domingo, mayo 04, 2008


Se reproduce igual que las alas de mariposas que van a la deriva de su ser. Mesetas inconfundibles donde la bocanada de penas se respira al son de un retorcido desierto. Ella va con un pasadizo sobre sus hombros donde la búsqueda del amor queda atrapada en el devastador silencio. Aguas arriba mira, observa, examina y una luz densa de nostalgia la diseca para que sus ojos no vuelvan más a ese ayer fantasma en el que esqueletos flotantes de cenizas la siguen, la absorben, la revientan. Evoluciona, triste y apagada, hacia un mundo donde el amor la acoge inexorablemente en una nave de plata rumbo a la alegría, rumbo a esa fe que constructivamente nos apresa en el si. Sí, hoy alzare mi vuelo por laderas verdes cuyo frescor acaricie mi vientre.

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