miércoles, marzo 11, 2015

Algunas veces...

Algunas veces navegas por infranqueables tierras donde el zumbido de la tormenta te hace avanzar y avanzar. Te da igual. Sigues aunque bloques de acero se interpongan a tu paso y tus huellas borradas por lenguas de alfileres. Caminas, lenta pero segura bajo el hechizo de tus deseos, de aquello que anhelas. No existe el cansancio de tus alas de arco de colores, de tus piernas de piedra viva. Sigues con el tintineo de un ave azul que guía tu corazón, tu razón. Y no piensas. No. Apartas de ti toda esa virulencia que nos vemos envueltos en el paso de las jornadas. Lágrimas que desembocan en un pozo seco del cual no beberás. Algunas veces sientes el peso en tus manos, en tus párpados pero el alegre comienzo de una tonada que viene del viento, del viento te hace ser de vuelos eviternos, sumisa a tu yo, a tu ser. Ánimo, te digo. Admiro tu veracidad, esa verticalidad que es aliento hacia nortes benevolentes, nobles. 

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