sábado, diciembre 06, 2008

Se incrustaba en sus pensamientos...



Qué hacia ¿ Se incrustaba en sus pensamientos por las neblinas del querer. Depositaba todo su carácter en el ir y venir de unos recuerdos que van más allá del horizonte. Cabalgaba sobre la brisa fresca para comprobar como las ballenas la consumían en su canto. Así, en el transcurso verdadero de los días. “¿Qué dices alma mía? Arrumbas por los valles donde la redonda blanca alumbra mis pasos. Donde la pisada se vierte sudorosa y aposenta su suavidad en los laberintos del desencanto. Sí, alma mía, mi vuelo es sustancioso de un amor añorado, de un amor que hurga con su hormigueo por los pasadizos del callar”. Como volcán erupcionaba y una humareda de pétalos de margaritas colisionan en su pecho. Suspiraba. Gritaba. “Los desiertos se encomiendan a mi, son sobrenatural arena que he de beber. Ahora que conozco lo que en tu mirada se clava mi ser evoluciona hasta nidos de cuervos. La noche solloza. La lluvia es ceniza que me absuelve de ti y nazco de nuevo”. Otra vez…Otra vez su huella se vuelve verde, marea de pilares donde su cuerpo y mente frota el deseo.

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