sábado, julio 19, 2014

Nos envolvemos...

Nos envolvemos en ese sol que es aventura de una nueva jornada. La devoción del despertar mece caracolas en el universo que avisan del canto agónico de otros pueblos. Caminamos sembrando besos, alegrías pero la mediocridad de algunos nos embriaga de un llanto, de una pena que nos retuerce en el rincón más oscuro de la vida. Ah, sí, la vida. Esta vida que con murallas vamos deshaciendo nuestra sonrisa hasta no más que ser aves sin alas que se envuelven en nubes arrugadas. La bruma viene, el sol se va. Y nuestra mirada se pierde en el infinito de unos sueños que dejan mal aliento, un mal sudor que nos agazapa en la tristeza. De qué sirve vivir bajo las balas de la sangre, balas de chinchetas que suprimen la esperanza. Y sin embargo, quiero soñar. Sí, soñar que este mundo irá por las sendas de la paz. Sí, soñar que las almas indefensas son auxiliadas por el aroma de los pájaros que cantaran que todo esto se ha acabado. Sí , acabado. Dame la mano ¡Dame la mano amigo, amiga¡ Y caminemos sobre una tierra de flores, de igualdad, de solidaridad, de justicia. No más dolor. No más violentas neblinas que nos ahuyente del vivir, de la sonrisa intacta de una atmósfera donde los ecos del silencio nuestro mañana. 

No hay comentarios: