tiempo es luz verde otra vez para continuar con su labor, cuando el tiempo es luz verde otra vez para el final de su trabajo ¡Y la llamará¡ ¡ Ya saldrán en el paso que marca el tiempo libre ¡
Ella después de haber terminado su trabajo vuelve a casa . Prepara la comida mientras una sonata triste perfuma sus alrededores. Prepara la materia para la jornada sucesora. Se duerme en el sin fin del placer bello y apoteosis de sus sueños. Después cuando la tarde es álgida antecesora del ocaso asiste a sus clases de pintura ¡Se ríe ¡ ¡ Se amiga¡ y cuando el nocturno es llamada del descanso retorna bajo el tibio aroma que le ofrece su techo . Es dulce velada de las estrellas ¡Del universo¡ hasta que la somnolencia es boda con el sueño, hasta que el sueño es vergel hermoso con la sedosa acaricia de sus sábanas.

jueves, noviembre 27, 2008

Nace así...



Nace así desde un velero que la lleva de mano por arboledas de soledad. Un trueque entre el silencio y la serenidad irradiada por la soberanía del sol. Con su tacto aterciopelado sobre el suelo describe gaviotas en el aire. Se sumerge en el dilema que ciertamente la evade de todo lo que la rodea. En su mutismo averigua el significado de las constelaciones, el rubor de las olas que la eclosionan como mujer de brisas suaves. El arco iris le tiende un puente con todo su brío. Ella se descalza, se despoja de esa atmósfera enrarecida que atiza a sus pisadas para saber de sus colores. ¡Vida¡ Con la impecable veracidad de su eco magnetiza la mirada oscura de la bóveda celeste que es galerías de misterio. ¡Ella misteriosa¡ ¡La naturaleza misteriosa¡

lunes, noviembre 03, 2008

Camina descalza...



Camina descalza así como llevada por el vientecillo. El susurro de las olas imanta todo su ser. Es naciente de las disecadas alas de la nostalgia. Ante ella se revela un alma ausente, mezclada con el sabor fértil de la pasión. Desde la ventana de su casa divisa el profundo océano, un imperturbable gaviota vuela y vuela a ras de las de esas ondulaciones turquesas. Ella piensa, cavila la ida de su amado, la perdida del amor. ¡Sí la perdida¡ Pedazos de su recuerdo se le amontona en sus sienes. Quisiera abrazarlo, extender todo su calor en sus manos. Ve la barca que tiene amarrada en la orilla. Decide bajar y subirse a ella para remar y remar hasta la lejanía. ¡Remar y remar hasta un amor allende¡ Decidida emprende el viaje con la palabra “te quiero” pronunciándola una y otra vez. El sudor y la fatiga se adueñan de ella. Ve una especie de islote con un brillo especial. Se aproxima y se baja cansada de la barca. Su superficie emite cierto calor agradable, atrayente. Se trata de él, de su amado. Un mundo de ensueño. Un espacio donde aves enormes y árboles ondeando antorchas de multicolores son cuna del amor anhelado, del amor buscado.