Te abandonas cuando las bengalas del nocturno
Rumian bajo la plateada
El sueño de un viento puro
Que gira y gira ceñido a tus párpados eclipsados.
Cuentas en ellos la sonrisa sedosa
Que se disemina a ras de tu amante,
Con la caricia fiel y fértil aflorando un manantial
De siemprevivas recorriendo el tiempo imperturbable
De unos labios en el valle de los enamorados.
Te abandonas cuando estelas tristes del nocturno
Son compromiso con los océanos de la vida.
Desde tu letargo miras el firmamento
Eres vigía de cómo se mueven los cuerpos en su soledad,
La distancia os hace serpentear por un agosto pasillo del adiós.
Del adiós crujiendo entre vuestras carnes, entre vuestros sudores,
Entre vuestras penas.
¡Qué lejos estáis¡
Te abandonas en ramas rotas donde luciérnagas no dan su nota,
Donde las hojas se vuelven humo negro que anuncia la despedida.
¡Ay la despedida¡
Merodea con su manto de caminantes de horizontes distintos,
De horizontes donde el fallo será recuerdo de un ayer desmayado
Sobre pinchos que gritan nunca más, nunca más.
¡Como te abandonas¡ con la seguridad de ser vertical
En el olvido y la muerte de lo que se quiebra, de lo que se duele, de lo que se llora.
Tus alas ausentes renuevan un atuendo de arco iris
Avanzando en una mirada que te yerga en nuevas caricias, en nuevas flores,
En nuevos albas con la tonada del beso, del beso…
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