viernes, diciembre 29, 2023

NOS QUEDA LA VOZ...

 


Nos queda la voz. Sí, la voz. Cantemos. Sí, cantemos a la tregua de las batallas perdidas en la oscuridad contagiada de muertos. Una tregua que nos de aliento donde se recapacita en la esperanza de la voz callada de las armas. Suena un piano peinando nuestras huellas demacradas unas , corrosivas otras. Nos queda la voz. Sí, la voz. Cantemos. Sí, cantemos donde las manos son ojos bailando al enlace de la esperanza. Somos culpables. Sí, culpables de tanta barbarie, de tanto eclipse del que anda a nuestro lado. Nos queda la voz. Sí, la voz. Cantemos. Sí, cantemos donde la sed raja la garganta , donde los puñales acribillan los vientres. Nos queda la voz. Sí, la voz. Cantemos. Sí, cantemos donde los cuerpos se alzan en la verticalidad de la vida, de una respiración pausada, lenta acorde con las notas de la alegría. Basta ya de locuras. Basta ya de enfebrecidas ideas que no más invocan tumbas en los soles retorcidos de cada jornada. Una cometa blanca es lucida elevación donde los cuerdos sueñan. Y soñamos y nos queda la voz y cantamos donde la armonía es revolución de las flores de invierno. Y un piano suena en el lenguaje del silencio.

No hay comentarios: