viernes, febrero 08, 2013

El beso...


Y el beso llegaba, revoloteaba, surcaba, navegaba en sus párpados con la humedad cálida de un amor que si bien hacia tiempo que no lo sentía ahora regresaba con su pasión más tersa sobre su piel. Era bien entrada la tarde noche, noche sin luna. Noche de astros animando el firmamento con la nitidez de su esplendor. Ella incrédula abrió sus ojos y de ellos una especie de brillo iluminó ante aquel que posó sus labios ¿Qué haces aquí?, pregunto. Ahora que me siento caso y deseo solo vagar en las luces del nocturno. No te esperaba. Es cierto. Pero has vuelto o tal vez yo pienso que has vuelto. Quizás te has manifestado en la llegada después de una larga espera. Me dices que me quieres ¡Qué voy hacer yo si también te amo¡ No sé por qué tenia una cierta imagen vaga de ti, una imagen que me envolvía jornada tras jornada en un pensar de quien serias. Ahora veo, te observo y absorbo el aroma que insufla tu aliento, tu corazón…Y el beso llegaba despacito, con calma, sereno, afable, cordial, introduciéndose con la caricia perfecta sobre su cuerpo, sobre su espíritu…No es tarde, dijo ella. Siempre podemos albergar el intento de mantener cierta esperanza de un abrazo ¡Sí¡ Eso abrazo que nos llame, que nos lleve por los caminos donde el delicado roce nos lleve a la conquista  del beso…

No hay comentarios: