miércoles, junio 29, 2011


Bajo el fondo donde el corrimiento de la insonoridad
Convive con las derrotas de las acaricias.
El silencio entre marismas que no desfallecen
Cuando un cuerpo intenta avanzar y no puede.
Todo se vuelve marrón hasta arrancar sus sueños
De los balandros cual navegaban sin rumbo.
La bruma acecha, se enquista en sus huesos
Al mismo tiempo que montañas oscuras
Se hacen invisibles a su ascenso a la vida, a la vida.
Sin embargo, escucha una cascada, un correr de agua
Que escupe toda desesperanza en su azul cabalgar.
Se agarra a la gruta de un árbol que la lleva por caminos
Donde el orbitar de antorchas de luciérnagas la hace vertientes
De un ocaso del atardecer donde la paz es belleza impecable.
Desde entonces reside bajo ese árbol de hojas perennes,
De calidez eterna.

miércoles, junio 22, 2011

La niebla y ella...(relato)


La niebla arrastraba sus piernas en busca de algún foco luminoso. Su humedad a veces se estampaba contra sus párpados. La luna había desaparecido. No veía nada solo figuras abstractas desconocidas. Pero ella seguía avanzando. Tenía que llegar a la orilla después de haber dejado la avenida. Allí una barca de no muy grandes dimensiones la aguardaba. Se iba. ¡Sí¡ Dejaba atrás sus errores induciendo su alma al navegar con la densidad de una ceguera. ¿A dónde iba? Eso es difícil de saber solo navegar por la quieta marea hasta que aclarase y lo gélido de sus recuerdos se evaporase. Atrás no dejaba a nadie, todos para ella habían muerto, fenecido en ese mundo de vivos por las murallas que les habían impuesto. Ahora solo ella, la niebla, la barca y el océano. No tenía llantos. No poseía penas. Solo un hormigueo en su cuerpo sobre lo que le deparará el día venidero.
Niebla:
¿A dónde vas mujer a estas horas?
Ella:
A donde el destino me lleve. No tengo rumbo, sino el prefijado por los astros. Esos astros invisibles por tu tosco telón.
Niebla:
Si eres hija del destino no necesitas de estrellas, de luna para tu camino.
Ella:
Muy cierto eso que dices. Pero tanta oscuridad…
Niebla:
No temas. La mar está serena ella te acompaña y ella te llevará donde tus sueños han edificado esa tierra de tu felicidad, de tu felicidad…
Ella:
¡Ay la tierra de mis sueños¡ Sabes como es…Una tierra donde la penumbra de las balas no existen, donde el hambre solo es una fogata helada extinguida, donde la palabra es honestad, donde la sed no sea derrumbe entre pueblos, donde los nativos no sean talados de sus costumbres, donde las minas no arranquen vidas, donde mujeres y niños no sean explotados.
Niebla:
No escuchas ya las aves que en el alba danzan con las mareas.
Ella:
Si. Cerca pero lejano. Parece que te vas, que te despides.
Niebla:
El sol te da la bienvenida y ellas te llevarán a esa isla donde la frondosidad será calidez para tus sentimientos.

Llega a la otra orilla, es idéntica a la que ha dejado. La misma arena, la misma avenida, los mismos edificios. Pero algo ha cambiado. Se baja de la barca. Se encuentra cansada pero una fuerza de atracción la lleva hasta la ciudad. Algo ha cambiado la saludan cada persona que pasa al lado de ella. Ella igualmente contesta. Cuando intenta acercarse algún ser que la mira con gesto sonriente no puede, no puede. Es como si una barrera invisible le impidiera el paso, el tacto. No puede tocar nada, solo lo que pisa.

domingo, junio 19, 2011

Querida Lola ...(poema)

Anclada en tu alma dulce Lola ,
Belleza que esculpe el destino eterno de mis pensamientos
Cuando un jardín de rosas es tumba de tu sonrisa.
Te has ido, flácidas son mis fuerzas
Y tú como amor perpetuo
Vagas en el enrarecido silencio de mis manos.
Llantos mudos ciegan estas paredes, tu casa
Donde tu fiel compañía es ahora astro que gira y gira
Con otros entorno a mi pecho.
¡Ay cariñosa Lola¡
Linda melancolía me erupciona en la desgana, en el agoto.
Ladridos que se hacen eco en la lejanía.
Ladridos de azules boscajes como belleza de tu amor.
Te echo de menos, sabes.
Me envuelves en plomizas pisadas
Al no sentir tú aroma bajo este techo.
Te has ido y la soledad rumia en mis manos,
Mi caricia se hace carros de espinas cuando intento
Abrazarte y ya no estás, ¡No estás¡
Lola, querida Lola, Lola querida.
Presa de la desidia estoy, arrugada en la tempestuosa ola de la pena.
Lola, querida Lola, Lola querida.
Siempre tan atenta, con la humedad de tu lengua suavizando este encierro en el dolor.
Y,¿ ahora qué? querida Lola, Lola querida
Sobre tu lápida inscribiré la frase más hermosa,
Esa frase para que me recuerdes allí donde estés.
Polvareda funden mis pasos y me siento caer.
Caer ahuyentando la vida de mi mirada siempre tuya, tuya siempre.
Ahora recuerdo nuestros paseos cada vez más apagados
Sí no te querías ir muy lejos sino estar rodeada de tu familia, bajo tu techo
Y bajo el dijiste el adiós.
No me lo esperaba, ¿quién espera la muerte de lo más que quieres?
Pero toco, el viento soberano no arreciaba y una leve llovizna no dejaba
De ser puños de navajas a nuestra puerta. Yo no lo sentí
Pero tú esperabas su llamada, lo sabías querida Lola, Lola querida.
Adiós, adiós…Lola querida, querida Lola.

sábado, junio 11, 2011

La danza de murciélagos...(poema)

La noche silencio de destierro
Voraz en la danza de murciélagos
Que se agolpan tras vidrieras verdes,
Se transmuta con el polvo de sus manos
A la vez que el letargo no lo vence.
La vejez de sus huesos nunca amanecerá
Ante un espejo que le de la juventud de singladuras.
Demacrado esta su rostro
Flor que se marchita devorada por los últimos rayos,
Impaciente intenta el último paso
Pero la agonía de la reconditez de sus batallas
Lo llevan por túneles oscuros cuyo eco se trenza
A una muerte repentina de sus deseos, de sus sueños.
¡Levanta esos sentidos rajados¡, dice su alma
Se asaltado por esa fuerza de la luz de animal salvaje
Que se mece en su esfera naranja.
Horizontes de pinzones azules navegarán por tus pies
Para que dances con la delicadeza de las notas
Sobre trompetas frondosas de aliento por la vida.
Sin ser ajeno a la pena oye los primeros cantos del alba, del alba
Y asciende por escaleras de dolor hasta cangrenar el llanto.
Y se eleva por el andamiaje de los últimos astros
Hasta gélida sonrisa de su dejadez.
Y escala por lagunas inmaculadas hasta engendrar la vida, la vida.

domingo, junio 05, 2011

Mujer que besa el aire...(prosa-verso)

Tu canto se enraíza cuando dientes transparentes de lluvia vienen a visitarte en los troncos grises de las arboledas. Asciendes hasta las copas de los árboles y elevas tus brazos al sol del amanecer. El no te escucha, parece como imagen inanimada desde la lejanía de sus emociones, de esos bucles de fuego que conversan con el mismo. Tu no te rindes eres voz de vida, de ilusión que persigue la existencia de esos sueños cuando la madrugada galopa sobre tu piel. No hay penas en tus llamaradas, oscilas entre el insepulto deseo y el reverder de tus labios que besan al aire. Corres desde esas alturas innumerables aventuras que llevan, que te traen con el surcar de las olas hacía un vergel donde la paz y la esperanza son inexorable empeño del alma. Estas encantada, sí un encanto que alegra a los corazones. Eres imparable, espejo donde se mece tu espíritu azul cuando eres fecundidad de las horas. A veces eres ese faro de la espera a que por tus rocas y olas rompientes en calma caminen el afecto de una vela amiga. No estrangulas la belleza sino le das aliento, alimento para que te penetre cuando un escudo broncíneo despierta a las estrellas.

viernes, junio 03, 2011

La mudez del océano la mira...(poema)

Me gustaría decirte que cuando la espuma del alba levanta
Y la mudez del océano la mira
El frío y la desnudez se funden en mi pecho.
Más allá de las rotas alas poso sobre ramas secas
Donde la última hoja es danza con el viento,
Que mis sábanas se enturbian de lágrimas heridas,
Que me refugio entonces cerca de una muralla
Donde soy ojos a la nada.
Me gustaría decirte que cuando te recuerdo
Escucho el insoportable grito de la dejadez
Cerca de los sombríos sótanos de la espesa niebla,
Que no dejo de amarte en el silencio de mis caricias
Quebradas al aire.
Me gustaría decirte de esos crepúsculos cuando
El sol es enjaulado por la caída de la tarde
Y me yerto sobre rocas volcánicas
A la vez que la marea desciende en la serenidad
Del ronroneo de las olas ¡qué apacibles son¡
Dan el primer eco los nocturnos que se avecinan
Y la pena negra de astros sin brillo
Me sumerge en el mar.
Me gustaría decirte que las llamas del corazón
Son ventanas que se abren, que se cierran
Con solo el soplo de tus palabras,
Con el afirmar de velas al viento
Que induce a correr sobre verdes prados
Donde la imaginación es lámpara
Que me hace tuya, que te hago mía
En el vaivén del susurro de las constelaciones.
Me gustaría decirte que el olvido no se apega
Cuando soy singladuras de calles
Donde mi sombra hace un hueco a la tuya
Así como alma presente de pajarillos
Que chillan más y más ante tanta polución,
Ante tanta soledad, ante tanta enturbiada flor
Que se agrietan a la vez que soy sentido de ti.