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Hola
querida, se que no volveras. No vendrás a visitarme a este faro por más que
anhele volverte ver. Todo cambio, nuestros rumbos han quedado divididos, yo con
mis olas y tu con tu nuevo amor. Todo llega a este faro, es como un espía que
se da cuenta de todo lo que gira entorno a esta isla. Se que estás con otros, que
seas feliz , que te respete y que vuestro amor sea simiente perdurable de lo
grato, de lo bello. Yo, me he quedado solo, aquí donde las olas rompen y me
conformo y me siento lleno. Una dicha que muchos no comprenden. Pero aquí tengo
tu recuerdo sueño vigilante cuando el desánimo me acecha. Pero aquí tengo ese
hermoso elemento que es océano. El océano habla y sus palabras son larga tonada
de tu romance, de ese amor que estalla tus sentidos con el brindis de alegría.
Te imagino mirándolo, esos ojitos acariciando sus labios, sus ojos. Que la vida
se cubra telones protectores. Los años van pasando, el mundo cada vez se vuelve
más impertinente, más acelerado, más violento. Queremos todo y ese todo nos
traerá lo que tu bien sabes. Nuestra ansias desordenadas de acaparar crea lo
que vemos diariamente, trafico de humanos, trafico de especies, trafico de
vidas que van a morir al mar, en esas murallas de ortigas oxidadas como desheredados
del planeta tierra…de este pequeño planeta’¡¡Uhm querida¡ alguien leerá estas
cartas, claro, cuando yo halla fallecido y espero que su aliento sea
transmitido a ti como alma del bien. No hay arrepentimientos, no existe el
desconcierto. Aquí estoy escuchan la maravillosa voz de Lisa Gerrard, en concreto
un lamento. La música habla, sueña, responde al estado del espíritu. Estoy en
paz, una paz que me lleva a dejarte los mejores deseos Uhm, la música y mi
soledad. Ausente de la avalancha del día a día, sea cual sea aquí donde las
olas rompen. Una somnolencia viene a mí, un lamento viene a mí, el de esta
tierra. Te quiero.
Yo
Suam busco y busco entre sus cd, una música extraña me arrebata las ganas y me
siento en el sillón con ojeras. Sobre mis muslos la gaviota adormece. La acaricio
como si acariciara la vida, la esperanza de esta isla. Tocan a la puerta, me
hago el sordo, pero es incesante, quien vendrá a este lugar donde la hostilidad
del oleaje es ahora señal de mar de fondo , es señal de cadaveras revueltos y
mutilados. Yo Suam me levanto del sillón que tiene ojeras y me acerco a la
puerta. Abro, una ráfaga de viento con olor algo familiar me atrapa, me condena
a ir a la cueva donde nos escondíamos. Siento sus cantos, son ellas. Sí, despacito
, siento como se aproximan aquí donde rompen las olas.
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