Cara a cara. Vulcano con ella. Ella con Vulcano. No se dan la espalda en un mes de septiembre.
XX:
¡Fuera¡ ¡Fuera¡ Mal dios de la tierra que ahora vienes con tus ríos de fuego. No ves….no ves lo que haces. Mira esta pobre gente. Su ayer. Su hoy. Su mañana. Todo consumido en el roce mortífero de tus dientes al rojo vivo. Clavas el lamento en cada mirada, en cada alma estática al ritmo que te mueves como serpiente escurridiza, incontrolable, letal.
YY:
Y he venido. Y esta es mi tierra. Desde el corazón de mi vientre soplo lo que soy, lo que seré, lo que fui. No es odio. Es un remover de mi cuerpo tembloroso por este mundo.
XX:
¡Ah¡ Daño haces a este pueblo. A esta isla en medio del océano. Un mal irreversible, convencido en la destrucción. Rezo, rezo a tus orígenes para que te espanten, para que te extingas, para que vuelvas de dónde has venido ¡Fuera¡ ¡Fuerza¡ Mírame, ya sin fuerzas. Con mis lágrimas secas bajo un rostro herido, muerto.
Voz del silencio:
Venga el callar.
Venga la quietud.
Venga la danza alegre de arroyos de agua fresca.
Venga la alegría.
Venga la vida hermosa.
YY:
Y he venido. No deseo vuestra tumba. Solo es revoltijo de mis entrañas vomitando navajas de llamas ¡Ah corazones rotos¡ ¡Ah corazones bellos¡ ¡Ah corazones ojerosos¡ Y he venido, mis cicatrices viajan sin sentido, desorientadas y ha estallado en vuestros pilares, en la cuna de la belleza. No, no me puedo detener. Una energía maléfica en mi me impulsa agriamente sobre vosotros.
XX:
¡Apartate¡ ¡Apartate¡ No quiero tu llanto. No quiero tus labios de sangre. No quiero tu deseo ¡Apártate¡ ¡Apártate¡ Que te lleve el silencio. Que te lleve la fatiga. Que te lleve las fosas de la oscuridad ¡ Mira¡ ¡Mírame a los ojos¡ Esto es lo que has provocado, desdicha, llanto y más llanto ¡Apartate¡
Voz del silencio:
Venga el callar.
Venga la quietud.
Venga la danza alegre de arroyos de agua fresca.
Venga la alegría.
Venga la vida hermosa.
YY:
Yo Vulcano declaro, estoy triste. Siento como si me aliento se entrecortara ante tanta devastación, ante mal generado. Yo Vulcano declaro, estoy mortificado. Soy padre del abismo. Soy padre del terror. Soy padre del lamento. Y penar y penar. …porque lo sé. Me desfiguro más y más cuando os toco, cuando os engullo. No, no lo puedo evitar. Temblor, me estremezco en cada movimiento de mis alas reventadas, maltratadas. Yo vulcano declaro, soy un grotesco sinfín de penalidades. Soy padre de la muerte de tierra bonita, bella entre todos los jardines de la tierra.
XX:
¡Fuera¡ Ya no hay excusa. No hay perdón ¡Fuera de mi¡ No ves que me muero. No ves que mis piernas no me sostienen y me arrodillo ante ti con mis suplicas, y me arrojo a ti como intento de domar lo imposible. Mi lucha no sirve ¡Fuera Dios de la miseria¡ Qué los astros te lleven donde el daño no exista.
Voz del silencio:
Venga el callar.
Venga la quietud.
Venga la danza alegre de arroyos de agua fresca.
Venga la alegría.
Venga la vida hermosa.
XX:
Recuerdo. Sí, recuerdo las cosas que me había dejado mis abuelos. Ese viejo reloj, ese viejo libro , esa vieja foto. Una pesadez me abruma y con mis ojos soñadores vuelo donde los pájaros cantaban, donde sus parcelas era jardín de la bonanza.
YY:
Lloras…Uhm, no puedo hacer nada por ti , por los otros. Un cierto desorden emerge en mi lengua que no soy capaz de controlar. Perdona hija de la isla. Perdona hijos de la isla. Me derrumbo y en esa caída soy más mortífero. Pero, el cansancio llega y me iré a dormir.
Voz del silencio:
Venga el callar.