sábado, septiembre 23, 2023

SUAM 15

 


15

Yo Suam en un rincón, salgo de esa cueva y miro el firmamento sin luna. Un mapa estelar me sorprende y todo se hace mudo solo, una pequeña brisa, una oscuridad. Yo Suam entonces como todas esas noches donde la luna me puede delatar sueño. Sueño en un mañana, en un despertar fuera de esta prisión de rocas. Sueño que algún día seremos almas libres en las sendas de una briosa paz. Sueño en mis seres queridos, en mi familia, herida, desterrada, ausente en mis manos. Sueño que llegaré a ser adulto y no cometeré este error fatídico humano. Sueño que con mis pies avanzaré donde el arco iris da pinceladas de un invierno cristalino. Sueño que volveré a la ciudad donde los muertos sepultados y a ras de  su tez ya no están. Yo Suam sueño y sueño que de mayor no seré un miserable más, no seré existencia de harapos y veré la lucidez de una sonrisa. Y como es cotidiano a estos momentos después de suplicar, de rezar a Dioses sordos retorno a la cueva. Todos duermen. Todos sueñan. Unos en tranquilidad y otros en el delirio. Y es que esto es una mala pesadilla que no deseo ni al peor enemigo. Yo Suam, me siento a la vera de ellos y sueño y sueño y el dolor distorsiona mis sentidos y las lágrimas empapan mi garganta y siento que tengo sed…sed de esperanza y paz. Las mujeres de la cumbre como cada noche vuelven y sus baladas me apuran a descifrarla, es como si fuera un exorcismo de todo el mal que impregna en esta atmósfera, en esta isla. Un sudor frío se apodera de mi sangre y despierto, estoy aquí, en el faro con la gaviota. Yo Suam tengo ganas de llorar y llorar, me estremezco, pienso en ese veneno que han echado en mí y me levanto de este sillón que tiene ojeras. Qué terrible fueron aquellos años. Yo Suam me digo que solo vale la pena la paz, que solo vale la pena amar, que los sentimientos son aquellos que nos mecerán en el futuro y todo lo demás es un amasijo de recuerdos de aquello que amamos , de que aquello que odiamos Uhm, estoy solo, con la gaviota en este ancestral faro. El lo sabe todo, puede predecir lo que vendrá y en sus entrañas solo restos de lo que fue. Y, ahora, el silencio. Ese silencio que se transforma en una voz que clama al ayer. Suam por favor, no se puede salir, no salgas te lo prohíbo. Grita mi madre con la desgarradora gana de vivir  ¡ Oh madre¡ dónde estarás? Este silencio me consume ahora que ha terminado la guerra. Caigo sobre el sillón que tiene ojeras y miro ese piano. Estoy mortificado, una ansiedad me lleva a cerrar mis manos y apretar los puños hasta sangrar.

 

 

lunes, septiembre 18, 2023

SUAM 14

 


14

Yo Suam giro entorno a la cueva. A esa cueva donde niños , ancianos y  desvalidos habitábamos. La noche ronda con una luna negra, cuya sombra hace pulsar el desánimo. Yo Suam me estrecho más y más entorno a la hoguera de aquella cueva, donde la humedad de su fondo nos desquita la mala gana de seguir viviendo. Todo esperamos, aquí en la cumbre donde solo el crepitar del fuego con la leña es bulla. La mujeres de las cumbres vienen y vienen con alimentos, con abrigos para ampararnos. Son mujeres vestidas de negro, donde la arrugas de sus frentes , de sus ojos, de la comisura de sus labios es señal de sabiduría , de ese conocimiento que carecemos en esta zona donde nos escondemos. Vienen como si de la nada hubieran nacido, como hijas de esta cumbre y a ciegas durante la madrugada. No , nos hablan. Calladas a las afueras de esta cueva dejan las cosas y se van, una tras de otra, otra tras de una. Cuanto más se van alejando va sonando un canto, un canto agudo de dolor, un canto mágico, aunque sea doloroso. Yo Suam digo, ellas son nuestras almas protectoras a esta gente desvencijada, derrotada, cansada pero supervivientes de los descomunal de la aberración humana. Siento el goteo de las filtraciones de esta gruta y se delata como un invierno o un otoño. No sabemos bien, pero el frío cala en nuestros huesos. Uhm, esas mujeres luchadoras, invencibles ante cualquier adversidad por muy cruel que sea. Las admiro. Me gustaría saber más de ella. Yo Suam y la gaviota en este sillón que tiene ojeras en la armonía de la música nos gustaría saber de ellas. Mujeres de negro. Ancianas de la cumbre. Yo Suam miro a mis compañeros, ojos descarrilados en atmósfera del agotamiento y de una tristeza infinita ¡No¡ Escucho un crio como yo gritando ¡No’¡ ¡’No¡ Despavorido cuando la madrugada es gélida infernal sale huyendo de la cueva, quiero ir tras él, tras su delirio del terror pero alguien me detiene ¡Déjalo ir¡ ‘¡Déjalo¡ Sino caeremos todos. Y todos bajan la mirada, se concentra en la hoguera entre esas imperfectas paredes y el resonar de mis ojos inciden con una mujer. Una mujer de la cumbre borra en ese instante mi intento de pararlo, me persuade hasta que la calma se incrusta en mi vientre. Qué será  de él . Yo Suam, ahora, sentado en este sillón que tiene ojeras muerdo mis deseos de que la existencia me confiese que fue de él. Nunca más me encontré con el.

 

 

domingo, septiembre 17, 2023

SUAM 13

 






13

Este azul. Este gran azul, tal vez arrugado, conquistando toda mi sustancia. Ahora que la noche me da cierto descanso te sigo pensando, sigo conversando con los astros de como estarás ¿Cómo te encuentros amor mío? Ya sabes dónde estoy, tú has hecho tu vida al son de mi marcha, de mi entrega a este mar, a este faro. Me he quedado solo, pero, estoy satisfecho. Me gusta pensarte, hablar de con estas noches donde el viento late con potencia. Parece que me trae tu imagen, tus palabras calladas y las entiendo. Se que esto no era vida para ti. Ah, querida mía este gran azul. Las ballenas se acercan, puedo sentirlas en sus resoplidos cuando emergen en la distancia. Esta noche sin luna no hay ninguna embarcación a la vista solo, la vida de las mareas. El viento se pega con su silbo a mí y supongo que alguna tragedia traerá¡El viento¡ ¡El viento¡ al encuentro de aquellos que huyen, de aquellos engañados, de aquellos inocentes en la deriva. No distingo esos traficantes humanos pero los dejan a la deriva en una barca que perecerá en su intento de una oportunidad, de la dignidad ¡La dignidad humana ¡tenemos que reservarla aunque existan chubascos de piedras sobre nosotros, aunque la muerte este presente en todos nuestros ámbitos. Tenemos que asegurarla sea cual sea nuestro criterio siempre que converjamos con lo benevolente ¡Amada mía¡Te acojo en esta noche estrellada donde no nombro tu nombre. Te deseo como la noche al crepúsculo de la mañana. Te agarro como se agarra la levedad de un plumaje cuando cae sobre nuestras manos. Te nombro como la fugaz estrella de mis sueños OH, este azul. Este gran azul. Me trae tu aroma. Me trae una tristeza. Me trae la desgana. Me trae la impertinencia de seguir este sendero de la vida solo. El viento azota, la marea se rebosa y somos distancia de nuestros cuerpo pero no de nuestros sentidos. No sé porqué algo me dice que me llamas….Sí, me llamas y yo acudo a tu llamada con la entereza de la memoria, de estos pensamientos deseándote lo mejor, lo bueno.

Yo Suam miro este azul. Este gran azul, el viento viene. Viene para dejar más pesadillas a las mareas, a una isla donde la gente no duerme. No, no duermen. Han sido muchos años y el miedo ha creado cierta alerta, cierta desorientación en lo que aquí habitamos. Ahora tenemos que reconstruir con las ayudas que nos llegan, donde nosotros pondremos nuestra alma para que esta ciudad resurja de las cenizas, de la miseria, de la muerte. Yo Suam  y la gaviota estamos adormilados, pero esta atención a estar casi despierto permanecerá en mi para el restos de mi vida. Siempre en alerta por lo que pueda surgir. ¡Uhm, levantar todo esto. ¡ Ir desglosando la isla hasta que en vertical sea lo igual que antes. Yo Suam no imaginaba tanta y tanta barbarie. Yo Suam no imaginaba tanto y tanto dolor. Yo Suam miro este azul. Este gran azul donde el viento revienta las olas contra esta pequeña fortaleza llamada faro. El piano se queja y es un quejido hondo donde mis manos tiemblan con estas cartas muertas en la nada. Cartas no enviadas. Cartas alimentadas por un deseo que no pudo ser. Cartas sobrevivientes a la fatalidad de estos años.

 

 

 

 

miércoles, septiembre 13, 2023

SUAM 12

 

12

Yo Suam duermo o eso intento. El intentó ser amado y la dejadez de los años lo transformaron en un hombre solitario.  Una extrañeza que para muchos era similitud de huraño, de áspero, de grosero. Pero por lo que puedo palpar no era así. Su sensibilidad llegaba más allá de los confines de este universo. Era un hombre que sufrió , que lloró en su soledad alimentada por su carácter. Por lo que puedo ver era muy culto aunque no tuviera estudios solo la herencia de sus antepasados. Un ser enriquecido paulatinamente por vientos del norte, por vientos de sur, por los vientos cualquiera que fuera su sentido. Un hombre construido por los pilares de la carencia, del desamor, del desencanto. Y así se fue encerrando en este faro, su vida. Imagino sus ojos observando, examinado cada barco que llegaba, en alerta. Esta guerra acabada terminó con él. Pienso su aislamiento mientras su isla era burlada por nefastas mazas oxidando, matando cada persona en sus sentidos. Ahora parece que quiere amanecer, me asomo a la ventana y veo la playa y veo la quejumbre de una ciudad pisoteada, asesinada en cada una de sus ganas de respirar. El aire huele a muertos amontonados, esparcidos en su todo. Yo Suam me lamento como se estaría el lamentado en los años de esta. Mi abuelo no lo vimos más pero su energía, su esencia revoloteaba en nosotros cada día, nos daba un cierto empuje para que no sentir remordimientos ante su desaparición. La guerra continuaba. ¡Suam recoge tu cuarto¡ y yo me quedaba atontado. Recoge tu cuarto…con lo que estaba pasando. Nos quedamos sin agua, sin electricidad y la luz de velas estábamos ¡Suam recoge tu cuarto¡ Mi madre actuaba como si nada, como si no pasara nada y se lo agradezco ahora. Sus interpretaciones, tanto de ella como de mi padre, fueron magníficas, delicadas. El piano ronda, su sonido es interminable y es como si el estuviera aquí. Escuchó, siento y mis piernas tiemblan ante tanta maldad. La playa ya no es playa sino un cementerio de seres anónimos que intentaron huir y no pudieron. Salgo por unos instantes. Yo Suam respiro…inspiro y espiro y soy una mezcla de temor e incredulidad. Todo es callado…hace tanto tiempo que no sentía este silencio que me cuesta creerlo. Mis ojos derivan a la gaviota y los de la gaviota derivan a ese mar que nos envuelve. Siento gritos. Siento bombardeos. Siento saqueos. Siento el horror. Los traumas de una guerra. Con mi dedo describo círculos en el aire, así es la vida.

 

sábado, septiembre 09, 2023

SUAM 11

 


12

Puede ser que este amanecer sea el regreso de tus ojos. Todo puede ser, el amor asciende corriendo tras los riachuelos que vienen de la cumbre, esa cumbre donde tus besos eran buenaventura, era un sutil frescor a mis deseos, a mi pasión que eras tu. Han pasado unos años y desde este faro donde rompen las olas te veo en la distancia de lo que no pudo ser. No sé porqué nos alejamos, nos ausentamos de nuestras manos enlazadas hasta el adiós. Pero he de decirte que te recuerdo, una memoria vaga en mis venas anunciando tu nombre, tu bello nombre y yo me siento caer en un profundo sueño donde te siento, te veo como si fueras parte de mi en estos instantes ¡Ah, querida¡ Tal vez la culpa haya sido mía. Puede ser que mis adentros apegados a este faro hayan sido lo de nuestra lejanía. Ya sé que no querías venir aquí, donde las olas rompen, donde los cetáceos conversaron los Dioses de la madre tierra. Lo siento, esta es mi vida y tu eres libre. Como ya sabrás, te pienso, te amo. Amores que se empequeñecen en la nada cuando nuestros cuerpos no pueden consumar el abrazo, la caricia. Sin embargo, te quiero. Hasta luego amada mía.

Yo Suam por orden cronológico leo esta carta, su primera carta y en mi se produce una tristeza. Que triste debe ser amarse con las tapias del destino. Esté hombre la quiso, fuera quien fuera. En esta cuartilla hay restos de humedad, de alguna lágrima lanzada al vacío de su soledad. Doy por sentado que este lugar no lo habitó nadie más, solo él. Yo Suam miro la gaviota y digo que doloroso tiene que ser estar aislado, con las ganas de amar a quien te compensa en el devenir de los días. Y el se enamoró. Un amor huido por lo impetuosidades de la vida. Y este hombre se quedó con ese amor, en sus recuerdos, en esa memoria estática que lo yerta a cada momento de su vida. Yo diría se autolesionó ante lo imposible de tenerla y su castigo fue no volverse a enamorarse, quedarse sola ante el imperio del universo. Después vino los caminos de la vida. Después vino el olvido. Después vino la guerra. Después vino la paz. Todo se repite, todo es una vuelta atrás de donde no hemos aprendido, donde no nos hemos parado para el aprendizaje. Yo Suam, sentado en este sillón que tiene ojeras me revuelvo, no por su muerte sino por esta carta dejada en su desorden en este hábitat donde rompen las olas.

 

miércoles, septiembre 06, 2023

SUAM 10

 


10

Yo Suam detrás de mis padres y abuelo llevamos a la abuela al cementerio. En aquellos días estaba aun intacto. Nos acercamos donde su madre y su padre estaban enterrados. Mi madre me dijo que me diera la espalda. En esos precisos momentos cuando la noche era aberrantes cadenas de explosiones sentía como mi ellos arrastraban, cavaban en esa tumba en la tierra. Sentí la caída de su cuerpo inerte, hermético, rígido en aquella fosa y de nuevo la pala echando tierra en la despedida de su presencia de nosotros. Cuando terminaron yo Suam me viré. Ellos con la cabeza gachas, yo mirándolos a la vez que mis ojos se despistaban sobra aquella tumba. Pusieron una cruz, mi abuela era muy creyente. Una cruz simbolizando su ida a otro lugar, una cruz deduciendo su descanso. Esas imágenes permanecerán en mi el resto de mi existencia. Imagines de una noche de guerra donde dos bandos estúpidos, obsoletos de la realidad luchan como guiados delirantemente por un gobierno astuto, al margen de lo que ellos hacen. Después deprisa volvimos a casa, mi madre le daba la mano a mi padre, me daba la mano a mi y mi abuelo también. Iban caídos a ras de una pena grave que permanecería en estaciones. Yo Suam y la gaviota desde aquí , desde este faro recuerdo oír una canción cuando regresábamos a lo que sería nuestra techo por cierto tiempo. En un momento el abuelo se detuvo, miró atrás, sus ojos cuajados de lágrimas sostenían el pesar. Mi madre y mi padre tiraban de el cuando de pronto de aquel cementerio de cipreses nació una estrella fugaz candente dirigiéndose al cielo. Su silueta era como una mano que invitaba a venir. Mi abuelo dio marcha atrás y se dirigió a ella. Yo y mis padres le esperamos como se espera otra desesperanza, otro adiós. Aquella estela se desvaneció a medida que por unos instantes se callaron las bombas. Yo y mis padres continuamos hacia casa con aquella canción remendando nuestros corazones lastimados. Escucho ahora esa canción. Sí, yo Suam oigo la despedida de la abuela , del abuela en este lugar , sentado en un viejo sillón de ojeras de sufrimiento. La congojo me entra y percato que en este mundo existe una unión, entre el misterio más allá de la muerte y la vida. Que todo tiene su porqué y ese porqué es que somos hijos de este mundo donde la energía de las almas fluye sin que nos demos cuenta.

domingo, septiembre 03, 2023

SUAM 9

 


9

Durante años con los otros, si los otros, viví en una cueva escondida en las inmediaciones de la cumbre. Yo Suam llegué en el amanecer, aquel amanecer después de una tórrida y malévola noche. Tocaran en casa, la entereza de mis padres ahora me asombra, se los llevaron. No hubo discusiones. No hubo palabras solos ojos de colmillos sanguinolentos que los atrincheraban, una dejadez para mantenerme a salvo. Yo Suam vi como se llevaron a mis padres hace años en una noche donde la luna era censura y los estallidos de los llantos impregnaban la atmósfera. Entonces comprendí, hui. Salí corriendo, la mirada de mis padres distraía aquellos, aquellos hombres extraños, rígidos, firmes en su cometido. Mi pulso seguía el de la calle, incendios, explosiones, gentes que no sabían a donde iban. Yo con la advertencia que me dieron cuando tocaron no hice caso a nadie, tira para la cumbre hijo, solo dijeron, no te detengas. Yo Suam no tenía muy claro a donde iba, pero corría, corría como el espíritu del viento, de una lluvia que te hace pesado sumergido en un pozo de rabia y dolor. Una masa espesa de vegetación me salpicaba en su latido más profundo. Y subía por barrancos nunca vistos por mí. La nada alborozaba. Yo Suam en esa noche sin luna iba reptando en la pena y la molicie de estar solo ante la madre naturaleza. Un lugar que nunca había ido, sin embargo, su frescor me daba golpecitos de aliento. Lo único que sé que era como un mundo distinto, extravagante y alentador a la vez. A medida que avanzaba me sentía más seguro y mi mente esbozaba los ojos de mi madre, de mi padre arrebatados.  Pasé la noche en la intemperie sin nada llevarme a la boca, un escalofrío se trenzaba en mis piernas, un temblor cuando me detuve jadeando de que si todo esto era real o no más que una historia, un mal cuento. Hasta que me rendí, caí de rodillas rasguñándome las mismas, una sangre suave y un ardor en ellas no me hacían activarme. Estaba cansado…una niñez cansada se podría decir. Quería acurrucarme en cualquier sitio y dejar que la noche descansara conmigo. Un miedo vibrante palpitaba en mi corazón, acelerado. Vi los ojos de mi padre, de mi madre . No es si es sueño o realidad, lo cierto es que bajo sus sombras me dormí con las rodillas supurando el dolor ¡Suam recoge la mesa¡  Sentí la voz de mi madre y desperté, miré a mi alrededor y ella no estaba. Un pensamiento amargo me hacia madurar velozmente y lo terrible de todo es que estaba solo. Yo Suam me levanté, seguí andando. La ciudad quedaba lejos solo ecos de una tormenta centelleaba débil en mi paso. Yo Suam, veo como la luna blanca se desvanece, la gaviota al lado mío. Caemos cansados y nos sentamos en un viejo sillón donde los sueños de este hombre duermen en el misterio. Otras notas suenan, sucumbo en la tranquilidad y cierro los ojos. De inmediato pasajes pasados se apilan en mis pensamientos e intento descifrar el por qué.

martes, agosto 29, 2023

SUAM 8

 


8

Yo Suam cierro la puerta del faro e inmerso entre estas paredes se escucha el crujir del mar. De repente, aunque parezca extraño, un viento febril y violento se levanta . Siento como rompe las agresivas olas gigantes contra este faro. Una agresividad que me transmite a la vez un descanso. Todo se alborota, un tambor suena, el piano no deja de montar nota tras nota y el viento fuerte silba un adiós. Todo calla, así, en el preciso instante que todo se hace silencio. Me erijo hasta esas cuartillas escritas a mano y miro mis manos, mis manos sucias, mi ropa de vagabundo, la señal de un conflicto. Un conflicto que nos ha dejado a las afueras del ritmo del mundo. Yo Suam me lamento, como se lamenta las mareas en la precariedad de la existencia. No quedan nada de los míos. No sé una añoranza revienta mi estómago. Siento la necesidad de sentarme y me siento. Las luces se apagan como se apagan los miedos pegado a mis huesos, a mi piel. No he muerto en esta guerra y ahora en este faro, con la paz de ese hombre percibo mi dejadez. Me levanto, y miro por una ventana redonda, de donde las gotas blancas de las olas entran. En esta noche de luna blanca con solo lumbre a este mar. Un llanto de ballenas se columpia. Un llanto de una isla rajada no se piada de mí. Me sostengo en la verticalidad de mis piernas y miro y veo todo es callado en tierra. No hay luces, solo un humo de alguna hoguera para la despedida de los últimos y es que la guerra ha terminado. Por un instante siento gritos deleznables en mi cuerpo. Por un instante siento pánico. La gaviota picotea mis playeras agujereadas y me distrae. La miro y me mira…me mira y la miro, suspiro. Un suspiro que puede ser un quejido, una dejadez contra lo que no se pude luchar. No…no se puede luchar con el antes, con el ayer. Mirar de frente y reconstruir todas estas cenizas. Cenizas mezcladas con sabor a muertos, con saber a jarrones rotos, con sabor a aguas contaminadas, con sabor a pan rancio. Yo Suam cierro los ojos, me duelen. Me duele mirar a la luna blanca después de tanto tiempo de incomunicación, en una cueva  como barricada al desastre.

 

 

sábado, agosto 26, 2023

SUAM 7

 




7

Yo Suam cuando la madrugada da tregua al oleaje considero que este hombre, muerto en su silencio, era alimentado por la música y el devenir de las mareas. Yo Suam y la gaviota examino todo este lugar, cd, discos y toda clase de instrumentos musicales se acomodan aquí, a su derredor. El piano , solo, erige una melodía, corta pero bella, corta pero triste donde existe el evocador aroma de su carácter, de su personalidad. Hombre oriundo de esta isla, hombre disciplinado con la cultura. Medito y doy por cierto su manera altruista de mirar la vida. No sé que relación guardo con el mientras escucho esa pieza, la mar y su callar. Parece una conversación con algo, con alguien a quien amaba, a quien ama. Una melancolía originaria de la dejadez de sus años, del abandono de aquello que tanto quería. Un amor, una pasión, un paso que no pudo dar y es por ello de tanto y tanto aislamiento. Murió solo, con sus melodías, rodeado de folios escritos por el y dirigidos a no se quien. Eso imagino, escuchando a su música favorita y como puedo observar desconocidos por mí ¡ Uhm ¡ Me doy cuenta que son extraños, para mí, los cd y vinilos que aquí se acumulan. Me doy de golpes en la cabeza y sé que hay que lograr sus deseos. El mar. El mar. Su cuerpo será tragado por los cetáceos que lo llevarán a las profundidades donde los cadáveres anónimos perdieron sus sueños. Yo Suam arrastro su cuerpo, el piano calla y el ronroneo de la noche nos aguarda con la luna blanca, con la luna de la esperanza. Por un instante me siento acobardado, tirado en una tristeza por su persona. Pero habido tantos y tantos muertos, pero él es especial. Su cuerpo es ligero, se deja llevar hasta donde las olas rompen. El faro sigue funcionando, como si su vida continuará. La gaviota a saltitos me sigue. Aprovecho que el océano está sereno para arrojar su cuerpo, me cuesta, pero he de hacerlo. Delfines plateados esbozan una danza cerca de este faro. Es como si lo esperaran. Yo Suam arrojo el cuerpo, estrellas fugaces se amontonan en mis ojos y pido un deseo, un deseo íntimo. Me retiro, vuelvo al faro sin mirar ese cuerpo dejado a riendas de las mareas, de los seres que viven ahí.

 

martes, agosto 22, 2023

SUAM 6

 

6

Yo Suam vi como se encendía una luz. Yo Suam después de haber recogido aquellos papeles comencé a leer a la sombra de la gaviota , con aquel cuerpo inerte dibujando armonía. Y la vejez llega, puede ser de muchas maneras. Yo envejecí con el aroma del mar, con el vestigio de un amor eterno en mis pensamientos. Yo envejecí  en la soledad como hijo de este faro, de ese piano que esboza ante ti. Sabías que ibas a venir. Mis años no me permitieron aguardar más. Y esa guerra…esa estúpida y descerebrada guerra. Así el ser humano gasta sus años. Yo de aquí observo todo, el todo y la vez la nada. Somos nada en la inmensidad de este mundo, de este océano que me alimentaba, me daba el aliento monótono de seguir así, aislado. Sí, Suam, la vejez nos llega a todos. Algunos diezmados, otros con la entereza de la sabiduría recolectado a lo largo de las estaciones. Ahora que me ves, no te asustes ¡Oh Suam¡mira ese piano, este faro donde su luz no descansa con su ritmo perpetuo en el avance de los años. No, no te asustes, estoy muerto en cuerpo pero no en espíritu. Cada ladrillo, cada carta que irás leyendo te hará comprender  por qué te conozco. Tanto ….tanto te he esperado, pero esta guerra, esas guerras de la codicia , de la envidia, de la venganza corre por nuestra sangre. He visto muchas cosas a lo largo de mi vida Suam. Tanto he visto que he llegado a la determinación que todo es cíclico, todo se repite aquí y allí…allí y aquí.  No, no hemos cambiado la memoria ha sido borrada de nuestros pasos y las huellas del atrás no tienen sentido para las gentes del hoy. Cada acción envuelta en violencia, en sangre, en cárceles prietas en nuestras venas es un daño, es un fracaso, es una jaula para nuestra respiración. No , Suam, no te temas. Te conozco. Alguien me ha hablado de ti. Yo Suam necesito apartarme de lo que leo, me distraigo en este misterio. Yo Suam y la gaviota escucho el piano, está sonando y nadie lo toca. Me fijo más en el rostro de ese hombre y no se que sedación repercute en mi , me siento tranquilo aunque este muerto. Yo Suam, impresionado, echaré su cuerpo a la danza de las mareas cuando termine de leer esta carta, esta carta destinada a mí. Calla el piano y continúo leyendo. Morimos solos Suam. La muerte es como el nacimiento, las estrellas velaran por nuestro espíritu, libre. Sé que estas lejos de llegar a la vejez y si llegas verás la riqueza que se ha enhebrado en ti a lo largo de todas tus vivencias, algunas malas, otras buenas pero al fin al cabo vivencias. Verás que tu memoria irá borrando todo el mal y solo guardará los hechos estimulantes, los hechos emocionantes al son de tu felicidad, de tu estar bien contigo mismo. Por mi no sientas pena, Suam. He vivido a mi manera aunque esta guerra , esa dejadez del mundo, esas injusticias aun nos desbarate los sentidos. Yo Suam me detuve y deje que la voz del piano se incrustara en mis pensamientos, en esa forma de razonar del porqué estas palabras destinas a mi….


domingo, agosto 20, 2023

SUAM 5

 

5

Toque en la puerta del faro o mejor dicho tocamos. La gaviota tras su vuelo con la luna esplendorosa había vuelto a mí, a mi lado. Ella me observa como se observa a alguien que es su alma protectora. Nadie abría. Solo el rubor del oleaje llegaba a nosotros, gotas de un mal enfebrecido salpicaba mi rostro. Pero sabía que donde estábamos nada nos ocurriría. Toque de nuevo y el silencio de adentro llegaba a nosotros. La puerta de metal estaba oxidada e intentamos abrirla. Y la abrimos con el chirrido de los años, de los siglos que había estado colocada ahí. Adentro era todo oscuridad. Entramos y llamamos…Uhm el olor. Se mezclaba con las aguas y el océano y cada ser viviente en sus entrañas y cada espíritu dejado al ritmo de la marea. Yo Suam tuve una visión…la visión de barcas hundidas en la infinitud de la esperanza, de tumbas acorraladas en el anonimato, de hombres , de mujeres, de niños luchando contra la monstruosidad de la pesadilla de que el viaje a llegado a su terminó. Un mar de muertos. Un mar que ahora roja especies por la sencilla razón del desequilibrio de nuestras manos. Y ahí están, en la orilla donde las caracolas danzan un llanto a la sin razón. Yo Suam mire a la gaviota. Nos adentramos en el faro. Llamamos al farero, pero no respondía. La oscuridad me hizo tropezar y caí al suelo de bruces. Descubrimos que el farero había fenecido. Dimo luz en su rostro se podía escrudiñar un cierto alivio y una leve felicidad. En su derredor había una aglomeración de papeles que como pude comprobar estaba escrito a mano.  Pudimos ver que sobre su pecho había una nota, un papel más. Tirarme al mar. Sí tirarme donde las olas rompen con las rocas en este faro cuando mis sentidos, muertos, vaguen en otra dimensión. Tirarme al mar, a ese mar mío que me vio crecer y me consagré a el toda mi vida. Tirarme al mar , al mar de los ahogados, al mar de las sonrisas, al mar de los viajes, al mar de los cuentos, al mar de los amantes, al mar de una historia porque mi vida es paralela a él. He reído, he llorado, he desfallecido, he renacido en cada movimiento de su cuerpo, de su alma eterna. Un verdadero sentimiento me sobrevino, no sé porque nos pusimos con los preparativos. La gaviota me miraba y me miraba y con sus ojos negros me daba aliento ante el proceso de llevar a este hombre al océano. Me senté y medité, mejor sería por la mañana cuando las luces del alba despertarán la claridad. Lo examinaba en su muerte y una sensación agradable transmitía, emanaba de su cuerpo. Yo Suam esperé hasta el crepúsculo del día. Yo Suam estuvo toda esa noche ordenando los papeles manuscritos que estaban a su alrededor. Yo Suam y la gaviota sentimos paz mientras su presencia estaba ahí, a nuestro lado. No lo temíamos encerrados en esas paredes como fortaleza, como cronista de toda isla.

martes, agosto 15, 2023

SUAM 4

 

4

Esperé o esperamos, la gaviota y yo hasta que las luces del mediodía se evanecieran con la tarde. Una tarde callada como ninguna otra. Aun en mi rondaba los estallidos, la explosiones, los chillidos de lo horrible. Cuando la playa quedó como un cementerio donde solo la naturaleza de ella era presa de la muerte también caminé hacia el faro. Desde sus faldas veía lo grande que ella, lo vertical que estaba…intocable, animado por una luz que no dejaba de cimbrar. Yo y la gaviota en mis brazos nos propusimos llegar hasta la puerta, para ello tendríamos que andar por rocas afiladas que en cualquier momento podría atravesar mi estómago. La curiosidad me apretaba, aun sabiendo las narraciones de la abuela, aun sabiendo la luz que emitió ella cuando se fue iban dirigidas a este faro. Yo me preguntaba por qué, la gaviota abrazada a mi se recuperaba a cada paso que daba. Una pisada que a sabiendas de un error significaría la muerte, el estar desheredado de esta vida. Por circunstancias desconocidas veía el rostro de la abuela en las nubes cenizas en mi avance, cada vez más clara, como si me sonriera. Yo Suam quería saber quién vivía allí. Era increíble donde tanta destrucción tuviera el pulso suficiente para continuar. Era como un halito de esperanza, esa era mi impresión. Yo Suam creo que todo surgirá de esta miseria, de este desastre antinatural a la madre tierra. Y el faro hablaba, conversaba con todos los vientos que lo buscaban y lo encontraban, fuera cruel, fuera benévolo. Yo Suam observaba cierta sonrisa en la gaviota, más animada, más desinquieta, más juguetona. Pensaba que estaría más próximos pero me tomó, nos tomos unas cuantas horas en alcanzarlo. Cuando llegamos las nubes habían desaparecido y las estrellas de este infinito universo se brindaron a mis ojos y la luna…había luna llena asentía cada esfuerzo hasta llegar a la puerta. De pronto, la gaviota aleteo y su adiós decía que ya nos encontraríamos de nuevo, en la orilla de playa donde los cetáceos perecían. De todos modos me acompañaba en el trayecto. El faro se retorcía en una masa inquebrantable de rocas, quizás por ello permanecía intacto, inmóvil después esta estúpida guerra, de esa estúpida gente creyentes del poder sobre la gentes de este lugar, de otros lugares. Yo Suam veía su afilado vuelo como indicaciones que sentido tomar, me ayudaba. Había sembrado la ternura, el cariño en ella y ella respondía así…con vuelo vivaz y a la vez atento hacia mí. La gaviota y la luna. La luna y la gaviota. Pertinentes a mi final del viaje hasta el faro. Y llegué, después de horas deshojando cada accidente, cada sufrimiento de una ciudad agotada de tanto y tanto dolor, de tanto y tanto demonio induciéndolos a la pestilencia de fosas anónimas. Miré el firmamento, la gaviota había desaparecido o eso creía, sin embargo, la luna blanca aun estaba presente. Llegué a la base plana del faro. Un avistamiento de felicidad se incrusto en mi garganta, en mi estómago. Y en la puerta cerrada, la gaviota. Por un momento me sentí egoísta, felicidad ante tanto y tanto daño. Un daño marcando cada destino. Un daño anclado en cada pensamiento. Siempre existiría ese daño y yo Suam sin darme cuenta estaba acuciándolo. La gaviota y la luna. La luna y la gaviota. Detenidas en mí, me examinaban, me mimaban, se comunicaban conmigo como se comunica a un ser querido. Desde la amplitud de esa cima pude ver toda la isla, esa isla herida, rota en todas sus extremidades y su profundidades. Yo Suam lloré, hacía tiempo que mis lágrimas no corrían por mi tez, que me había secado. Pero yo Suam lloré y había lágrimas con un gusto amargo, tintadas de la sangre derramada en esta isla.

sábado, agosto 12, 2023

3 SUAM

 

3

Yo Suam me acerco a la bahía, las olas siguen su trayectoria continua pero con el reboso de la contaminación de sus carnes. Miro el faro, lo único intacto. Su luz aun parpadea y su temblor dice algo de su habitante. Es como si nada hubiese ocurrida o mejor dicho es como si la esperanza se abriera ante nosotros. Escucho el llanto de los animales marinos. Una ballena varada en la orilla. Otra ballena varada en la orilla. Otra ballena dando su último aliento. Piso la arena con el temor que una mina me acribille y haga pedazos de mí. Proyectiles viviendo en la playa. Esa es mi visión. El día de un agosto pesado, gris, húmedo y un calor rebanando mis piernas. Restos de cuerpos anónimos sembrados en toda su dimensión. Me detengo. Una gorra blanca pero podrida. La cojo con el miedo de encontrarme algo bajo ella y me la pongo. Una gorra blanca indicando la lucidez de las jornadas venideras. Una gorra blanca que me oculta de las miradas del terror. Una gorra blanca y sucia de alguien como yo . Y ese alguien ¿dónde estará? El bochorno correo mis brazos, mis piernas con un sudor de dolor , un dolor latente por mucho…mucho tiempo. De nuevo me encuentro con el faro en su luz que gira sobre si misma. Una gaviota se me pone en medio. Sus ojos negros. Sus ojos tristes. Sus ojos ausentes por falta de alimento. Sus ojos viendo los desastres de la guerra. Permanece estática e intento acercarme a ella. Y se deja. Deja que me acerque y la acaricie. Siento su debilidad, le doy agua que llevo de una botella y pan duro que están en mi bolsillo. Ella, lentamente, con la herida de la supervivencia come con celeridad, con la ansiedad de días y días estar envuelta en penumbras. La observo, tiene un ala herida. Cuando termina la cojo y deja que mis brazos la lleven a donde yo voy. Yo Suam tengo una gaviota ahora que cuidar, que sanar mientras dure esta circunstancia del circulo de su vida. Vamos al faro, a ese faro que tanto mi abuela contaba historias de las gentes que allí vivían y viven, imagino, él no ha dejado de dar esa luz cuando era todo oscuridad de manera intermitente. Y no sé el porque me atrae, será porque da señales de vida, como si nada hubiera pasado, hermético, protegido por la ferocidad de las mareas y rocas deformadas de su hábitat.

jueves, agosto 10, 2023

SUAM 2

 

2

Solo yo. Yo y mi nada. Yo y mi confusión. No entendía lo que estaba pasando. Solo un aire de algo malo. Algo malo pasa concluía en mi mente. Miraba a la abuela mientras el ruido de la calle no dejaba de ponerme nervioso. Una ansiedad en el saber el que esta sucediendo. La abuela tejía y tejía sin dar tregua, sin dejar que yo hablará. Una protección errónea en esos momentos. Sí, por un instante sus manos se detuvieron y sus ojos se cerraron. Era mayor pero no lo suficiente para morir así, tejiendo con la devastadora tempestad de la oscuridad extensa que caería sobre nosotros. Me acerqué a ella. La miraba como se mira algo extraño y creo y es cierto que no es creer que una luz manaba de sus manos, de sus manos tejedoras. Las agujas se movían solas. Sí , solas. Seguían haciendo aquella bufanda para el invierno , un invierno que ya había venido por anticipado con sus metrallas y sus tristezas. Vino mi madre, una sensación extraña paso por sus venas. Una sensación del mañana, del día después. Ella con mi padre hablaba y hablaba sin alza la voz. Lo único que entendí es que no podía venir ninguna ambulancia, ningún médico. Mi padre se agarro las sienes y de un portazo se cerró en el dormitorio. En ese preciso momento entendí algo, no todo, pero en mi la ansiedad rebanaba mis pensamientos, veloces. Me asome a la calle desde la ventana rota, no había nadie, sin embargo, ese ruido. Sí, ese ruido y los gritos se colaban en mí. Un ambiente mezclado con disimulados sollozos se asociaba con la calle. Sí, esa calle donde iba a jugar con mis amigos junto mis abuelos, junto mis padres. Soy Suam, paso ahora por esta calle que ya no es calle sino miseria y reconozco los ojos de mi abuela en cada anciana que ambula por ella y reconozco lo frágil que somos. Soy Suam y saludo a cada anciano que pasa a mi lado, así, con las ojeras de un adiós. Soy Suam y pienso que no vale la pena. No vale la pena luchar en aquellas aberraciones hacia la humanidad. Solo un momento. Somos solo un momento en el Cosmos.

domingo, agosto 06, 2023

SUAM 1

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La guerra había terminado ¿Y ahora qué¿Me llamo Suam, así como suena, Suam…Estoy aquí, en mi ciudad o los restos muertos de ella. El hedor y la enfermedad nos acucian, hasta no más que ser un lamento cotidiano. Anhelábamos tantos estos momentos. Sí, estos instantes que en que la traición de bombardeos se callara hasta su fin para respirar. Sí, respirar. Yo Suam respiro el silencio y el quejido del horror de una guerra. Mis sienes descompuestas no dejan de dar navajazos de cuerpos esparcidos en esta aterrada ciudad. Sí, aterrada, porque el terror, el miedo, el dolor, la pena, el trauma será por vida. Si, soy Suam. Así me llamaba mi madre, así me llamaba mi padre, así me llamaba mi abuela, así me llamaba mi abuelo, así me llamaban mis amigos. Ahora la guerra ha terminado, estoy solo, deambulando por estas ruinas que en el ayer fue una ciudad, mi ciudad donde yo vivía, jugaba y estudiaba. Me acuerdo aun del inicio de la gran guerra. Mi madre en la cocina. Mi abuela tejiendo. MI padre y abuelo habían ido ha comprar. Yo, Suam, estudiando. Escuché a mi madre porque mi abuela ya no oía bien, a la mesa. Rápido, rápido. Todo para mi era extraño. La voz de mi madre se movía en un llanto y un quejido. Rápido, rápido. En ese instante un ruido ensordecedor se incrusto en mis oídos. Un ruido que yo Suam aun lo siento. Todo tembló. Y mi madre, deprisa, deprisa a la mesa. De repente golpearon fuerte la puerta. Era mi padre y mi abuelo que no encontraban la llave. Mi madre abrió y no se lo que se dijeron solo entendí, deprisa, deprisa…a la mesa. Sus ojos emanaba un adiós, una desgracia , una pena que la consumiría hasta el resto de sus días. Una tumba se anunciaba. La guerra había estallado. Yo, Suam, siento el estruendo de aquel primer día. Yo, Suam  siento los ojos de mi madre mirándome…mirándome inagotablemente mientras la casa temblaba. Mi padre y mi madre se abrazaron, su último abrazo. Me dio por asomarme a la ventana, los cristales añicos. Mi madre me aparto como se aparta de los demonios de la vida y nos sentamos en la mesa. Deprisa, deprisa. Comimos cuando hubo un callar, un silencio devastador. Escondimos nuestras miradas, la abuela cogió mi mano y mi madre lloraba con sus ojos atentos a cada una de mis emociones. Yo Suam, puedo decir, que lo único que les preocupaba era yo.

sábado, agosto 05, 2023

DIVAGACIONES DE UNA MAÑANA DE AGOSTO....


 


Nubes. Una invocación al viento…al viento. Palabras que como hojas se mecen en la nada. La aurora…el pertinente despertar de todas las jornadas. Los sueños. Los deseos. Una maleta de sorpresas anunciando rigurosas pisadas en el silencio. Llueve y es agosto

martes, agosto 01, 2023

ESTÁ AHÍ....

 



Andas ahí. Sí, te siento. Como la brisa surcas sin prestar tus ojos a la mirada soez. Y yo sé que andas ahí, te encuentras a en tu reconditez. Tu vientre suda lágrimas de un ayer para retraerse en la calma. Andas ahí, desapercibida con tus manos como cuencos de cráteres subterráneos a la espera del beso. Y ese beso no viene. Y si que andas ahí, aguardando. Te haces mayor y escribes versos que se los lleva los vientos del norte. Sibilina, conversas contigo y hallas cada fragmento frágil de tu esencia. Andas ahí, tu olor me encuentra y espero como tu esperas y converso como tu conversas y miro como tu miras. Un cielo estrellado se acuesta a nuestro lado, somos parte de él y a la deriva de su música callada seguimos y espero como tu esperas y converso como tu conversas y miro como tu miras.

domingo, julio 30, 2023

Y yo te buscaba...

 

Y yo la buscaba. Sí, la buscaba donde las tierras eran ásperas con la entereza de edificios absurdos. Sí, la buscaba en las nubes después de una soterrada noche de verano donde el sudor alimentaba mis carnes. Y yo la buscaba, fijamente, divisaba el faro…el faro. Y se perdía donde los cetáceos van a morir. Y yo la buscaba, combatiendo contra el derroche del tiempo que de un almanaque exprimía más y más mis sueños. Y yo no la encontraba, abatida, tirada donde el faro…el faro saborea cada llegada dejaba que el oleaje lamiera mi rostro. Y yo la buscaba y yo no la encontraba, caballitos marinos emergiendo donde las esferas de la sensibilidad me llamaban. Y, sin embargo, sabiendo de su callar conversaba con las pardelas. Vuelo perfecto de la belleza, del amor. Y yo la buscaba y ellas me acompañadas sentada en una roca negra evidencia de nuestro ayer. Se había ido con el silbo del viento ¿A dónde te has ido mujer? Cuento cada tic-tac…tic-tac que marca mi corazón y me dicen de otras tierras. Y yo la buscaba y yo la encontraba y con mis alas de colores fui a esas tierras desconocidas, donde la mirada extraña araña al extranjero. Te vi en el suculento baile de una despedida, de un nuevo comienzo y no obstante, yo te buscaba y no te encontré.



jueves, julio 27, 2023

VIVA LA ESPERANZA-----

 







Viva la esperanza, dices. Que venga con las canciones de la calma. Que la tempestad no sea más que un mal sueño de verano. Viva la esperanza, dices. Coges tu maleta y la llenas de viejas cartas de algún amor inexistente y vuelas donde la estación dice de la belleza de tus labios, de tus ojos. Viva la esperanza, dices. Que venga haciendo añicos todo lo malo de ese jardín donde los pozos infernales de la memoria obra hasta rasgar tu pecho. Tu pulso se vuelve débil, con la fragilidad de un pájaro cuando canta de esas ramas mecidas por la brisa, una brisa tierna. Viva la esperanza, dices. Te escondes donde tu voz sea eco sonoro de la conciencia y tus sentidos rastrean la paz. Aquí está ¿No la ves? En el suceso de los despertares, en la callada manera de las amarguras, en el entusiasmo de tu mirada. Viva la esperanza, dices. Que venga con amor, ese amor deseado en la plenitud de los años. Viajas donde los abrazos te acurrucan, en la tranquila ola acariciando tus mejillas. Viva la esperanza, dices. Sentada en un piano transitas en los escenarios de una lluvia de verano, los lamentos terminan y eres nómada de esta tierra. Sin que te des en cuenta las trincheras invisibles emigran a fosas donde la nada las entierran. Viva la esperanza, dices. Que venga con el querer imperfecto de los días, de las horas, de los minutos.

domingo, julio 23, 2023

¿Dónde estabas?

 









¿Dónde estabas? Dormías, con un letargo abundante de sueños viajantes donde el amor arrastra el oleaje, los imperfectos movimientos de un viento acariciando tu cara, tu todo ¿Dónde estabas? Dicen, que ahí, donde las ramas aman a los pájaros en el ceñir del crepúsculo. Y yo te buscaba, incesantemente te buscaba ¿Dónde estabas? Mäs allá de los acantilados, ahí, donde un arco de colores pronuncia tu nombre, abrigaba tus pisadas de la insonoridad de los días. Y yo te buscaba, necesariamente, para que me dijeras te quiero, para que tu vientre tropezara con mi vientre y fuéramos columnas aladas de la magia ¿Dónde estabas? Llegas cansada, ensimismada con tus ojos sonrientes y ojeras donde navega la dicha. Dime…Dime ¿Dónde estabas? Y yo te buscaba, con una maleta vacía, con la sonoridad de ese mañana donde nuestras manos aunadas dijeran que si…que sí, que nos amaríamos.

miércoles, julio 19, 2023

LA LLUVIA

 La lluvia había huido. Se había ido de los campos agreste de la isla. Una ráfaga de viento ha veces venia como alivio a la pesadez de la jornada. Una ráfaga fresca, rejuvenecedora. El sol prieto invocaba los demonios de fuegos aplastando, estrangulando cada aliento de vida. Y los espíritus hacían de las suyas, invocando el renacer de un nuevo día impregnado en humedad. El sudor desencadenaba en las sienes, en el cuello, en las espaldas, en esos muslos cuando avanzaba por la urbe, solitaria, aislada, callada. Sus prisas se hallaban lejos. Sus motivaciones pincelaban cada pisada. Sus ganas arrancaban cada malagana en el entusiasmo de mañanas mejores. El calor la aromatizaba de cansancio. Sin embargo, continuaba con las alas de la brisa, con las alas de los sueños, con las alas verticales ante la pesadez de la atmosfera. Suspiraba, porque ella suspiraba y alejando todo mal de la esta isla su respiración anhelaba ese amor perdido en los años.  Tarareaba una canción, una composición brotada de su imaginación. Y así emergía en esta ciudad insonora. Llego al principio del sendero, donde el Monteverde se separa del asfalto, de los edificios grises, donde su respiración se hacia grata dando bienvenida a otro lugar, a otra atmósfera en la cual se desenvolvía como hija de la tierra. Y pensó, todo no es tan catastrófico, todavía hay un halito de emoción en el verdor impecable y este brío voluminoso de estas islas. Se animó y se inflo de cada pajarillo que trinaba, de cada arbusto donde el musgo tenía cabida. Avanzaba y un liviano arroyuelo pasaba a sus pisadas. Iba al encuentro de la nada, del todo. Solo, el placer de ser ave de aquel paraje. Se sentó en una piedra, bajo un árbol que no sabía cómo se llamaba, pero le daba lo mismo. Se sentó donde la vida comienza y la muerte acaba. Estática esbozo una sonrisa, bosquejo una ilusión, llamo a los espíritus del bosque. Y allí se presentaron. Ella no los veía, pero estos duendecillos de almas invisibles entonaron la melodía que tenia en sus pensamientos. Ella la escuchaba, escuchaba esa música como parte de la tierra. Por un momento se despistó, miro atrás, los años habían sido arduos. Siempre en las esferas andrajosas de la soledad, una soledad que la había ahuyentado ahora donde las almas cantan. Se entregó a esos espíritus que la iban desnudando de sus penas. Cerro los ojos y cuando los abrió el callar volvió. Miro hacía arriba y una lluvia pertinaz caía. Sonrió. Se levanto e imantada por aquella belleza siguió la ruta sin camino de aquel mágico lugar, un paraje virgen, un paraje bello le esperaba. No se cansaba e imagino un mundo feliz, frecuentado por estas mareas verdes.  En medio de esa zona encontró una cabaña, era la del guardabosques. Prosiguió en su andar, paso de largo hasta que la detuvieron. Le explicaron que estaba prohibido el paso. Su entendimiento no lograba alcanzarlo y prosiguió. El guardabosque la llamaba y la llamaba. Se introdujo en una cueva de manera intrépida hasta que dejo sentir esa voz grave que la llamaba. Una cueva donde restos de un ayer amparaban toda su esencia, pinturas extrañas, el eco de agua que corre hasta salir por otra zona. Una zona donde otra vez los agrestes y yermos campos visitaban sus ojos. Se desvaneció, fatigada, cansada y su corazón bombáceo o el elixir de la existencia. Cuando sus ojos capturaron la imagen de nuevo encontró un techo, ella en su cama con un calor agotador. Se dirigió a la ventana, un incendio impredecible y tirano amparaba todo su sueño, toda su dejadez. Las almas dolidas vinieron. Espíritus que tatareaban su melodía. Se sentó ante su piano.  Sus finas y huesudas mano entonó la melodía hasta que el fuego retraído se disipó de la isla. Una muerte acaba y una vida comienza, pensó. Se quedó adormilada en su entrega a esos espíritus de la buenaventura. 


domingo, julio 16, 2023

HOLA QUERIDA

 


Hola querida ¿Estás durmiendo? Las estrellas son mudas. Tu tez pálida y los riscos se llenan de siemprevivas. Dime querida , no me saludas ¿Estás durmiendo? Las mareas del ayer vagan en tus ojos…tus ojos oscuros. No dices nada…callas y tu callar se siente en mi temblor. Hola, querida ¿Estás durmiendo? Acaricio tu vientre y los latidos de los montes aislados en la sequedad impregnan el aire. Te comprendo, el amor se evapora en las esferas recónditas de un adiós. Hola, querida ¿Duermes? Clavaré mi memoria en un mañana donde te soñaré y te sueño. Adiós, querida, descansa, que tus caminos te lleven al vuelo más alto y libre, con los deseos moldeando tu destino. Te quiero ¿lo sabías? Da lo mismo. Hola, querida, una mochila me espera…una mochila donde las sombras de tu aroma será mi aliento.

miércoles, julio 12, 2023

TRAGALUNAS

 

La ola venia y tragalunas en la noche estrellada la recogía en su cesta de mimbre. Ahí, quedaban aquello que sería su salvación en el transcurso de las noches, de los días. Miraba aquellos peces como amantes de su vida y una cierta y concienzuda lástima se clavaba en su vientre. La ola se iba y Tragalunas arrojaba los peses a esa marea repetitiva. Pensativo, con la tranquilidad de que seguirían viviendo en su mundo. Un mundo hospedado por el misterio y el resonar de las olas. Sabía, Tragalunas, que no comería cuando amaneciera, que no iría al mercado a vender sus presas, pero era feliz. Sí, con una felicidad que exaltaba sus sentidos. Tragalunas, contemplativo, miraba el universo y sabía que algún día sus amigos los peces se lo agradecerían. Caminó por la orilla admirando el faro de la isla, el sonido de los barcos que venían y se iban y una inspiración lo hizo vagar todo el nocturno hasta que los primeros rayos solares incidieran en sus ojos, en sus ojos claros. Y no lo acompañaba la tristeza, estaba solo, sin la sonoridad de una llamada, de un saludo , consumido en su felicidad y así se sentía grande, se sentía bello. La ola venía y Tragalunas , cansado, quiso sentarse. Fue a esa bar de la rutina y le sirvieron un café gratis. Fue a esa floristería de su paso y le regalaron una rosa blanca. Fue a ese parque no lejos de la playa donde el realizaba su faena y bebió de su fuente. Inmediatamente mariposas se posaron sobre sus hombros, sus hombros felices. Tragalunas en ese instante sintió que no era parte de este mundo, de esta atmósfera, de ese vientecillo que silbaba flojo. Tragalunas comprendió que otros lo esperaban, más allá de los astros, de estas tierras, donde la ola venía y se iba.

domingo, julio 09, 2023

Ah...

 


Ah, que largos son los puentes donde el colibrí anuncia la alegría.

Ah, que oscuridad impregna mis ojos ante el amor muerto.

Ah, que manos requieren lo pesado de mis viajes en los sueños

Ah, que despertares tan clamorosos cercan mis sentidos.

Ah, que belleza la de amarte.

Ah, que amar es estrangular los sórdidos gritos de los desheredados.

Ah, que hermoso que las ballenas cantes.

Ah, que la palabra perfecta nos embriague de silencios.

Ah, que angosto son las pasiones de mi corazón.

Ah, maldito corazón, vuelves en el comienzo de una nueva primavera.

Ah, que las batallas callen-

Ah, que la libertad sea abasto a esos que se quieren, quien cree en la esperanza-

Ah, que la sombra de un limonero de cobijo a lucidos mañanas.

Ah, que venga…que venga la redonda luna con blancos pañuelos de paz.

viernes, julio 07, 2023

Mis espaldas....

 







Mis espaldas pesan ¡Ann¡ ¡Ann¡ Tu silencio arremete sobre mi tez, seca. Tu silencio captura cada sueño haciendo trizas de su significado. Tu silencio envuelve un halo de misterios que no logro entender ¡Ann¡ ¡Ann¡ Asciendo por los riscos como mujer del viento, como mujer de un aliento rajado, como mujer de una amplitud de amarguras que me raspa, que rasguea en mis espaldas ¡Ann¡ ¡Ann¡ dime algo. Solo tu voz anunciará mi partida hacia la vida, hacía esa nube inanimada que habla de próximas ganas de ser, de estar ¡Ann¡ ¡Ann¡

Callo. Mi ignorancia hacia ti la ha creado el paso del tiempo, las horas, los días, las semanas, los meses. Estoy en una estación, un largo o corto viaje me aguarda. Y quiero esta soledad. Y quiero volar donde los pinares dan sombra a mi danza, a mi alegría de continuar. Callo. No me llames amada. Estoy aquí y no me ves. Todo esto es absurdo. Estoy aquí y no me ves. No me llames…

¡Ann¡ ¡Ann¡ Mis cimientos resbalan por acantilados donde las mareas desean mi cuerpo. Me desprendo de esta y soy alma que vaga en los rincones de tu palabra ¡Ann¡ ¡Ann¡ Tu callar…me hiere. Salones grises dan paso a mi baile penoso y mis huesos no responden a las ansías de buscarte ¡Ann¡ ¡Ann¡ Acaso no me escuchas, te llamo. Mírame, tu ausencia golpea mi pecho ¡Ay mi corazón¡ Añicos bajo por esas vaguadas a la nada.

 Callo. No me nombres. Estoy aquí, ya parto , no me ves. Todo ha termino y ahora, libre , sin angustias puedo ser verdadero espíritu de mis deseos. Me voy amada. Callo. No, no me nombres. Todo tiene un final, una columna de humo se desprende de mis sentidos y vuelo. Vuelo y vuelo alto.

¡Ann¡ ¡Ann¡ Querida Ann…tu adiós desprende rocas sobre mis sienes. Bombardea cada paso que doy y ahí, una mariposa ¿Una mariposa..? Que bella.

martes, julio 04, 2023

ESTABA AHÍ...

 


Estaba ahí, en una plazuela donde los pájaros iban a beber de su fuente. Ella los observaba, cada movimiento, cada esencia de su disfruto en lo fresquillo de la tarde. Y ellos cantanban…cantaban la balada de la belleza, de la hermosa perfección de unos ojos quietos en su danza. Estaba ahí, en una plazuela. No lejos de ella otro banco con cartones apoderándose, agarrando el último aliento de alguien desheredado, censurado de esta ciudad. Los pájaros de vez en cuando se posaban sobre los cartones y vigorosos e inquietos examinaban la perfección de unos ojos en su danza. Estaba ahí, en una plazuela, se levantó. Se aproximo a ese banco donde cartones se apoderaba y agarraban el último aliento…el último aliento. Sobresaltados los pájaros huyeron donde la fuente les arrancaba la sed. Tocó ese catón, nada se movía. El sopor a alcohol era insoportable, el calor abrumador. Estaba ahí, estática frente a un banco con cartones apoderándose, agarrando la muerte…la muerte. Una mano se poso sobre sus mano. Una mano donde la lucidez del atrás le enhebraba fotogramas de una vida pasada…de una vida ardua y doliente y comprendió

lunes, julio 03, 2023

LA EXACTITUD...


 

La exactitud de una densa capa de nubes, panza de burro la llamamos. Aquí, desde la isla, donde los rorcuales navegan en el sentido de sus alientos. Aquí, desde la isla, donde una prieta humedad se percibe en sus campos. Los despertares se presentan ásperos, con lo yermo de unas manos que danzan al encuentro de una leve caricia. Y, sin embargo, solas se embarcan al hábito de su música. Porqué es su música, cada nota en una atmosfera cargada de emociones que se despiden, que saludan. Y los despertares se vuelven eco de navíos que atracan en la bahía. Y, sus manos…sus manos cantan a la paz, al sosiego de los ojos. Almas colonizan sus deseos. Almas perciben la dejadez de sus años. Aquí, desde la isla, donde los pinzones azules es la belleza sin más, donde los enemigos de la guerra son propósito de blancos gritos hasta que todo mal calle. Los despertares desesperan, de vez en cuando, con la tristeza de un mundo oscilando en un equilibrio mudo, marchitado. Y, sus manos…sus manos giran y giran entorno a una hoguera presa de la esperanza.


sábado, julio 01, 2023

SE CIERRA LA TARDE (POEMa)

 







Se cierra la tarde

Estamos aquí

Con la mirada prohibida

En los vientres de las ballenas idas

el canto del oleaje, pesado

nos abriga con su cuerpo fatigado.

Y te digo, amor

Y me dices, amor

Se cierra la tarde

Islas ausentes elevan una desvanecida pena

Y te digo, caminemos

Y me dices, caminemos

Estáticas, somos hijas de los océanos

Resonar inconfundible del labio al labio

En la perpetuidad de la memoria.

domingo, junio 25, 2023

DIVAGACIONES DE UNA MAÑANA DE VERANO




 

Cómo puede ser, me digo. Cómo puede ser que nos dejemos la tranquilidad en las rancias ganas de sonreír. Cómo puede ser que la soledad columpie por toboganes al vacío. Cómo puede ser que solo una taza de café me de aliento para los despertares de los sentidos. Cómo puede ser que ame y que las golosas golondrinas se lleven esa nada en nuestras asperezas de estar y ser. Cómo puede ser, me digo. Cómo puede ser que los pañuelos blancos sea una bandada del callar. Cómo puede ser que nos ahoguemos en las fronteras como extraños de la mudez. Cómo puede ser…

domingo, junio 18, 2023

LA VENTANA23(NARRATIVA)

 

23

Mi ventana da para las profundidades donde las ballenas van a ascender hasta la superficie. Una ventana donde el temblor ya no existe. Solo, un dejarse ir donde la marea revuelta, nefasta, enterrada te lleve. Observo, consternada, apagada, herida. La aridez raja mis ojos y la mano se agarra fuerte a mí. Amor, amor, agárrate fuerte iremos donde el universo sea cumbre donde nuestros labios se besen y se vuelven a besar, donde las acaricias sea una constante en la oscuridad. La lucidez de esta noche es inédita, es anómala, es yerma. Ya no se escuchan gritos, los gritos de los desaparecidos, de las tumbas en señal de duelo, nuestro luto. Suenan trompetas. Suena un tambor y una flauta se queja. Veo un mundo sin agobio, sin prisas. No hay prisa ya solo, abrazarnos en esta visión tosca de este planeta. Ahora seremos seres de polvo de estrellas mirando, mirando lo aburrido de tener que presenciar cada guerra, cada sueño eclipsado. Me siento bien y tu ¿cómo te sientes? Somos puente a una cárcel donde la tortura es implacable, aberrante, terrible. Pero…después llegará esa sensación de paz interior que tanto y tanto necesitamos en la etapa de la historia que vivimos. Sin embargo, amor mío, me voy con la desesperanza de una atmósfera que es putrefacta. Las ballenas danzan. Escucho una trompeta. Escucho un tambor. Escucho una flauta como lamento eterno. Agárrame fuerte amor mío ¡Amor del alma ¡ Danzaremos con ellas, donde las algas se enreden en nuestros pies, en nuestros ojos para no más ver el sufrimiento. No acepto el sufrimiento en la vida ajena, amor mío. No acepto ese llanto perdurable en el tiempo. No acepto que la esperanza se vista de gris. Las nubes pasarán y saludaremos. Diremos hola, pasábamos por aquí y entregaremos toda nuestra energía a aquel que sueñe con la alegría. La alegría del vivir. La alegría de las calles. La alegría de las arboledas. La alegría de una mirada que dice que hay que dañar más. La alegría de ser resonar de montañas donde los pinzones vuelan a ras de una luna, de un sol, de unas estrellas firmes en la paz.

 

 FIN

sábado, junio 17, 2023

LA VENTANA22(NARRATIVA)

 

22

Histeria. La histeria abarca todo este crucero con la sensación de haberse perdido en el baile sibilino de la oscuridad, de la nada. La tempestad nos apresa encadenando gritos y más gritos. Soportarlos y no soportarlos. Todo tiene un límite y lo antinatural se pega a mis espaldas, lo inhumano goza formando hogueras de salitre donde me mezo. Y la mano cierra la puerta de mi habitación. Y el niño termina su bocadillo, con su rostro sucio comienza a caminar mientras detrás nutridos bombardeos de odio le persiguen. Pero el intacto. El sin el entendimiento suficiente de lo que sucede, todo es diferente ¡Escóndete niño¡ Ahí, bajo los escombros porque la muerte esta cerca Voy de camino al colegio Pero qué colegio niño, huye…huye He prometido que después del bocadillo iba al colegio a mis padres ¿Niño a dónde vas? El colegio no está, niño. El colegio si está, me lo ha dicho mi madre ¡Niño¡ ¡Niño¡ En ciertas ocasiones no aceptamos nuestra realidad y la realidad es que el país está en guerra ¿comprendes niño? No entiendo sus palabras, habla extraño , voy de camino al colegio mi madre dice que no hay que hablar con desconocidos. No me hable. Pero niño, te suplico que me escuches. Todo esto es grave…muy grave. Escóndete niño. Escúchame. Fúnebres secuelas amparan su vida. Fúnebres adioses donde todo es destrozo. Y la mano me tira. Histeria. La histeria hace de los pasillos un lugar de penas. Y me entra ganas de lamentarme. Y me entra ganas de llorar. Y me entra ganas de chillar. Los dedos de su mano sutilmente callan mi ansiedad y nos miramos. Esto es lo que hay. Esto es lo que somos. La tormenta no merma, parece invocada por el demonio, por jardines ensangrentados irracionales. Moriremos en la unión de las mareas. Moriremos en la traición de los vientos. Moriremos en la dejadez de otras manos. Moriremos en el anonimato de las profundidades. Seremos algunos más. Y no preguntarán por nosotros. Y seremos olvidados hasta que la memoria nos busque, nos encuentre ¿Cuándo ¿ El niño camina sin darse cuenta , un gato asustado se le cruza y sonríe y el gato huye…huye despavorido donde nadie lo vea, donde nadie lo toque. Porque nosotros también huimos. Una huida donde las miradas son velo a nuestras sensaciones, a nuestras emociones. Descubrimos en esa huida que la mochila es bastante pesada y pesa. La tempestad no deja de ser trizas, de agujerear cada cuerpo, cada pensamiento de lo que estamos aquí dentro. Y la mano…la mano se entrega en un abrazo a lo que queda de mi verticalidad alzando una danza de cipreses que nos espera. No, no hay ayuda, somos como una aldea maldita donde un submundo maléfico impera en nuestras espaldas…sin conocernos. Sin saber que es lo real, que es la mentira. Y esta dejadez nos trastorna, son un insulto al ser humano. Abrázame, amor mío, hasta que todo termine. Para bien , para mal…hasta que todo termine. Hijos de los mares. Hijos de la desesperanza. Hijos del silencio...CONTINUARÁ

 

miércoles, junio 14, 2023

LA VENTANA 21(NARRATIVA)

 

21

Estamos y no estamos. Llegamos cerca de un muelle…un muelle en la inmensidad de esta Europa. No nos dejan arribar, echar anclas para estirar estos cuerpos sumisos en una profunda consternación. Un sórdido impacto cala en nuestra razón, en estos huesos que sean se parte de tierra. Y es que ha estallado la guerra y nosotros somos para ellos esa pesada carga que se anquilosa sus cavilaciones. Somos ahora de un extraño vestido de miedo, vestido de una Europa que nos rechaza, que nos teme como rarezas a sus vidas, como un estado de alerta ante el cambio que podamos hacer en ellos. No, no nos aceptan. Nos prohíben el paso y en medio de un océano tormentoso nos quedamos. El barco se mueve en la atmósfera de una asfixia e incomprensión. Somos ahora ajenos a su cultura, a su sociedad, a su todo. Somos emigrantes que apuñalan cada una de sus vidas, eso creen. Voy fuera, llueve con la espesa niebla de la tempestad. Una tempestad en una noche de verano. No hay nadie, pero escucho los gemidos de lo atroz. Alguien posa su mano sobre mi hombro, se de quien se trata. Y esa mano entrega el poder de la ilusión, de una imagen donde las flores revueltas se lían a mis pasos, calmos. Respiro en estos instantes un ambiente de funerales por mi tierra, no tan lejos, no tan cerca. Pero, amada. Para ellos somos el eco de lo que viene. Y lo que viene es feo, es maléfico. Pero, nosotros, transeúntes de un crucero infla desconfianza. Las batallas son así, siempre lo ha sido ¡Ah, este mundo inacabado ¡cuando aprenderemos. La rigidez de nuestro carácter ante lo desconocido, ante lo de afuera, ante esa gente dícese extranjera nos enjaula en un aprendizaje sin contexto. Y tenemos un contexto, como la mano que se posa en mi hombro, como la tempestad que nos hace peligrar la existencia, en este mundo. Ahora, las palabras no son importantes, los actos sí. Y este acto de este país nos desconcierta. Ahora, veo claramente ese niño comiéndose un bocadillo en las ruinas. Para ellos somos la ruina de sus ideologías. La mano tira de mí y yo quiero saborear esta tempestad, donde el oleaje se vuelve avaro de las vidas, océanos de anónimas muertes. La mano me lleva con ella y yo con el frío de estar mojada me carcome las carnes, penetra en mi interior y siento un halo de amor que me envuelve. La mano me lleva a mi camarote y el barco desvanecido intenta ser lucidez de la verticalidad. Para ellos estamos y no estamos, somos el tropiezo de sus errores, somos el resonar de un mañana que tal vez, que quizás cobre vida en ellos. Y el lamento escala donde mis sentidos llama a la estupidez humana.

 

domingo, junio 11, 2023

LA VENTANA 20(NARRATIVA)

 

20

Una sirena. La sirena de esta embarcación. Eleva anclas. Nos alejamos donde los hielos son derrotas para erguirnos en el sentido de las mareas. En que puerto bajaremos. No lo se. En cuestión de momentos todo puede cambiar. Jalamos por nuestra cordura y nos nutrimos de una leve esperanza. Algún muelle dejará que nuestras piernas, nuestras desganas, nuestros sentidos caminan por ese hogar llamado país . A nuestros hombros se cargará los pensamientos encerrados del que será, que será de nuestros allegados, de esas gentes desconocidas o no que nos encontrábamos todos los días, en las mismas zonas. Me llega un suspiro de heridas, de esas cicatrices que manipularan en la continuidad de los años. Y con ellas brotara otros despertares, otra forma de ver las cosas y lo más probable que no sea nada bueno. Puedo ver un niño corriendo ¿dónde vas niño? Voy donde el ruido no me persiga ¿dónde vas niño mío? Voy en busca de mis padres. Pero niño ¿estás solo? Estoy donde las balas cruzan los rostros para tirarlos al adiós . Ven conmigo niño. No , voy en busca de mis padres. Niño, no llores niño. Lloró porque estoy solo camino del miedo. No niño, no busques al miedo niño ¿dónde vas niño mío? Voy donde el calor me abrigue. Voy en busca de mis padres. Pero niño , no andes solo. No ando solo, siento que me llaman…¿los escuchas? No niño, no los escucho. Ven aquí niño ¿dónde vas niño? Sigo el camino de todos los días, cuando iba al colegio, a sentarme en un banco para comerme mi bocadillo Oh niño, no comprendes Oh, niño no vayas. Si voy. Niño, vuelve de donde saliste ¿Dónde vas niño ¿Voy donde el ruido no me persiga? Puedo ver la estupidez humana. Puedo ver el levantamiento de esas murallas cargada de cristales rotos. Puedo ver la suciedad de nuestra alma. El sonido de la sirena se prolonga. Se desespera y suena fuerte, es como si hubiera enloquecido. Todos despiertos. Todos levantamos. Un callar nos acoge, ¿que será de nuestro destino? El niño se sienta en los escombros de algún bombardeo y se come el bocadillo con la pasividad cotidiana. Niño huye y nosotros nos alejamos donde las ballenas van a morir.

 

jueves, junio 08, 2023

LA VENTANA 19(NARRATIVA)

 

19

Embrutecidos. Estamos embrutecidos, lo noto. Lo capto en el instante de como tomamos el dolor ajeno, el dolor extraño, ese dolor en las atmósferas distintas a nuestro pulso cotidiano. Y ahora cae sobre nosotros, no veré más esa calle de siglos donde mis piernas danzaban con el viento, donde mis piernas se adosaban al rumor de las arboledas. Hemos caído tan bajo…tanto. Que no es normal pena, la desgarradora imagen de un niño en su llanto, en su destrucción. Romper añicos toda la inocencia con toda nuestra oscuridad. Estamos de duelo. Estoy de duelo por todos esos seres que se hunden en la derrota y solo logran ver cementerios flotantes en sus ojos. Ya no veré más esa calle de mi vida donde mis piernas jugaban a ser lo que soy, a ser lo que no soy. Mi infancia solo es una masa de polvo y destrucción. Y no más reconoceré al vecino, a la vecina, a las palabras de un saludo, de un hasta luego. Sólo el adiós en todo su tormento escribirá en el mañana a su manera, esa manera donde la falta de neutralidad analizará el porqué, el porqué de batallas perdidas, de batallas confundiendo la razón. Y perderemos la razón, es cierto. Nos adentraremos en un mundo de tinieblas y terroríficas donde lo humano se vuelve irracional. Muchos no sobrevivirán y los que sí en su memoria cabalgará los colmillos de la agonía, de la impotencia, de la incomprensión, de esa llamada a la huida. Mi calle desbaratada, mi calle desparramada en ríos de sangre donde solo asoma una bandera, una bandera blanca rendida de tanta y tanta angustia. Cierro los ojos y me siento frente a esa ventana donde la nada y el silencio abortan mi reconditez. Me quedo pensativa, embelesada con este callar. Una especie de desesperación encarecida me sobreviene y siento la pesadez del ultimo aliento. Ya no veré más esa masa de dragos bañando mis despertares. Un sol se oculta y la lucidez hila e hila las incoherencias del humano. Todos queremos sobresalir, ser escena que no se pierde tras la bajada de un telón. Conducidos por ideas erróneas nos encauzamos al desdén por la vida. Por una vida dignificada por la sonrisa. Donde está esa sonrisa y el niño llora y las ballenas cantan donde van a moriR---CONTINURÁ

 

martes, junio 06, 2023

LA VENTANA18(NARRATIVA)

 

18

Un estruendo se siento por los pasillos. Un ruido que hace emigrar el equilibrio donde el pesimismo habita.  La guerra ha estallado en Europa. Esa Europa anciana, sabia, donde sus santuarios parecen no aprender en el viaje a través de la historia. La guerra ha estallado en Europa. Una Europa donde nuestras carnes crecieron. Una Europa donde las tumbas son escandalosas en lo sucesivo de sus ciclos, de sus años. Una muerte fría se apega a su razón, a su corazón. Nos desviamos donde la solidaridad, la compresión, el todo del humano no existe. Solo gritos de un pasado, un pasado que no remontamos y memorizamos como si fuera nuestro, como si fuera un hoy alimenta la venganza, el odio. La guerra ha estallado en Europa. El murmullo en este barco retumba, es de madrugada. La niebla se ha ido y cuando  me alongo en la ventana la luna con agujeros de pena me examina, me observa. Una lágrima cava más hondo el desastre y soy ave que se revuelca entre tendones y huesos. Una densa masa corpórea que inundará fosas anónimas. La guerra ha estallado en Europa. Y yo que creía que ya habíamos pasado esa ráfaga de maldad y ahora viene. ….viene con los cimientos de un pasado que nos enclaustrará , que nos censurará bajo las mareas de la destrucción. Y las ballenas lloran. Las pisadas, los tacones afilados se clavan donde los ojos lloran y duele. Duele que no nos hallamos transformado, que no hallamos aprendido, que nos enfoquemos al mal. Armas de cadáveres atraviesan la luna, esa luna de agujeros de penas. Convoco las almas. Almas abatidas donde las ruinas y la destrucción no nos defiende y me arrimo a un apagamiento sincero. Y si pensáramos, y si dejamos pasar la buena paz, la buena libertad donde gobernantes y gobernados se pegarán al sentido del buen hacer. No pasaría nada. Escucho un quejido. Escucho la pesadez agónica de la persona. Escucho las atrocidades de una tormenta que no será pasajera. La guerra ha estallado en Europa y las ballenas lloraN----CONTINUARÁ

sábado, junio 03, 2023

LA VENTANA 17(NARRATIVA)

 17

No. No caeremos en la enfermedad del siglo XXI, seremos abrazos cuando nuestra postura es propósito de la bondad.

Dices, no. No caeremos pero lo cierto es que el hambre de esta sociedad te lleva con destino al mismo túnel y ¿habrá luz en su recorrido, en su final¿ , digo mientras la negación de erguirse como alguien más del ganado aplaude. Nos sentamos de espaldas, una contra otra con la presión de nuestros sentidos. Mi vista se alza al espejo, su vista a la ventanita que da esta parte desangrada, inhóspita.

No. No temo la soledad, la soledad de ser deriva cursando donde nuestros huesos , donde nuestros ojos alcen la realidad. No me agrada la ficción, ese mundo subterráneo en el que vivimos y nos vestimos alineados a otros. Todo homogéneo. Todo espantapájaros de la verdad. No. No temo la nada.. Esa nada que se revuelca en el rostro de un niño sin nada que echarse a la boca, eso es cierto. Esta certeza me deprime. Escucha…¡Escucha¡ Como gime la tierra. Ahora que todo es oscuridad. Ahora que todos duermen. Ahora que todo está parado. Siento el resplandor de las tumbas que mortifican, que arrebatan la alegría. Hay gentes que no sabe sonreír , es más, nunca han sido sutil abrazo a este contento. Solo, vientres carcomidos por la desesperación, la desinformación, barridos de los ojos de los que viven en alturas inaccesibles. Somos marionetas. Yo corto esas cuerdas que tejen el callar. Y callo también a mi ritmo.

Dices no. No temes la solead ¿Qué somos ¿Sino maltratados por una cultura que verá su fin, no sé cuando, no sé como . Estamos de espaldas, yo frente al espejo, tu frente la ventana. Siento que un alma se introduce entre tu cuerpo y el mío. Un alma que se queja. Un sudor frío se apodera de mí y no es fiebre ¿la sientes?

Si. Siento esos muertos que nos dan aviso.

Y la habitación se vuelve plomiza, oscura, una bruma nos envuelve. Yo frente al espejo. No nos viramos. No nos despegamos. Un ánima en llanto nos dice, nos indica de esa persona en alguna esquina de este mundo, en alguna acera de este mundo como es fragmentada hasta no más ser cenizas y viene el viento, sopla con su dureza, con su agresividad para llevarla bajo un puente donde la monotonía despeina su destino. El hastío la condena. No, no caeremos en la enfermedad del siglo XXI, seremos abrazos a la diversidad de opiniones siempre cuando, alcen la exactitud de un mañana, de un mañana colmado de gentes que corren detrás de sus sueños. Nos giramos, sus labios tropiezan con los mismo mientras un brío azulado nos anuda más y más. El alma caída se evade y nos deja con un olor adormilado, aterrizando en el ambiente de que todo cambiará. Y es que todo cambia, hasta nosotros cambiamos menos en lo más recóndito de nuestro espíritu. Y nos damos ánimos. Y nos despedimos. Hasta luego. Hay que perseverar la razón. Hay que perseverar la lucha pacífica. Hay que perseverar los vuelos de los sentidos. Hay que perseverar la vuelta al origen donde confluyen todas nuestras derrotas, todas nuestras victorias. Aquí estamos, en la despedida, donde las ballenas lloran,,,CONTINUARÁ