sábado, julio 28, 2018

La cabina...


Todo era oscuridad, solo, la luna roja lo miraba en cada pisada por las calles de una ciudad ajena a su ritmo. Iba en busca de la cabina, esa misma que se erguía todas las noches antes de envolverse entre sábanas de rayas verdes. El móvil lo había desechado con el tiempo, no le gustaba esa constancia de ser atravesado por un objeto del avance tecnológico. Eran las nueve, las  nueve cuando la luna roja lo avisó de que tenía que como todos los días llamar ¿A quién? En un bolsillo llevaba un papalito arrugado, desgastado pero donde aun la tinta y la silueta de los números se podían visualizar. Cogió unas monedas del otro bolsillo y las introdujo en esa cabina de antaño, esa cabina que ha visto el movimiento de la ciudad durante muchos, muchos años. Una cabina visitada antiguamente por todos. Cada personaje ante los ojos de ella era un mundo aparte, un mundo ausente en la vida de los demás ¡Ay, cuantas vivencias¡ Cuantas conversaciones del pasado ahora muertas o casi muertas…porque él no la dejaba , iba a ella y llamaba. La luna roja, palpitando alguna añoranza, lamentando el rumbo de este esfera y el marcando cada uno de sus teclas. Al otro lado la nada se prestaba en el silencio, en el vacío de las palabras. Colgó y la luna roja seguía con su ritmo a medida que el retornaba a su casa. Se acostó entre sus sábanas de rayas verdes y descanso con la tranquila de que aún ella seguía ahí. La luna roja desde su ventana velaba sus sueños. La luna roja conquistaba su tranquilidad en el gozo de que ella seguía esperándolo.

jueves, julio 26, 2018

aves manos


Aves manos.
Manos aves.
Respirar, lograr la casi perfecta belleza de la paz.
Vuelo discreto, alegría de los sentidos
Acorde con la libertad hechizada
Por la sombra de los soles.

miércoles, julio 25, 2018

Manos...

Manos en el auge de su navegar por franqueables derrotas. Sueños, vuelos incesantes en el girar y girar de la danza de la vida. Somos ecos de ojos inciertos, de lamer el brío de los pasos en la ruta energética del cosmos. Amanecer, hueco efímero cíclico en los sentidos del latir…

lunes, julio 23, 2018

Callaba...


Callaba, andaba imbuida en esos fotogramas de sus experiencias. Cada uno de ellos le relataba, le daba una visión de un ayer de memoria muerta. Callaba, andaba con los rayos matutinos impregnada del aliento de un mes de julio pesado, vasto. Sin embargo, la lucidez de las mareas la acogían ante el calor pegajoso desparramado en su desnudez. Aislada, comentaba con sus quehaceres donde erigirse en el curso de las horas muertas. El oleaje estaba ahí, manso, revitalizante, con el auge de una armonía que la invitaba a adentrarse en sus entrañas, en la profundidad de su balada muerta. Cansada, aliada de la nada del mañana, del ayer, del hoy, del suceso del tic-tac…tic-tac se hundió en su extensión. Calaveras trotando el ayer, cuerpos despellejados en el hoy, el vacío del mañana. Ascendió a la superficie y miro a su derredor, sola, agotada emitió lágrimas desesperanzadoras para esta masa microscópica perdido en alguna espiral del universo. Sobre su hombro se posó una pardela ceniza y algo le dijo, algo entono en la esferas de esas aguas mansas y la desnudez de su alma. Estática se quedó con ella, se arrimaron a una roca negra, punzante de erupciones de antaño y se sentaron, se miraron hasta que la caída de la jornada entonara a las estrellas fugaces para algún deseo, para alguna esperanza, para alguna libertad.

jueves, julio 19, 2018

Temblor


Temblor, palabras al viento. Tú de espaldas a mí. Yo de espalda a ti. Sigo con el tintineo de tu sudor en mis espaldas. No sé lo que sientes tu…nuestras carnes no hablan, solo silencio. Aquí estamos, no se a donde lanzas tus ojos, tal vez a una hoja muerta de tu álbum de fotos, tal vez un libro de antaño que ya estás cansada de leer y leer. Temblor, palabras evaporadas. La incomodidad sin embargo no viene. Me gusta sentirte así, callada.

Las fotos no sirven, supongo que lo estarás pensando. Solo presta cierto aroma del ayer, un ayer concluso en el hoy. Tanto hemos cambiado y no obstante no me molesta que estés apoyada en mi girando y girando en tu cavilar, intentando preguntar qué pasa por mi cabeza. La nada. Solo, la nada vaga incesantemente me escuece, me embarga en un estado de armonía al estar apoyada en tu espalda. Así, estática, la quietud de mis manos que solo ojean viejas estampas que no sirven de nada.

Lo viejo no sirve. El ahora. Sí, el ahora es lo que prima, lo que conjuga con este momento de armonía. Solo escucho el mar cercano. Un mar inagotable, plastificado en su mayor maldición pero fuerte, embellecedor de esta habitación donde nos encontramos de espaldas, de espaldas sudorosas y ventanas abiertas. Es julio.

El verano revienta, viene con su cálida sonrisa, con sus nubles cenizas pero secas, con su aliento a polvo. Nuestras vidas son paralelas, ahora fotos luego, libros después, el despuntar de la noche con su hermosa linda y el cambio de la marea. También escucho el mar, el mar profundo, el mar de los muertos, el mar de la sangre, el mar del dolor, el mar del encallamiento, el mar de arrecifes blancos, el mar de la basura, el mar de los náufragos. Pero también, no obstante, siente el mar de nuestros cuerpos cuando se sumergen en lo hondo en la visita a su mundo, un mundo colorido, expresivo, vivo.

Somos parte de él.

Somos parte de él.

Es julio y el mar nos invita a ser testigos de su brío, de su nobleza, de su poder. Vamos.

Sí, vamos. Tú y yo. Yo y tú envueltas en un mismo fular de estrellas. Paralelas a las líneas del tiempo, fugaces cuando la noche penetra en nuestros vientres. Pero no nos miremos, no hace falta.


La mirada..


La mirada sondea bosques eternos donde el grito a la belleza no sea naturaleza derruida, oprimida. Cuerpo de mujer con su cabeza de pájaro avista el galopar de sus senderos al encuentro en la armonía, en lo tierno y hermoso que son los paisajes vírgenes a la mano sangrada. La mirada viene con sus besos y abrazos, de reojo, experimentando el sabor de tierra húmeda, de tierra seca con los ecos del firmamento. Su cura tras la agonía de sus raíces quemadas por el extraño a sus latidos. Respiremos, inspirar y espirar…espirar e inspirar en el juego de la luna, en el balanceo de las ramas que no cesan en sus susurros.


domingo, julio 15, 2018

una guitarra....






Una guitarra
Unos cuerpos
Una danza.
Y la caída de la tarde de verano
De oleajes agresivos.
Unos ojos.
Un beso.
Otra danza
Y los sentidos en vertical amándose, acariciándose
A medida que los huesos se yerguen
En pasos más allá del horizonte.
Y los besos se revuelcan en la bienvenida,
Alegres, motivados por la senda callada de sus manos
Unidas, enlazadas a las cuerdas de la vida.
Y los astros laten en la comisura de sus labios,
Cosmos donde las carnes se abrazan
En la magnitud del olvido de las miradas.
Una guitarra.
Unos cuerpos.
Una danza.
Y la belleza del amor,
De las casi perfectas sábanas que se tienden en la luna.
Despacio, con las palabras del corazón, del pulso de la existencia
Amarrada al rumiar de los pajarillos.



viernes, julio 13, 2018

Ella....


Sinusoidal , espíritus flotantes barruntando la dejadez, la desgana , la desidia en un círculo tempestivos de ojos huecos, de navajazos a la verticalidad. Un círculo, seis almas brutales, un alma en su centro desmayada, indefensa, caída, rota y la noche…no hay estrellas solo la música tenebrosa de un violín que carraspea dolor….mucho dolor.
1:
No eres nada.
2:
Vamos a por ti.
3:
No eres nada.
4:
Vamos a por ti.
5:
El pistoletazo, los toros hay que reventarlos. Vamos a por ellos
6:
A por ellos ¿Quién corre más? ¿Quién es más poderoso?
Ella:
Toros y toros. …me siento decaída, sumida en un profundo adormilamiento y cansancio que solo soy dejadez. Todo fluye violentamente y despierto en medio de una laguna de sangre…roja, muy roja. Me evaporo, lloro. Me miro en un espejo y observo cierta masacre, cierto apuñalamiento a mi existencia, al ritmo cierto de mis pasos. Me tambaleo, me desoriento y silencio. Sola, estoy sola ¡Qué ha pasado¡ Vagas pesadillas se inmiscuye en mi mente, vagos recuerdos de una noche tormentosa, agresiva, malévola. Me siento caer y algo tira de mi, algo muy fuerte. Tan fuerte que la muerte ha venido. Tumbas sobrevuelan mis sienes , un grito ahogado, un grito torpe, un grito desahuciado. Nadie me escucha. Sola, muy sola y mi palabra atada a barrizales, a pozos donde la nada me espera.
1:
No eres nada. Yo soy el poder.
2:
Vamos a por ti. No hay lástima. Yo soy la voz.
3:
No eres nada. Yo soy el verdugo.
4:
Vamos a por ti. No grites. Eres y todo es inútil.
5:
El pistoletazo ¡corre¡ ¡Corre¡ nosotros podemos
6:
A por ellos. A por ella. No eres nada.
Ella:
Hombres. Hombres…abuso aberrante contra la mano frágil, débil. Solo sangre y más sangre y la nada y el vacío. Horror, ojos de colmillos zanjando mi vida ¡Mi vida¡ teñida de olores extraños, sucios. Me siento sucia, desenvaino mi lucha y siento perder la conciencia, y siento perder mi verdad, y siento un vértigo arrastrándome por lodazales ¡Fuera¡ ¡Fuera¡ Quiero salir de este círculos de ojos de agujas.
1:
No eres nada. Todo ha terminado. Me voy.
2:
Vamos a por ti. Estás perdida en tu hipocresía.
3:
No eres nada. Basura, mediocridad. Me voy.
4:
Vamos a por ti. Culpable.
5:
El pistoletazo. Sí, eres culpable.
6:
Adiós. Solo eres un objeto. Solo habrá callar a tu grito.
Ella:
Sola.  Toros desconcertados, destrozados, sangrantes a igual que yo. La bestialidad humana culmina en el terror, en el oleaje violento de ser colgadas en hilos que sierran mis sentidos. Me despido. Me despido ante tanto daño, ante tanta…tanta injusticia ¡Donde están mis derechos¡ Los busco. Los busqué y solo halle ciegos, sordas miradas de atmósfera calcinada a mi entereza, a mis pilares. Sola.
Aislada, enganchada a un círculo donde las almas del otro mundo la llaman, la llaman al ser abatida por palos con pinchos al rojo vivo. Aislada. Mira a su derredor y solo observa nítidamente el largo camino de la supervivencia. Dolor…mucho dolor.
Ella:
Un paso. Dos pasos y de vuelta sin la luz de la luna. El nocturno tenebroso me encerró en paredones de ortigas. Y, ahora…columpios de tachas danzando sobre mi cuerpo quieto, indefenso, agónico de la llamada a la ayuda. Sola. Muy sola…mis palabras se pierden en pozos hondos donde la verdad se tapia con la mentira, con la suciedad. Sucia…me siento sucia, muy sucia.
Alma 1:
Te creo.
Alma 2.
Te creemos.
Alma 3:
Estamos contigo. La verdad vertiginosa con el paso de las estaciones saboreara a la razón y serás otra vez gorrión trotando en la alegría, la alegría de lo justo, de lo sensato. Ellos se retorcerán en el barro, en cárceles huecas donde la sonoridad  de sus fechoría los castigaran.
Alma 1:
Te creo.
Alma 2:
Te creemos.
Alma 3:
Abajo la violencia. Arriba el respeto. Abajo ellos. Arriba tú. Anímate, estamos contigo. Sobrevuela la sonrisa otra vez. Sí , otra vez. No recuerdos. Como antes de ese suceso amargo, asqueroso, podrido.
                Se disuelve el círculo. Ella, sola. Mira el firmamento. La luna viene, viene con su caricia de cómplice, con su ganas de llevarla lejos…muy lejos, donde las manos de astillen , donde las lenguas de veneno no la pronuncien más, nunca más.

domingo, julio 08, 2018

los senderos


Los senderos se perpetuán en la pisada antigua, en el amor de ojos hechizados por la sonatilla de la cima. Arboledas candentes de brío, energetizantes cuando el ritmo del aliento recóndito se alarga al abrazo de sus raíces. Por allí van  las piernas que como ramas se deshojan al son del viento, del viento…La oquedad del callamiento hila un himno sobrenatural, una tonada alojada en las almas nobles de la naturaleza. Su querer  la hace más bella, más arraigada a los pinzones que con su alegría premia a los corazones solitarios, a los corazones que avanzan en el destino de un sueño. Columnas lo soportan bajo un cielo azul murmurando con ese astro vivaracho de la vida. Y zas…respiración, inspiración, paisaje incólume, virgen engendrado por los escoltas mágicas del nocturno.  Y zas…arroyuelos que nos amparan de la sed, de la desdicha, de la declinación humana en atmósferas incontenibles, contaminadas.

viernes, julio 06, 2018

Rejas...


Rejas.
Alambradas
El adiós de la existencia.
¿Somos humanos?
Retorcidos gritos en la negritud,
En la herida abierta de los años.
¡Míranos¡
No hay distancia
Solo,  la acidez , la desconfiada mano
De navajazos ante ojos inocentes.
¡Solos¡
Están solos mientras son llanto,
Mientras son criaturas caídos al vacío
De una frontera intangible
En la memoria remota.


jueves, julio 05, 2018

Buscaba


Buscaba el brío de tus alas desfallecidas cuando el alba palpitaba en mi ventanal. Una habitación vacía, blanca paredes acompañando mi pensamiento barruntando la pesadez de tu olor en mis ojos. Buscaba el aliento de tu boca, muerta, invisible en el curso de las horas antes de desperezarme ante los sueños de la madrugada. Un pasillo llevándome a la cocina, un café como halito de la memoria, del deseo invertido de mis manos. Buscaba tus pensares lejanos, ausentes. Un baño  despertando mi cuerpo,  frío,  desértico,  hueco en la espera…buscaba.

miércoles, julio 04, 2018

Temprano



Temprano. 
Almas lanzadas a una atmosfera extraña.
Miramos.
Eviternamente ojos huecos, ojos desconfiados.
Muerte.
Rejas de púas acariciando la pena,
La larga pena de vidas engarrotadas al vacío.
Temprano
                Miramos.
                               Muerte.
Y,¿ la luna?
Sombra vigía de mares cadavéricos.
Y, ¿el sol?
Infértil haz de espaldas de piernas rajadas.


martes, julio 03, 2018

El sonido del sol...





El sonido del sol. Pues cantemos al sol, revolquémonos en las orillas donde el oleaje se hace bravo y con la rapidez de los años abracémonos. Me has dicho te quiero. Sí, te he escuchado, he oído el ritmo de tu corazón brioso como el sol ¡El sol¡ ¡El sol¡ Rápido…rápido, con la celeridad de ojos tatuados en los espíritus bailemos en calma, arrulladas por sábanas infinitas hasta la caída de la jornada. El sonido del sol, vida compasada por la ventura el sabor de la sonrisa . Pues cantemos al sol,  volemos de calle en calle con el pulso de nuestras manos. Se acarician, se aman…cantemos al sol.

lunes, julio 02, 2018

La pisada...


La pisada.
Metamorfosis de arboledas.
Raíces emancipadas de la muerte.
El avance.
Carcomida lágrima
Evanescida en los pozos del aislamiento.
La pisada.
Crujir de nuestros sentidos,
Verticales, leves
En las espumas del oleaje.
Ahora.
Largo silencio de la noche,
De las nostalgias
Cuando el dormitar llega.

domingo, julio 01, 2018

La pesadez..





La pesadez se esconde en tu espalda, lo ligero anuncia alas a tus piernas cansadas cuando la tarde somnolienta se enquista en tus pisadas. El llanto se pronuncia inexistente y aves plateadas rondan la caída de la tarde. Ella otea cada instante, cada haz de astros que vienen a acompañarla, a ser cómplices de su secreto.  Ahora, liviana del peso de la memoria es naciente a través de los ojos idos. El sonido del silencio la embarca a sueños lejanos, a sueños cuyos pilares es su sudor, su fuerza, sus abiertos  sentidos orientados al norte, al norte…¡la noche¡ va en su búsqueda , ella se conforma, se motiva y la travesía se hace bella. Suspira lentamente…muy lentamente con sus parpados velados por la luna y espera. No importa el tiempo, las estaciones,  las tundras bajo su almohada solo, espera….