Corría, corría a ras de espesura
de la hierba. Formaba parte de su aliento a la vez que el viento provocaba
cierta fuerza que aprisionaba el cansancio. Su sudor eran lágrimas que
alborotadas nombraban no que cierta proeza del ayer. Cada
túmulo donde la niebla se extendía y expandía era veracidad de su
fortaleza, del agresivo vuelo a través de sueños que se desvanecen entre
paredes abruptas de algún desfiladero.
Corría, corría con sus alas de cristal
sobre eclipses lunares. La montaña estaba desierta y la oscuridad daba
prioridad a los astros que en su densa intensidad iluminaba su mirada, su
mirada. El frío era sobrecogedor, tanto que su cuerpo se sentía morir bajo las
estelas de estrellas fugaces a medida. A su lado había un riachuelo cuyo
murmullo era solemne cantinela que la adormecía, que la aislaba. Miro hacia el
y fue hallazgo en su visión un carruaje de mariposas. Mariposas libres,
mariposas encantadas con la danza de su marcha. Se aproximo e intento subir. En
sus adentros estaba decorado con la serenidad de unas pinceladas que hablaban
de la vida, del mundo. Se entristeció, una pena que la condicionaba
desasosegadamente al presente, un presente que quería guillotinar. Deseaba en
un acto impulsivo salir de ahí. No lo hizo, se quedo, con esa marcha por la
corriente de agua y el vaivén de sus pensamientos. El carruaje la trasladó por una infinidad de
imágines de la existencia humana, de la esencia del ser. Era como túnel que en
sus pasajes le recordaba que tenía que bajar, que tenía que seguir, que tenía
que correr y correr ante un mundo que se degradaba hasta orbitar por puentes
azules donde el resonar bello de las manos unidas nos hacen seres de esta
tierra. Una tierra donde la floresta y calles donde cada recoveco anuncia
estatuas transparentes como vergel de la edificación de un mundo mejor. Corría, corría deseaba observar el nacimiento
de un nuevo ciclo donde el apogeo de las ramas balanceadas por el viento fueran
el canto cierto y puro de los pajarillos.
Este blog esta bajo los derecho de autor para cualquier información laguna198@hotmail.com Lo escrito son ideas primigenias que después se han corregir y alterar.
jueves, mayo 31, 2012
lunes, mayo 28, 2012
viernes, mayo 25, 2012
Tus manos.....
Tu mano, tus manos
Construyendo ese horizonte
Donde los eclipses difuminan el hambre
Con la ternura de una oscuridad
Que enciende al universo.
Tu mano, tus manos
Pasean bajo la lumbre de pétalos
A la sombra de un árbol nuevo
Cuyo fruto son manantiales
Que se deshacen de la sequía
Que en otras tierras se mecen
Como jauría de colmillos
Que desgarran, que destrozan la vida.
Tu mano, tus manos
Tras piedras grises es cordura consciente
En el engendrar la esperanza,
Ese canto luchador de un mañana verde, azul
Donde los corazones jueguen a ser armas rotas,
Minas inexistente donde el correr
De los inocentes sea libre y no ese fardo cargado
De una cierta letanía incoherente de trincheras
En forma de ortigas, en forma de huracanadas tinieblas
Que los llevan a la muerte, a la muerte.
Tus manos, caravanas cuyo sonido
En las sendas que dejas atrás
Embellecen las yermas tierras
Con siemprevivas, con magarza,
Con el canto alegre y divertido de un canario blanco
Al encuentro de la armonía.
domingo, mayo 20, 2012
Su silencio....(relato)
Y, ¿por qué yo he de recorrer
entre ortigas y nubes oscuras? Se preguntaba incesantemente mientras la costa
ya estaba cercana. Allí disfrutaría de la soberanía del océano con sus sales y
caracolas. Caminaba por sendas difusas donde el eco ciego de un cernícalo se
alejaba en busca de su presa. Los barrancos en sus flancos le inspiraban cierta
pena. La sequedad de sus alientos le instigaba a ser corriente que corre por
los acueductos de la nada.¡Qué silencio¡, se decía entretanto el sol cobraba
esa fuerza para expulsar a la brisa. Solo sus pisadas era eco que venía e iba
entre esas ásperas y rugosas pendientes.
Ya el océano estaba próximo, mareas que mecen a las almas desvalidas, a
la esencia que estallan en su soledad contra muros que se resquebrajan, que se
agrietan a medida que hallamos nuestro destino. Su mirada se hallaba en el
horizonte, ese horizonte que le mostraba el azul de una manta que se extiende
por este pequeño mundo como abrigo para la belleza. Ahí lo tenía ya, el océano
que con sus sales y caracolas describiría el arco iris norte de la paz. Sus
pasos se hicieron más lentos, la emoción lo embargo en un llanto del cual
emanaron las palabras de las piedras que tanta esterilidad poseían. Palabras
que albergaban el canto de las ninfas de las aguas. Y llegó al océano con sus
lágrimas y su encanto, con su amor y sus sentidos. Se sentía ligero, integrado
absolutamente con la alegría inocente de ver el mar. Todas sus preguntas a lo
largo de su vida estaban ahí, en ese océano que acoge a las almas abatidas por
el mutismo existente en un orbe que se suicida, que se asfixia.
jueves, mayo 17, 2012
Tu palabra....
Tu palabra se yerta tras las vidrieras de una ventana donde
se agolpa el tintineo del viento. Suspiras cuando eres candela de las últimas
estrellas y estrechas tus manos a la aurora. Abrazas con la desnudez de tu
alma, de tu cuerpo la llamada de las olas que arrugadas en su brillo oscuro son
beso a tus ojos eclipsados. Por un instante eres amante de la tierra, haces el
amor con ella, con su belleza y olvidas ese quebranto, esa pena de la que
padece. Eres sonrisa, eres cavilar constructivo en el pasadizo que se agranda
en un mañana verde, de ese azul que nos envuelve en el equilibrio. ¡Tu palabra¡
Hablas al gemido de las ramas cuando de sus hojas secas se clavan la polución
como bestia de neblinas y sombras que no deja, que no permite el curso natural
de la vida. ¡Libre¡ Si eres libre aunque contengas en tus senos rasgados, en tu
espalda arañada el peso de la nada. Tu palabra es cantinela invisible de tu
corazón y con ella eres habitación de paredes donde se dibujan el vago recuerdo
horizonte, ese horizonte que divisas desde tu espíritu. ¡Danza mujer¡ que ya
amanecido.
viernes, mayo 11, 2012
Esperas
Esperas, una nebulosa de astros
pariendo se aproxima a tu mirada. Andas entre la soledad y el silencio con la
madurez de tus manos entre mares extraños. Deseas escalar ese roque donde el
pinzón azul es nido de sus sueños. Caminas entre las esferas de hiedras cuando
el frescor del alba es nombrar de su figura. Hace tiempo que demandas aquello
que te censuraron en el ayer. ¡Ay tu tristeza¡ Herida galopas al fuego lento de
una hoguera que madruga esperanza, ese encuentro con el amor de tu mañana. Pero
te aparcas, te detienes en ascenso de barrancos con fardos de ortigas por unos
instantes. Observas tu muerte, la muerte que de lodo y lluvia torrenciales te
lleva, te trae por la espesa pena de tu callar. Tu vientre hinchado es caricia
de tus palmas y así te acercas a un arco iris cuyo manantial de vida te indica
que seas parte de el. Lo abrazas, lo besas y rápida eres parte de esta
atmósfera que nos envuelve con su verde tonada. Sigues el ritmo de su alegría
cuando por calles deshabitadas a tu alma anuncias la llegada de ese vago recuerdo que te induce a ser tú
misma. Tus entrañas se revuelcan en el vuelo fallecido de tus ojos al
horizonte. Pero retornas al intento, ese intento que levanta velas agarradas a
mariposas azules.
domingo, mayo 06, 2012
DIVAGACIONES DE UNA MAÑANA
Suavemente, océano azul de la melodía que crece cuando los acantilados son ese lugar donde nuestro corazón se deja ir en su fuerza del atardecer en el romper de las olillas. Paulatinamente somos oscuridad que emerge a través de un ciprés que converge en las constelaciones precoces y nos envolvemos de esos versos que flotan en el aroma de la atmósfera que nos rodea, que nos abraza. Suavemente invoco esa alma que escala por las grutas del encanto en el manantial fértil que se desborda por el angosto equilibrio entre madre tierra y un firmamento donde el eco invisible de nuestras manos trepa por la caricia de las estrellas. Suavemente, mirada que se pierde en el boscaje cuyos arroyuelos calman la sed de los pajarillos, de los corazones que con el tintineo de la sombra de su tonada es mañana que se perpetúa en la senda de la belleza. Se acerca la noche, ese nocturno donde el largo y reposado andar se mece entre lunas misteriosas. Me arrimo a cierta melodía que induce el sueño y largamente los pasillos negros de la memoria renace en el albor de un deseo, deseo que aprieta y converge como magma erradicado por la ausencia de sus manos, sus manos. Suavemente divago en el transcurso de las olas y un remanso de paz es hallazgo en mis labios, en mis párpados que pausadamente se eclipsan para admirar la lindeza de su mirada. Un suspiro arriba y me expando en el letargo alargando mis sentidos al silencio, al silencio….
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