Llegaremos...(relato)

Vienes a mí con la alianza de los hijos muertos más allá de estos océanos. Sí, mi vientre seco ya no podrá darte la lumbre de la alegría que correteaba bajo tu sombra. Fue ayer no. No, ayer no. Fue hace años en ese lugar que solíamos frecuentar en vacaciones a la luz del verano. Nuestra unión era certera, reíamos. Ahora mira. Nos miramos y a través de nuestros movimientos, de nuestros ojos bajamos la cabeza para no ser un mar de lágrimas. Ya ves. Ya ves como hemos decaído y mi vientre está seco, no podemos tener más hijos. Más de esos pequeñines que corretean vivamente por nuestras venas. El ocaso nos tiende su mano. ¡Su negra mano¡ Para el resto de nuestras vidas. Siempre existirá ese recuerdo que nos aprese con amargura. Pero…La vida es así. Nosotros también partiremos a la nada, seremos polvo de estrellas que se consume entre raíces. ¡Vamos¡ ¡Levántate¡ Tenemos que ir a visitarlos. Tenemos que tender un ramo de lirios y rosas en sus tumbas. Allí contemplaremos bajo los cipreses el silencio de nuestra unión. ¡Sí¡ Porque aún estamos unidos. Solo nos separa una línea. Vida y muerte. Muerte y vida. Aquí solo estamos de paso. Un paso que se nos hace largo hasta llegar hasta ellos. Pero llegaremos. Llegaremos…