viernes, octubre 09, 2020

HE LLEGADO...

 







He llegado, alas partidas comienzan la travesía de los océanos. En lo profundo de las algas, caracolas, caballitos marinos me sumerjo con el dilema del despertar. La mar, turbulenta, olas agitadas con cielo plagados de nubes grises pesadas…muy pesadas. He llegado, estoy en la orilla de una playa infinita a mis pasos. Mis huellas desaparecen a medida que mi cuerpo desnudo penetra en el ¡ Oh el océano¡ Tan inmenso, tan expansivo, tan bello.  Me dejo llevar por el oleaje, por el mar adentro hasta que la fatiga merma mis fuerzas, la verticalidad de mis piernas cuando regreso a la orilla. Me tambaleo, tiemblo, mis ojos buscan la solidez de mis pisadas. Me tumbo ante la mirada ciega de la nada.  Y, tal vez, te busque en la reconditez de mis sentidos.  Alas partidas en el transcurso de las estaciones. Es otoño. He llegado y es otoño. Miro la hora, no hay prisas solo, la templanza de mi corpulencia en retornar a la existencia. Y, tal vez, te encuentre.  Alas partidas en el desdén del tiempo.  Cansada. Me siento cansada, despierto en los girones del ayer y el silencio. Sí, el silencio ¡Silencio¡ Los callo y otra vez el océano.  Mis pechos agrietados  chillan al vacío. Mis labios áridos no quieren despedirse y gravito en tu imagen, en mi fatiga.  

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