viernes, diciembre 29, 2023

NOS QUEDA LA VOZ...

 


Nos queda la voz. Sí, la voz. Cantemos. Sí, cantemos a la tregua de las batallas perdidas en la oscuridad contagiada de muertos. Una tregua que nos de aliento donde se recapacita en la esperanza de la voz callada de las armas. Suena un piano peinando nuestras huellas demacradas unas , corrosivas otras. Nos queda la voz. Sí, la voz. Cantemos. Sí, cantemos donde las manos son ojos bailando al enlace de la esperanza. Somos culpables. Sí, culpables de tanta barbarie, de tanto eclipse del que anda a nuestro lado. Nos queda la voz. Sí, la voz. Cantemos. Sí, cantemos donde la sed raja la garganta , donde los puñales acribillan los vientres. Nos queda la voz. Sí, la voz. Cantemos. Sí, cantemos donde los cuerpos se alzan en la verticalidad de la vida, de una respiración pausada, lenta acorde con las notas de la alegría. Basta ya de locuras. Basta ya de enfebrecidas ideas que no más invocan tumbas en los soles retorcidos de cada jornada. Una cometa blanca es lucida elevación donde los cuerdos sueñan. Y soñamos y nos queda la voz y cantamos donde la armonía es revolución de las flores de invierno. Y un piano suena en el lenguaje del silencio.

viernes, diciembre 22, 2023

VOLVER

 


Volver. Sí , volver a pronunciar las palabras donde se atisba un deseo , un sueño. Nuestra casa, la tierra, quebrada, compulsiva, violenta, sedienta, hambrienta, violada. Pero llegan estas fechas que se esbozan en lo cotidiano y eviterno de un almanaque. Volver. Sí, volver donde los arco iris son pañuelos de la paz, de la concordia de los pueblos, de las manos liadas a una alegría efímera, donde una mesa rasguea un mantel y las velas del cariño se prenden hasta sanar todo mal. Continuemos y volveremos donde las lunas placen en la verticalidad de nuestros espíritus. Y que es la navidad, una fecha más, donde olvidamos, donde somos precipitar del brindis por la vida, por el buen querer de un abrazo. Volver. Sí, volver a felicitar y porque no. Aquí estoy. Aquí estamos empujando todo rastro de malestar, de malas intenciones hasta un pozo donde será enterrado y eclipsado en paso del tiempo. Un tiempo que pasa, que corre a expensas de la entereza de nuestras raíces bajo el son de las estrellas. Miramos el firmamento, un misterio, un placer donde otros mundos arcaicos o no son mudez a nuestros sentidos, tal vez no. Volver. Sí, volver donde los corazones son brío de ese jardín navideño de pinares abanderando la paz, la armonía. Felicidades.

miércoles, diciembre 20, 2023

DIVAGACIONES DE UN CREPÚSCULO DE DICIEMBRE

 



En el crepúsculo, cuando los pájaros toman notas del otoño, se extiende los sentidos al ritmo de los últimos astros. Mi jardín guarda siemprevivas por ese instante recóndito y eviterno de la espera. El tiempo, en el crepúsculo, se hace efímero, de desdibuja bajo los ensueños agolpados en unos ojos abiertos avistando el canto de los cetáceos. En el crepúsculo, cuando el callar irrumpe en mi puerta, abro y ante mi el esbozo edificante de calles vacía. Mis espaldas, cansadas, sobreviven en medio de una atmósfera especial, hechizante y hundo mis piernas en esta tierra donde los sonoros reflujos del mañana me emancipan de la despedida. Y no sé porqué estas ganas de esperar. Y no sé por qué esta calma acompañada de las palabras a la brisa. En el crepúsculo, en la isla, durmiendo con mi soledad, con mis deseos, con mis sueños. Más allá , funerales por muertos anónimos. Gentes de banderas blancas gritando en la oscuridad. Más allá, el injusto propósito humano, la existencia se vuelve gris, las maletas ya no pesan y los cuerpos son tragados por el horror de un fusil. En el crepúsculo, cuando los pájaros toman notas del otoño, regreso deprisa a mi casa  y me mezo con los últimos suspiros de la luna menguante.

lunes, diciembre 18, 2023

CALIMA

 



Calima. El alba…el alba. Un guiño de farolas se difumina a mi alrededor. Suspiro. Una respiración lenta y progresiva acoge el despertar, el silencio de las horas cuando desde una ventana baja este techo blanco, porque es blanco, me abandono en un ritual. El café. Un cigarro y la plenitud del tiempo en mis ojos alumbrados por la belleza de otra de jornada. Los campos se divisan a lo lejos, montañas uniformes donde el aroma del boscaje llega a mi aliento. Y me animo. Y me levanto.  Camino donde los soles limpian mi vientre de tanto y tanto llagas. Y soy yo. Aquí. Ahora. El alba ….el alba. Todo se enciende en las calles y el bullicio no es tan bullicio, es una mezcla de gentes que andan en desfiladeros donde las rosas marchitas o no vienen a ser caricia. Calima. El alba …el alba. Paralela a las almas idas converso con las ultimas estrellas, con los últimos planetas antes de que el brío de la claridad me embriague, me termine de despertar para continuar en el ritmo de las aceras, de la vida.

sábado, diciembre 16, 2023

EL BESO

 


Desvanecida.

Ojos inconclusos

La nostalgia del beso.

¡el beso¡

Rasguea en garganta seca

El crujir del otoño

El adiós

Cansada

Mis alas cansadas cantan a la nada

Mis alas rajadas cantan a los sueños

Mis alas dolidas cantan al deseo

¡El beso¡

Anquilosado en un espejismos

De calles calladas

De calles oscuras

De calles vacías.

¡El beso¡

Te espero

Donde las arboledas perdidas lloran

Donde el letargo es vela

Donde las mareas me abrazan.


domingo, diciembre 10, 2023

MÍRAME

 

Cierra puertas. Cierra ventanas. La luna en plena lucidez. Mujeres de blanco bordando la paz, la libertad. Un callar. La conversación de almas heridas.

MIrame

Mírame

Mírame

Solas. La sed raja los vientres. El hambre rompe los cimientos. La libertad de los sentidos canta a la agonía. Estamos aquí. Somos mujeres de blanco. Una paloma se posa en al ventana. Una paloma plomiza y cae en picado a esos pozos donde la existencia hace un hueco a la nada

 

Solas . El espanto de plumas de sangres. El dolor de ojos cansados. La noche fría y continuamos a nuestro paso, con banderas blancas.

 Solas. Es amarga la derrota del yo. Somos hijas del callar. Somos hijas de un grito donde que resuena más allá de cuerpos desnudos desfilando ante la muerte. La tortura se hace insoportable. Las penalidades de la humanidad. Soy mujer de blanco. Soy mujer cantando al adiós.

No te despidas compañera. No. Somos mujeres cantando a la paz. Algún día….Si. algún día todos nos concienciaremos y seremos hijos del equilibrio, de la paz. A todo es terror. Ahora todo es lamento. Ahora todo son llagas alimentándose del rencor. Y de qué sirve. Bebamos de nuestras manos, de nuestra fuerza orientada al norte de los sueños.

Y qué es la despedida sino un nuevo crepúsculo tras esta pesadilla. Estamos solas. Solas. Escucho el llanto de un anciano y en su mirada se descubre una silueta mutilada. Cuerpos sembrados donde el mutismo se anquilosa al duelo.

Un duelo eterno. Despidámonos. volvamos a ese rincón donde los pájaros cantan. Donde aves migratorias llevan el sabor de la vida. Una vida en vertical, sin lo pesado de balas cruzando el cuello.

Abre puertas. Abre ventanas. La luna

Mírame

Mírame

Mírame

sábado, diciembre 09, 2023

UN GALLO,.....


 

Un gallo, amanece con la libertad de los sueños. Una calle, unos edificios y el camino del silencio a ras de los ojos, de las manos. Unas piernas cansadas buscan el saludo del oleaje del asfalto y se dibuja un ánimo cansado. Una caída, se renace en olisqueo de almas que en su desierto lamen un vergel. La fortuna florece y somos hijas de los vientres de nuestra madre. Una maleta, pantalones vaqueros y nos derivamos en las tierras donde el sol es brío despechando todo mal. Un gallo, inquieto, canta. Despertamos  y a ras de los ojos abiertos una nueva jornada, la rutina se vuelve estática y besamos el aliento de la isla…la isla.

lunes, diciembre 04, 2023

Tal vez

 


Tal vez, las almas se encuentren. Tal vez, regrese antes de lo que esperabas. Quizás, a lo mejor, me despediré de este noviembre cuando el desinterés me cubra de soles ahí donde las batallas son infinitas. Tal vez, esté caminando donde la memoria es esa frontera donde los corazones mueren. A lo mejor, te visite y quizás no estés. Me gusta el frágil movimiento de la brisa. Me gusta danzar, sola, con los olores de tus ojos. Tal vez, algún día de maletas vacías, estaremos en el sendero donde los pájaros cantan y el teléfono calla. Regreso donde los ecos del silencio son aullidos de un adiós. El adiós de esos muertos entre murallas de escarcha. La vida se hace ardua, dura, para aquellos donde sus camas están aisladas en un paredón de corazones anónimos. Tal vez, la tierra cambie. Siempre lo mismo o quizás no. Tal vez, este rajar de nuestros cimientos sirva para recomponernos, más humanos, más bonancibles. Caemos. Nos levantamos. Y , tal vez, las se encuentro en el brío de una hoguera de la paz. La noche luce estrellada, las luces de la polución no dejan distinguir cada constelación, cada misterio que nos aboca a continuar, esperando. Sí, tal vez, regrese antes de lo que esperabas. El tiempo escucha los cuerpos sonoros en soledad, en decadencia. Sin embargo, surgimos. No. Que no se vuelva repetir los gritos de la oscuridad, de la miseria.

Rompamos

Unámonos

Enraizada calma en el despertar.

Somos sonoridad

Somos silencio

Somos el vuelo del hoy

Somos el vuelo del mañana

Somos de calles esqueléticas.

Somos el canto de un llanto

Y las olas vienen

Y las olas van

Y de nuevo estamos

En el fondo de los sentidos.

viernes, diciembre 01, 2023

CULPABLE

 


Estaba aquí, sin saber el porqué. No era mi sitio más mi conciencia me llevaba al desaliento. No me sentía incómoda pero sin embargo era extraña a este lugar. Miraba la luna. Miraba los pájaros y la noche se hizo y la lluvia vino. Un silencio hermoso comentaba del sabor de una mirada, ausente en estas jornadas. Un oleaje calmo comentaba de la desnudez de nuestros deseos. El universo , pensaba, se involucraba a este sino de mis pisadas. Un camino errático donde la desgana alarga sus cadenas. Hechizada por la luna, observaba los astros como señal de un despertar entre cenizas. Derrotada levanto la vista, cultivo el arte del distanciamiento como cansancio monótono que se apega a mis espaldas. Tocan a la puerta, rápidamente fregó la losa del fregadero y es que la dejadez amplia el aislamiento. Tocan a la puerta, estática soy temblor que se ramifica más allá de mi vientre. Lo pesado hace cerrar mis ojos y me doy cuenta que está ahí. Y me doy cuenta de que ya no yo.  Y me doy cuenta de que la bestia se engancha a mi garganta hasta saciarse. Veo mi cuerpo tendido en el piso, muerta. Veo su odio enhebrando la maldad, un gesto de desprecio se vincula a la bestia. Y, ahora qué. Ahora soy ausencia en este plano de la tierra. Veo mi boca de la cual un hilillo de coágulos sanguinolentos corren. Veo mis ojos , abiertos, inertes. Ahora, miro las estrellas, cuento cada fugacidad de los días en que sido condenada, martirizada y la pena incrusta lágrimas secas.  Te lo he dicho, no , no te quiero. Quizás no lo sepas, solo el miedo me hace ser árbol cuyas raíces van cortando a lo largo de los años. Ahora estoy muerta. Veo mi cuerpo tendido en la mala vida que me has dado.

 

XX; Aquí, tendida, sobrellevando el peso sobre mis hombros. Con mis ojos henchidos, con la mezcla de la nada. Aquí, donde las olas suenan cuando golpean las rocas, mi cuerpo arrojado en la soledad. Tu, ahí, como si nada hubiera pasado, como si yo fuera un derecho tuyo y tu poder tirándome en la marea mala, en la marea fea donde no seré hallada. Pero bucearé donde la verdad se esconde y saldrás culpable. Sí, culpable de mi decadencia. Sí, culpable de mi dolor. Sí, culpable de mi mudez. Sí, culpable de mi destierre donde los cetáceos cantan. Aquí, te veo mientras tira ese cuerpo que no más es germen de este mundo. Y te observo, sudoroso, delirante en tu poder, en tu error.

 

YY;

¿Dónde estas? Ya no existes, pero, un tormento se venga de mí. Escucho tu voz, siento tu sombra y sabes, te detesto. Este mar no dirá nada, ni de ti , ni de mí. Solo has desaparecido en una ciudad donde todo parece ruidoso. ¿No me dejas vivir Dónde andas? Con mis propias manos me he deshecho de ti. Con mis propias manos te he quitado la vida. No veré más tus ojos. Esos ojos me ponían nervioso. Tu secuencia aparece ahora ante mi , como fallo de mi amor. Te lo mereces mujer. ¿Déjame descansar Dónde estas? Es como si tu aliento viniera a mi y tu no más que eras algo que no se merece amar.  Veo la oscuridad de la noche, de una noche otoñal donde todo se revuelve y tu te revuelve desde esa tumba desconocida, que nadie hallará. Te he hecho el bien y no lo entiendes. Me molestas, sacas maldiciones a tu existir. Nunca debiste cruzarte conmigo, me amargaste y aquí esta la solución. Nadie te verá jamás. Nadie te extrañará. Solo eres una persona en su trinchera escupiendo el mal. Quieres ser más que yo y no es así. Yo soy el que domino toda esta atmósfera.

 

XX;

Vuelo donde las pardelas me escuchan. Vuelo donde la justicia me abre su frontera. Y entraré. Verás como entraré y tu serás culpable. Culpable de mi desorden. Culpable de mi muerte.

 

YY:

Calla¡ Calla¡ Y aun sigues, es como si tu olor me acosará. Mi cabeza parece estallar. Vete mujer. Vete donde las mareas hagan trizas de ti.

XX:

Las ánimas vienen. Las ánimas te convocan. No vivirás tranquilo. Irás por las calles como rareza de esta ciudad y caerás. Sí, caerás como enjaulado culpable por el resto de tu tiempo. Eres culpable. Sí, eres culpable de las mareas terribles de la existencias ¡culpable¡ Desfigurado hombre de intenciones falsas con los que te rodean. Culpable. Sí, eres culpable que yo sea ahora no más que un pedazo de velo en las fosas del vacío.

miércoles, noviembre 29, 2023

divagaciones de una madrugada de noviembre.

 


Y no sé, la extrañeza que exhala las nubes. Una brisa tenue se apaga y los pájaros callan. Caen en lo yermo, en la aridez de las ganas. Ella me mira. Yo la miro. Gigantes olas atrapan a las rocas cuando vienen. Y yo vengo y tu vienes. Y nos vamos donde las almas son secuencia de cada fotograma de nuestros pasos. Y no sé, todo es tan extraño. Mis alas cansadas se duermen, tus alas cansadas se duermen. Juntas, al unísono del rumor de la urbe que encendida en su otoño precipita emociones, una sensibilidad tardía cuando abrazamos el rumor del oleaje. Y yo vengo y tu vienes. Y nos vamos donde lo bello mece a la luna, una luna distante. Y la miramos y nuestras manos, suaves, regresan al hoy. Este presente donde los despertares se vuelven lentos, imprecisos, distantes a nuestra visión de la ruta de los soles. Y no sé, me dices, te digo. La tierra también esta cansada, agotada de tanto abandono y nos miramos y me miras y te miro. Caemos donde el arco iris suena al latido. Un pulso aun latente en nuestros ojos, nos animamos, continuamos el curso del destino. Buscamos la luz, una hoguera nos llama y yeguas en su ritmo nos acercamos, olisqueamos el aliento de las flores y subimos a la bahía donde menguan las ballenas. Somos hijas de los mares. Somos hijas de la buena tierra. Somos hijas viajeras donde los sueños pronuncian nuestros nombres. Más allá, en el devenir del tiempo nos encontraremos y me darás la mano y te daré mi mano mientras, seremos quieta raíz profundizando en el deseo. Y no sé, es noviembre, un mes inquieto en su temperamento. Cojo la maleta, coges la maleta y nos desvanecemos en el naciente de la calidez, de esa brizna frágil que es el amor ¡aléjate¡ de espejos falsos donde tus ojos muertos repelen las ganas del vivir ¡Aléjate¡ de esos arroyos donde la sequedad de su tintineo ejerce la sed. Tengo sed, tienes sed. Bebamos del agua de la existencia , de esas estrellas fugases donde nuestros deseos vagan hasta el encuentro. Y no sé, esta extraña formas de las nubes. Quietas, empecinadas en un silencio que molestas nuestras espaldas batidas en los campos donde la hierba se lía a nuestros tobillos. Sin embargo estoy, estás en este noviembre donde la luna nos viste de serenidad, de unos pasos distantes a la pena, aunque exista, aunque este ahí en un rincón relamido de cerrojos.




lunes, noviembre 27, 2023

DIVAGACIONES DE UNA MAÑANA DE NOVIEMBRE


 

Noviembre. El mestizaje de las nubes clavan la nostalgia. Con los hombros levantados continuamos en la rutina, una rutina ausente de crujidos en los pozos oscuros del dolor. Aquí estamos. Estamos aquí. Noviembre. Un otoño donde las piezas de música se tejen a través de las manos, estas manos laboriosas en el sentido del alma. Y el alma se anima. Y un halo de bondad se rasguea en las pisadas monótonas de las calles vacías. Un gallo canto. El despertar luce un color dulce y es noviembre. Mi visión explora la memoria llevándome a la dejadez de un ayer, llevándome a la siembra del hoy. Noviembre. Aquí estamos. Estamos aquí. Nos movemos donde el misterio embelesa las sensaciones y todo cambia. Sí, todo cambia, nosotros cambiamos en los surcos de la vida. Noviembre.

viernes, noviembre 24, 2023

noviembre

 




Noviembre. Soledad. Una azotea con vistas es brío de la luna llena. Aquí. Siempre, cuando las mareas traen la melancolía. Espaldas cansadas. Espaldas rasgadas. Espaldas dolidas. El sabor de la respiración, pausada, con la lentitud de las horas. Noviembre. Noche. Un piano, el desdén de los sueños, arropados con harapos, alimentados de un sufrimiento en las esferas de la sensibilidad. Noviembre. Conversan las estrellas, una luz de una ventana se apaga y somos hijos soñolientos de nuestras pisadas. La pisada de un otoño, el indescifrable vaivén de la existencia. Y, sin embargo, sonrío. Noviembre. El universo me mira y no más que buceo en agujeros negros que extraen la memoria. Noviembre. Silencio…

sábado, noviembre 18, 2023

NOVIEMBRE

 


Está ahí, esa maleta donde los viajes son esencia humana. El asombro disemina cada existencia en una sola y nos repartimos entre tierras donde las mareas azotan. Nos da miedo…si, hay miedo cuando cruzamos y colgamos las sogas que nos tiran hasta agotarnos más allá de esa frontera que es el océano. Somos islas, como tales somos nómadas en la sombra de las raíces de esta tierra, de otras tierras. Está ahí , esa maleta naranja donde los viajes se consumaron hasta la desmemoria. Ahora, me asomo y distante , con los hombros caídos y los ojos cerrados admiro las maravillas de esta madre tierra tan pequeña que de un soplo se pierde en el cosmos ¡Qué majestuosos monumentos¡ Que capacidad de embellecer lo que se ha ido , ahora, en nuestros recuerdos del ayer. Considero que no es una perdida de tiempo ¿qué es el tiempo? Un espacio ramificado a nuestro antojo, a nuestras necesidades. Es noviembre y hace calor. Cada viaje, cada paseo esta contenida en el abrazo de la experiencia. Y vamos envejeciendo o más bien madurando y nos hacemos más observadores. Observar la dimensión humana en este apartado lugar del Universo. Qué habrá más allá. Una amplitud difusa de contener en nuestros pensamientos, en nuestros estudios. Quizás más allá de nosotros suspire de la misma manera . Quizás alguien sueñe nuestro sueño con pinceladas reales de lo que puede ser. Está ahí, esa maleta que me acompaña, esa maleta naranja. Ha visto mundo donde entorna en la misma hoguera. Seamos conscientes, apartémonos del egocentrismo y seamos sensato. De la misma forma seamos honestos con nosotros mismos, con nuestra fuerza, con nuestra voluntad, con nuestros pesares y andemos donde las miradas florecen.

miércoles, noviembre 15, 2023

https://www.edicionesoblivium.com/producto/suam-de-dunia-sanchez-padron/

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Para la publicación de un nuevo libro necesito que colaboren un pizco. Gracias y abrazos

sábado, noviembre 11, 2023

DIVAGACIONES DE UNA MAÑANA DE NOVIEMBRE

 



Noviembre, hace frío en esta casa. El viento de norte no viene. Las ojeras descansan en sueños plomizos y la intemperie de los sentidos se vuelven aliento donde la queja se disipa en el instante de un bello crepúsculo. Noviembre, las paredes arañan mi pecho y mi pulso se vuelve lento como las jornadas alargadas en las nubes cenizas que escuchan nuestros deseos. Y sin querer respiro y exhalo cada punzada que agarra mi garganta. Y sin querer abro los ojos y frente a mí la marea del mañana. Sola, con el quehacer cotidiano, vago por cada habitación donde sus paredes dibujan sombras de una despedida, de un adiós. Y sin querer me vuelvo frente a un espejo y me observo, los años bailan con los deseos y bailo donde las hogueras emanan las ganas, las viejas conversaciones con la verticalidad de los días.

jueves, octubre 26, 2023

SUAM 24

 


24

Oh Suam, el letargo te alcanza y tus alas son libres en utópicos sueños. Un destierro impera en la sequedad de tus manos y te sientes cansado, y te sientes insatisfecho, y te sientes triste, con la raíz enganchada en un vagón donde susurra tu mañana. Oh Suam, duermes. Aquí estamos, nosotras, las ancianas de la cumbre protegiendo tus deseos. Tiemblas y ese temblor emana lágrimas que se irán donde los muertos yacen. Oh, Suam la justicia, la solidaridad, la paz no tiene amigos. Nos empeñamos con las dentelladas de nuestro orgullo, de nuestras lenguas corrosivas ser corredores donde el sin sentido alumbra, donde la vejez y la desgana nos apuñala. Sí, eres mayor, más de lo que deberías. Oh , Suam por tus ojos han pasado tantos y tantas desgracias que ya no levantas ganas para luchar por la dignidad. Y qué es Suam la dignidad. Estar abrazado a la brisa fiel de la verdad, de la entereza como humano de este ahora, de este mundo que se revuelca en su saliva. Sueña , sueña Suam en ese sillón que tiene ojeras. Todo lo que anhelas será verticalidad que levantará en el cauce de tus pilares. La vida es así, Suam, este planeta se mueve en el fango, en lo corrupto engullendo a los que no tienen culpa. No te acuses de estar vivo cuando otros se han ido Oh , Suam míralo como una revolucionaria tranquilidad para tu despertar. Estás aquí, en este faro donde las olas rompen. Leyendo lo que este anciano marinero amo y amará. Pero tu estas cansado, te encuentras desprovisto de fuerza. Reposa donde la belleza bombardea con siemprevivas ese campo de naufragios del ser, por ser como es. Reposa donde un maravilloso manantial derrame en ti el aliento para tu proseguir entre las miserias convulsas del presente. Verás que la existencia conversará contigo apoyándote en el resurgir de este pueblo. No olvides, no olvides del dolor que has pasado, solo déjalo arrinconado para que la venganza no te tienda su trampa y cometas por igual lo que estos monstruos han hecho.

Yo Suam espabilo después de un golpe de la puerta. El viento viene huracanado es mi pensamiento de primer instante y me levanto y voy hacia ella. Me asomo y la nada ronda en la atmósfera del nocturno, solo una bruma donde desdibujado que con el parpadeante luz del faro se distingue una barca no muy lejos de donde estoy. Son las ancianas de la cumbre que se alejan. Que no quieren dejarme en los sueños. Yo Suam, comprendo el porqué estoy aquí, en este faro donde las olas rompen, donde las ballenas lloran. Este es mi lugar, aquí prisionero de los que me amaron hasta el renacer de la isla. Me despido de ella mientras los residuos de la catástrofe deje de cantar a la agonía, a esos muertos que nunca olvidaremos.

 

sábado, octubre 21, 2023

SUAM 23


 

23

Aquí, ahora, ya cuando ellas se van me quedo en este faro donde rompen las olas. La gaviota no está. Yo Suam culminó que andará en un largo vuelo en espiral a espera de su presa, su presa en este océano que me rodea y mi protege. Sí, yo Suam que este océano es espada contra aquello que me turba. Es un lugar de ventanas abiertas, cerradas según el sentido del viento. Su ritmo cambia con el paso del tiempo, como todo, todo cambian y más aun cuando el dolor es presente, es presencia hermética, estático que quieres derribar desbaratando todo su ente. Yo Suam noto que puedo con el, hay algo en este ambiente que habito ahora que me protege , que me hace transformarme en un pensamiento vago de la esencia de la vida. Esta vida en la que estamos ahora, retroceder no sirve de nada. Solo una visión de una sonrisa, de una calma vibrando a la par de las pisadas del ayer. Yo Suam, aunque solo, considero este instante bello. Una belleza enemiga de las corrosivas manos de las guerras, de las huidas, del hambre , de la sed , de las violaciones a la humanidad. Y considero que siempre estarán vigentes al acecho a la caída, al acecho de lo vulnerable que es la ingenuidad. Somos presas de un mundo que orbita en un delirio de poder y una ambición maléfica. Yo Suam escucho el piano mientras las ventanas se abren , se cierran según va variando el viento. La tarde noche me va acunando en este proceso donde la desazón quiere irse para comenzar una nueva etapa de mi ser como humano. El silbo de un misil estalla en mis sienes e intento agarrarme en los brazos de este sillón que tiene ojeras. Parece que me hundo, pero una fuerza mayor me lleva con esa melodía donde los ojos son brío de la luna blanca que llega y llega temprano. Y me asomo. Y me asomo. Y mi amiga la gaviota está ahí fuera. El viento se apacigua y ahora es una ligera brisa con olor a despertares donde lo sensato, donde lo sano, el equilibrio es ruta que me apoya.

Hola querida. Si, me enterado, aunque no tu no lo sepas. Te has casado porque está en estado. Y ese niño o niña, me es indiferente, es hijo o hija mía. Seguro que tendrá una infancia plena contigo, seguro que lo tu le enseñes le valdrá para su mañana. Yo es que no la quiera o lo quiera. Pero, imagina mujer este lugar, desconectado de las vivencias de la isla, siempre aguardando que ninguna nave varé cuando se aproximan a ella. Si, mujer, si algún día lees estas cartas, lo protegeré, la protegeré desde la lejanía como sombra y no como presencia. Nunca lo sabrá, nunca te perjudicaré. Este no es lugar para una persona como tú y como no para ese bebe que esperas Uhm querida, una pena se apodera de mí. He sido tan egoísta al apartarme de todo y así es la vida. Pienso detenidamente y creo que es bueno este destierro mío, en este faro que parece dormir cuando hay claridad y no es así. Siempre estaré vigilante de tu bienestar. Porque te quiero y no hay más, aunque estes con él. Se que la sociedad te obliga a engañar para ser parte de ella. Se que la sociedad te empuja a caminos precipitados donde no sabes por donde saldrá el sol. Se que esto es una isla, un pueblo donde las voces rompen cada cimiento de libertad, de vivir una manera distinta o que puede ser ofensiva para su manera de ser. Esa manera de ser estancada en los prejuicios, en el afán de etiquetar, de manipular todo aquello que nos similar al tipo de existencias establecidas en sus murallas. Oh, amor, como morimos de desesperación e impotencia. Tu no quedarás al margen, serás uno más de ellos con tu manera de ver las cosas rajadas. Vive amor mío y ese hijo o hija tuya que pronto nacerá te desembarcará en una alegría donde el olvido de la tristeza, de la añoranza por lo que fue y no pudo será pilar de tu mañana. Uhm, querida, te quiero y me despido desde aquí, donde las olas rompen.

 

 

 

 

 

martes, octubre 17, 2023

SUAM 22

 

22

Otra vez, estamos aquí.

Sí , estamos aquí donde las olas rompen, donde el gran azul te acoge. Te has hecho mayor a lo largo de esa terrible guerra. Has crecido en un nido de pirañas rastreando tu vida para empujarla bajo tierra.

Otra vez.

Sí, otra vez estamos aquí. Nosotras las ancianas de la cumbre con nuestros deseos, con nuestros sueños, con nuestro ánimo a tus ojos caídos, podridos en las esferas del horror. Levanta muchacho

Levanta muchacho. Sé empuje en este lugar aislado, donde el murmullo de la barbarie lo apaga cuando las olas conversan con los cetáceos. Te vemos herido, aquí, con esta gaviota que no ha desistido volar y alargar su existencia en libertad. Ahora eres libre, tu, solo y este mar que te rodea. Ya ves muchacho las guerras no llevan a nada, la venganza es un acto de inmadurez, de mala gestión de nuestros pensamientos. La precariedad desbarata al ser humano cuando de su saliva es sangre de aquellos que fueron sus enemigos, de aquellos que con el odio zanjo sus rumbos como parte minúscula de este cosmos.

Levántate muchacho, nosotras las ancianas de la cumbre también creas o no hemos penado y seguiremos penando y dando azoco aquellas almas perdidas en cristales rotos, pisoteadas en sus ilusiones de vivir…¡de vivir¡ Ay muchacho, te hemos visto crecer con los castigo de las balas, del ruido ensordecedor de la miseria humana.

Yo Suam escucho a las ancianas de la cumbre, han vuelto, no las veo, pero en este sillón que tiene ojeras siento sus tersas caricias para que me levante y continué adelante. Restaurar la vida. Restaurar la esperanza. Restaurar la alegría. Hasta aquí la fetidez humeante de una ciudad desparramada en la agonía, en la muerte. Y ellas quieren que levante la cabeza de este sillón que tiene ojeras. Un halo azul me conquista y por un instante siento vibrar esa energía que aun me queda. Siento desprenderse de mi este cierto tormento que me hace caer en agujeros negros succionando toda mi capacidad de emocionarme. Emocionarme por un amanecer. Emocionarme por un cielo estrellado. Emocionarme ante el saludo de la paz. Tener el vínculo con la emoción, cuando mis sentidos despiertan y soy aliento de este planeta. Yo Suam puedo mirar aun sus andanza a través del tiempo aunque, lo hayan devastado. Yo Suam puedo con mis manos rehacer todo aquello ahogado entre tinieblas. Y el peso quedará, el peso de la memoria. Una memoria de agujas punzantes en mi pecho de muchacho solo. Yo Suam siento el cimbrar de una flor que cae a mis espaldas, una flor abierta , esplendorosa que intenta ser parte de esta tierra. Me la envían las ancianas de la cumbre como espejo de mi futuro, de mi hoy que no es hoy sino lo que voy dejando atrás en mi alzar hacia la esperanza.

Adiós Suam.

Hasta luego Suam

Los gritos de las almas maltratadas, henchidas temblaran en tus cavilaciones. Pero recuerda que tu muchacho huido, muchacho vivo renacerá donde la canción que estremece el sonoro eco de la concordia será reflejo de la madurez, de una sorpresa de nuestro poder y hacer en la paz.

sábado, octubre 14, 2023

SUAM 21

 


21

He despertado en una mañana invernal y siempre mi mente me lleva a ti. Llego con un ramo de flores cortadas en etas nubes grises presas de agua. Unas flores soplando la veracidad de mi amor. Y por qué este amor, me pregunto. Una cierta congoja me asalta y mis manos al mirármelas las presiento vacías a lo largo de los años. Ya han pasado muchos y aun te mantengo intacta en mis sentimientos. Cierta debilidad me hace caer en tus ojos, aquellos ojos rozando la perfección del amor. Ahora, con la sequedad de ellas soy hombre austero, yermo volcado en el alejamiento de todo lo social. No comparto mis sensaciones con nadie, no me apetece…No me apetece hablar de ti, de ese amor de una chica de ayer que ahora habrá echo su vida, espero que alegre sino silbando la armonía, la buena dicha. Y he despertado con el feroz frío de los sueños también. Sé que algo malo se avecina, algo que nos erigirá como personas o como solo un punto en la nada. Qué somos entonces amor mío. Son terribles las noticias que llegan. Una barbarie que nos condena a la sed, al hambre. Nadie está protegido. Cuando la guerra estallé seremos hijos de fúnebres baladas a un océano, a este gran océano, donde muchos han perdido la vida por la razón de ser y estar, por la razón del bien hacer de sus mañanas por aquellos que penan al otro lado de la orilla ¡Qué desagradable es todo esto¡ Sí, la guerra viene, protégete amor mío, cuida de ti y los tuyos ¡No más dolor para este alma en pena¡ Yo y mi gran azul, mi grato refugio donde los espíritus vagan con un lamento perpetuo.  Amor mío me he despertado este invierno y me declaro casado con la paz, soy combatiente que escupe pájaros en el aire al son que sus plumajes caen donde los corazones son bestias del miedo. Que esos, se alejen de nosotros. No, no puedo creer amor mío. Se me caen las manos en este piano cuando me detengo en lo devastador, en lo horroroso que es el monstruoso imparable, impenetrable de la guerra. Escucho los gemidos del silencio. La huida de un niño, el fracaso de muchos por querer detenerla. Pero las murallas los oprimen hasta no más que seres de la muerte. Me despido querida, ya volveré.

Yo suam me desplomo en este sillón que tiene ojeras, cierro los ojos, respiro hondo y pienso en mi familia. Yo Suam estoy solo  y esta gaviota que me observa. Medito cuando este hombre escribió esta carta, antes de la guerra y aún la amaba. Su llanto se perpetua en ella. Me siento débil, fraguó donde el dolor hinca mis sentidos y es cierto. Hay tanto dolor…tanto que perduran a lo largo de los años. Vendrán nuevas generaciones y no sabrán todo a ciencia cierta solo, la visión que cada yo tiene. Vendrán nuevas generaciones y solo verán una ciudad reconstruida bajo las cenizas de los gemidos infinitos de la humanidad. Y se volverá a repetir, porque todo se repite. Entra en un bucle donde la sed de venganza por sus antecesores nos hace caer en la estupidez de la razón humana, en una inteligencia moldeada por la hipocresía, por la mentira. Yo Suam sufro. Yo Suam estoy sufriendo. Y este sufrimiento me degrada, me cansa. Sin embargo, no tengo la idea de quien fue el culpable. Dos bandos entregados a la sangre…a la tumba de inocentes. Yo Suam estoy en un momento que no quiero saber nada de tanta y tanta desgracia, de seres demacrados donde el hondo sollozo hace temblar la isla. Y es que la isla es temblor, sus entrañas no más que son refugio de cuerpos estériles, yermos, estáticos con los ojos en blanco. Yo Suam también gimo, un gemido que me lleva al agotamiento de mi verticalidad aquí donde rompen las olas,

 

 

 

 

miércoles, octubre 11, 2023

SUAM 20

 


20

Somos las ancianas de la cumbre, mujeres de negro que vuelan alrededor de este faro tras el malgastado crujir envenado del ser humano. Somos las ancianas de la cumbre, mujeres de negro protectoras de todo mal que puebla la isla. Somos las ancianas de la cumbre, mujeres de negro que rompen el lamento. Estamos aquí, ya vemos que nos recuerdas. Estamos aquí porque este viejo farero nos depositó toda su confianza. Entre nosotras y el había una relación que con el silbo del faro conversábamos sobre esos sueños rotos en esta población, en esta gente desamparada cuando el machacar de las bombas, cuando arrancadas de sus casas eran entregadas bajo las profundidades de las mareas, hasta ser tumbas anónimas que perdurará en los siglos venideros. Somos las ancianas de la cumbre, no nos ves pero estamos aquí con una consternación por este desastre, este quebranto de la isla. Esta isla que nos vio nacer y ahora somos ojos de ataúdes, de cementerios donde oran los cuervos cuando el crepúsculo se avecina. Ellos son testigos de cada existencia arrebatada. Esta isla que plena de felicidad, de una vida llena y ahora cuerpos hambrientos, desesperados, destruidos caminan hacia aquellos acantilados donde sus seres queridos partieron en la más absoluta tortura, en esa masacre que no se puede expresar. Somos las ancianas de la cumbre , estamos llorando pero nos emociona a la vez que la guerra haya terminado. Y queda esto, lo que vez, un perfume putrefacto lamiendo las heridas de este delirio humano. Yo Suam escucho sus voces, pero no logro visibilizarlas, me las imagino tal como eran en la cumbre. Yo Suam me rompo, se que estoy protegido por ellas, la gaviota prende vuelo y yo solo con ellas, con las voces de las ancianas de la cumbre. Hay una hoguera fuera del faro, solo un humo donde sus siluetas figuran como presencia. Figuras que se mueven a mi alrededor empujándome a continuar, a luchar por la supervivencia. Somos las ancianas de la cumbre, hemos venido para despedirnos , una despedida que suena a cascabeles emergiendo del caos. Que la vida te de ese ánimo rajado, perecido. Somos las ancianas de la cumbre, no te dejes engañar, quédate en este faro hasta que los saqueos, la mortificación y la violencia se halla extinguido. Yo Suam escucho sus palabras, en coro. Déjate querer. Déjate fluir por el ritmo natural de la madre tierra. Déjate abrazar por el oleaje calmo. Déjate abrazarte por la confianza, esa seguridad que todos han visto ofuscado en el curso de los años. Ahora la paz, una paz que se prolongue hasta la eternidad de este universo. Oh, Suam no entiendes bien de estas calamidades. Oh, Suam estás solo, aquí, donde rompen las olas. Frente a este gran azul. Yo Suam escucho el canto de las ballenas, escucho vergonzoso muro de la libertad. Yo Suam, frente a esta hoguera, donde las ancianas de la cumbre transmiten su energía vital para que yo supere cada daño, cada trauma de la especie humana. Yo Suam miro el cielo, está de un celeste espléndido y me regocijo de que las ancianas de la cumbre este conmigo. La hoguera se apaga y sus siluetas dibujan palomas blancas en lo alto. Las ancianas de la cumbre también tienen queja, un gemido exhalando todo el mal de la isla. Yo Suam vuelvo dentro, ahora solo, rodeado de una música entregada a la calma, al apaciguamiento de mis miedos.

 

 

 

 

sábado, octubre 07, 2023

SUAM19

 


19

Hola querida, se que no volveras. No vendrás a visitarme a este faro por más que anhele volverte ver. Todo cambio, nuestros rumbos han quedado divididos, yo con mis olas y tu con tu nuevo amor. Todo llega a este faro, es como un espía que se da cuenta de todo lo que gira entorno a esta isla. Se que estás con otros, que seas feliz , que te respete y que vuestro amor sea simiente perdurable de lo grato, de lo bello. Yo, me he quedado solo, aquí donde las olas rompen y me conformo y me siento lleno. Una dicha que muchos no comprenden. Pero aquí tengo tu recuerdo sueño vigilante cuando el desánimo me acecha. Pero aquí tengo ese hermoso elemento que es océano. El océano habla y sus palabras son larga tonada de tu romance, de ese amor que estalla tus sentidos con el brindis de alegría. Te imagino mirándolo, esos ojitos acariciando sus labios, sus ojos. Que la vida se cubra telones protectores. Los años van pasando, el mundo cada vez se vuelve más impertinente, más acelerado, más violento. Queremos todo y ese todo nos traerá lo que tu bien sabes. Nuestra ansias desordenadas de acaparar crea lo que vemos diariamente, trafico de humanos, trafico de especies, trafico de vidas que van a morir al mar, en esas murallas de ortigas oxidadas como desheredados del planeta tierra…de este pequeño planeta’¡¡Uhm querida¡ alguien leerá estas cartas, claro, cuando yo halla fallecido y espero que su aliento sea transmitido a ti como alma del bien. No hay arrepentimientos, no existe el desconcierto. Aquí estoy escuchan la maravillosa voz de Lisa Gerrard, en concreto un lamento. La música habla, sueña, responde al estado del espíritu. Estoy en paz, una paz que me lleva a dejarte los mejores deseos Uhm, la música y mi soledad. Ausente de la avalancha del día a día, sea cual sea aquí donde las olas rompen. Una somnolencia viene a mí, un lamento viene a mí, el de esta tierra. Te quiero.

Yo Suam busco y busco entre sus cd, una música extraña me arrebata las ganas y me siento en el sillón con ojeras. Sobre mis muslos la gaviota adormece. La acaricio como si acariciara la vida, la esperanza de esta isla. Tocan a la puerta, me hago el sordo, pero es incesante, quien vendrá a este lugar donde la hostilidad del oleaje es ahora señal de mar de fondo , es señal de cadaveras revueltos y mutilados. Yo Suam me levanto del sillón que tiene ojeras y me acerco a la puerta. Abro, una ráfaga de viento con olor algo familiar me atrapa, me condena a ir a la cueva donde nos escondíamos. Siento sus cantos, son ellas. Sí, despacito , siento como se aproximan aquí donde rompen las olas.

 

 

 

jueves, octubre 05, 2023

SUAM 18


 

18

La mañana se retuerce en una ligera brisa…una ligera brisa que me dice del hambre. Yo Suam tengo hambre, un dolor agudo soporta mi estómago. Me imagino pálido, como este sillón con ojeras, con la pesadez cansada de las fuerzas. Miro a la gaviota, está tranquila. Sus ojos se incrustan en mi corazón y mi pulso se hace pequeño. Tengo que salir de aquí, por unas horas, en busca de algo para echarme a la boca. La sed me carcome y me siento caer. Mi mente me empuja a salir del faro, respirar el mar…el mar con su olor algas y peces muertos. Por un instante me acojo a esa urbe, a esa playa y regreso , no sin mis pensamientos de aquel anciano. Las horas pasan, supongo, el sol reinante de este otoño está en lo más alto y yo me siento desfallecer. Otra vez la pena, lo derruido, lo harapiento, los muertos bajo los escombros, ataúdes al encuentro de su amo. Todo es desorden, aunque la guerra halla acabado…todo es miseria que nos enquistara en la sucesión de las estaciones en desgracias. Yo Suam examino cada humano que pasa a mi lado con los ojos aislados, con la frente marchita. Yo Suam tengo hambre, una desesperación me atrapa y corro y caigo y de mi rodilla emana sangre. No hay dolor ante estas nimias heridas. Yo Suam estoy fatigado ¡Donde hay agua¡ La sed desgarra mi garganta. Miro el horizonte y no al océano precisamente sino esas montañas verdes de belleza, ahí es donde el agua discurre en su antojo en este otoño. Yo Suam tropiezo de nuevo, mi calzado devastado se empapa, tanto, que la humedad petrifica mis sentidos. Es un charco y bebo de el con ansiedad. Por unos minutos me sacia el hambre, pero luego vuelve, potente, malvada, con su disfraz de difuntos llorando al vacío. Yo Suam busco y busco, lo putrefacto señala el jadeo de almas en pena, a igual que yo. El grito de ser verticalidad ante los tormentos de la existencia ¿dónde estarán las ancianas de las cumbres? Esas ancianas que cubrían nuestro sueño con el aliento de la vida. Esas ancianas que en las noches nos visitaban y traían abundante comida, abrigos para que nuestro destierro o huida no fuera presa de ojos blancos. Yo Suam busco y busco para volver al faro. Yo Suam a veces , muchas veces, varias veces me harto de todo esto. He perdido todo, mis padres, mi familia y lo miserable de las guerras no más que han dejado discurrir el drama, un hermetismo que me cierra a la soledad. Yo Suam busco y busco, encuentro un lugar, una zona donde gentes oxidades están reunidas y me acerco . Me aproximo con el miedo, con la derrota en mis carnes y mi olfato dice que sí, que hay algo que llevarse a la boca. Todos con pasos lentos. Todos con pasos decaídos nos podemos alrededor donde sirven algo. Y ese algo da igual lo que sea mientras este estómago me haga ser superviviente del horror humano. Yo Suam me siento aliviado. Yo Suam vuelvo a la playa. Yo Suam trepo por esas rocas que me llevaran al faro con la gaviota. No sé que me ocurre pero quiero estar lejos de todo esto y me entrego donde las olas rompen. Y es que hay tanto , tanto daño que para sobrevivir tendré que armarme de un continuo callar de lamento de una guerra. Yo Suam quiero divagar en un mañana mejor, respiro profundamente y llego al faro. Mi conciencia anda en pena y la consternación se apura en mi cuello, me agarra rajando todos mis sueños, todos mis deseos. La gaviota me da la bienvenida picoteando mis raídos zapatos y sonrío

 

 

 

domingo, octubre 01, 2023

SUAM 17

 


17

Un océano propio como habitación donde mis días pasan. El me invita a escucharlo y yo atento a sus susurro me columpio en sus leyendas, en sus historias , en su hoy. Un océano abatido por la dejadez de nuestros ojos. No lo miramos como se mira a un amante, a una amante en pleno auge del amor. Nos alimentamos de él, machacamos sus entrañas, le quitamos espacio. Y la renuncia a ser vertedero de toda esta inconsciencia humana, de este tremendo absurdo humano. Y el esta harto de ser cuerpo de deshechos, de esa podrida manera del trato hacía su azul, su bello azul, su gran azul. Y el se violenta escupiendo los deshechos a la orilla, y se vuelve herido. Escucho su dolor transmitido a los cetáceos que colman alrededor de esta isla, de esta tierra. Considero que pertenezco a el como el a mi. Ya se amor…ya se amor. El aislamiento y la soledad no es buen mensaje. Considero que desde mi postura puedo alberga este gran dios de las olas que rompen. Y me confieso como hijo de él ¡Pero que hermoso es mujer¡Me hubiera gustado que en el ayer hubieras paseado en la humedad que deja cuando la marea baja. Pero eso fue imposible siempre me decías, no, no , el mar es cruel se ha llevado muchas almas en plena juventud de sus andanzas. Le temes y eso no lo entiendo. Yo aquí con el gran maestro de las vueltas que da la vida. Bajamos, subimos y alcanzamos el equilibrio cuando un beso rebosante de amor se aproxima a nuestros labios ¿te acuerdas de nuestra despedida? Sí, aquella con la brisa de un otoño caluroso en esta isla, tu eras joven , yo también y nos aventuramos en el cosquilleo del deseo, de ese deseo apasionado que nos unió y nos separó en un breve instante de tiempo. Tu sobre mí, cabalgando hasta que el éxtasis nos llevó al cansancio. Me quede dormido sobre tu pecho y tu sutilmente acariciabas mi cabello ¡Oh mujer divina ¡conservo esos momentos en cada noche donde las estrellas meditan a la sombra de mi espalda. Sí, hubo un gran amor entre los dos. Pero ya ves, el mar nos distanció. Se que estas cartas serán leídas y ojalá te la emiten a ti…ojalá. Nunca te olvidé, ni nunca hubo más enamoramientos. Solo tu y mis pensamientos se quedaron conmigo y este gran azul. Yo Suam caigo en la duda cuando leo y releo este folio. Me gustaría conocerla. Me hubiera gustado que siguiera vivo el y que me narrara su historia de amor, que es una historia gris, triste y melancólica. Una melancolía que le duro a lo largo de su vida. Una melancolía que tuvo que ser turbadora cuando la guerra estalló. Me impresiona su manera de expresarse, un hombre culto, misterioso. A veces nuestros prejuicios nos asestan una trampa. No es lo que pensamos, es lo que palpamos, lo que vemos, lo que con nuestros sentidos podemos rozar aunque con mesura. Imbuido en este hombre me presto a quererlo, aunque no lo conozca. Hay algo en el que lo hace entrañable, afable, me calma. Yo Suam me siento bienvenido y cómodo en este lugar donde rompen las olas, el faro.

 

 

 

miércoles, septiembre 27, 2023

SUAM 16

 




16

¡Qué será¡ ¡Qué será¡ ahora en vertical asomado desde esta diminuta ventana donde se divisa la ciudad. Como elevar anclas, como renacer de tanta sangre esparcidas por las aceras de ella. Qué será de aquellos que bajo el asfalto nos encontremos cuando comencemos su nueva evolución. Qué será cuando el mar nos devuelvan esos cuerpos demacrados, devorados por las profundidades , la intemperie y la dejadez. Y no es que halla sido dejadez, digo, yo Suam elaboro mi mente y todo es caos. Una isla sumergida en el caos donde el llanto de la desesperación son barricadas que se interpondrá en esta nueva vida para aquellos que sobrevivieron. Nada será igual. Alguien posa su mano en mi hombro, por su tacto y aliento a lavanda logró que es una anciana de la cumbre. La noche me esconde. La noche me hipnotiza. La noche evapora toda mi masa corpórea para aquellos con ansias de matar. Volverás, volverás donde las aladas palomas pacen en las calles. Volverás, volverás donde tus deseos de verdad se elaboraran en el paso de las estaciones. Tú, chico joven, chico maduro. Tú volverás donde los sueños se rompieron. No te vires. No me mires. Yo Suam, no me viré dejé que su fragancia me embarcará a ese mañana. Llueve. Y no me daba ganas de regresar a esa cueva donde la inquietud, las convulsiones de la pena hacen de mis compañeros desdichados en el mañana. Quería mojarme, ser parte de esa atmosfera que era la cumbre. A lo lejos, la ciudad y su bahía. El lamento de sus raíces llegaba a mis sentidos. No escuchaba, solo el tronar de bombas y la devastación. Luces de incendios, de gente almas del miedo y la quietud de la nada. Somos nada, el cielo me lo dice, siento su voz decirme que nos más que somos un minúsculo de este universo con condición de vida. Una vida arrojada al vacío. Una vida arrojada a los acantilados donde la mar fea nos despedazará. Me imagino las ancianas de la cumbre, mujeres de cabello cano, mujeres de arrugadas facciones, pero con la templanza y la fortaleza de sus espíritus, de su existencia en este lugar. Me aparto de la ventanilla, ahora, aquí en este faro y con la gaviota posada en mi hombro circunscribo mis ganas en el presente. La guerra ya ha acabado. No sirve de nada mirar atrás, ahora no. El piano no deja de sonar. Las telarañas de este lugar me dicen de una tristeza, de lo gris de este hombre enamorado y que su dejadez impidió consumar ese amor.

Querida, los años pasan y no te olvido. Para qué olvidarte. No es mi propósito. Te veo frente a mi en la belleza del ensueño, de una visión despierta que me dice que estás bien. Y yo con ello me recreo y continuo mi vida, en este faro donde la isla gira y gira. Se que en no nos veremos más. Tu has alineado tu camino a otro y ese otro espero que te haga feliz, más que yo. Nunca sabrás lo que sentí por ti. Nunca sabrás de mis conversaciones cuando la noche parece tranquila y puedo recostarme un poco. Y pienso, es mejor así. Pensarte, amarte, quererte, desearte, aunque no pueda ser. Que más da. Esto conforma la belleza humana. Eres libre y así me gusta digo ahora desde aquí, donde las olas rompen.

 

 

sábado, septiembre 23, 2023

SUAM 15

 


15

Yo Suam en un rincón, salgo de esa cueva y miro el firmamento sin luna. Un mapa estelar me sorprende y todo se hace mudo solo, una pequeña brisa, una oscuridad. Yo Suam entonces como todas esas noches donde la luna me puede delatar sueño. Sueño en un mañana, en un despertar fuera de esta prisión de rocas. Sueño que algún día seremos almas libres en las sendas de una briosa paz. Sueño en mis seres queridos, en mi familia, herida, desterrada, ausente en mis manos. Sueño que llegaré a ser adulto y no cometeré este error fatídico humano. Sueño que con mis pies avanzaré donde el arco iris da pinceladas de un invierno cristalino. Sueño que volveré a la ciudad donde los muertos sepultados y a ras de  su tez ya no están. Yo Suam sueño y sueño que de mayor no seré un miserable más, no seré existencia de harapos y veré la lucidez de una sonrisa. Y como es cotidiano a estos momentos después de suplicar, de rezar a Dioses sordos retorno a la cueva. Todos duermen. Todos sueñan. Unos en tranquilidad y otros en el delirio. Y es que esto es una mala pesadilla que no deseo ni al peor enemigo. Yo Suam, me siento a la vera de ellos y sueño y sueño y el dolor distorsiona mis sentidos y las lágrimas empapan mi garganta y siento que tengo sed…sed de esperanza y paz. Las mujeres de la cumbre como cada noche vuelven y sus baladas me apuran a descifrarla, es como si fuera un exorcismo de todo el mal que impregna en esta atmósfera, en esta isla. Un sudor frío se apodera de mi sangre y despierto, estoy aquí, en el faro con la gaviota. Yo Suam tengo ganas de llorar y llorar, me estremezco, pienso en ese veneno que han echado en mí y me levanto de este sillón que tiene ojeras. Qué terrible fueron aquellos años. Yo Suam me digo que solo vale la pena la paz, que solo vale la pena amar, que los sentimientos son aquellos que nos mecerán en el futuro y todo lo demás es un amasijo de recuerdos de aquello que amamos , de que aquello que odiamos Uhm, estoy solo, con la gaviota en este ancestral faro. El lo sabe todo, puede predecir lo que vendrá y en sus entrañas solo restos de lo que fue. Y, ahora, el silencio. Ese silencio que se transforma en una voz que clama al ayer. Suam por favor, no se puede salir, no salgas te lo prohíbo. Grita mi madre con la desgarradora gana de vivir  ¡ Oh madre¡ dónde estarás? Este silencio me consume ahora que ha terminado la guerra. Caigo sobre el sillón que tiene ojeras y miro ese piano. Estoy mortificado, una ansiedad me lleva a cerrar mis manos y apretar los puños hasta sangrar.

 

 

lunes, septiembre 18, 2023

SUAM 14

 


14

Yo Suam giro entorno a la cueva. A esa cueva donde niños , ancianos y  desvalidos habitábamos. La noche ronda con una luna negra, cuya sombra hace pulsar el desánimo. Yo Suam me estrecho más y más entorno a la hoguera de aquella cueva, donde la humedad de su fondo nos desquita la mala gana de seguir viviendo. Todo esperamos, aquí en la cumbre donde solo el crepitar del fuego con la leña es bulla. La mujeres de las cumbres vienen y vienen con alimentos, con abrigos para ampararnos. Son mujeres vestidas de negro, donde la arrugas de sus frentes , de sus ojos, de la comisura de sus labios es señal de sabiduría , de ese conocimiento que carecemos en esta zona donde nos escondemos. Vienen como si de la nada hubieran nacido, como hijas de esta cumbre y a ciegas durante la madrugada. No , nos hablan. Calladas a las afueras de esta cueva dejan las cosas y se van, una tras de otra, otra tras de una. Cuanto más se van alejando va sonando un canto, un canto agudo de dolor, un canto mágico, aunque sea doloroso. Yo Suam digo, ellas son nuestras almas protectoras a esta gente desvencijada, derrotada, cansada pero supervivientes de los descomunal de la aberración humana. Siento el goteo de las filtraciones de esta gruta y se delata como un invierno o un otoño. No sabemos bien, pero el frío cala en nuestros huesos. Uhm, esas mujeres luchadoras, invencibles ante cualquier adversidad por muy cruel que sea. Las admiro. Me gustaría saber más de ella. Yo Suam y la gaviota en este sillón que tiene ojeras en la armonía de la música nos gustaría saber de ellas. Mujeres de negro. Ancianas de la cumbre. Yo Suam miro a mis compañeros, ojos descarrilados en atmósfera del agotamiento y de una tristeza infinita ¡No¡ Escucho un crio como yo gritando ¡No’¡ ¡’No¡ Despavorido cuando la madrugada es gélida infernal sale huyendo de la cueva, quiero ir tras él, tras su delirio del terror pero alguien me detiene ¡Déjalo ir¡ ‘¡Déjalo¡ Sino caeremos todos. Y todos bajan la mirada, se concentra en la hoguera entre esas imperfectas paredes y el resonar de mis ojos inciden con una mujer. Una mujer de la cumbre borra en ese instante mi intento de pararlo, me persuade hasta que la calma se incrusta en mi vientre. Qué será  de él . Yo Suam, ahora, sentado en este sillón que tiene ojeras muerdo mis deseos de que la existencia me confiese que fue de él. Nunca más me encontré con el.

 

 

domingo, septiembre 17, 2023

SUAM 13

 






13

Este azul. Este gran azul, tal vez arrugado, conquistando toda mi sustancia. Ahora que la noche me da cierto descanso te sigo pensando, sigo conversando con los astros de como estarás ¿Cómo te encuentros amor mío? Ya sabes dónde estoy, tú has hecho tu vida al son de mi marcha, de mi entrega a este mar, a este faro. Me he quedado solo, pero, estoy satisfecho. Me gusta pensarte, hablar de con estas noches donde el viento late con potencia. Parece que me trae tu imagen, tus palabras calladas y las entiendo. Se que esto no era vida para ti. Ah, querida mía este gran azul. Las ballenas se acercan, puedo sentirlas en sus resoplidos cuando emergen en la distancia. Esta noche sin luna no hay ninguna embarcación a la vista solo, la vida de las mareas. El viento se pega con su silbo a mí y supongo que alguna tragedia traerá¡El viento¡ ¡El viento¡ al encuentro de aquellos que huyen, de aquellos engañados, de aquellos inocentes en la deriva. No distingo esos traficantes humanos pero los dejan a la deriva en una barca que perecerá en su intento de una oportunidad, de la dignidad ¡La dignidad humana ¡tenemos que reservarla aunque existan chubascos de piedras sobre nosotros, aunque la muerte este presente en todos nuestros ámbitos. Tenemos que asegurarla sea cual sea nuestro criterio siempre que converjamos con lo benevolente ¡Amada mía¡Te acojo en esta noche estrellada donde no nombro tu nombre. Te deseo como la noche al crepúsculo de la mañana. Te agarro como se agarra la levedad de un plumaje cuando cae sobre nuestras manos. Te nombro como la fugaz estrella de mis sueños OH, este azul. Este gran azul. Me trae tu aroma. Me trae una tristeza. Me trae la desgana. Me trae la impertinencia de seguir este sendero de la vida solo. El viento azota, la marea se rebosa y somos distancia de nuestros cuerpo pero no de nuestros sentidos. No sé porqué algo me dice que me llamas….Sí, me llamas y yo acudo a tu llamada con la entereza de la memoria, de estos pensamientos deseándote lo mejor, lo bueno.

Yo Suam miro este azul. Este gran azul, el viento viene. Viene para dejar más pesadillas a las mareas, a una isla donde la gente no duerme. No, no duermen. Han sido muchos años y el miedo ha creado cierta alerta, cierta desorientación en lo que aquí habitamos. Ahora tenemos que reconstruir con las ayudas que nos llegan, donde nosotros pondremos nuestra alma para que esta ciudad resurja de las cenizas, de la miseria, de la muerte. Yo Suam  y la gaviota estamos adormilados, pero esta atención a estar casi despierto permanecerá en mi para el restos de mi vida. Siempre en alerta por lo que pueda surgir. ¡Uhm, levantar todo esto. ¡ Ir desglosando la isla hasta que en vertical sea lo igual que antes. Yo Suam no imaginaba tanta y tanta barbarie. Yo Suam no imaginaba tanto y tanto dolor. Yo Suam miro este azul. Este gran azul donde el viento revienta las olas contra esta pequeña fortaleza llamada faro. El piano se queja y es un quejido hondo donde mis manos tiemblan con estas cartas muertas en la nada. Cartas no enviadas. Cartas alimentadas por un deseo que no pudo ser. Cartas sobrevivientes a la fatalidad de estos años.

 

 

 

 

miércoles, septiembre 13, 2023

SUAM 12

 

12

Yo Suam duermo o eso intento. El intentó ser amado y la dejadez de los años lo transformaron en un hombre solitario.  Una extrañeza que para muchos era similitud de huraño, de áspero, de grosero. Pero por lo que puedo palpar no era así. Su sensibilidad llegaba más allá de los confines de este universo. Era un hombre que sufrió , que lloró en su soledad alimentada por su carácter. Por lo que puedo ver era muy culto aunque no tuviera estudios solo la herencia de sus antepasados. Un ser enriquecido paulatinamente por vientos del norte, por vientos de sur, por los vientos cualquiera que fuera su sentido. Un hombre construido por los pilares de la carencia, del desamor, del desencanto. Y así se fue encerrando en este faro, su vida. Imagino sus ojos observando, examinado cada barco que llegaba, en alerta. Esta guerra acabada terminó con él. Pienso su aislamiento mientras su isla era burlada por nefastas mazas oxidando, matando cada persona en sus sentidos. Ahora parece que quiere amanecer, me asomo a la ventana y veo la playa y veo la quejumbre de una ciudad pisoteada, asesinada en cada una de sus ganas de respirar. El aire huele a muertos amontonados, esparcidos en su todo. Yo Suam me lamento como se estaría el lamentado en los años de esta. Mi abuelo no lo vimos más pero su energía, su esencia revoloteaba en nosotros cada día, nos daba un cierto empuje para que no sentir remordimientos ante su desaparición. La guerra continuaba. ¡Suam recoge tu cuarto¡ y yo me quedaba atontado. Recoge tu cuarto…con lo que estaba pasando. Nos quedamos sin agua, sin electricidad y la luz de velas estábamos ¡Suam recoge tu cuarto¡ Mi madre actuaba como si nada, como si no pasara nada y se lo agradezco ahora. Sus interpretaciones, tanto de ella como de mi padre, fueron magníficas, delicadas. El piano ronda, su sonido es interminable y es como si el estuviera aquí. Escuchó, siento y mis piernas tiemblan ante tanta maldad. La playa ya no es playa sino un cementerio de seres anónimos que intentaron huir y no pudieron. Salgo por unos instantes. Yo Suam respiro…inspiro y espiro y soy una mezcla de temor e incredulidad. Todo es callado…hace tanto tiempo que no sentía este silencio que me cuesta creerlo. Mis ojos derivan a la gaviota y los de la gaviota derivan a ese mar que nos envuelve. Siento gritos. Siento bombardeos. Siento saqueos. Siento el horror. Los traumas de una guerra. Con mi dedo describo círculos en el aire, así es la vida.

 

sábado, septiembre 09, 2023

SUAM 11

 


12

Puede ser que este amanecer sea el regreso de tus ojos. Todo puede ser, el amor asciende corriendo tras los riachuelos que vienen de la cumbre, esa cumbre donde tus besos eran buenaventura, era un sutil frescor a mis deseos, a mi pasión que eras tu. Han pasado unos años y desde este faro donde rompen las olas te veo en la distancia de lo que no pudo ser. No sé porqué nos alejamos, nos ausentamos de nuestras manos enlazadas hasta el adiós. Pero he de decirte que te recuerdo, una memoria vaga en mis venas anunciando tu nombre, tu bello nombre y yo me siento caer en un profundo sueño donde te siento, te veo como si fueras parte de mi en estos instantes ¡Ah, querida¡ Tal vez la culpa haya sido mía. Puede ser que mis adentros apegados a este faro hayan sido lo de nuestra lejanía. Ya sé que no querías venir aquí, donde las olas rompen, donde los cetáceos conversaron los Dioses de la madre tierra. Lo siento, esta es mi vida y tu eres libre. Como ya sabrás, te pienso, te amo. Amores que se empequeñecen en la nada cuando nuestros cuerpos no pueden consumar el abrazo, la caricia. Sin embargo, te quiero. Hasta luego amada mía.

Yo Suam por orden cronológico leo esta carta, su primera carta y en mi se produce una tristeza. Que triste debe ser amarse con las tapias del destino. Esté hombre la quiso, fuera quien fuera. En esta cuartilla hay restos de humedad, de alguna lágrima lanzada al vacío de su soledad. Doy por sentado que este lugar no lo habitó nadie más, solo él. Yo Suam miro la gaviota y digo que doloroso tiene que ser estar aislado, con las ganas de amar a quien te compensa en el devenir de los días. Y el se enamoró. Un amor huido por lo impetuosidades de la vida. Y este hombre se quedó con ese amor, en sus recuerdos, en esa memoria estática que lo yerta a cada momento de su vida. Yo diría se autolesionó ante lo imposible de tenerla y su castigo fue no volverse a enamorarse, quedarse sola ante el imperio del universo. Después vino los caminos de la vida. Después vino el olvido. Después vino la guerra. Después vino la paz. Todo se repite, todo es una vuelta atrás de donde no hemos aprendido, donde no nos hemos parado para el aprendizaje. Yo Suam, sentado en este sillón que tiene ojeras me revuelvo, no por su muerte sino por esta carta dejada en su desorden en este hábitat donde rompen las olas.

 

miércoles, septiembre 06, 2023

SUAM 10

 


10

Yo Suam detrás de mis padres y abuelo llevamos a la abuela al cementerio. En aquellos días estaba aun intacto. Nos acercamos donde su madre y su padre estaban enterrados. Mi madre me dijo que me diera la espalda. En esos precisos momentos cuando la noche era aberrantes cadenas de explosiones sentía como mi ellos arrastraban, cavaban en esa tumba en la tierra. Sentí la caída de su cuerpo inerte, hermético, rígido en aquella fosa y de nuevo la pala echando tierra en la despedida de su presencia de nosotros. Cuando terminaron yo Suam me viré. Ellos con la cabeza gachas, yo mirándolos a la vez que mis ojos se despistaban sobra aquella tumba. Pusieron una cruz, mi abuela era muy creyente. Una cruz simbolizando su ida a otro lugar, una cruz deduciendo su descanso. Esas imágenes permanecerán en mi el resto de mi existencia. Imagines de una noche de guerra donde dos bandos estúpidos, obsoletos de la realidad luchan como guiados delirantemente por un gobierno astuto, al margen de lo que ellos hacen. Después deprisa volvimos a casa, mi madre le daba la mano a mi padre, me daba la mano a mi y mi abuelo también. Iban caídos a ras de una pena grave que permanecería en estaciones. Yo Suam y la gaviota desde aquí , desde este faro recuerdo oír una canción cuando regresábamos a lo que sería nuestra techo por cierto tiempo. En un momento el abuelo se detuvo, miró atrás, sus ojos cuajados de lágrimas sostenían el pesar. Mi madre y mi padre tiraban de el cuando de pronto de aquel cementerio de cipreses nació una estrella fugaz candente dirigiéndose al cielo. Su silueta era como una mano que invitaba a venir. Mi abuelo dio marcha atrás y se dirigió a ella. Yo y mis padres le esperamos como se espera otra desesperanza, otro adiós. Aquella estela se desvaneció a medida que por unos instantes se callaron las bombas. Yo y mis padres continuamos hacia casa con aquella canción remendando nuestros corazones lastimados. Escucho ahora esa canción. Sí, yo Suam oigo la despedida de la abuela , del abuela en este lugar , sentado en un viejo sillón de ojeras de sufrimiento. La congojo me entra y percato que en este mundo existe una unión, entre el misterio más allá de la muerte y la vida. Que todo tiene su porqué y ese porqué es que somos hijos de este mundo donde la energía de las almas fluye sin que nos demos cuenta.

domingo, septiembre 03, 2023

SUAM 9

 


9

Durante años con los otros, si los otros, viví en una cueva escondida en las inmediaciones de la cumbre. Yo Suam llegué en el amanecer, aquel amanecer después de una tórrida y malévola noche. Tocaran en casa, la entereza de mis padres ahora me asombra, se los llevaron. No hubo discusiones. No hubo palabras solos ojos de colmillos sanguinolentos que los atrincheraban, una dejadez para mantenerme a salvo. Yo Suam vi como se llevaron a mis padres hace años en una noche donde la luna era censura y los estallidos de los llantos impregnaban la atmósfera. Entonces comprendí, hui. Salí corriendo, la mirada de mis padres distraía aquellos, aquellos hombres extraños, rígidos, firmes en su cometido. Mi pulso seguía el de la calle, incendios, explosiones, gentes que no sabían a donde iban. Yo con la advertencia que me dieron cuando tocaron no hice caso a nadie, tira para la cumbre hijo, solo dijeron, no te detengas. Yo Suam no tenía muy claro a donde iba, pero corría, corría como el espíritu del viento, de una lluvia que te hace pesado sumergido en un pozo de rabia y dolor. Una masa espesa de vegetación me salpicaba en su latido más profundo. Y subía por barrancos nunca vistos por mí. La nada alborozaba. Yo Suam en esa noche sin luna iba reptando en la pena y la molicie de estar solo ante la madre naturaleza. Un lugar que nunca había ido, sin embargo, su frescor me daba golpecitos de aliento. Lo único que sé que era como un mundo distinto, extravagante y alentador a la vez. A medida que avanzaba me sentía más seguro y mi mente esbozaba los ojos de mi madre, de mi padre arrebatados.  Pasé la noche en la intemperie sin nada llevarme a la boca, un escalofrío se trenzaba en mis piernas, un temblor cuando me detuve jadeando de que si todo esto era real o no más que una historia, un mal cuento. Hasta que me rendí, caí de rodillas rasguñándome las mismas, una sangre suave y un ardor en ellas no me hacían activarme. Estaba cansado…una niñez cansada se podría decir. Quería acurrucarme en cualquier sitio y dejar que la noche descansara conmigo. Un miedo vibrante palpitaba en mi corazón, acelerado. Vi los ojos de mi padre, de mi madre . No es si es sueño o realidad, lo cierto es que bajo sus sombras me dormí con las rodillas supurando el dolor ¡Suam recoge la mesa¡  Sentí la voz de mi madre y desperté, miré a mi alrededor y ella no estaba. Un pensamiento amargo me hacia madurar velozmente y lo terrible de todo es que estaba solo. Yo Suam me levanté, seguí andando. La ciudad quedaba lejos solo ecos de una tormenta centelleaba débil en mi paso. Yo Suam, veo como la luna blanca se desvanece, la gaviota al lado mío. Caemos cansados y nos sentamos en un viejo sillón donde los sueños de este hombre duermen en el misterio. Otras notas suenan, sucumbo en la tranquilidad y cierro los ojos. De inmediato pasajes pasados se apilan en mis pensamientos e intento descifrar el por qué.

martes, agosto 29, 2023

SUAM 8

 


8

Yo Suam cierro la puerta del faro e inmerso entre estas paredes se escucha el crujir del mar. De repente, aunque parezca extraño, un viento febril y violento se levanta . Siento como rompe las agresivas olas gigantes contra este faro. Una agresividad que me transmite a la vez un descanso. Todo se alborota, un tambor suena, el piano no deja de montar nota tras nota y el viento fuerte silba un adiós. Todo calla, así, en el preciso instante que todo se hace silencio. Me erijo hasta esas cuartillas escritas a mano y miro mis manos, mis manos sucias, mi ropa de vagabundo, la señal de un conflicto. Un conflicto que nos ha dejado a las afueras del ritmo del mundo. Yo Suam me lamento, como se lamenta las mareas en la precariedad de la existencia. No quedan nada de los míos. No sé una añoranza revienta mi estómago. Siento la necesidad de sentarme y me siento. Las luces se apagan como se apagan los miedos pegado a mis huesos, a mi piel. No he muerto en esta guerra y ahora en este faro, con la paz de ese hombre percibo mi dejadez. Me levanto, y miro por una ventana redonda, de donde las gotas blancas de las olas entran. En esta noche de luna blanca con solo lumbre a este mar. Un llanto de ballenas se columpia. Un llanto de una isla rajada no se piada de mí. Me sostengo en la verticalidad de mis piernas y miro y veo todo es callado en tierra. No hay luces, solo un humo de alguna hoguera para la despedida de los últimos y es que la guerra ha terminado. Por un instante siento gritos deleznables en mi cuerpo. Por un instante siento pánico. La gaviota picotea mis playeras agujereadas y me distrae. La miro y me mira…me mira y la miro, suspiro. Un suspiro que puede ser un quejido, una dejadez contra lo que no se pude luchar. No…no se puede luchar con el antes, con el ayer. Mirar de frente y reconstruir todas estas cenizas. Cenizas mezcladas con sabor a muertos, con saber a jarrones rotos, con sabor a aguas contaminadas, con sabor a pan rancio. Yo Suam cierro los ojos, me duelen. Me duele mirar a la luna blanca después de tanto tiempo de incomunicación, en una cueva  como barricada al desastre.