sábado, septiembre 10, 2016

Sí, a ti me dirijo..

Sí, a ti me dirijo
Tu madre tierra,
Ave cruzando la mirada
Cuando nuestro cansancio
Abduce a un oleaje
Entre acantilados.
Nos observas
Y en el constante
Ramificar de tu cuerpo
Somos aisladas ganas
De continuar tus huellas.
Te dejamos, abúlica,
En las hogueras de la dejadez.
La belleza engendrada
En cadenas milenarias
Las absorbemos
Con los colmillos sangrientos
Del sufrimiento,
De pesadas manos
Condenando tú rumbo
A esferas sucias
Con el temblor de tu techo.



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