sábado, agosto 29, 2020

ESTÁS....

 


Estás

Estoy

Cuelgan los sueños del mañana

Brota el  arco iris en los jardines perdidos.

Estás

Estoy

Te pienso.

Me piensas.

Te expulso tras las murallas de los nubarrones.

Te comprendo, huída estremeciendo mis piernas cansadas.

Estás

Estoy

Vengo con el sonido de la nada

Vienes con el gozo de los pinzones.

Te miro.

Me miras.

Estás

Estoy

Dame la mano amor mío, mis espaldas pesan.

Toma la mano amor mío, sé leve como las plumas de la libertad.

Porqué no nos marchamos, conversaremos con los vientos de las cumbres.

Sí, alejadas en las esferas sonoras de las miradas.

Estás

Estoy

No lejos los deseos se aúnan a los sentidos y el vuelo se hace placer.

Sí, no lejos las emociones emanan en la existencia de ser.

Dame la mano amor mío, cruzaremos los océanos.

Toma la mano amor mío, es hora de partir.

Estás

Estoy

Mira el horizonte amor mío.

Miro el horizonte amor mío.

De un vientre seco mana el elixir de la vida.

Manantial donde el eco de la paz  truena.

Estás

Estoy

 

 

viernes, agosto 28, 2020

Luna blanca

 















El amanecer. Una luna blanca inalada. La calima. Ojos encogidos bajo sus techos.  Pisadas ajenas a la corriente de gaviotas. El mar….¡el mar¡ Calma empujando cuerpos semidesnudos en el vaivén de la marea, en la danza de las algas, en el canto de las caracolas. Distante las llamaradas de unas espaldas pesadas se yerguen y miran la nada. Todo es silencio. Solo, el rumor del océano. Su inmensidad. Su horizonte confuso. El amanecer y una luna que nos habla de mundos donde la muerte son atmosferas irrespirable. Se desatan lágrimas donde giran crepúsculos indeseables.  Y aquí estamos, levantados, caminando, atosigados en las ganas de expandirnos en un inspirar y espirar….espirar e inspirar en la paz. El amanecer.  Ojos acostados en una luna blanca, ida. 


martes, agosto 25, 2020

Te empecinas...

 




Te empecinas en tus manos. Las miras como raíz de los jardines colgantes de los sueños. Te empecinas en tus ojos, ojos con la oquedad que aguarda el calor de almas distantes. Te empecinas bajo una higuera. Con las sombras de tus recuerdos.  Te empecinas en la espera. Con los fantasmas que doblan las campanas en las pisadas. Te empecinas en callar. Solo conversas con aves sin plumas, un vuelo naufragado en lo desconocido. Te empecinas en ser. Una verticalidad que danza con noches estrellas de lunas perdidas ¿Bailas sola? Con el aliento del verano apagándose. Con el aliento de círculos monótonos en tu llamada. Con el aliento del mañana. Y te empecinas en ser mujer del viento sur. Sí…al sur, al sur.  Donde los soles rescatan la memoria.


lunes, agosto 24, 2020

Los niños del ayer....

 

Converso con los niños del ayer donde sus piernas danzaban con la comba, con las corrientes de sus sudores incansables.  Los niños del ayer cogían el sol y ese era su balón….su balón naranja. Iban detrás de él en el empeño de la sonrisa. Ahora los niños no juegan.  Apartados donde los ecos de puentes rotos esperan un mañana para coger ese sol y ese sol será su balón…su balón naranja. Las calles mudas. Los perros ladrando. Los pájaros en la libertad de sus alas verticales. Converso con los niños del ayer donde el teje rozaba sus pies…a saltitos incansables. Los niños del ayer cogían limones, limones de algún árbol perdido en la inmensidad de la isla.  Una isla envuelta en el hoy en el silencio. Solo, la revoltura del temor. Solo,  ojos cegados , bocas cerradas.

viernes, agosto 21, 2020

LA MANÍA....


La manía de los soles, venir con el aliento de mareas quietas. La manía de nuestras manos, absorber de aquello que nos envuelve en un manto vertical. La manía de ojos inconclusos, fijos en un horizonte donde las aves se esparcen en sus venturas. La manía de quererte, fija con el corazón de sin alas nombrándote….

martes, agosto 18, 2020

MI CASA...

 

Mi casa , no está lejos. Detrás de la frontera donde los pájaros no cantan, donde las olas se retuercen en la mudez, donde el sonido de la destrucción nos hace hijos de la huída…huída. Mi casa, no está lejos. Mi mente vuela a ras de su sabiduría, de su verticalidad ante las inclemencias, ante las penas, ante la sangre ¡Oh, mi casa¡ Voy hacía ella, no me preguntéis el porqué.  Quiero ver sus restos, recobrar cada pedazo de su vida, nutrirme de sus cenizas.  Pensáis que es grotesco…pero no, es mi casa, mi infancia, mi raíz. La guerra no ha terminado y siento la necesidad de saludar, decirle hola, como estás.  Comprenderme, es mi casa. Esa la que se halla detrás de la frontera, donde los niños no juegan, donde los ancianos permanecen estáticos  en el sueño, donde hombres y mujeres luchan en la nada de cielos grises, pesados, venenosos. Mi casa, no está lejos.  Detrás de la frontera, quiero volver, fallecer donde las flores son negras, donde las flores anónimas refrescan un cuerpo ausente. Mi casa, no está lejos.

viernes, agosto 14, 2020

Hola...

 



Hola, ¿has despertado? Digo ante la insonoridad de la jornada. Ha amanecido, ¿has despertado? Te observo con la lejanía de las cumbres quebrantadas. Te observo con el sabor amargo de la dejadez. Te observo con tus alas caídas ante el propósito de tus sueños. Hola, ¿has despertado? Yo sigo aquí, ante una hoja en blanco que otros continuarán el suceso de los años.  Anda levántate y mírame. Hola, ¿has despertado? El cansancio brota en tus ojos perdidos en una ventana donde se asoma un día cenizo, un día apagado, un agosto donde no se sonríe.  Sin embargo…yo sigo aquí, esperándote….


jueves, agosto 13, 2020

EL ARMARIO....

 

No sé de la certeza de mis actos. Abro el armario y me introduzco en cada deseo brioso en mis pensamientos. Los guardo como si fueran pequeñas notas de la emoción de los años. El tiempo discurre y puede ser que el armario lo abra.  Pero las estaciones curan las ráfagas vertiginosas de la insonoridad y el armario calla con el ronroneo de lo quieto. Abro el armario, miro la atmósfera que se respira y la congoja viene. Viene con sus huesos cansados, con sus ojos huecos, con sus manos de nieve.  Me yerto, alrededor, la nada. Calma, abrazo mi desnudez, me miro los pies de paso estático y de nuevo cierro puertas.  Aquí, los días parecen lo mismo, una monotonía amenizada por la ida de los pájaros.  No sé de la certeza de mis actos. Vienen con un canto algo triste, algo nostálgico, algo concluido. Abro el armario y batallas inacabables abarcan mi visión,  despecho por lo ajeno obedece a vientres desnutridos y la sed. Hay mucha sed.  Me introduzco de nuevo y en mi razón combate el corazón, y en mis lágrimas lucha una minúscula sonrisa. Me entrego a su oscuridad, una oscuridad doblada en una luz no lejana.  Y me conformo. Y me dejo caer. Y me levanto.  Y me pierdo. Y me busco.  Y me encuentro…

sábado, agosto 08, 2020

EL COSMOS

 

El cosmos

Contemplación de la nada.

Astros saboreando mis ojos inconclusos,

Astros rastreando mi desnudez,

Astros acariciando mi silencio.

Ven, ven aquí

Aquí estoy

Donde los sueños son fuente de una sonrisa.

 

miércoles, agosto 05, 2020

LOS PÁJAROS NO CANTAN









Los  pájaros no cantan. Ven aquí. Sí, ven…despacito, con los ojos en la cima del resonar de los deseos. Los pájaros no cantan. Nubes cenizas a ras de tu espalda y tu paso lento en lo cotidiano. Los pájaros no cantan.  Es verano y una llovizna febril  deja tu cuerpo desnudo en una esquina donde los soles no existen.  Los pájaros no cantan. El reloj en su tic-tac…tic-tac te dice del tiempo. No escuchas, conversas con tu reconditez donde el sueño fluye. Los pájaros no cantan. Una sensación rutinaria de la insonoridad de tus manos, de tus pechos caídos en el silencio. Los pájaros no cantan y vienes.

 


sábado, agosto 01, 2020

TE HAS IDO...


Te has ido por lugares donde tu mente te aniquila, te ofrece el desasosiego y los precipicios arrancan tu raíz del corazón. Ahora, te busco, con el sonido de un búho en la noche, con el sonido de las ramas rajándose a ras del viento, con el sudor de un calor insoportable.  No viniste a mi cuando lo necesitabas. Te has ido, ronroneando no se qué canción monótona en la caída de tus manos, de tus hombros ante tanto y tanto peso.  Ralentizo la memoria y te veo en tus pisadas pesadas, en la levedad de tu cuerpo por un vasto camino de la oscuridad.  Te voy a encontrar, despierta, soñando manantiales donde los gritos de voces mudas se aquejan del hiriente frío de las miradas. No me daba cuenta de tu ida hasta que te encontré.  Así, con los ojos fijos de la derrota, de la pena. Te abrazaré y la enajenación de tus sueños se volverá un velo eviterno de roca difícil de mover. Te has ido pero, te encuentro, ronroneando no se qué canción monótona.  Te viras y me ves. Espejo donde el alma atiende a los llantos. Te viras y me ves.  Reconfortada dejas que te abrace. El búho en la noche se aleja, las ramas se apegan al silencio, el sudor se vuelve manantial donde tus sueños evocan una sonrisa. Te das cuenta de ti, de mi….de mi, de ti. En breve la noche se irá. En breve el amanecer vendrá. En breve nos encontraremos y caminaremos al unísono donde el rumor de las mareas danzan con una botella con mensaje lanzada vuelve a nosotras. Tú y yo. Yo y tú. Aun así, te regaño, no vuelvas a la oscuridad, no vuelvas donde el desasosiego y los precipicios arrancan tu raíz del corazón.  Pero volverás, te distanciarás de mí y harás malabares con tus malos ratos.  Tú y yo. Yo y tú.