Todo estaba estropeado. Mi camino hacia la estación era
inevitable vacío. Los ojos caídos en cada pisada me decían de cada batalla
perdida en el sucumbir de la nada. Sentada en la profundidad de la pena, mi
cuerpo estático convergía donde el alma toma una inspiración acentuada y
expulsa todo mal. El adiós era evidente. Un adiós donde los labios no se besaron.
Un adiós donde las manos no se acariciaron. Un adiós donde las palabras
quedaron ciegas. Un adiós donde el dolor fue impertinente, soberbio. Ahora,
sentada, estática mi corazón luce flores marchitas, luce la desgana de las
horas, luce una despedida que duele. Todo estaba estropeado, la guerra había
venido, la enfermedad se había quedado. Y aquí estoy yo con el devenir de un
tiempo que nos entrega a la duda. Dudo de esta tierra. Dudo de los astros
devorando mis ojos. Dudo de las raíces embriagadas de pesadez, de pensamientos
extraños a mi rumbo. Y todo estaba estropeado. Los hombres, los niños, los
ancianos y esas mujeres combatientes en la entrega de toda su existencia, de su
entereza. Todo estaba estropeado, la guerra había venido. Un desorden molestaba
a las conciencias. Un desorden aniquilaba las pisadas. Un desorden martillaba
cada corazón, cada mirada fatigada en la incredulidad. Y es que todo estaba
estropeado. Yo, ahora, sentada, en la estación. Es de noche, una noche de luna
menguante y algún planeta perdido en las sombras. Sombras grises acogían esta
atmosfera. Sombras donde el corretear de inocencia se hace negada. Y es que
todo estaba estropeado, el tren llega y es tarde.
Este blog esta bajo los derecho de autor para cualquier información laguna198@hotmail.com Lo escrito son ideas primigenias que después se han corregir y alterar.
lunes, marzo 28, 2022
TODO ESTABA ESTROPEADO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario