viernes, agosto 28, 2020

Luna blanca

 















El amanecer. Una luna blanca inalada. La calima. Ojos encogidos bajo sus techos.  Pisadas ajenas a la corriente de gaviotas. El mar….¡el mar¡ Calma empujando cuerpos semidesnudos en el vaivén de la marea, en la danza de las algas, en el canto de las caracolas. Distante las llamaradas de unas espaldas pesadas se yerguen y miran la nada. Todo es silencio. Solo, el rumor del océano. Su inmensidad. Su horizonte confuso. El amanecer y una luna que nos habla de mundos donde la muerte son atmosferas irrespirable. Se desatan lágrimas donde giran crepúsculos indeseables.  Y aquí estamos, levantados, caminando, atosigados en las ganas de expandirnos en un inspirar y espirar….espirar e inspirar en la paz. El amanecer.  Ojos acostados en una luna blanca, ida. 


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