No, no me mires así. A veces te hallo en mi memoria en donde
el cariño aflora con el ritmo cierto de lagunas de cristal quebrantable. Sí, me
he ido a otro lugar donde la oscuridad de los recuerdos, del quehacer diario no
tiene cabida. Pero hoy te he sonreído y no comprendes. Hablas y hablas sin
saber que puedo acoger algunas de tus palabras en mi corazón. Aquí estoy,
sentada, casi estática sin poder ingerir alimento. Sí, te he sonreído. Será la
despedida. Ese adiós que tanto temes. Hacía tanto tiempo….Es una manera de
darte las gracias por cuidarme, por mimarme, por ser el centro de tu
atención. Como hacértelo llegar….
Se va. No hay
remedio han dicho aquellos que profesan la medicina. Hoy me ha sonreído. Una
sonrisa que enaltece mi alma. La tristeza impera en mí. Una pena que se ahonda
más y más en mis sentidos. Qué hacer. Tantos años cuidándola…pero me ha
sonreído. Me ha mirado con la alegría del amor. Oh, su mirada. Siento ganas de
llorar. Mi gran mujer. Después de tantos años se quiere ir. No aguanta más.
Barrotes brotaron en sus alas de
libertad. Barrotes atrofiantes que invaden la persona. Ahora , en lo
imposible de huir se difumina. Poco a poco. …Esta última imagen quedará en mi
ser, su sonrisa.
1 comentario:
Buenos días querida Dunia: La muerte como recurso poético. Me gusta. Un beso grande, grande.
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