viernes, abril 19, 2019

LA SOMBRA, 7 (NARRATIVA)


7
Hoy es el día. Un día donde todo será alboroto y desazón. Pero voy tranquila, sé que está vivo aunque me han prohibido verlo. Quién cuidará de él, no sé, espero que alguna buena persona. Yo no tengo nada…nada. Solo este corazón que late ya sano, solo estás manos esposadas, esperando a que vengan a buscarme para ese juicio perdido. Solo trámites antes de entrar en prisión. Mi salud anda bien, mis emociones confusas, perdidas en el vaivén de los vientos bruscos de la vida. Me da igual quien lo eduque, quien lo cuide, solo espero que sea buena gente y que haga de el libre ave que surca los caminos bonancibles, benevolentes. No, yo no estoy preparada, me parece bien que lo hayan dado en adopción, en una casa de acogida, lo que sea con tal que emerja con el valor suficiente para enfrentarse a esta existencia, para que nadie lo pise, para que nadie hunda su mazo sobre su espalda. Valiente hijo mío, sé valiente, solo pido eso. Qué la mierda que me ha condenado a mi no roce tu tez, tu verticalidad. Oigo pasos, ya viene la policía. Me llevan sin casi tocarme, yo con mi propias piernas y serena los sigo ¡No¡ no soy culpable. El juez no para de preguntar y yo digo ¡No¡ no soy culpable. Me grita y grita, me trata mal…muy mal con su voz mortal. Respiro hondamente y pienso en mi hijo, en ese hijo que ha vivido. El juicio ha sido rápido, me declaran culpable. Culpable por muchas cosas que no logro entender en este mundo de abogados y jueces. Solo sé que soy culpable. Me conformo, mi hijo está vivo. Yo no soy la persona adecuada para educarlo ¡No¡ no lo soy. Solo soy un desecho de esta sociedad. Solo soy una marioneta de los hilos que han gobernado mi vida y ahora, sola, a prisión. Me pondré bien hijo mío, tal vez en un futuro, en un mañana incierto te conozca, te vaya a buscar ¡Ahora no¡ tengo que estar entera, tengo que estar curada, tengo que ser yo, tengo que recorrer un largo camino hasta que quizás pueda ir a buscarte. No para que vengas conmigo, solo un beso, solo una mirada, solo una caricia. Yo ya en tu vida no soy nada, solo un telón que no lograrás pasar. ¡No¡ no quiero que pases si algún día te dicen …sí, te dicen la verdad. Yo no lo deseo, me avergüenzo, como te haría comprender que estaba ciega, que yo tuve la culpa. Una llovizna fina cae de camino a la cárcel. Todos vamos en silencio. Mis ojos hartos de esta situación la mira y la mira. Soy como la lluvia caigo y desaparezco en las alcantarillas, en las cloacas. Esa ha sido mi andar por la vida. ¡María estás perdida¡ escucho los latidos del alma ¡María estás perdida¡ escucho el resoplar de mis  emociones....CONTINUARÁ




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