domingo, abril 27, 2008

La ausencia...


La ausencia, gota negra que cae y deja brotar en nosotros desiertos de espinas. La soledad, flor que se despedaza y elevada a las tinieblas es pasadizo de nubes marrones. Nos arrinconamos en esferas deformadas donde el brillo de las estrella se satina de la nada. Tu fisonomía no está presente. La respiración que se marchita y resbalamos a fosos negros donde un gavilán en vuelo se detiene. Las horas se paran y el valle de la brisa aterciopelada se vuelve duro y agreste. Aquí, la oscuridad trepa por mi mirada y lejana y herida te pienso, entierro el gris pálido de mis manos.

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