martes, marzo 06, 2012

DIVAGACIONES DE UNA TARDE DE MARZO

Tu mirada vidriosa, sensible, con la pena que arranca una espada cuando en la tarde eres exhibición en el ruedo. Azabache, amante de los pastos que en libertad extiende la verde hierba bajo un sol cordial. Ahora eres parte de un espectáculo de luces y pañuelos que se alzan en contracorriente de tus sentimientos, de muchos sentimientos que lloran cuando la sangre es amante de la muerte y el sufrir. Cultura de absurdos, sociedad degradada cuando tus orejas aterciopeladas se alzan bajo la mano de la bestia, del abominable hombre de la devastación de la belleza. Por qué eres bello. El matador se yerta, erige su saliva y sudor en el disfrute de verte caer. Jadeas y por la tierra abatida eres escenario de tu dolor ¡Dolor neutral para los que te observan¡ ¡Dolor de satisfacción para el genero humano¡ ¿Cómo caes? Y lloras, y lloras a medida que aplausos siembran el horror del error. El error de considerarte cuernos violentos cuando entre las tinieblas de picar y picar desembocas en tu defensa ¡Qué bajo caemos¡ Nos movemos sobre movedizas tierras donde el alacrán de la estocada nos encierra como lumbre de lo aberrante ¡Cómo caes¡ Y lloras, y lloras por los que detrás vendrán y serán arrastrados, humillados ante miradas inertes, ante miradas malignas, ante miradas ahogadas en la rota sensibilidad. ¡Corre¡ ¡Corre¡ prados de ensueño te esperan después de tanta y tanta agonía.

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