martes, julio 27, 2021

LA PLAYA (NARRATIVA)

 El agujero está ahí. Un agujero en medio de playa donde las olas se revuelcan en la arena.  La jornada cae con la inmensa inquietud de las almas desaparecidas, idas tras el violentado vacío. Yo aquí, el agujero ahí. De inmediato cuando el sol iba perdiéndose en el suicidio de la tarde me acerqué a él. Un agujero en medio de la soledad de una playa callada de existencia, de una playa extensa en sus secretos, en sus recuerdos. Y es que la playa tiene memoria aunque el oleaje bruto borre las pisadas de los que han estado. Agosto se agolpa sobre mis hombros, una humedad perceptible amputa mis ganas de seguir andando. Me quedo quieta, ante el agujero.  Miro su interior como si se tratara las entrañas de los pensamientos, de las estaciones pasadas de año en año. Es profundo. Lo saludo y no sé porqué, una sensación del ayer invade mis carnes. La luz de un faro indetenible en el tiempo es más pronunciada, la noche vaga con la suavidad de la arena , con la timidez de un verano. La luna llena esbozando su imperfecto blanco viene. La luna redonda con la belleza de su observación produce el influjo de ganas de seguir ante este agujero. Este agujero en la playa. Más allá, en la avenida, se despliega la gente alumbrados por farolas que los llevan a una noche que roza la perfección. Las estrellas se emancipan ante tanta claridad, una luz nacida de la polución. Yo aquí, el agujero ahí y la noche diciendo del silbo de la marea baja. Calla la mar solo, el bocinazo de una ciudad, de una isla aun despierta ¡ Ah, la noche¡ tonada de ballenas se mezclan con lo infinito del universo. Tonada de ballenas esbozan una sonrisa en mi rostro. En mi rostro seco. En mi rostro agrietado. En mi rostro lastimado ¡Ah, la noche¡ Mi mente remonta más allá de este presente y me encuentro con el pasado. La marea está baja, está muda. Tonada de ballenas danzando al son de la luna, de la luna blanca, de la luna redonda,  la luna imperfecta…Suspiro. Mis pies se duermen ante lo frío de la arena. Bailo y bailo, nadie me ve. La imaginación se enquista en mis deseos y sueño. Sí, sueño despierta con mis ojos idos, con mis ojos orbitando la nada del firmamento, con mis ojos  despejados del ahora e inmiscuido en las vivencias de épocas desvanecidas...CONTINUARÁ

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