sábado, agosto 24, 2013

Vengo...

Vengo a ver como los astros se evaporan a medida que el crepúsculo anuncia la sonata de los pajarillos que corretean de rama en rama. Vengo con ese ánimo que anuncia lo inexorable de este aliento de la brisa que me da cierta valentía para continuar por los pasadizos de esta atmósfera. Vengo, como siempre con palabras que nubes llevan, que nubes traen en el paraíso recóndito que desconoces. Tormentas aisladas me visitan. Tormentas cálidas donde el eco abrumador de la nostalgia me hace más diminuta, me empequeñece en esos submundos cuyos soles son desafío del olvido. Vengo con la añeja espera de que todo fusione en ir y venir de alegrías a medida que nuestra huella soluble por las mareas muestre la imagen de mi ser, de tu ser. Vengo. Sí vengo con esa tenue sed, con esa sutil hambre que anuncia el deseo de vagar por esta tierra. 

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