Un canto ausente. Conversan los
nubarrones por carreteras al horizonte. Lejos…estas lejos. Me levanto, examino
cada pedazo de mi reconditez. Mi vientre se entrega al temblor. Lejos…estas
lejos. Las olas murmuran. Las olas, pasivas, vigilan mi destino. Estoy aquí con
el canto ausente. El querer no se dirige a mi y siento desplomarme en la
pesadez de los años. Octubre…una mañana de octubre cuando en la isla lloran los
desquiciados que apartan al sol. Un sol brillante. Un sol reflejo de nuestra
conciencia. Un sol que alimenta la conversación por las calles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario