viernes, julio 25, 2008

Cuerpo y alma

El viento azota. La tierra es permeable a la lluvia venidera. Ella lentamente se levanta y se cruza en su desperezar con el espejo que está en su cuarto. Se mira, se observa con la calma que la luna manifiesta en la caída de la tarde. Se siente otra. Una extraña sensación la consume en un discurso mental sobre su yo. Parece que se desdobla. Alma y cuerpo. Cuerpo y alma. Avanza unos pasos a tras y ve su alma con un brillo especial, con una sonrisa nítida que la lleva por las mareas de las esperanzas. Ve su desnudez. Su cuerpo. Conforme con ella misma se dirige a la ventana. La abre. Esa luna intacta por el paso del tiempo. El ronroneo de las olas que la hace creer en ella misma. Le habla a la luna, al mar. A sus dos amantes cuando la noche llega y bajo su techo solo alberga un aroma de silencio. Siente como la luna le extiende una soga y la invita a subir. Sube. Asciende con su cuerpo desnudo con la tonada de las pardelas dando un canto a la alegría.¡ Si, la alegría¡ Eco sonoro donde cuerpo y alma al unísono son eterno amor.

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