viernes, febrero 20, 2015

Divaga...

Divaga la caída de la tarde.
Cuerpos que se adolecen de un mañana.
La repentina estancia del agotamiento.
Un arco iris que se eclipsa
Y las flores silvestres danzando
Al son de las sombras de ojos.
Las olas rompen con su cuerpo deforme
En las rocas moldeándolas
En figuras que toman aliento.
Voces de ventisca, chasquidos de granizo
Y entonces la llamada al recogimiento
Bajo la sombra de nobles arboledas.


No hay comentarios: