miércoles, mayo 27, 2015

No sé...

No sé donde nací. Te lo puedo jurar por las fuerzas del universo que influyen en nuestros ritmos de vida. Solo recuerdo caravanas y más caravanas que se dirigían sin dirección propia por las dunas del desierto.  Supongo que en algún lugar habré brotado, habré emanado de ese vientre que con sudor y dolor me trajo a este mundo. Trato de averiguar tu empeño. Qué más te da mi procedencia. Vagas sintonías asociadas a vergeles me inducen a testiguar que soy hija de arena, de aguas cristalinas donde en el descanso se ha de beber. No. No me preguntes más. Da igual mi poblado, mi ciudad , mi país, soy hija de esta tierra que a veces parece sangrar y sangrar. Observo cómo se derruyen los boscajes inmensos por no sé que causa. No me interesa, solo el verdor de su follaje que da respiración a este planeta. Observo como la pobreza insuflan cuchillos ardientes sobre este mundo. Entonces…¡Enderézate esfera azul¡ Da condiciones de vida equilibrada a esos.  Si, a esos los cuales la muerte temprana respira de sus alientos. Por qué insistes. Estoy aquí ¿No me ves? Soy lo que soy. Yo y yo. Mujer traída a la tierra con sus defectos y destrezas. No más. No importa la procedencia de mi sangre, esta sangre que corre a través de salvajes prados hasta hallar el éxtasis. Sí, el éxtasis. No, no lo comprendes. Galopar y galopar por las colinas resplandecientes bajo el hechizo de la luna, bajo la tibieza del sol. Me da igual lo que pienses. Aquí sigo…y solo te interesa mi cuna. Qué más da. Mírame. Te lo ruego, mírame. Me amas o no me amas. Deberías de desatarte de los prejuicios que en ti se han  infiltrado y mirarme. Sí, mirar la gruta de mis sensaciones. No. No seas pesado. No sé donde nací. Por mi discurren la leve azotaina de una brisa que me lleva, que me conquista a ser mujer que va de roque en roque al encuentro de su yo. No lo martirices con tus preguntas.  Ya veo el pinzón azul. Aleteando con su fresco haz de belleza. Lo perseguiré, tal vez ahí encuentres la respuesta

No hay comentarios: