Decir que estás cansada
Como esos veleros zumbantes en la noche sin luna
Tras arrastrar ciénagas ante estrellas opacas
En el girar y girar de las jornadas.
Decir que te agotas,
Martilleo de tormentas
Cuando vuelven los acantilados perfilados
Amordazando con su desangre un sol
Que desea ser esencia de aves.
Decir que estas cansada
Tras los dardos de un amor
Que clausura la cima de los labios
En el herrumbre de no más.
Decir que estás cansada
De esa perenne imagen
Rostro de ti al filo de heladas
Condenándome, condenándome
A un aislamiento sobre riscos de navajas.
Decir que estás cansada
Un precipicio donde se lapida los sentimientos,
Un denso telón de gases abrazándote,
Aguas turbulentas negadas a tu respiración.
Decir que estás cansada
Solo una tétrica locura en tu suspiro
De mujer rajada, de mujer herida
Y la danza de un viento
Alrededor del círculo cruel que te mece.
Decir que estás cansada
Callas por ser gaviota de tempestades
Sin norte, desorientada,
Enterrada con tus ojos, tus manos, tus piernas
Mirando la esperanza que se pudre, que se diseca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario