jueves, octubre 26, 2023

SUAM 24

 


24

Oh Suam, el letargo te alcanza y tus alas son libres en utópicos sueños. Un destierro impera en la sequedad de tus manos y te sientes cansado, y te sientes insatisfecho, y te sientes triste, con la raíz enganchada en un vagón donde susurra tu mañana. Oh Suam, duermes. Aquí estamos, nosotras, las ancianas de la cumbre protegiendo tus deseos. Tiemblas y ese temblor emana lágrimas que se irán donde los muertos yacen. Oh, Suam la justicia, la solidaridad, la paz no tiene amigos. Nos empeñamos con las dentelladas de nuestro orgullo, de nuestras lenguas corrosivas ser corredores donde el sin sentido alumbra, donde la vejez y la desgana nos apuñala. Sí, eres mayor, más de lo que deberías. Oh , Suam por tus ojos han pasado tantos y tantas desgracias que ya no levantas ganas para luchar por la dignidad. Y qué es Suam la dignidad. Estar abrazado a la brisa fiel de la verdad, de la entereza como humano de este ahora, de este mundo que se revuelca en su saliva. Sueña , sueña Suam en ese sillón que tiene ojeras. Todo lo que anhelas será verticalidad que levantará en el cauce de tus pilares. La vida es así, Suam, este planeta se mueve en el fango, en lo corrupto engullendo a los que no tienen culpa. No te acuses de estar vivo cuando otros se han ido Oh , Suam míralo como una revolucionaria tranquilidad para tu despertar. Estás aquí, en este faro donde las olas rompen. Leyendo lo que este anciano marinero amo y amará. Pero tu estas cansado, te encuentras desprovisto de fuerza. Reposa donde la belleza bombardea con siemprevivas ese campo de naufragios del ser, por ser como es. Reposa donde un maravilloso manantial derrame en ti el aliento para tu proseguir entre las miserias convulsas del presente. Verás que la existencia conversará contigo apoyándote en el resurgir de este pueblo. No olvides, no olvides del dolor que has pasado, solo déjalo arrinconado para que la venganza no te tienda su trampa y cometas por igual lo que estos monstruos han hecho.

Yo Suam espabilo después de un golpe de la puerta. El viento viene huracanado es mi pensamiento de primer instante y me levanto y voy hacia ella. Me asomo y la nada ronda en la atmósfera del nocturno, solo una bruma donde desdibujado que con el parpadeante luz del faro se distingue una barca no muy lejos de donde estoy. Son las ancianas de la cumbre que se alejan. Que no quieren dejarme en los sueños. Yo Suam, comprendo el porqué estoy aquí, en este faro donde las olas rompen, donde las ballenas lloran. Este es mi lugar, aquí prisionero de los que me amaron hasta el renacer de la isla. Me despido de ella mientras los residuos de la catástrofe deje de cantar a la agonía, a esos muertos que nunca olvidaremos.

 

sábado, octubre 21, 2023

SUAM 23


 

23

Aquí, ahora, ya cuando ellas se van me quedo en este faro donde rompen las olas. La gaviota no está. Yo Suam culminó que andará en un largo vuelo en espiral a espera de su presa, su presa en este océano que me rodea y mi protege. Sí, yo Suam que este océano es espada contra aquello que me turba. Es un lugar de ventanas abiertas, cerradas según el sentido del viento. Su ritmo cambia con el paso del tiempo, como todo, todo cambian y más aun cuando el dolor es presente, es presencia hermética, estático que quieres derribar desbaratando todo su ente. Yo Suam noto que puedo con el, hay algo en este ambiente que habito ahora que me protege , que me hace transformarme en un pensamiento vago de la esencia de la vida. Esta vida en la que estamos ahora, retroceder no sirve de nada. Solo una visión de una sonrisa, de una calma vibrando a la par de las pisadas del ayer. Yo Suam, aunque solo, considero este instante bello. Una belleza enemiga de las corrosivas manos de las guerras, de las huidas, del hambre , de la sed , de las violaciones a la humanidad. Y considero que siempre estarán vigentes al acecho a la caída, al acecho de lo vulnerable que es la ingenuidad. Somos presas de un mundo que orbita en un delirio de poder y una ambición maléfica. Yo Suam escucho el piano mientras las ventanas se abren , se cierran según va variando el viento. La tarde noche me va acunando en este proceso donde la desazón quiere irse para comenzar una nueva etapa de mi ser como humano. El silbo de un misil estalla en mis sienes e intento agarrarme en los brazos de este sillón que tiene ojeras. Parece que me hundo, pero una fuerza mayor me lleva con esa melodía donde los ojos son brío de la luna blanca que llega y llega temprano. Y me asomo. Y me asomo. Y mi amiga la gaviota está ahí fuera. El viento se apacigua y ahora es una ligera brisa con olor a despertares donde lo sensato, donde lo sano, el equilibrio es ruta que me apoya.

Hola querida. Si, me enterado, aunque no tu no lo sepas. Te has casado porque está en estado. Y ese niño o niña, me es indiferente, es hijo o hija mía. Seguro que tendrá una infancia plena contigo, seguro que lo tu le enseñes le valdrá para su mañana. Yo es que no la quiera o lo quiera. Pero, imagina mujer este lugar, desconectado de las vivencias de la isla, siempre aguardando que ninguna nave varé cuando se aproximan a ella. Si, mujer, si algún día lees estas cartas, lo protegeré, la protegeré desde la lejanía como sombra y no como presencia. Nunca lo sabrá, nunca te perjudicaré. Este no es lugar para una persona como tú y como no para ese bebe que esperas Uhm querida, una pena se apodera de mí. He sido tan egoísta al apartarme de todo y así es la vida. Pienso detenidamente y creo que es bueno este destierro mío, en este faro que parece dormir cuando hay claridad y no es así. Siempre estaré vigilante de tu bienestar. Porque te quiero y no hay más, aunque estes con él. Se que la sociedad te obliga a engañar para ser parte de ella. Se que la sociedad te empuja a caminos precipitados donde no sabes por donde saldrá el sol. Se que esto es una isla, un pueblo donde las voces rompen cada cimiento de libertad, de vivir una manera distinta o que puede ser ofensiva para su manera de ser. Esa manera de ser estancada en los prejuicios, en el afán de etiquetar, de manipular todo aquello que nos similar al tipo de existencias establecidas en sus murallas. Oh, amor, como morimos de desesperación e impotencia. Tu no quedarás al margen, serás uno más de ellos con tu manera de ver las cosas rajadas. Vive amor mío y ese hijo o hija tuya que pronto nacerá te desembarcará en una alegría donde el olvido de la tristeza, de la añoranza por lo que fue y no pudo será pilar de tu mañana. Uhm, querida, te quiero y me despido desde aquí, donde las olas rompen.

 

 

 

 

 

martes, octubre 17, 2023

SUAM 22

 

22

Otra vez, estamos aquí.

Sí , estamos aquí donde las olas rompen, donde el gran azul te acoge. Te has hecho mayor a lo largo de esa terrible guerra. Has crecido en un nido de pirañas rastreando tu vida para empujarla bajo tierra.

Otra vez.

Sí, otra vez estamos aquí. Nosotras las ancianas de la cumbre con nuestros deseos, con nuestros sueños, con nuestro ánimo a tus ojos caídos, podridos en las esferas del horror. Levanta muchacho

Levanta muchacho. Sé empuje en este lugar aislado, donde el murmullo de la barbarie lo apaga cuando las olas conversan con los cetáceos. Te vemos herido, aquí, con esta gaviota que no ha desistido volar y alargar su existencia en libertad. Ahora eres libre, tu, solo y este mar que te rodea. Ya ves muchacho las guerras no llevan a nada, la venganza es un acto de inmadurez, de mala gestión de nuestros pensamientos. La precariedad desbarata al ser humano cuando de su saliva es sangre de aquellos que fueron sus enemigos, de aquellos que con el odio zanjo sus rumbos como parte minúscula de este cosmos.

Levántate muchacho, nosotras las ancianas de la cumbre también creas o no hemos penado y seguiremos penando y dando azoco aquellas almas perdidas en cristales rotos, pisoteadas en sus ilusiones de vivir…¡de vivir¡ Ay muchacho, te hemos visto crecer con los castigo de las balas, del ruido ensordecedor de la miseria humana.

Yo Suam escucho a las ancianas de la cumbre, han vuelto, no las veo, pero en este sillón que tiene ojeras siento sus tersas caricias para que me levante y continué adelante. Restaurar la vida. Restaurar la esperanza. Restaurar la alegría. Hasta aquí la fetidez humeante de una ciudad desparramada en la agonía, en la muerte. Y ellas quieren que levante la cabeza de este sillón que tiene ojeras. Un halo azul me conquista y por un instante siento vibrar esa energía que aun me queda. Siento desprenderse de mi este cierto tormento que me hace caer en agujeros negros succionando toda mi capacidad de emocionarme. Emocionarme por un amanecer. Emocionarme por un cielo estrellado. Emocionarme ante el saludo de la paz. Tener el vínculo con la emoción, cuando mis sentidos despiertan y soy aliento de este planeta. Yo Suam puedo mirar aun sus andanza a través del tiempo aunque, lo hayan devastado. Yo Suam puedo con mis manos rehacer todo aquello ahogado entre tinieblas. Y el peso quedará, el peso de la memoria. Una memoria de agujas punzantes en mi pecho de muchacho solo. Yo Suam siento el cimbrar de una flor que cae a mis espaldas, una flor abierta , esplendorosa que intenta ser parte de esta tierra. Me la envían las ancianas de la cumbre como espejo de mi futuro, de mi hoy que no es hoy sino lo que voy dejando atrás en mi alzar hacia la esperanza.

Adiós Suam.

Hasta luego Suam

Los gritos de las almas maltratadas, henchidas temblaran en tus cavilaciones. Pero recuerda que tu muchacho huido, muchacho vivo renacerá donde la canción que estremece el sonoro eco de la concordia será reflejo de la madurez, de una sorpresa de nuestro poder y hacer en la paz.

sábado, octubre 14, 2023

SUAM 21

 


21

He despertado en una mañana invernal y siempre mi mente me lleva a ti. Llego con un ramo de flores cortadas en etas nubes grises presas de agua. Unas flores soplando la veracidad de mi amor. Y por qué este amor, me pregunto. Una cierta congoja me asalta y mis manos al mirármelas las presiento vacías a lo largo de los años. Ya han pasado muchos y aun te mantengo intacta en mis sentimientos. Cierta debilidad me hace caer en tus ojos, aquellos ojos rozando la perfección del amor. Ahora, con la sequedad de ellas soy hombre austero, yermo volcado en el alejamiento de todo lo social. No comparto mis sensaciones con nadie, no me apetece…No me apetece hablar de ti, de ese amor de una chica de ayer que ahora habrá echo su vida, espero que alegre sino silbando la armonía, la buena dicha. Y he despertado con el feroz frío de los sueños también. Sé que algo malo se avecina, algo que nos erigirá como personas o como solo un punto en la nada. Qué somos entonces amor mío. Son terribles las noticias que llegan. Una barbarie que nos condena a la sed, al hambre. Nadie está protegido. Cuando la guerra estallé seremos hijos de fúnebres baladas a un océano, a este gran océano, donde muchos han perdido la vida por la razón de ser y estar, por la razón del bien hacer de sus mañanas por aquellos que penan al otro lado de la orilla ¡Qué desagradable es todo esto¡ Sí, la guerra viene, protégete amor mío, cuida de ti y los tuyos ¡No más dolor para este alma en pena¡ Yo y mi gran azul, mi grato refugio donde los espíritus vagan con un lamento perpetuo.  Amor mío me he despertado este invierno y me declaro casado con la paz, soy combatiente que escupe pájaros en el aire al son que sus plumajes caen donde los corazones son bestias del miedo. Que esos, se alejen de nosotros. No, no puedo creer amor mío. Se me caen las manos en este piano cuando me detengo en lo devastador, en lo horroroso que es el monstruoso imparable, impenetrable de la guerra. Escucho los gemidos del silencio. La huida de un niño, el fracaso de muchos por querer detenerla. Pero las murallas los oprimen hasta no más que seres de la muerte. Me despido querida, ya volveré.

Yo suam me desplomo en este sillón que tiene ojeras, cierro los ojos, respiro hondo y pienso en mi familia. Yo Suam estoy solo  y esta gaviota que me observa. Medito cuando este hombre escribió esta carta, antes de la guerra y aún la amaba. Su llanto se perpetua en ella. Me siento débil, fraguó donde el dolor hinca mis sentidos y es cierto. Hay tanto dolor…tanto que perduran a lo largo de los años. Vendrán nuevas generaciones y no sabrán todo a ciencia cierta solo, la visión que cada yo tiene. Vendrán nuevas generaciones y solo verán una ciudad reconstruida bajo las cenizas de los gemidos infinitos de la humanidad. Y se volverá a repetir, porque todo se repite. Entra en un bucle donde la sed de venganza por sus antecesores nos hace caer en la estupidez de la razón humana, en una inteligencia moldeada por la hipocresía, por la mentira. Yo Suam sufro. Yo Suam estoy sufriendo. Y este sufrimiento me degrada, me cansa. Sin embargo, no tengo la idea de quien fue el culpable. Dos bandos entregados a la sangre…a la tumba de inocentes. Yo Suam estoy en un momento que no quiero saber nada de tanta y tanta desgracia, de seres demacrados donde el hondo sollozo hace temblar la isla. Y es que la isla es temblor, sus entrañas no más que son refugio de cuerpos estériles, yermos, estáticos con los ojos en blanco. Yo Suam también gimo, un gemido que me lleva al agotamiento de mi verticalidad aquí donde rompen las olas,

 

 

 

 

miércoles, octubre 11, 2023

SUAM 20

 


20

Somos las ancianas de la cumbre, mujeres de negro que vuelan alrededor de este faro tras el malgastado crujir envenado del ser humano. Somos las ancianas de la cumbre, mujeres de negro protectoras de todo mal que puebla la isla. Somos las ancianas de la cumbre, mujeres de negro que rompen el lamento. Estamos aquí, ya vemos que nos recuerdas. Estamos aquí porque este viejo farero nos depositó toda su confianza. Entre nosotras y el había una relación que con el silbo del faro conversábamos sobre esos sueños rotos en esta población, en esta gente desamparada cuando el machacar de las bombas, cuando arrancadas de sus casas eran entregadas bajo las profundidades de las mareas, hasta ser tumbas anónimas que perdurará en los siglos venideros. Somos las ancianas de la cumbre, no nos ves pero estamos aquí con una consternación por este desastre, este quebranto de la isla. Esta isla que nos vio nacer y ahora somos ojos de ataúdes, de cementerios donde oran los cuervos cuando el crepúsculo se avecina. Ellos son testigos de cada existencia arrebatada. Esta isla que plena de felicidad, de una vida llena y ahora cuerpos hambrientos, desesperados, destruidos caminan hacia aquellos acantilados donde sus seres queridos partieron en la más absoluta tortura, en esa masacre que no se puede expresar. Somos las ancianas de la cumbre , estamos llorando pero nos emociona a la vez que la guerra haya terminado. Y queda esto, lo que vez, un perfume putrefacto lamiendo las heridas de este delirio humano. Yo Suam escucho sus voces, pero no logro visibilizarlas, me las imagino tal como eran en la cumbre. Yo Suam me rompo, se que estoy protegido por ellas, la gaviota prende vuelo y yo solo con ellas, con las voces de las ancianas de la cumbre. Hay una hoguera fuera del faro, solo un humo donde sus siluetas figuran como presencia. Figuras que se mueven a mi alrededor empujándome a continuar, a luchar por la supervivencia. Somos las ancianas de la cumbre, hemos venido para despedirnos , una despedida que suena a cascabeles emergiendo del caos. Que la vida te de ese ánimo rajado, perecido. Somos las ancianas de la cumbre, no te dejes engañar, quédate en este faro hasta que los saqueos, la mortificación y la violencia se halla extinguido. Yo Suam escucho sus palabras, en coro. Déjate querer. Déjate fluir por el ritmo natural de la madre tierra. Déjate abrazar por el oleaje calmo. Déjate abrazarte por la confianza, esa seguridad que todos han visto ofuscado en el curso de los años. Ahora la paz, una paz que se prolongue hasta la eternidad de este universo. Oh, Suam no entiendes bien de estas calamidades. Oh, Suam estás solo, aquí, donde rompen las olas. Frente a este gran azul. Yo Suam escucho el canto de las ballenas, escucho vergonzoso muro de la libertad. Yo Suam, frente a esta hoguera, donde las ancianas de la cumbre transmiten su energía vital para que yo supere cada daño, cada trauma de la especie humana. Yo Suam miro el cielo, está de un celeste espléndido y me regocijo de que las ancianas de la cumbre este conmigo. La hoguera se apaga y sus siluetas dibujan palomas blancas en lo alto. Las ancianas de la cumbre también tienen queja, un gemido exhalando todo el mal de la isla. Yo Suam vuelvo dentro, ahora solo, rodeado de una música entregada a la calma, al apaciguamiento de mis miedos.

 

 

 

 

sábado, octubre 07, 2023

SUAM19

 


19

Hola querida, se que no volveras. No vendrás a visitarme a este faro por más que anhele volverte ver. Todo cambio, nuestros rumbos han quedado divididos, yo con mis olas y tu con tu nuevo amor. Todo llega a este faro, es como un espía que se da cuenta de todo lo que gira entorno a esta isla. Se que estás con otros, que seas feliz , que te respete y que vuestro amor sea simiente perdurable de lo grato, de lo bello. Yo, me he quedado solo, aquí donde las olas rompen y me conformo y me siento lleno. Una dicha que muchos no comprenden. Pero aquí tengo tu recuerdo sueño vigilante cuando el desánimo me acecha. Pero aquí tengo ese hermoso elemento que es océano. El océano habla y sus palabras son larga tonada de tu romance, de ese amor que estalla tus sentidos con el brindis de alegría. Te imagino mirándolo, esos ojitos acariciando sus labios, sus ojos. Que la vida se cubra telones protectores. Los años van pasando, el mundo cada vez se vuelve más impertinente, más acelerado, más violento. Queremos todo y ese todo nos traerá lo que tu bien sabes. Nuestra ansias desordenadas de acaparar crea lo que vemos diariamente, trafico de humanos, trafico de especies, trafico de vidas que van a morir al mar, en esas murallas de ortigas oxidadas como desheredados del planeta tierra…de este pequeño planeta’¡¡Uhm querida¡ alguien leerá estas cartas, claro, cuando yo halla fallecido y espero que su aliento sea transmitido a ti como alma del bien. No hay arrepentimientos, no existe el desconcierto. Aquí estoy escuchan la maravillosa voz de Lisa Gerrard, en concreto un lamento. La música habla, sueña, responde al estado del espíritu. Estoy en paz, una paz que me lleva a dejarte los mejores deseos Uhm, la música y mi soledad. Ausente de la avalancha del día a día, sea cual sea aquí donde las olas rompen. Una somnolencia viene a mí, un lamento viene a mí, el de esta tierra. Te quiero.

Yo Suam busco y busco entre sus cd, una música extraña me arrebata las ganas y me siento en el sillón con ojeras. Sobre mis muslos la gaviota adormece. La acaricio como si acariciara la vida, la esperanza de esta isla. Tocan a la puerta, me hago el sordo, pero es incesante, quien vendrá a este lugar donde la hostilidad del oleaje es ahora señal de mar de fondo , es señal de cadaveras revueltos y mutilados. Yo Suam me levanto del sillón que tiene ojeras y me acerco a la puerta. Abro, una ráfaga de viento con olor algo familiar me atrapa, me condena a ir a la cueva donde nos escondíamos. Siento sus cantos, son ellas. Sí, despacito , siento como se aproximan aquí donde rompen las olas.

 

 

 

jueves, octubre 05, 2023

SUAM 18


 

18

La mañana se retuerce en una ligera brisa…una ligera brisa que me dice del hambre. Yo Suam tengo hambre, un dolor agudo soporta mi estómago. Me imagino pálido, como este sillón con ojeras, con la pesadez cansada de las fuerzas. Miro a la gaviota, está tranquila. Sus ojos se incrustan en mi corazón y mi pulso se hace pequeño. Tengo que salir de aquí, por unas horas, en busca de algo para echarme a la boca. La sed me carcome y me siento caer. Mi mente me empuja a salir del faro, respirar el mar…el mar con su olor algas y peces muertos. Por un instante me acojo a esa urbe, a esa playa y regreso , no sin mis pensamientos de aquel anciano. Las horas pasan, supongo, el sol reinante de este otoño está en lo más alto y yo me siento desfallecer. Otra vez la pena, lo derruido, lo harapiento, los muertos bajo los escombros, ataúdes al encuentro de su amo. Todo es desorden, aunque la guerra halla acabado…todo es miseria que nos enquistara en la sucesión de las estaciones en desgracias. Yo Suam examino cada humano que pasa a mi lado con los ojos aislados, con la frente marchita. Yo Suam tengo hambre, una desesperación me atrapa y corro y caigo y de mi rodilla emana sangre. No hay dolor ante estas nimias heridas. Yo Suam estoy fatigado ¡Donde hay agua¡ La sed desgarra mi garganta. Miro el horizonte y no al océano precisamente sino esas montañas verdes de belleza, ahí es donde el agua discurre en su antojo en este otoño. Yo Suam tropiezo de nuevo, mi calzado devastado se empapa, tanto, que la humedad petrifica mis sentidos. Es un charco y bebo de el con ansiedad. Por unos minutos me sacia el hambre, pero luego vuelve, potente, malvada, con su disfraz de difuntos llorando al vacío. Yo Suam busco y busco, lo putrefacto señala el jadeo de almas en pena, a igual que yo. El grito de ser verticalidad ante los tormentos de la existencia ¿dónde estarán las ancianas de las cumbres? Esas ancianas que cubrían nuestro sueño con el aliento de la vida. Esas ancianas que en las noches nos visitaban y traían abundante comida, abrigos para que nuestro destierro o huida no fuera presa de ojos blancos. Yo Suam busco y busco para volver al faro. Yo Suam a veces , muchas veces, varias veces me harto de todo esto. He perdido todo, mis padres, mi familia y lo miserable de las guerras no más que han dejado discurrir el drama, un hermetismo que me cierra a la soledad. Yo Suam busco y busco, encuentro un lugar, una zona donde gentes oxidades están reunidas y me acerco . Me aproximo con el miedo, con la derrota en mis carnes y mi olfato dice que sí, que hay algo que llevarse a la boca. Todos con pasos lentos. Todos con pasos decaídos nos podemos alrededor donde sirven algo. Y ese algo da igual lo que sea mientras este estómago me haga ser superviviente del horror humano. Yo Suam me siento aliviado. Yo Suam vuelvo a la playa. Yo Suam trepo por esas rocas que me llevaran al faro con la gaviota. No sé que me ocurre pero quiero estar lejos de todo esto y me entrego donde las olas rompen. Y es que hay tanto , tanto daño que para sobrevivir tendré que armarme de un continuo callar de lamento de una guerra. Yo Suam quiero divagar en un mañana mejor, respiro profundamente y llego al faro. Mi conciencia anda en pena y la consternación se apura en mi cuello, me agarra rajando todos mis sueños, todos mis deseos. La gaviota me da la bienvenida picoteando mis raídos zapatos y sonrío

 

 

 

domingo, octubre 01, 2023

SUAM 17

 


17

Un océano propio como habitación donde mis días pasan. El me invita a escucharlo y yo atento a sus susurro me columpio en sus leyendas, en sus historias , en su hoy. Un océano abatido por la dejadez de nuestros ojos. No lo miramos como se mira a un amante, a una amante en pleno auge del amor. Nos alimentamos de él, machacamos sus entrañas, le quitamos espacio. Y la renuncia a ser vertedero de toda esta inconsciencia humana, de este tremendo absurdo humano. Y el esta harto de ser cuerpo de deshechos, de esa podrida manera del trato hacía su azul, su bello azul, su gran azul. Y el se violenta escupiendo los deshechos a la orilla, y se vuelve herido. Escucho su dolor transmitido a los cetáceos que colman alrededor de esta isla, de esta tierra. Considero que pertenezco a el como el a mi. Ya se amor…ya se amor. El aislamiento y la soledad no es buen mensaje. Considero que desde mi postura puedo alberga este gran dios de las olas que rompen. Y me confieso como hijo de él ¡Pero que hermoso es mujer¡Me hubiera gustado que en el ayer hubieras paseado en la humedad que deja cuando la marea baja. Pero eso fue imposible siempre me decías, no, no , el mar es cruel se ha llevado muchas almas en plena juventud de sus andanzas. Le temes y eso no lo entiendo. Yo aquí con el gran maestro de las vueltas que da la vida. Bajamos, subimos y alcanzamos el equilibrio cuando un beso rebosante de amor se aproxima a nuestros labios ¿te acuerdas de nuestra despedida? Sí, aquella con la brisa de un otoño caluroso en esta isla, tu eras joven , yo también y nos aventuramos en el cosquilleo del deseo, de ese deseo apasionado que nos unió y nos separó en un breve instante de tiempo. Tu sobre mí, cabalgando hasta que el éxtasis nos llevó al cansancio. Me quede dormido sobre tu pecho y tu sutilmente acariciabas mi cabello ¡Oh mujer divina ¡conservo esos momentos en cada noche donde las estrellas meditan a la sombra de mi espalda. Sí, hubo un gran amor entre los dos. Pero ya ves, el mar nos distanció. Se que estas cartas serán leídas y ojalá te la emiten a ti…ojalá. Nunca te olvidé, ni nunca hubo más enamoramientos. Solo tu y mis pensamientos se quedaron conmigo y este gran azul. Yo Suam caigo en la duda cuando leo y releo este folio. Me gustaría conocerla. Me hubiera gustado que siguiera vivo el y que me narrara su historia de amor, que es una historia gris, triste y melancólica. Una melancolía que le duro a lo largo de su vida. Una melancolía que tuvo que ser turbadora cuando la guerra estalló. Me impresiona su manera de expresarse, un hombre culto, misterioso. A veces nuestros prejuicios nos asestan una trampa. No es lo que pensamos, es lo que palpamos, lo que vemos, lo que con nuestros sentidos podemos rozar aunque con mesura. Imbuido en este hombre me presto a quererlo, aunque no lo conozca. Hay algo en el que lo hace entrañable, afable, me calma. Yo Suam me siento bienvenido y cómodo en este lugar donde rompen las olas, el faro.