domingo, agosto 09, 2009

El paso de las horas...(relato)

Pasan las horas, los días, las noches y en el corear de los pájaros que en la madrugada tienden sus alas a una luz cuya fuente de la que emana el sabor de la alegría. El sudor corretea por su espalda haciendo sus pasos más y más pesados. El sudor corretea por sus muslos como si fuera la amante de sus sueños tan escurridiza, tan lejana. Pero aún así se siente feliz. Se incorpora de su posición meditativa y avanza hacia el balcón de su casa no sin antes con una taza de café en su mano. Mira el horizonte y una alfombra broncínea arrugada se halla ante ella. Inspira y espira. Inspira y espira. Las hogueras de magnolias de la pasión se le encienden. No comprende porque su amor tan cercano es acera de zarzas que ha de cruzar para que el beso vuele y vuele rozando su cuello.¡Su cuello¡ Lentamente se lleva la mano a el y se acaricia. Lentamente se aleja de el y oprime su puño en el intangible eco de sus miradas, de su amor. Lentamente se aleja también de ese balcón donde ha dejado todos sus suspiros. Paulatinamente se desnuda, el calor es asfixiante, se introduce en la ducha y deja manar el agua como si se tratase de ella, ¡de ella¡ Una mezcolanza entre el misterio y la duda. El peso de la duda cae sobre sus hombros y una sensación de soledad resignada y desiertos tira de ella. Pero no. Hoy no. Hoy se siente bendecida por la alegría y dejará que en su soñar despierta la invada en el paso de las horas, de los días, de las noches.

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