Sigues sus pasos. No sé por qué ese aliento fétido te hace
alumbrar alguna ilusión. Quédate aquí. Tras los espejos donde el arco iris se
refleja. Te empeñas en ir con él. No sé que tiene. Solo es semejanza de hoces
ante tu presencia, solo es herida cuando cruzas a su acera y te ve. Sí te ve y
te observa como animal enjaulado en sus garras.
Déjalo ya…Es tiempo de ser vertiente de otros aires, de otros aromas más
afables, más benevolentes. Su caverna es mecida por la mordaza de tus movimientos,
es agarrada por la palabra que deseas decir. Libre, libre…no hay perdón.
Deberías entenderlo después de tantas estaciones. Y si te vas, te propongo, olvidar cada
disculpa retorcida de voz hipócrita. Si, su voz…te convence en su persuasión.
No, amiga. Volverá, te atará y cada respirar de tus sentidos será rajado por su
mano. Vuela….vuela a los paraísos donde la inquietud de pájaros de colores no
te rozará para el exterminio de tu conciencia. No puedes seguir así. Sí, en esa
cueva donde la oscuridad vela tu mirada
a la deriva, donde el frío columpia tu cuerpo ajado, donde tus manos…Ay
tus manos. ¿Dónde están? Carcomidas por la llamada de las cenizas que el deja
tras de ti. Mira el más allá, ese horizonte donde las ruedas de la vida giran y
giran en torno a las hogueras de soles venideros. Da la bienvenida a un
crepúsculo de libertad, de hábitos enderezados a tu ser, a tus pasos. Un nuevo
nacimiento donde tú serás tú.
Este blog esta bajo los derecho de autor para cualquier información laguna198@hotmail.com Lo escrito son ideas primigenias que después se han corregir y alterar.
miércoles, diciembre 30, 2015
viernes, diciembre 25, 2015
Quizás...
Cuando dices que a lo mejor mis sensaciones se molestan.
Nada precisa son sus palabras, siempre volando a través de espejos imaginarios.
Por qué no un si, por qué un no. Solo el tiempo dirá la verdadera palabra. Aún
así te observo real. No sé por qué dudar. Solo que vienes y vas con un tal vez,
quizás mañana. Un mañana donde la incertidumbre derrumba el apego bajo este
techo. No…no vale. Solo lo cierto, no ese apogeo en columpios a la deriva de la
certeza. Por qué no me miras. Solo vacilas en tus comentarios. Temes hacerme
daño. Pero no es así. No es lo que por tu mente discurre. Palabras concretas
para el rumiar de los días.
A lo mejor, le dicho. Ella me mira y mira como si fuera una
ofensa. En sus ojos inyectados de discreción aparecen agudas penas que la
comprimen como si yo hubiera cometido un error. Tal vez sí. Tal vez no. No sé qué contestar, como salvarla de sus
dudas. Ahí está, no deja de recorrer con sus ojos oscuros mi presencia. Presencia maldita, a veces me digo. Estoy
harto de sus preguntas. Siempre tengo que expresar mi opinión. Y de que vale,
cada uno ha de ser ruta de sonámbulas confianzas en sí mismo. Me mira…me mira y
yo me escondo tras esta ventana. La calima regresa con un viendo mordiente.
Tanto…que mis labios se agrietan y no le apetecen hablar. Intento que se edifique por ella misma. Pero
no…no, siempre viene a mí.
Huye con sus ojos inconclusos. No hay respuesta. Necesito
hablarle y él se evade por los campos del silencio. Fijo en esa ventana
cerrada. Parece como si le molestase. Tantas lunas bajo el callar. Será por mi bien, digo. Algo tengo que decir.
No soporto el mutismo entre estas paredes.
Me derrumbo, caigo en las ciénagas asquerosas de la inquietud.
Contéstame, intento reforzar mis pensamientos. Pero nada. Una nada que me
disuelve en mis propios pasos. Sola. Sí, estoy sola. No se da cuenta. Será
mejor dejarlo.
Enojada. Se ha liado con un enjambre de falsedades. Piensa
que no la quiero, que estoy aburrido de ella, del por ello mi callar. No es
así, hay que valerse por sí mismo. Qué pasaría si yo no estuviese…qué pasaría…qué
pasaría. Sí, tu sola, me digo. Espero
que los mensajes del silencio te lleguen. Decide. Sé determinante en tus actos.
Espero que hoy salga por esa puerta sin decir algo y que vuelva cómoda, feliz
con su ser. No necesito que converse conmigo sobre todos sus movimientos, sus
actos. Confío en ti. Eres libre.
luna del alba...
Luna del alba.
Viento calmo
En las entrañas de una lágrima.
Estatuas de hiel.
El lamento de tierras
Abandonadas, deshabitadas, desterradas
Al son devastador de una sangre derramada.
Aunamos el espíritu de la paz,
De verticales cantos a la esperanza,
De fuentes labradoras de la cordialidad
Conforme elevamos nuestros sentidos
Cúspide del equilibrio.
jueves, diciembre 24, 2015
Tú y yo...
Tú y yo. Tú con el horizonte como fronteras de las bellas
sonatas de la aurora. Yo con alba bien distinto, consumiendo las jornadas con
la influencia de los astros idos. Nos trasladamos bajo las sombras de un árbol
retorcido por el viento voraz. Una lluvia que no viene. Somos hijas del sol, de
esa oleada de tierras que invade nuestras huellas. Nos alejamos y volvemos a
encontrarnos con los pinchos tersos del destino. Un violín a lo lejos suena, un
violín de notas rotas por la intemperie de sus labios. Tú y yo. Yo y tú ,
acantilados mezclados con la sentencia de un adiós, de un encuentro. Desde el
filo observo el romper de esa masa de agua. Olas que vienen, que van…así como
tú. No vuelvas. De alguna manera habrá que encarcelar cada imagen tuya que
viene a mi memoria. Ya no vale los besos del aire. Solo la esencia presente de
tu ser. Te dejo….tú y yo. Yo y tú. Si,
abandonarte por unas horas, por un tiempo. Tal vez, lo más probable, es que regreses como ave de impulsiva de mis
movimientos a través de calles vacías.
Pero no te preocupes luego albergaré un abrazo al abandono de tu
fijación en mi entereza. Tú yo …yo y tú…
sábado, diciembre 19, 2015
Ambular...
Ambular bajo la incesable melodía de pardelas azules. La tarde.
Espacio abierto donde el resonar de una bóveda celeste invoca al deleite de un
andar en calma. Sueños despiertos
edificando un mundo maravilloso, sin el ruido rajante de su avance. Dame la mano…sí,
con el cariño que un árbol avejentado hace sombra a nuestros ojos. Sigamos con
rumbo a un horizonte donde las almas ascienden roques cuyo sonido son las
palabras de la brisa. Te he dicho que me
enamoro con la belleza de la naturaleza. Ay ….ese susurrar del oleaje meciendo
las sensaciones constructoras de la paz. Ay…ese boscaje de nubes que aparecen,
que desaparecen con una lluvia que no decide estampar su mirada a estas
tierras. Ay…esas cumbres donde nos liamos hasta su cima para gritar cada
emoción que nos atañe. Dame la mano…sí, con el empuje de un día más bajo techos
sedosos de un arco iris.
viernes, diciembre 18, 2015
Tempestades..
Tempestades.
Cuerpos ausentes.
Vago despertar de la danza
De unas manos que giran y giran
Bajo arboledas insomnes.
miércoles, diciembre 16, 2015
Parece...
Parece que nos encontramos otra vez. Sí, ahora cuando el
viento insufla los cuerpos hacia delante, hacia atrás. No sé el por qué de este
encuentro. Quizás sea un fallo del destino. Los quebrantos del ayer todavía
permanecen estancados en nuestros caminos. Sí, será mejor alejarnos. Fronteras
inaccesibles donde el no prevalece, el nunca más. Todo fue tormento. Todo fue
desidia. Todo fue desfallecimiento. El cansancio impera en nuestros sentidos y
no sé el por qué de este encuentro…algún engañosa rueda de la vida nos ha hecho
hallarnos otra vez. Yo no te he llamado. Tú no me has llamado. Será ese
continuo ronroneo que aprieta el pensamiento. Y ahora que hacemos. No sé, tú verás. Todo está acabado, de espaldas envueltas en el
placer de otro rumbo, otra ruta donde las tumbas del pasado son distancia que
no hemos de regresar. Qué fuerza tiene este viento hoy. Penetra en mi peso y me
hace reacia al encuentro. Márchate ya, creo que es lo mejor. Olvidemos esta
jornada bajo pozos oscuros de la memoria. Sí, la memoria. Esa que con tu
tempestad y caricias falsas te devuelve.
lunes, diciembre 14, 2015
Despertares.
Despertares.
El ritmo de los astros.
Caras ocultas tras los muros.
Tu beso.
El fuego del apogeo
En las ramas de tus ojos.
Resbaladizo tiempo
Ignorante del fulgor
De las almas animadas por el amor.
Sí, aquí estás
Envuelta en velos cristalinos,
Con el crujir de acantilados
Sobrevolando el mar.
Despertares.
Incesante tic-tac.
La rotura del callar.
Tu caricia.
Tersa balada
Fundando la rutina
En los manantiales del querer.
Sí, aquí estás
Tras la luz de la sonrisa
Hechizando el retorno de mis manos
Sobre la lasitud de tu cuello.
sábado, diciembre 12, 2015
Entra, sales...
Entras, sales.
Respiras, bailas.
Simplemente la vida.
Absorbes acantilados azules
Y aves doradas van a tu encuentro.
Danza, danza…
Con el recogimiento del nocturno,
Con los soles de la alegría.
viernes, diciembre 11, 2015
A lo mejor...
X: Que haces querida.
Y: Navegando bajo las inclemencias de la tempestad.
X: Por qué. Hoy parece una jornada plácida.
Y: Crees tú. Me arrimo a los destrozos de la humanidad. Me
arrimo a la lucha por la vida. Me arrimo a ese sol que menciona la mediocridad
de los seres. Me arrimo al hambre, a las guerras desconocidas, a las
injusticias enhebradas por cada huella que dejamos atrás. Me arrimo a esos
prejuicios que amputan a los ojos, a la razón.
X: Te comprendo. Sí, esta tierra parece una cacería de almas
desesperadas por el poder. Pero no te amargues. No cambiaremos. Todo es utópico
para la buena ventura de este globo. Nosotros minúsculas motas de polvo en
medio del gran Dios, el universo.
Y: Gracias amigo mío. A veces pienso en la muerte. Sí, esa
muerte metamorfosis de la belleza. Una muerte digna donde el resoplar de la paz
se arco de colores venidero. Sufro. Un sufrimiento que me aspira, me desinfla
en el continuar de mi camino. No, no más sangre. No, no más inocentes criaturas
esparcidas por los océanos. No, no más trincheras perforando el vientre del que
desea la armonía. Muerte ven. Ven con tu hocico de navajas, con tu solemne
ritual para el renacer en un mundo mejor.
X: No querida. Ven
conmigo. Seamos túnel que atraviesa este tormento. Dame la mano. Revivamos
nuestros instantes felices. Por un momento olvidemos la crueldad que está
elaborando en esta esfera. No a la muerte. Si al renacimiento de boscajes donde
se guarece la calma. Olvida. Censura cada cárcel que nos ahoga. Andemos juntos.
Creo que no hay nada que hacer. Hoy el astro rey luce su mejor traje. Una
bóveda celeste en su amplitud nos ampara. Corre una brisa estimulante, llena de serenidad.
Embarquémonos en los túneles nutrientes de luz.
Y: Si amigo mío. En vertical sobre fosas alejadas de nuestra
vida. Continuemos. A lo mejor…
lunes, diciembre 07, 2015
Reflejos...
El reflejo de una mirada a través de espejos rotos.
El ronroneo insatisfecho de un oleaje que no termina.
El arder de boscajes intocables a través del tiempo.
Todo se va envuelto en un grito austero de lágrimas
Sobrevolando las malditas manos aberrantes
Detractoras de la vida maravillosa de una naturaleza
Explosionando en la
cima de esqueletos.
Dolor.
Llantos.
Angustia.
Somos reflejo de esta tierra que se pierde.
Somos ronroneo de la metralla que induce la despedida.
Somos arder de cada pétalo de la alegría.
No sabemos qué hacer en la pausa del tormento
Nacen y nacen flores enraizadas a la melancolía,
Corales balancean su blancura de muerte.
Y miramos y miramos como todo se desvanece
En el sorbo de la dejadez , de la fatiga.
sábado, diciembre 05, 2015
Y volaste...
Y volaste, arribaste bajo la influencia de cuerpos desnudos
en la tempestad. Estatuas movibles te desean y amparan el placer de tus
plateadas alas. Los nubarrones se han ido. Vertical sueñas con tus esperanzas
de ser valiente mano que danza con los sonidos del viento. Así me gusta. Te
sientes bien. Cierras tus ojos. Párpados que derraman la sabiduría de la
sonrisa más allá de los eclipses de las flores en el nocturno. Y volaste…sí con
el ardor que fragua bajo las cataratas de tus sentidos. Un arco iris se tiende
a tus huellas dejadas. Un arco iris que anuncia la invasión sobre las cumbres
de tu yo. Danza…danza. Rie…rie…ecos de luna te darán de beber para la ascensión
de tu ser en los deseos.
martes, diciembre 01, 2015
Manos...
El otoño ha llegado. Pasos se escuchan a través de las
calles. La soledad impera en sus seres. Criaturas deformes en sus espíritus danzan consigo
mismas. Un cielo de sábanas grises impera en cada esquina. Ahí se encuentran.
Ya estamos llegando. Todos tus sufrimientos acabarán. Ya sé
que está pendiente es espesa pero con el grito de la alegría alcanzaremos la
cima. Venga. Animo. Un poco más y ya estaremos en la cumbre donde las aves
alzan sus vuelos.
No. No puedo más. Hay algo en mí que me encierra entre rejas
de púas. Parece que agonizo. No sé. Se me hace pesado. Tan pesado que el
cansancio cuelga de mis espaldas. Para
que volar. Yo no quiero. Solo aquí. Sentada en una roca mirar lo que mis ojos alumbre.
No te puedes detener ahora. Sería el fin. El fin de tus
jornadas rondadas por ese astro rey que indica que hay esperanza. Levántate
mujer. Mujer de añicos. Mujer de borrascas que se confunden con la ofuscación
de las fuerzas. Levántate mujer. Aquí te espero. Mira, mira….ya la cima está
ahí. Pediremos nuestros deseos cuando la noche encienda sus estrellas fugaces.
Qué dices. Qué hablas. La armonía comienza ahí arriba. Sí,
en esa cima que debemos alcanzar. No te dejaré. Vamos. Enderézate. Se vertical
sueño de tus anhelos. Ya verás. No cierres los ojos. Te llevas la mano a tu
pecho y sientes los latidos apagados de tu corazón, de tu alma. Un esfuerzo
más. Ubicas tus ganas en esa vertiente que detesto de la desgana. No. No… Dame
tu mano llegaremos juntos.
Juntos. Para qué. Todo será igual detrás del espejo de esa
cima, pienso yo. Me impulsas a elevarme de mi estática raíces y lanzarme bajo
el influjo de tu mirada. Lo intentaré. Sí. Sí…dame tu mano para llegar juntos.
Y se dan la mano. Manos que corretean con la hojarasca.
Manos que juegan a contar los astros. Manos que se saludan con el rito de la
paz. Manos columpiadas por el manar de un arco de colores que los lleva lejos,
muy lejos…fuera del alcance de alambradas de sangre, de vientres abultados
recolectando moscas, de la sed de nuestra esencia, de una naturaleza
descarrilada, de minas con sabor a rajadas vidas. El otoño ha llegado. Dos manos son las
huellas que se quedan atrás. Caminan por el infinito de las ilusiones.
domingo, noviembre 29, 2015
Mestizaje...
Mestizaje. Agua de rosas que nutre nuestros párpados. Agua por
las vertientes donde la luz es risueño de despertares. No ves…. Pero yo inspiro
cada nota de mi vientre en la verticalidad de tu esencia. Pinceladas de mareas
que se transforman en tormentas en el infinito. Un ave viene…viene con sus alas
amarillas y una gota de lágrimas tras tu tez. No sé lo que te pasa ahora.
Arboledas tétricas del insomnio bajo las nubes venidas. No andas. Estática.
Reposada en la sombras sin cobertura a tus ojos que miran, que miran tus
gastadas manos. Te sientes cansada…un cansancio lumbre de las horas en el
callamiento. Estatuas deformes dan forma a tus pisadas, lejanas, absortas en un
vago vagón destino al adiós.
sábado, noviembre 28, 2015
Te estaba llamando...
Te estaba llamando. No me digas el por qué. Pero si….te estaba
llamando. No por necesidad sino que el columpio de las constelaciones se
arrimaban a mí. En ese momento pensé en ti. Me gusta recordarte, rememorar
aquellos instantes vividos de antaño. Ahora estoy frente la frescura de las
mareas y te llamaba. Aquí sola en la aurora que hace el despertar de los
cuerpos y los induce caminar por una orilla de tersa arena. Sí, te llamaba. Quería atravesar ese océano
para que tú vinieras a mí. Estrellas marinas y caracolas a mi paso. El eco
sonoro del grito mudo revolviendo mi vientre. Las campanadas lejanas de alguna
iglesia en su mestizaje con el rumorear de las olas. Todo se llena de soledad
en esta playa. Ávidas gaviotas posan frente a mí y los astros huyen en el manto
de un firmamento broncíneo. Sí amanece en este otoño. Mis pisadas se hacen
lentas. No hay nadie. Será el frío. Te estaba llamando. Con el poder de mis
sentidos más allá del horizonte. Aquí estoy. Tu lejos, muy lejos…te estaba
llamando.
martes, noviembre 24, 2015
Estallan...
Estallan las flores del universo.
Dan la bienvenida a las solemnes criaturas
Que en paz, trepan
por nuestras venas.
A la vista un globo azul
Derramando sangre y penurias.
Pero aquí estamos
Intentando ser soles del equilibrio
Bajo la desorientación de nuestras huellas.
Tragamos rocas
Alimentándonos del oleaje perdido
En el intermitente desafío de las batallas.
lunes, noviembre 23, 2015
Vienes...
Vienes
Y vienes
Otra vez bajo mi sombra de cipreses
Vienes
Y vienes
Con tus manos espectrales
En la luz desfallecida.
Camas revueltas,
Un sudor eclipsado.
Mariposas de flores
En la caravana al desafío.
Vienes
Y vienes
Con tu canturreo apagado
Con tu rostro sin ojos
Apagar los astros de la noche.
viernes, noviembre 20, 2015
Equilibrio..
Equilibrio.
Serenidad.
Brazos abiertos
En la bonanza de las jornadas.
Estatuas de hojarasca
Llevadas por el viento norte.
Aquí estoy, aquí estamos
Bajo solemnes cantos
A la naturaleza desgarrada.
Aquí estoy, aquí estamos
Sombras de un vacío
Que muele los silbos a la vida.
Serenidad.
Brazos abiertos
En la bonanza de las jornadas.
Estatuas de hojarasca
Llevadas por el viento norte.
Aquí estoy, aquí estamos
Bajo solemnes cantos
A la naturaleza desgarrada.
Aquí estoy, aquí estamos
Sombras de un vacío
Que muele los silbos a la vida.
miércoles, noviembre 18, 2015
Fragmento de novela que ando....
capítuloxxx
…Rastros, una hoguera que rota en sus desperdicios ¿De quién será? Se
dice Pablo. Qué será de José habrá hallado ya a María y juntos pacerán bajo su
techo. Qué desgraciado soy. Yo que lo amamante con leche loba, que curé sus
heridas. Ay hijo mío quiero ver las estrellas ya estoy harto de los tabiques de
brumas y arboledas de este lugar. Vamos, vamos a un descampado, nos
arriesgaremos. Contaremos una a una y
seremos deseo de su brillo. Quizás ellas nos guíen hacia ella. Hacía otro mundo
donde tú crecerás mejor. Y fueron a un lugar descampado, la niebla inexistente
estimulaba a Pablo que seguía con su niño. Para él divertido. Se sentó en una
roca y contempló toda esa ramificación del universo. Oyó un crujido. Pero no
hizo caso. Después pasos que se aproximaban. Ahí estaba, la vieja de la cabaña.
Se saludaron con un fuerte abrazo. Ella adivinaba lo que le ocurría mientras
jugaba con el pequeño. Sano y fuerte, decía. Pero el embebido en sus
pensamientos y en el firmamento no atendía a las palabras de esta. Sano y
fuerte, vamos conmigo pequeño. Se lo llevó para que su padre descansara en ese
ensimismamiento. La noche avanzaba, una noche sin luna donde estrellas fugaces
parecían que iban a impactar con su mirada distraída. Se sentía bien, en ese
acogedor lugar. La noche avanzaba, una noche sin luna donde las nebulosas
lejanas eran espirales de humo que iba absorberlo y desaparecer. Sí,
desaparecer. Era lo que más deseaba, se había dado cuenta que el niño se lo
había la vieja de la cabaña y el nutrido
por sus aventuras del ayer daba la sensación de retorcerse en sí mismo.
Escuchaba el grito de los lobos. Ojala vinieran a por él. Pero como, eran sus
pasos, sus amigos. Oh, la noche, la noche….la noche cerrada, temblorosa a
medida que pasaba el tiempo. ..
domingo, noviembre 15, 2015
Esperas....
Esperas…Qué esperas. El amoldamiento de los sentidos que en
horizonte son nubes de fuegos a través de espejos cerradas. Las olas retornan.
Tienes que avanzar contracorriente, alzar tus alas doradas y tenderte al vacío
de lo que llegará. No están. No hay
nadie y un círculo de hiel te consume a medida que las jornadas son manchas de
la noche. Entornas hacía arriba un
canto, un canto casi mudo. Tu respiración. Espirar e inspirar. Tu compañera a
medida que la batalla de tus plumas recorren el desconcierto. Si, esperar
cuando las quebradas cometas blancas linden a expensas de un viejo muro. Te da
sombra. Te cobijas y sin saberlo tu huida duele. Sí, duele. Esperar a que la
claridad de tu corazón aviste las rosas de invierno. Mira te llaman las almas
de las aves libre. Roca que se rompe, caes, te levantas. Esperas bajo la inclemencia
de las horas. Ay esas horas. Arrugado espíritu que vuelve más lejana, muy
lejana.
viernes, noviembre 13, 2015
Círculos negros...
Círculos negros,
Espacios inhabitados por los hilos del silencio.
Mariposas libando de la vida.
El romper de las olas.
Cotidianas.
Riscos de papel.
El hallazgo de la aventura
En tus ojos de arco de colores.
Vienes, vas
De nuevo el rigor de las horas.
Aquí estas.
jueves, noviembre 12, 2015
Aquí...
Aquí sentada frente a una obra infinita orientada a un
universo que se expande, que se contrae a nuestro alrededor. No estoy conforme,
se dilatan los colores en el auge de un pincel que guía mis manos. Mis manos
temblorosas en el sutil aliento del detalle. Aquí estoy frente un lienzo
elaborando, elaborando el entramado boceto de la vida que se extingue a medida
que el tic-tac de un añejo reloj quema el almanaque. No sé lo que hay más allá
de este caballete. Mirada fija en los trazos que se van hilando a medida que el
día avanza. Los astros ya vienen…Si
vienen con la densa oscuridad de un otoño. Mis pinceladas se disuelven, se van
en un paseo por la noche globalizada en constelaciones. Una estrella fugaz y un
deseo que me envuelve en quemados deseos. Aquí sentado frente a una obra.
Esperando su fin. Pero no. No acaba se alarga sobre los remotos ecos de un
silencio.
miércoles, noviembre 11, 2015
Soles...
Soles
Un árbol retorcido
Guiado por el viento.
Manos derretidas
En la cima de veleros sin rumbo.
Continuamos
Giramos en antorchas
Adolecidas por el adiós.
¡Qué temprana ida¡
Muerte bajo las sombras
De un océano hostigador,
De una huída librante
De las cadenas opresivas.
sábado, noviembre 07, 2015
Nebulosas..
Nebulosas rondando el abismo.
La negritud de tus ojos
Amplias, bellas
Bajo un viejo árbol
Que expande ternura.
Aquí estamos.
Esto somos.
Aliento de astros mudos,
Absortos en la rutina.
Mírame, te digo
Tropieza tus manos
Con el álgido ajetreo de mis manos.
Sí, fuerte.
Agárreme fuerte
En el temblor de un pinzón
Bajo las inconclusas rocas
Que salivan la vida.
viernes, noviembre 06, 2015
¡Qué maravillosa eres¡
¡Qué maravillosa eres¡
Plenitud encadenada a las gaviotas
Cuando se desvanece
el manto azul
De este globo que nos acoge.
Astros hay ahora,
Faros tomando el rumbo
De nuestros cuerpos
Que ausentes
Respiran en la verticalidad del oleaje.
Sí, eres maravillosa.
Ojos implantando la sabiduría
De una aliento
Prolongándose por las vertebrados corales.
Andamos al unísono
Yo aquí, tú allí
En la extensión de alas de acero
Profundizando en nuestros latidos,
En nuestras pisadas a ras de la brisa.
Caracolas dan la tonada cierta y pura
A la danza de nuestro sudor, de nuestras singladuras
A través de una atmósfera de arco iris.
jueves, noviembre 05, 2015
Despacito...
Despacito, agua que sube y baja por las rocas deformada por
la vejez. El oleaje bravo y furioso arriba sobre las penas y un ánima flota
sobre el océano. Sus movimientos lentos simulan una danza donde bebe de la
luna. Despacito, despacito…el rigor de los caracteres impregna este orbe cuya
negritud avanza al vacío. Siembra de tala aberrante a las arboledas de la vida
y pueblos condenados a la huída. Y ella danza. Si, si…sobre ese liquido
violento a la espera de la lumbre de unas manos limpias que le den ánimo. Llama a las aves, vuelo certero por este
mundo oscuro donde el gemir de algún niño muerto desencadena la lucha contra
fuerzas brumosas. Y llegan Náufragos,
refugiados en la desidia. El otoño aprieta y después ascenderán bajo las
inclemencias irreductibles del abandono. Cuerpos caídos, tribus desviadas del
ritmo del nocturno. Despacito, agua que sube y bajo por las rocas deformadas
por la vejez. Un ánima se eleva, trepa por riscos exhalando un lamento. No la
escuchamos pero desvencijada arremete contra las espirales de navajas a la
libertad.
domingo, noviembre 01, 2015
Querido
Qué haces mujer. Ahí, en la ventana. El día es gris. La
lluvia parece no calmarse, vueltas y vueltas en charcos que lleva barquitos de
papel a la deriva. Todo es un caes. La nostalgia cae sobre ti mientras Schubert
teclea su dolor. Yo, aquí, sentado, mirando tu espalda pero no te das cuenta.
La vejez no es renuncia, no me oyes.
Solo el cloqueo de la lluvia. De un frío que vendrá y con nuestras
mantas nos abrigaremos bajo la caja tonta o un viejo libro.
Llueve. Lluvia que fertiliza mis años perdidos. El no sé
donde andará pero bien de seguro en su sillón con una manta a cuadros sobre sus
rodillas. Lo observo decaído. No sé lo que le pasará. Yo aquí, ensimismada, me encanta ver llover,
observar como los pequeños riachuelos avanzan por el asfalto. Creo que no ve. Su vista ha desmejorado
mucho. Pero presiento que está detrás de mí leyendo noticias del ayer.
Cansado de las mismas noticias. Me cuesta leerlas. Ay, los
años. Ella sigue ahí, no sé en que estará pensando pero de seguro que
fotogramas antiguos pasa por su mente. Si se virase. Intento llamarla, no hace
caso. Aquí con el calor de esta manta no me apetece levantarme.
Parece que amaina. Quizás le apetezca dar una vuelta. Me
agota estar fijamente en esta ventana, ver la soledad de las calles.
Se vira y viene hacia mí. Me dirá, damos un paseo. Y yo como
siempre le diré que sí, que vamos a ese parque donde nos conocimos.
Dispuesto querido.
Sí querida.
viernes, octubre 30, 2015
Miradas y miradas...
Miradas y miradas. Oscilan bajo la sombra de tu ida. Yo
feliz. Porque no…porque no ir deshilachando una sonrisa mientras mis alas se
retuercen en tu olvido. Me has olvidado…si, lo presiento…hace tiempo que tus
ojos no son lumbre de mi rostro desvaído, fatigado. Ahora, a mi manera, busco
un faro. Un faro lejano donde el morder del oleaje alcance mis manos, mi
vientre para hallarte de nuevo. Sí, otra vez…otra vez girar y girar en las
hogueras prósperas de tus labios. Dichoso el sueño, dichoso la veracidad,
dichosa las ganas, dichoso recordarte…así…aliada a mí cuerpo con los puentes de
arboledas formando un coro que al unísono gritan: ven aquí que el otoño me
aprieta. Hojas caídas, pasos inciertos, lluvia vespertina que amputan al astro
rey pero tu ahí. Sí, ahí, en un rincón de la penumbra de mirada. Miradas y
miradas. Puertas que se abren y se cierran…se cierran y se abren. Bienvenida
seas.
miércoles, octubre 28, 2015
Espaldas mojadas...
Espaldas mojadas
Por la inquietud de un alba
Vientre de nubarrones.
Hojas que vacilan
En la amplitud de las almas
Disueltas en los barrizales
Que lamentamos en la lucha
Por atravesar como cometa blanca
A las esferas de la serenidad.
Ojos abiertos con la mirada a la nada
De rocas rajadas por el silencio duro
De las plumas azules que van a reposar.
Nos levantamos, avanzamos
Aglutinando nuestras manos
Bajo un arco incoloro
Que nos lleva, nos trae
Con erguidos sueños.
domingo, octubre 25, 2015
Un dolor...
Un dolor.
El cimbrar de las ramas.
La oscuridad de la jornada.
Incesante solapados
A una nave del olvido.
La memoria retrocede
Y es cenit de encuentros, de experiencias.
Se desangra la duda
Cuando ameniza las horas espejos rotos.
Te miras.
Te observas.
Te examinas.
Las cadenas son puentes al vacío
Donde has de nacer.
jueves, octubre 22, 2015
Amanece
Amanece. En una casa
de paredes de pintura carcomida se halla madre e hijo. En una habitación. En la
cama la madre. En un rincón sentado en el suelo el hijo.
Pero a dónde vas hijo
de las mil lunas a estas horas.
Nada, busco agua. Si agua que has de beber, que debo de
beber. No ves que esta sequedad nos estás matando.
Si, cierto. Pero no robes a nuestros vecinos, ello traerá una
batalla campal donde a ti no te quedará
ni el suspiro.
Que no robe. Pero que dices madre. No puedo más. Estoy
cansado y sediento…tanto que mis fuerzas son nimias. Necesito beber y tu
también de esa agua que da la vida. Mira nuestro pozo, contaminado. Si
muero por ese delito lo prefiero antes de contaminarme con ese lodo.
No hijo. No. Te matarán, mira que eres bestia. No
comprendes. Ya vendrán tiempos mejores. Aguanta, aguanta…hasta que la lluvia
rebose nuestras bocas, humedezca nuestros labios.
Estás loca madre. No te ves. Ahí encamada sin nada que
llevarte a la boca solo pan y pan. Agua. Sí agua que engendra la vitalidad, el
surcar por estos campos aislados de todo bullicio. Iré madre y al primero que
tenga agua potable se la pediré sino….
Sino qué. Dime, dime….lo matarás.
Si madre.
Dios santo de todos los Cristos que el demonio no invada
esta casa, esta casa oxidada, derruida por tanta mierda. La miseria nos abate,
la miseria nos daña, la miseria nos corrompe. Pero hijo…Dios Santo de todos los
Cristos no hagas barbaridades. No me dejes
sola. No ves mi estado.
Si, madre. Veo tu estado y por ello soy fusil al encuentro
de tu vida. No es fácil. Pero me hallo descosido al verte tan decaída. Maldita
pobreza. Adiós madre, voy a por el agua. Agua que has de beber, agua que he de
beber nada más.
Hijo ¡Hijo¡ Aquí te espero, siempre te esperaré…
Y se fue, con la sombra de un sol que llagaba sus ojos, con
la rabia de una madre muerta.
Despacito...
Despacito. Sí, con la lentitud de una lluvia que agoniza en
la jornada. Pasos entre riscos que te darán
la lucidez de ser alas de tus emociones. Pasos en los que engendraras árboles
cansados de tanto y tanto ser tachados con las navajas del desamor. No te
preocupes. Despacito. Poemas del viento que se evanecen en la boca de algún volcán.
Lágrimas de cicatrices que te hacen avanzar. Sudas, te yergues y despacito
alcanzas el filo de una cumbre. Tu misma. Qué más da lo que piensen. Arrastras la pena de las violetas bajo la
sombra de algún quebrantahuesos. El irá a por ellas y verás que despacito
engordarás tu verticalidad en el sentido
de una sonrisa. Sonríe mujer. Que bellos son tus ojos cuando la efervescencia
de un otoño te hace ser feliz. Sí, han llegado las lluvias. Te desnudarás y
despacito te bañaras con su frescor, con su pureza y serás otra. Despacito. El
camino a tomar no está lejos. Solo la calma, la paciencia de tus sentidos te
llevará inexcusablemente a tu sur, a tu norte.
lunes, octubre 19, 2015
Barcas vacías...
Barcas vacías. La extensión de una mar que se nutre de
arenas doradas. La pasividad de un pueblo. La calma rondando a través de sus
entrañas. Es la hora de la siesta. Paulatinamente los imperios de los rayos
solares los embriaga hasta el despertar bajo sus viejos tejados. Somnolientos
se yerguen en la cúspide de la paz. Danzan descalzos lentamente. Libres de todo
bullicio, de todo estruendo ambientado en otras esferas hasta que la luna los
acoja en sus redes.
domingo, octubre 18, 2015
Ausente...
Desvanecimiento prematuro
Otoño embargado de lluvias.
Oleaje brusco, cortante.
Un cuerpo.
La expansión de los sentidos.
Ausente.
Búsqueda grávida
De los ojos hecho añicos
Por la espesa furia
Del tiempo.
sábado, octubre 17, 2015
la búsqueda...
Vagaba bajo los influjos de un deseo. Caminaba lento, con la
parsimonia que en alguna esquina la encontraría. El tiempo era pegajoso,
impregnaba todo el ambiente. Su frente sudorosa parecía manantial de su
existencia. Ay….pero ese deseo…lo tenía embarcado en su búsqueda. Su sombra ya no se divisaba. El no se
sorprendió. Tal vez el agotamiento de su cuerpo había hecho que se difuminara
en las aceras sucias. Se yerto sobre el pequeño paseo marítimo. Horas que no
dan lumbre a la existencia de alguien. Solo. Solo y sus pisadas. La mar formaba
un verde azulado que cautelosamente lo elevaba que ya estaba cerca. La
proximidad de hallar lo que buscaba lo absorbía en nubes de ensueño. Se
apresuró. Se descalzó y por la orilla de dorada arena vagaba. No podía estar
muy lejos. Ahí estaba. Escuchaba su voz
como eco con se desplazaba vibrante por sus cuerpo. Ese era el secreto. La cogió
entre sus manos y la puso en su oído. Sus sueños, sus deseos se habían
verificado. Una brisa tenue comenzó a soplar. El entumecido por aquellas
palabras se sentó. Si, sentarse. Frente a ese océano bello y maravillo. Lo
contemplaba sin decir palabra. La dejó en la arena. Allí estaba lo que buscaba,
la ondulación espectacular de esa masa viva de agua frente a sus ojos.
miércoles, octubre 14, 2015
Acurrucada...
Acurrucada.
Vencida.
Desempolvando la nostalgia
Sobre mareas infinitas.
Agita un viento feroz.
Rostro de espejos
Surcando su yo.
Pétalos de rosa purpúreos
Acogiendo el firmamento.
Estás ahí.
Sí, ahí
Donde las arboledas colgantes
Recuerdan y recuerdan.
martes, octubre 13, 2015
Una luna---
Una luna que roza la polución. Cráteres silenciosos en la
densa espesura de una bóveda anaranjada.
Andamos con nuestra fisionomía a través de los cantos del crepúsculo.
Todo está callado, todo rememorando cada huella dejada atrás. Un mundo extraño,
divergencia de pensamientos que amputan el sentido de su belleza. La paz, mensajera cuya calma se encoje bajo
las cenizas de la nada.
domingo, octubre 11, 2015
La voz...
La voz de las arboledas que bajo filigranas de nubes se
empeñan en ser coro de una laguna de olivino con motivo de puñales baldíos de
montañas. Una luz emerge en el sentido
de la serenidad de la tarde. Un octubre donde las aves pescan la resaca de los
sueños ¡Qué grande es la soledad¡ Fraccionando cada haz del esbelto silencio. Arrumbar por otros lugares donde la mirada se
pierde.
la danza
Es hora de levantar, se dice. Llueve con las palabras
solemnes de la eternidad. Es hora de danzar, se dice. Se mira en un espejo.
Cuerpo pulido a través de los años, de los sueños. Solo un slip se pondría esta
vez. Quería lucir su desnudez a todos los transeúntes que pasarán. Se embardunó de aceite para resalta así su fina musculatura. Pero llovía. Un cielo gris se
perfilaba ante sus ojos. Salió bajo su techo y comenzó con sus deseos, danzar y
danzar. Aceras húmedas le hacían casi resbalar a sus pies descalzos. Le daba
igual. La gente lo miraba en sus movimientos perfectos, en esos instantes que
su brío navegaba en la verticalidad. Y danzaba y danzaba a medida que la
jornada ceniza avanza. Su rostro era dudoso. Era hombre o mujer. No se sabía.
Solo su cuerpo y bajo su vientre delataba su sexo. Y entre más lo observaban se sentía más
impulsado a su danza. Su fibrosa sustancia más el rigor de sus posturas atraían
a cada mirada. Un espectro de tristeza se le veía en sus ojos idos. Una belleza
que sin igual colmaba a todos los que pasaban. Hombre o mujer. Qué más da, pienso. Las finas gotas no cesaban. Su ser impulsado
por los que lo miraban se dejo caer cuando la tarde sucumbía en una noche larga
y perezosa. La neblina lo abrigó pero él seguía y seguía en su sudor, en su llanto,
en su dignidad. Ceso la lluvia y los nubarrones es escurrían en la fuga. Una
luna esplendorosa y armónica nacía al son que él, que ella seguía y seguía. No
pararía. No quería parar en la hermosa plateada. Así continuó con el esplendor
de sus muecas corpóreas. El cansancio no llegaba. El cansancio eclipsado por su
éxtasis.
sábado, octubre 10, 2015
No te olvides...
Rebosas de cierto aroma que nos hace concluir bajo las
cenizas de la despedida. Sí, ya ha
amanecido y has de irte lejos. Muy lejos. Donde las ballenas te guíen por esa
senda de la beldad. Aquí estamos, acurrucados, a la saga de tus sueños. Sigue con ellos. Se materializaran cuando los
alisios de lumbre a tu rostro. Mientras anda, vete ya. Deja que el rumiar de
las mareas abrace tu cuerpo. Aquí nosotros
nos quedaremos esperando el abrigo de tu verticalidad. No te preocupes ni te
desesperes. Alzaremos cierta oración a este universo que nos acoge para tu
prosperidad. Si todo va bien no sabremos
nada de ti. Si no regresa. Aquí estamos. Con los brazos abiertos emitiremos la
sonrisa que te falta y alcanzaremos la dicha en tu retorno. No te olvides las
horas pasan, un tiempo que pasa embriagado de tu esencia. Enredada en tu adiós no escuchas. Ya sabes,
aquí estamos, vigías de ese horizonte que te aguarda.
miércoles, octubre 07, 2015
Suena---
Suena,
El grito de la alegría
A través de los montes oscuros
Cuando el nocturno describe círculos
De astros sobre lo hondo del universo.
Y si no suena, conspiremos
A los dioses de esta atmósfera
En el escalar a través del aire
Con sueños de alas plateadas
Anticipándose al agotamiento.
lunes, octubre 05, 2015
Un piano...
Un piano. Rosas al viento. Un cuerpo sentado ante él. El
eviterno aliento del otoño que lo apresa con nubes marrones, con las ásperas manos
de su suspirar. La nostalgia le acompaña. No sé qué ensoñación cubrirá su
mente. Seguro que es ella. Lejana, distante, ajena a su trance en cada trozo de
sus composiciones. Horas y horas donde el jaleo de un gallo de la madrugada lo
hace silenciar. Luego continúa sin tregua con el lento baile de sus manos sobre
esas teclas. Inesperadamente lanza un grito a su soledad, a su silencio y se estremece.
Sus párpados se cierran es como la muerte presente. Sigue. A amanecido y un
cielo azul lo invita a pasear. Se levanta, se viste y con la mirada fija en los
adoquines que pisa imagina como será ella, como se encontrará. Bajo el brazo un
diario donde anota cada inspiración. Su energía sigue viva. Su energía lo
apresura hasta volver de nuevo ante aquel piano. Se sienta ante él. Ya está
agotado de tanto y tanto teclear. No hay inspiración pero cierto eco de su
proximidad lo despierta. Ojala me recuerde, se dice. Y cae. Sí, en este mes de
otoño. Todo se vuelve amargo, con lo insípido de las jornadas. Adiós, dice. Mi
despedida está aquí. Tal vez bajo los astros de la luna nos encontremos. Ya
estoy viejo. Rosas al viento. Un piano. Un cuerpo sentado ante él. El eviterno
aliento de calladas manos.
domingo, octubre 04, 2015
Espaldas húmedas
Espaldas húmedas sobre cayados nacientes de pozos. Un viejo árbol
que te habla de ese ayer rajado en la mirada. Lágrimas conformando en el adiós.
Sí, el adiós. Cansancio sería la palabra correcta. Un agotamiento creciente en
murallas de ortigas. Sí, me voy. No sé
quiero dormir. Dormir bajo los brazos de arenas donde el ronroneo de las olas
me alejen, me acoten cada paso, cada ojos en la vertiente de la oscuridad. Sí,
adiós. Dejadme descansar…
sábado, octubre 03, 2015
Tranquila...
Tranquila,
Los cuerpos rompen el silencio
De una madrugada dichosa
Embriagada de sudor.
Ahora,
El amanecer
Con la dejadez de los besos.
Nos distanciamos
Sobre los ecos de las gaviotas
Al romper de las olas
Emancipando el deseo.
Tranquila,
Brío de la desnudez
Encadenada al adiós.
Ya nos encontraremos
Calladas, aisladas
Andando por los hoscos terrenos
Donde arboledas extinta
Serán lumbre de nuestro querer.
Solas, aisladas
Atmósfera que nos agazapa
Rumbo de nuestra mirada.
jueves, octubre 01, 2015
Se va....
Se abre la bóveda celeste para permitir el paso de
enrarecidas nubes que anuncian chubascos. Me encuentro aquí. Sí aquí, en la
orilla de la playa mirando el horizonte. El reflejo de una mar en calma me trae
mi rostros, mis manos, mi cuerpo y ensimismada me quedo observándola. De
repente el cielo se cierra con nubarrones gris-marrones y es evidente que
pronto la lluvia vendrá. Mi ser se hace más claro en esa agua tranquila, en el
reposo del oleaje. Mis dedos se agrandan y arrugan, mi cabello crece en canas,
mi rostro demacrado visiona un monte bajo su fondo. Un monte de cenizas y
magma. Eso es lo que me espera en lo que logro entender. Suspiro. Temblores
penetran en mis piernas y cierto remolino causada hace desaparecer esa
espantosa imagen. Me calmo. Todo vuelve a la normalidad, gotas resbalan por mi
tez, gotas nacidas del vientre de las nubes. Camino por la orilla. No hay
nadie, es temprano y la lluvia espanta a todos. Deprisa…Sí, me apuro y llego a
la avenida. Miro de nuevo ese horizonte cenizo y agua. Me miro las manos se han alargado sus dedos y
arrugados. Me toco el cabello solo mechones grises caen en mis manos,
enmarañados. Sí, ha sido larga la espera o mejor dicho este decir que no al
amor. Me doy cuenta que aquella verticalidad tan asumida que tenia se tambalea
para caer bajo los rastros de una vida ida. No al amor. Destino que me aprieta
entre candados hasta solo abogar como perro verde por los adoquines de la
desidia. Ahora, es tarde. Me miro las manos
y mis dedos son largos y arrugados. Cojo un mechón de pelo y es gris
quebradizo. Ya no puedo avanzar. Alguien se aproxima. Me tiende la mano. Me da
la sensación de que es como un auxilio. Se la doy. Se va y en mi solo queda
recuerdos negros, recuerdos ascendentes bajo las tinieblas de la espera.
martes, septiembre 29, 2015
cuando...
Cuando despertamos ausentes de las nubes cenizas que se van
emancipando de nuestro rostro nos entregamos a los pasos vacíos en pasillos
blancos. La soledad sonora impera a nuestras espaldas y lentamente derivamos a
un café que anima los sentidos. Nos asomamos y en la luz del amanecer las
calles de la nada concurren viejos perros negros en su paseo temprano. Ladridos
impertinentes nos alerta y la conciencia incide en la eclosión de unos ojos
mirando el horizonte. Puentes anunciando un nuevo viaje lejos, muy lejos.
Puentes que has de pasar y que solo se cuelgan de riscos donde la álgida esperanza
está tras ellos. No renunciamos, seguimos con el rigor de nuestra dureza en la
continuidad de una jornada despejada. Cielos azules donde alguna que otra nube
gris se escapa para no volver. No volver, esa es la palabra exacta, el preciso
lucero que ha de guiarnos en las sendas desconocidas de la vida. No. No
miraremos atrás donde los desgarradas sabinas se retuercen en sus entrañas,
seremos grito de ausencia de cada tempestad, de cada tormento que nos derive
hacia arenas movedizas. No volver, palabra envuelta en la sorpresa de un nuevo
sol. Adiós, decimos. Sin el acicalamiento de una mirada tras nuestras espaldas.
Adiós, vámonos ya….
lunes, septiembre 28, 2015
Soles que lloran...
Soles que lloran la despedida de un ser que embestida en la
sombra de palmeras evoca el rumiar de volcanes.
Decaída, lánguida, sumergida en la duda decide irse. Lejos, muy lejos
donde la guarida de las gaviotas parloteen su decisión. Cumbres desgarradas, sonámbulas, con la
bruma de una esencia que se duerme bajo
la lumbre de lágrimas. Adiós querida, te digo. Que tu descanso sea eviterno
florecer de verticales veleros en el resonar de una luna que viene a tu búsqueda.
sábado, septiembre 26, 2015
y eres....
Y eres ese viento amaneciendo entre los acantilados grises
de la bruma. Y eres sendero que he de seguir cuando la luna se marchita y somos
ecos del rumiar del oleaje. Y eres amor, atardecer de malvas y azules cuyo
sueño envuelve los sentidos de la vida.
Olas alzándose...
Olas alzándose en el movimiento
del amanecer. Rocas donde rompen cuyo
aliento deforme inspira un halito de beldad. Playa vacía. Playas yermas de la
pisada intrusa colándose bajo la visión de ella. Se arriesgas y por un sendero
casi inaccesible barranco abajo se yerta ante ella. Sola. Con el agónico canto
de las mareas. Cuantas añejas embarcaciones habrán naufragado en el violento
arrebato de sus profundidades, se pregunta. Observa ese océano como dios que la
induce a rezar una oración por los ahogados. Se siente bien, libre. Pausadamente se desnuda. La arena se le pega a
sus piernas. Algo incómodo pero gratificante. Con la lentitud de un sol que ya
desea desembarcar y adormilar los últimos astros se enfrenta a esa agresiva
marea. Sola, con sus pensamientos, con el ronroneo distante de la soledad. Se
da un baño. No tema la furia del oleaje. Por un instante cae atrapada por una
ola que la lleva a las profundidades. Quiere salir, recibir el aroma de la
brisa pero no puede. La lleva contra rocas. Se deja ir. Se calma. Después de
unos instantes la mar la devuelve a la arena. Ella sana, tranquila, extraviada
en el rumbo a tomar. La vida otra vez. Un nuevo nacimiento se engendra en sus
sienes sudorosas, mojadas. Se viste aunque su cuerpo permanece húmedo. De su
frente mana un rayito de sangre. Barranco arriba vuelve, más ella, más vertical.
Cernícalos van a su encuentro, la observan y ella con una sonrisa les da un
beso que se extiende en la atmósfera.
miércoles, septiembre 23, 2015
Invocas los cielos...
Invocas los cielos
Colmados de astros.
Involucras tu danza
Con acantilados rajados
Con el sonido de una brisa
Evadida de la nostalgia.
Focos dan lumbre a tu vientre
Tembloroso en la incertidumbre.
Te miras lo abultado que está
Penas juegan con el sudor de sus entrañas.
Penas donde la jerga normal son las batallas insostenibles
En el encuentro con la vida.
Todo se amarga.
Todo se encrudece.
Y un grito alistado a sótanos de cristal
Te observan, te acarician
Hasta la debilidad.
Qué frágiles somos.
Envueltos en la bruma de la pesadez,
Desgarrados por el soplo de la sangre derramada
Bajo las escenas del terror.
Cuchillos sobrevuelan al ser
Solo en su imperio de quebrantos
Y una paloma rajada es símbolo
De nuestras espaldas.
Ven amiga mía
Acompáñame en la penumbra de los sentidos
Implorando el regreso de la paz.
lunes, septiembre 21, 2015
Su sonrisa...
No, no me mires así. A veces te hallo en mi memoria en donde
el cariño aflora con el ritmo cierto de lagunas de cristal quebrantable. Sí, me
he ido a otro lugar donde la oscuridad de los recuerdos, del quehacer diario no
tiene cabida. Pero hoy te he sonreído y no comprendes. Hablas y hablas sin
saber que puedo acoger algunas de tus palabras en mi corazón. Aquí estoy,
sentada, casi estática sin poder ingerir alimento. Sí, te he sonreído. Será la
despedida. Ese adiós que tanto temes. Hacía tanto tiempo….Es una manera de
darte las gracias por cuidarme, por mimarme, por ser el centro de tu
atención. Como hacértelo llegar….
Se va. No hay
remedio han dicho aquellos que profesan la medicina. Hoy me ha sonreído. Una
sonrisa que enaltece mi alma. La tristeza impera en mí. Una pena que se ahonda
más y más en mis sentidos. Qué hacer. Tantos años cuidándola…pero me ha
sonreído. Me ha mirado con la alegría del amor. Oh, su mirada. Siento ganas de
llorar. Mi gran mujer. Después de tantos años se quiere ir. No aguanta más.
Barrotes brotaron en sus alas de
libertad. Barrotes atrofiantes que invaden la persona. Ahora , en lo
imposible de huir se difumina. Poco a poco. …Esta última imagen quedará en mi
ser, su sonrisa.
domingo, septiembre 20, 2015
Como no...
Como no recordarla
Bajo cascadas plateadas
Extinguiéndose al ritmo del crepúsculo.
Amanecemos con las sensaciones en vertical
Sobre puentes colgantes
Girando y girando sobre llanuras de sonrisas.
Ahí, estaba.
Energética, ascendiendo por cada barranco,
Por cada cumbre al son de su aliento.
Inspirar y espirar.
Faros conduciéndola por lunas
De rostro inanimado
Pero aun así sus ojos eran brío
De valles descalzos.
Sí, cómo no recordarla
Viajera de nubes descoloridas
Cuando el pinzón azul
Marcha por los vientos del norte de la vida.
Así, danzando y danzando
En el mecer de las ramas
Soñando con la paz eterna.
viernes, septiembre 18, 2015
El cuadro...
Por qué mira ese cuadro así, me preguntaba. La observaba en
cada movimiento desde el centro de la sala y me iba hechizando, una atracción
que hacía brincos en mi corazón. Esperaba el momento en que sus ojos se comprometieran
con los míos pero las horas pasaban. Sí, las horas. Y seguía con ese
ensimismamiento, como encantada por una fuerza superior que le hacía fiel
reflejo de esa obra. Qué tendría de especial. Yo no veía nada pero ella
anonadada se empeñaba en seguir mirándolo. Una obra de mucho color, de figuras
abstractas. Intenté acercarme, ponerme tras su espalda a ver si percibía mi
aliento. Nada. Ella seguía y seguía en el esplendor de esa obra. Sin más, comenzó
a desnudarse. Sí, a desnudarse en aquella sala vacía y fría sin dejar de
mirarlo. Se aproximo a él e hizo un amago de abrazarlo. Yo detrás mirando cada
paso, cada movimiento de ella. Nadie la corregía, la detenía. La nada recorría
aquella sala. No sé como su cuerpo se fue tatuando de aquellas imágenes. Ella
igual que el cuadro. El cuadro igual que ella. Se viró y me miró. Como diciendo
aquí estoy, esto soy. No la comprendía. No entendía el significado. Pero sus
ojos…Ah sus ojos me miraron. Ahí estaba su alma, su esencia. Me dio un beso. Un
beso que colmó mis deseos. Se agarró de mi mano y me dijo, ya nos podemos ir.
jueves, septiembre 17, 2015
Crepúsculo de soles...
Crepúsculo de soles
Emancipando de la oscuridad de los rostros.
Sábanas revueltas
Andando en un sueño evanecido.
En el jardín un rosal
Cuyas manos susurran la paz.
La mirada incierta se pierde
Y es beso al refugio de las almas huídas
De las guerras inacabadas.
Crepúsculo de soles
Escondiéndose de una lluvia temblorosa
Que se agota, que se rompe
En el tintineo de un nuevo nacimiento
de tierras pacíficas.
lunes, septiembre 14, 2015
Hoy me he levantado...
Hoy me he levanto con el pensamiento cierto de escribirte.
Un deseo ansioso me lleva a decirte estas palabras desde aquí, desde la lejanía
de nuestros ojos. No sé estoy aquí bajo una lámpara que da lumbre a mi lápiz intentándote
decirte algo. Ya sé que somos ajenos a esto que está ocurriendo en la atmósfera
que nos envuelve pero he de decirlo. Hay gentes que vomitan niños que a la
deriva transcurren en la frontera. Sí, vienen en masa. Una masa enorme de
humanos que se apiñan en busca de aliento. La guerra en otros confines de esta
esfera está haciendo estragos en ellos, ideas absurdas que acuchillan la paz,
la hegemonía de la armonía. Ahora vienen aquí, huyen de tanta miseria, de tanto
miedo, de tanta destrucción. Me pregunto qué humanidad cruza en nuestros
caminos. La barbarie impera en nuestros impulsos. Espera, está amaneciendo
quiero observar ese nacimiento de la jornada que parece bella. Sí, bella para
nosotros, no para otros. Me quedo ensimismado con ese astro rey del crepúsculo
que nos ofrece una gama cálida de tonalidades. Qué lástima que para otros sea
nada más que una bruma de la que han de escapar. Escucho el lamento crónico de
una esfera que se hunde ¡Qué horror¡ Mis sentidos me dicen que como ciudadanos
de este mundo todos somos iguales. Da igual el color, el país. Se me revuelve
el estómago cuando las imagines de los refugiados se apiñan en sudor y espanto.
No sé por qué te escribo esto. Tu ya lo sabrás. Pero tenía la necesidad de
contarte algo, algo que está sucediendo y que nos incluye a todos. Muchas cosas
han de cambiar. Una conciencia abierta y pacífica debe impregnar a los seres
humanos. Por qué. Observo como el sol se columpia en el horizonte. El día es
claro, de un celeste puro y bello. Me
tomo mi café. Dejo que mi cigarrillo se desvanezca en este impulso de
escribirte. Sí, de escribirte, es necesario. A veces tengo ganas de vomitar. El
por qué es incierto. Será este malestar, esta impotencia de un mundo
equilibrado. Quizás vaya a dar un paseo, saborear la calma que se vive aquí por
unos instantes pero no sin antes despedirme. No pienses que estoy mal solo las
nauseas de esta barbarie. Unas nauseas de los desastres de la guerra. Batallas estúpidas
del humano. Grotescos son, nutriéndose de vidas inocentes. Por ello te escribo,
es una desesperación de que todo esto acabe. Cuando veo a un crio muerto de
frío me estremezco. No….no lo soporto. Te dejo ya. Quiero que me entiendas, que
comprendas este pesar mío. Adiós querido amigo. Espero que todo finalice. Bien
o mal pero que termine las bestialidades negras del ser.
sábado, septiembre 12, 2015
En una esquina
En una esquina, apoyada, con la mirada fija a cada huella
dejada por almas que van a su ritmo. En una esquina, arrinconada, con el
aliento de sus sensaciones que le decían espera, espera…No se cansaba. Día y
noche. Noche y día. Las luces del alma ahora incidían en su cuerpo desnutrido,
sediento de tanto y tanto aguardar. Pasará por aquí, se preguntaba
constantemente. Sí, se preguntaba en su danza con la brisa, con esa esquina
apoyada rememorando que ahí la conoció. Una cierta humareda de vez en cuando la
atravesaba, una humareda fragancia de ella. En una esquina. Esquina que va
desapareciendo a medida que las estaciones se van. Roída por la incertidumbre
busca un haz hechizante que la anime, que la transporte sobre cuerdas seguras
hacia ella. Pero no. Una esquina. Una esquina que ya no está por su mente pasan
fotogramas de lo que puede ser…se vuelve melancólica, tirada por una ilusión
mediocre. Quiere crecer, creer…pero la ausencia la arrima a vastos barrancos
donde deriva su vida. Caballos blancos pastan y ella va detrás de ellos. Huyen.
Sí, la huída de lo imposible, la huída de un amor evaporado nacido en sueños.
Una canción…Sí, escucha no muy lejos una melodía a piano. Se aproxima lenta,
caída. Una melodía que le retuerce el vientre hasta exhortar un grito de
desdicha. Se siente oprimida. La pena que lleva encima la hace tambalearse. Llega
al lugar. Un piano de cola. Y suena y suena. Pero no hay nadie, sus teclas se
mueven al son de un pesado viento que no arrecia. Ella se sienta. Quiere
intentar detener esa agonía, tomar otro rumbo a su tonada. Alguien detrás. Le
pregunta por qué lo hace. Por qué acabar con esa melodía que aunque sombría es
la lucidez de los corazones, de tu corazón…Le roza el hombro. Se vira. Una luz
impenetrable es reflejo de su vida. Un túnel le hace hueco y ella penetra a
través de él. Un giro misterioso y maravilloso a caído bajo sus ojos. Paisajes
donde el eco de las arboledas es un tic-tac de los años que le queda. Deprisa…deprisa,
has de espabilar. No esperar más. Se da cuenta. En una esquina. Se va, cruza la
calle y ahí está ella.
jueves, septiembre 10, 2015
Unas palabras...
Unas palabras.
Un viento que arde en
una sonrisa.
El guiño de un ave
Soñadora de los abrazos libres,
Del vientre a vientre
Cuando los labios se aúnan
En la intemperie de sus deseos.
Nos amamos,
Nos alongamos a los acantilados
Donde el hueco oleaje
Deja caer nuestros nombres.
Caminamos por puentes danzantes
Hasta el éxtasis de una caída del sol
Que nos abrigará bajo la sombra
De una añeja sabina retorcida, en horizontal.
miércoles, septiembre 09, 2015
Una sala...
Una sala. Dos sillas. Oscuridad.
Uno de espalda al otro.
Yy :
Jurar y jurar. Que juras tu. Si tu
en tu bar, con tus amigotes copa tras copas. No necesito más promesas, solo que
tu lengua desvirtuada se estrangule y te ahogue. Si , ahogado como esos
pobrecillos que huyen y huyen. Mundo
desequilibrado. Es que no te da sentimiento. Mañana podríamos ser
nosotros. Sí, nosotros invocados por unas fuerzas tiranas que nos arrastren a
tierras desconocidas para la salvación.
Xx:
Pero que dices mujer. Te prometo
que no beberé más. Solo que….solo que me encontré con unos amigos y….
Yy:
Si, y…no puedes ni hablar. No sabes
lo que dices. Es que no te ves. Es todos los soles, eres un alcohólico , es que
no lo ves. Siempre lo mismo. Estas destruyendo todo. Todo aquello que habíamos
edificado. Solo traes una ventolera de malestar, de discusiones tras
discusiones. Mírame si eres capaz de sostenerte en vertical para mirarme. Mira
a tus hijos, les da pena. Sí, eres una pena. Estoy cansada de todo esto. Tienes
que ir algún lugar, que te ayuden…
Xx:
Qué hablas. Ayudarme, que te ayuden
a ti. Que mil tinieblas apaguen este incendio. Qué te pasa mujer.
Yy:Que me pasa. Que me pasa. Estoy
harta de ti y de tus borracheras. Andando…Venga, andando. Vete. Fuera. Cuando
lo dejes vuelves¡ Fuera he dicho¡
(Se va hablando para sí mismo.
Cierra suavemente la puerta. Ella se sienta y llora)
Xx:
Pero que desgraciada soy. Qué
amargura tengo Por qué. Por qué…no es violento. Mira que me han contado casos.
Es simplemente tonto, se deja llevar por esas asquerosas amistades y dale que
te pego sorbo a sorbo ¡No¡ no quiero que mis hijos vean esa imagen de su padre.
Ellos no dicen nada. Pero sus miradas….Ay sus miradas cortan mi vientre. Yo
enfurecida y él como si nada Qué hacer…qué hacer. Pero hoy he tomado la decisión. Es mejor no
dejar pasar el tiempo. O se cura o no lo quiero más conmigo. Ay mis niños ¡Qué
dirán¡ Me odiarán porque él es tan bueno… Demasiado diría yo que se deja
llevar. Pero no puede ser. Quiero una persona con control de su propia vida. Venid
aquí hijos míos. No ha pasado nada. Papa ha ido a dar un paseo, pronto volverá.
No…no soporto sus miradas. Hay algo que
no me gusta. Me hace sentir culpable. Sí, culpable. Culpable por echarlo.
Culpable por dejarle pasar tantas borracheras. Culpable de esconder mis
sentimientos ante ellos. No….todo debe cambiar. No aguanto más. El no lo ve, la
ceguera le impide ver que esta rajando esta casa. No más, no más embriaguez
bajo mi techo. Me revuelvo bajo la tarde y un estremecimiento penetra por mis
venas…Ay, mis hijos. Solo pienso en ellos. No quiero que se burlen de ellos,
para eso hay que distanciar el mal. Y el mal es el quiera o no quiera. Fuera.
Cuando sane que vuelva, cuando decida curarse que retorne que con los brazos
abiertos lo espero, lo ayudo. Ahora no.
Ahora lo quiero lejos de mis hijos, que se quite esa imagen ante ellos. Me
pregunto cual habrá sido el fallo. Sí, ese error para hacer lo que hace. Seré
yo. Ahí viene otra vez ¡Qué hacer¡ ¡Qué
hacer¡
Xx:
Hola mujer.
Yy:
Pero es que no has entendido lo que
te he dicho. No más. No más.
Xx:
Y a dónde ir. No puedo estar
callejeando todo el día. Me siento agotado. No me eches. Todo cambiará. Primero
eres tu y mis hijos. En ellos he estado pensando. Tiemblo el poder verlos,
acariciarlos. Oh, mis niños…Ni una copa más a partir de hoy. Si, de ahora
mismo. Quieres salir amada mía. Te necesito. No se volverá a repetir sino ya
sabes…La comprendo, este estado mío diario no puede ser. Me avergüenzo. No
estar delante de ella exclusivamente sino mis hijos, que dirán de su padre. Un
borrachín que va de tasca en tasca hasta tambalearse.
Yy:
Cómo decirle que no. Me mira con esos
ojos de penas, de cobardía ¡Ay vida¡ Vamos, vamos…dúchate si te apetece.
Saldremos. Otra vez, perdonarlo. La
última vez. Sí, saldremos de la mano como dos enamorados. Algo me queda de ese comienzo. Caminaremos al son de los
astros y entregaremos nuestras almas al destino. Cada pétalo de mi vida se irá.
Sí se irá a medida de que envejecemos y subsanar a tiempo cada error, cada
falta.
lunes, septiembre 07, 2015
Si el tiempo...
Si el tiempo se empecina en que todo llegará, déjalo que
siga sus singladuras por nubes de un azul denso hasta que tu destino consagre
tus deseos. No provoques, digo, la antelación de los hechos cuando la tempestad
estalla en tus sentidos. Déjate ir, pienso, todo es movimiento que se
transforma y vuelve a las esferas de tu vientre. Si el tiempo te pregunta cómo te sientes, no
respondas. No invoques las penas presas en ti por cada gota de sangre derramada
en este globo. Sí, ya se, sientes dolor. Tanta injusticia…tanta mierda
desembarcando a ras de tu corazón que te sientes caer y caes. No sé, te aburres. Sí, estás hastiada de tanta
miseria, tanta guerra que se pierde en los laberintos donde la luz no existe.
Siempre hemos sido iguales. Todo parece que se repite. No aprendemos. Y puede ser que todo acabe. No sé cuando…no me
preguntes. Algún escarmiento cuando de mirada a mirada veamos la humanidad de
unas manos. Manos iguales, alma iguales que desempeñan un tacto suave, asertivo
¡Oh el odio¡ ¡Oh la venganza¡ Por qué, te preguntas y no hay respuestas.
Tendremos que brotar de nuevo bajo los efectos de otro firmamento donde la
plateada nos acoja y olvidar, olvidar. Sí, deja el tiempo con su paso triste,
monótono, apagado, gris. Pero no lo mires. Mira ahí arriba…si, ahí arriba donde
los soles nos llevan a la lucidez de nuestras huellas. Observa la caída de la
tarde. Vayamos donde las olas rompientes no sean lágrimas de muertos flotantes.
Vayamos por la orilla con el cosquilleo de una tersa arena que entregará
nuestros cuerpos a la deriva de la calma, de un equilibrio. Sí, ya se, que me
estabas esperando. He llegado un poco tarde creo pero estamos a tiempo. Sí, a
tiempo de ser gaviotas doradas bajo la ida del sol.
Ya te he...
Ya te he dejado,
Sí, con el surcar de cetáceos
Guiando mis alas al sol.
Ahora vuelvo,
Retorno a ese rincón
Donde gira y gira la dejadez.
Simplemente las calladas aves
Vienen a visitarme
Y me miran y miran.
Observan cierta nostalgia
De cómo enderezar mis pisadas
Para que con la solvencia de la brisa
No sean brumas melancólicas.
Sí, me he ido
Durmiente de cedros
En los lejanos pantanos de la oscuridad.
No sé por qué,
Tal vez porque las tundras que abruman mis manos
No deben, no quieren continuar.
Así, aislada, perpetuando el solaz de una cometa
Danzando en el aire.
domingo, septiembre 06, 2015
la, la, la....
La, la, la. Brinca con el esplendor de los soles de
septiembre que se emancipan cuando el brío de tu alma se acuesta con el ocaso.
Aquí estás andando de aquí para allá, de allá para acá en la búsqueda
pertinente de esas alas que te revuelquen en lagunas doradas por la amplitud de
tus deseos. La, la,la…rumoreas una vieja canción siempre presente en tu memoria
y con ella avanzas hasta lo bello guardado en lo hondo de tu rostro. Te evades del vaivén de la vida, en estos
instantes eternos no quieres saber nada. Solo el recorrer con tus zancadas cada
hoguera donde la paz unifica los seres. A ellos ves. En ellos te acurrucas y el
calor desprendido emociona tu corazón. Te vuelves a levantar, retornas en esa danza
larga…la, la, la…y sigues canturreando
esa canción. Sin más te encuentras cara a cara con un espejo nacido de esas doradas lagunas y te miras. Te ves
más joven, con el radiante salto a la esperanza que hila cada pedazo de
firmamento en astros de tus sueños. Se
siente purificada, agua que estelar que la induce a ser singladuras de sí
misma. La, la,la…canta alto y fuerte con la visibilidad de un mundo mejor, con
el deseo en amplitud que la desnudez de unos ojos que miran y miran la danza de
la armonía.
miércoles, septiembre 02, 2015
A lo mejor....
A lo mejor volvamos
a encontrarnos
Más allá de los astros
Ambulantes en la oscuridad.
Tal vez, besemos el aliento de la brisa
Y de la mano seamos brío del viaje
Por océanos plateados
Donde la luna blanca nace.
A lo mejor ya, quizás, nos hemos visto
Pero la intemperie de tapias enraizadas
A nuestros ojos entorpece la caricia,
El sutil vuelo de la belleza del beso.
Alas de mariposas marchitas...
Alas de mariposas marchitas. El
silencio. Ojos blancos que abogaban por una vida mejor. El, solo, en la orilla.
Mirando los rostros perdidos de las mareas. Camina lento, con el estómago
encogido, con sus manos temblando cuando intenta cerrar sus párpados. No puede…no
puede ante la crueldad de los seres que pueblan esta esfera. Tanto egoísmo.
Tanto de todo…que enmudece. Aprieta fuertemente sus labios y un hilillo de
sangre agotada corre por su comisura ¡Qué hacer¡, se pregunta ante tanta tragedia.
Nuestros hermanos muertos. Sí muertos en la aventura de danzar sobre alambradas
de miradas inertes, de miradas de hiel. Alas de mariposas rotas. El silencio.
Ojos blancos a la deriva de sus sueños. Se arrodilla y eleva sus brazos ¿A
quién rezar? La nada le ronda, una sombra de brumas juega con sus lágrimas y
cae….cae en un profundo sueño. Sueño de caballos que en jauría avanzan hacia la
paz, hacia la libertad, hacia esos sueños donde el eco rebosante del amor
cuelga en árboles de cristal. Se detiene, un pozo, el pozo de nuestros
sentimientos. Oscuros, muy oscuros cuando la verdad llega a nuestras manos.
Todavía queda. Despierta, ahí, en la orilla. Cuerpos llevados por el oleaje a
la arena. Desea arrancarse los ojos, no escuchar nada. Pero no puede. El
silencio viene otra vez y cae, cae absorto de tanta injusticia, de tanto
desequilibrio.
domingo, agosto 30, 2015
Valles hechizantes...
Valles hechizantes
Crecidas de lunas
azules
Donde los sueños se
fraccionan
En millones de astros
Que nos da aliento.
Aquí, contemplando lo bello
Sumergiéndome en las aguas oscuras
De un universo que se expande, que se contrae
Entre las duras rocas de nuestro espíritu.
Alcanzamos la orilla,
Esa orilla emergente en pétalos de nebulosas.
Otras vidas, otros ritmos ciertos y puros.
No, no estamos solos en el infinito del cosmos.
Tal vez aves doradas, plateadas, broncíneas
Sean su astro rey.
Tal vez ríos del que nace la vida
Sean pacíficas tonadas a sus singladuras estelares.
Nosotros aquí
Lejos muy lejos.
Arrebatando a la madre tierra
Toda su vitalidad, toda su fuerza.
miércoles, agosto 26, 2015
Cansada.....
Cansada. Sí, estar cansada bajo la insolencia de tu mirada.
Con el coqueteo de agujas ardientes en tus manos. Es que no ves. Hoy visto de
rojo. Sí, de ese carmín intenso que se escapa por mi barbilla cuando tu, con tu
puño de navajas, atraviesa mis carnes. Cansada, de volar bajo la influencia de
una luna desconocida solo lo que tú digas. Sí, tú, amo y señor del miedo. Cansadas,
decrecimiento de la persona, de su esencia. Y por fin la muerte. Mírame. Estoy
muerta. Mi rostro ensangrentado sin ojos, mis manos impotentes. Ahora si….ahora
me dejas ir. Gracias por esta vida mierda. Elevaré anclas y navegaré por el
inmenso océano hasta no que no quede nada de mí, hasta que no haya rastros de
ti. Adiós…y me embarco…ahí está ese velero que me llevará lejos, muy lejos ¡Que
serena está la mar¡ Ahora yazco aquí en esta barca moribunda, sedienta, rota,
sumergida en un mundo de algas y caracolas. Aquí, con mi vestido rojo, cansada.
Que es lo que se ve en el horizonte…una especie de isla. Delfines y ballenas me
acompañan me llevan….me llevan hasta allí. Hola mujer caída de las rompientes
noches del pánico, aquí estás, en este islote de cristal donde nada más podrá
dañarte. Vienes de un mundo raro, de una tierra donde los hombres son arma
letales cuando su crecer y crecer es aberrante. Ahora estás aquí, con nosotras.
Podrás reponerte y trepar donde los sueños azules, verdes den armonía a tu
vida. Mira, mira tras el cristal. Allá, a lo lejos, las secuelas de la maldad,
de la violencia. Si lo tocas sentirás el temblor, el temblor de un ser
autodestructivo, destructivo…un infeliz. Pero olvidémonos ahora de eso. Deja su
rostro en el tras esa barrera. Aquí no puede llegar ¿Quiénes sois? ¿Por qué estoy aquí? Debería
estar bajo tierra, si bajo tierra con mi traje rojo, con mi rostro
ensangrentado. No, no mujer. Luce tu lado más bello y arrímate a esta hoguera
que te dará calor. Un calor que te devolverá a la vida, a la vida…Esa otra vida
que te pertenece, en que tu eres vertical y dominio de tus sentidos, de tu ser
¡Arriba mujer¡ Cantemos y bailemos en honor de las que se han ido. Nosotras.
Sí, nosotras. Cantemos y bailemos por aquellas que aún quedan. Ellas. Sí,
ellas. Que la valentía se asome y huyan…huyan donde la maza de la muerte, del
dolor no pueda alcanzarlas ¡Arriba mujer¡ Cantemos y bailemos por aquellas que
están por llegar, ni una más.
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