martes, noviembre 30, 2010


Acicalada al ocaso, levantando alas de fuego en busca de esos pétalos de magarza que me de la señal de tu rumbo. Llamas que bailan con el canto de los mares de espuma blanca que incineran todo el ayer. Solo presente, solo una serenidad de endechas con sellar del adiós. ¡Adiós amor invisible¡ Te vuelves perfilar de la caída entre arduas y abruptas riscos donde como arpones te extingue en este juego de seguir amándote. ¡Adiós amor invisible¡ Despacito zarpo hacía los confines vertebrados de la paz, de la tranquilidad. Ya te he olvidado. Una mezcla de alegría y melancolía me vuelven solitario espectro de un pasado que tal vez no fue. ¡Adiós amor¡ Cansada están mis sueños de buscarte y caer en la nada, en la nada….

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