domingo, abril 05, 2020

DIVAGACIONES DE UN 5 DE ABRIL....


Voy hacia un horizonte, me poso en su esquina eterna y de alguna manera la muerte marca su faz. Sí, de alguna manera, canción de un polifacético cantautor de español. No hace falta pronunciar su nombre. No hace falta tirar laureles en su descanso, solo lo eviterno de sus actos, de sus creaciones.  No, no poseo a paso de estas cuatro semanas alguna manía, sino el surcar de escuchar alguna de sus canciones. Pero despertamos, somos coherentes con el desplazamiento de la vida. En esta lucha seguimos, con la progresividad lenta de la luz. Sí, hay una luz. Una luz que nos motiva, que nos pelea, que nos avisa del mañana. Mientras, queda la música, una música que no se olvida, una música y nada más que nos hace caminar por la nostalgia. Voy hacia un horizonte, intento besar el sol con mis labios secos, agrietados y me expando en un hueco donde nadie me ve. Me fugo en las horas, estas horas barridas por un tic-tac…tic-tac que parecen no deshilacharse. Escuchando  Aute me pongo en una laguna donde el frío me encuentra.  Pero hoy, voy hacia un horizonte, intento abrazar mis ánimos con esos perros que ladran al crepúsculo, contentos.  Me pierdo en  ojos abiertos, en ojos soñadores del reverder de las calles, ahora, sonámbulas de la soledad.

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