martes, julio 01, 2008

Los amantes


No se lo que acaece en el misterio de la noche
Cuando los cuerpos se rozan por la espiral de las espinas
Bajo cráteres remojados de blancor.
Cuando sólo derrumban su sentido
En hogueras de sábanas
Que caen por un precipicio
Donde el beso desvaído de sus manos
Es discordante con el fluir de la mar.
¡Mar del oscurecer precoz¡
Bajo el lecho de la melancolía
Los amantes
Hallan una libertad cautiva en astillas,
Hallan un abrazo desplomado en la nada,
Hallan un sueño jadeante
Ante sus yermas acaricias
Al no sentir el frescor de unos pétalos azules
Que les de vida.
Y llorar y llorar
Al océano de la nada miran
Y en la tortuosa pena caen
Quebrando sus labios en el hastío.
¡Di luna por qué¡
Sus manos son tumbas del olvido,
Son mala herida de la belleza del ayer.
¡Di Luna por qué¡
Tinieblas barruntan tu respuesta.
Observas, examinas
Y eres tu la que fundas la huída,
La que desvía el aliento
De ese amor apasionado.
Naufragan en el adiós,
Adiós a las ramas del despertar
Que con su canto son esperanza rota.
¡Gritas luna de la melancolía¡
Y ellos ascienden hasta tus ojuelos de blanquecinas arenas.
Esperamos el sonreír de tu brisa,
De esa brisa enigma de la esencia.
Mientras tanto, dormimos en caracolas de gemidos;
Mientras tanto, somos censura a nuevas auroras;
Mientras tanto, somos cipreses izados al son del viento.

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