miércoles, mayo 15, 2019

LA SOMBRA 16(NARRATIVA)


16
Me han llamado. Sí, me han llamado a media mañana y era ella, la enfermera. Una conversación amena y como si fuéramos amigas de toda la vida me invitó al sosiego, a la armonía evocadora del triunfo. Me ha llamado y me ha dicho que está tarde está la visita concertada con él, con mi hijo. Sí, mi hijo. Hijo solo de sangre, de venas que penetran en mi vientre y me hace columpiarme en la alegría. He pedido permiso para salir antes, para arreglar el lugar que me alojo y me marcho del trabajo. Una lluvia fina escarba en mi cabeza, en mis hombros pero me es igual. Hoy lo conoceré después de veinte años. Qué decirle, ya no soy su madre, solo un estómago vacío donde el ayer albergo su cuerpo, solo su cuerpo ¿Cómo será? La enfermera me ha dicho que el muchacho esperaba este momento, que está  preparado. En dirección noreste , en la cumbre el humo no deja de estrangular el aire. Huele azufre, huele a un magma venturoso de los mares, como yo pensaba. La población no está en peligro, es un espectáculo digno de observar, de examinar. Solo más gases a esta atmósfera asfixiada. Voy con prisas, con el apuro de verlo, con el apuro de que todo esté perfecto, con el apuro de que no sienta vergüenza de mí, no más que eso. No sé cómo lo habrán educado, no sé de sus pensamientos pero podré explicarme, podré pedir perdón….Sí, perdón, que él no tiene la culpa de nada. La lluvia se intensifica, bien, así limpiara este ambiente que nos alberga. Estoy empapada, estoy tiritando pero mis piernas no se detienen, se mezcla todo con el sudor. Ya  en la pensión coloco, descoloco, ordeno, desordeno. No sé, creo que ya está todo correcto, qué más da. Todo se queda así. Cierro la ventana, la helada comienza, está granizando, espero que no sea impedimento para que venga….para que venga. Miro detrás del cristal y ante la granizada pasada la gente sale, veo pasar figuras extrañas, desconocidas ¿Quién será? , me pregunto repetidas veces. Mis ojos buscan su olor, mis ojos buscan un presentimiento, bueno, mis ojos buscan sus formas, mis ojos buscan algo y solo hallo personas de todas las edades que vienen y que van. Me afianzo en el horizonte y el humo por un pequeño instante calla y el parque se muestra bajo este cielo marrón triste ¡No¡ no quiero que me contagie, intento desviar la mirada pero sigo ahí, en el parque , con su vieja masa arbórea, con su pena. Está solo como yo. Pero es una soledad refrescante, tal vez en esta tarde donde lo espero, tal vez en esta tarde gris, todo tome vida, todo tome los singladuras de una luz que nos lleve a la cima de la felicidad...





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