miércoles, mayo 05, 2021

HIJA DEL COSMOS

 





Su  fisionomía era secuencia de los riachuelos que presencian  la vida. Nacía del alboroto de la alegría como bienvenida hermosa a su nuevo rol. Sus ojos se confundían con la ausencia de ser formar parte de un legado de otros años. Sin embargó, nacía con la condición del bien y del mal, de lo claro y oscuro  que vida amarraba a su cuello desnudo. Un grito en el silencio de su nada la reactivo y ahora era otro pedazo minúsculo de esta tierra. Su andar , embelesado a todo lo que surcaba a su derredor,  era cauto,  entregado a sus nuevas singladuras por el espacio que habitamos. Sus manos,  enderezadas, se consumían en ser pacto del amor, de un querer  que la recogiera en su sombra cálida. Ella venía de otro  lugar….un lugar distante para la razón de la existencia.   A medida que avanzaba iba vistiéndose, de humana,  para no aparentar su lejana procedencia. Algunos vagos recuerdos del ayer se cruzaban en su memoria. Ahora estaba aquí con la visión de una experiencia. Desde sus sentidos examinaba, observaba,  tocaba todo…el todo. Y el todo era un mundo desajustado, desequilibrado,  desorientado. Ella, neutra, a todas las ideas se entregaba a escuchar. Escuchar la tonada de los pájaros, escuchar el rumiar del oleaje, escuchar el crujir de  las  ramas, escuchar el lamento del viento….del viento.  Sentía como si este mundo abocara al vacío, a un abismo imposible de parar.  Penas, dolor y el coraje de quien lucha para atragantar toda su miseria, toda su nada. Su conclusión aportó que esta esfera era como los seres que la habitaban, su madurez tardaría años en llegar. Una madurez  cual costaría la vida, la sonrisa, las pisadas de las arboledas en su ascensión al sol.  Una madurez  cual seductora de cada miembro , de cada sociedad sin los rencores del ayer, sin el atravesado odió entre sus integrantes. Su fisionomía volvió aquel riachuelo del que manó. Su muerte fue disuelta en su olvido. Sus ojos se embarcaron a otros lugares del universo. Ella hija del cosmos. Ella hija de jardines flotantes  eviternos.

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